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Channel: CINE Y PSICOLOGÍA
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LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC Y LAS RELACIONES FAMILIARES.

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La gata sobre el tejado de zinc (1958), - Cat on a thin hot roof, de la que en España se omitió la palabra ardiente (hot) - es una de las mejores adaptaciones realizada sobre una obra de Tenesse Williams.Fue dirigida porRichard Brookse interpretada magistralmente porPaul Newmann (en el papel de Brick) y Elizabeth Taylor(en el papel de Maggie), acompañada también por una gran interpretación de Burl Ives en el papel del padre de Brick, el abuelo Pollitt.

Obra característica de Tenesse Williams, de quien el cine ha realizado numerosas y, casi todas ellas, grandes adaptaciones - Un tranvía llamado deseo (1951), dirigida por Elia kazan, o Dulce pájaro de juventud (1961), dirigida también por Richard Brooks, o la considerada también como una de sus más grandes adaptaciones al cine, De repente el último verano (1959), dirigida por el gran Joseph L. Mankiewic. Recordemos también La noche de la iguana (1964), dirigida por John Houston -. Se encuadra dentro de sus grandes temáticas, inspiradas mayormente por experiencias ligadas a su propia vida: la constante oposición entre la hipocresía y falsedad de los convencionalismos sociales, así como de sus personajes dominantes y agresivos y la figura del marginado quien se opone a ella debatiéndose entre la rebeldía y su debilidad, en ocasiones, hasta propia destrucción y las de aquellos que reaccionan hipócritamente en beneficio de sus intereses.

Tenesse Williams

1. UNA APROXIMACIÓN A LOS PERSONAJES.

Brick (Paul Newmann) es el segundo hijo de los Pollitt, quien se  nos muestra como un individuo alcohólico y torturado. Desengañado y con un fuerte sentimiento de culpa por sus fracasos en el pasado y por una relación afectiva con Maggie (Liz Taylor) extremadamente deteriorada y a la que se le une una sórdida historia del pasado con el que fuera su mejor amigo. Brick aparece como el más claro síntoma de la familia, el elemento que desvela la falsedad sobre la que se construye la familia y el imperio Pollitt. Su refugio en el alcohol nos muestra otra de las señas de identidad del elemento clave por el que transcurre toda la película y sobre el que se construye todo el entramado de relaciones familiares: la mendacidad o el hábito de mentir. Justamente su rebeldía autodestructiva devendrá el aspecto fundamental sobre el que desvelar esa mendacidad.

Maggie es la mujer de Brick, personaje magistralmente interpretado por Elizabeth Taylor, se nos muestra como un personaje ambiguo que se mueve entre la ambición y el amor. Su exhibición sensual y erótica ante un Brick que la rechaza constantemente nos vuelve a poner en una situación ambigua que oscila entre la humillación masoquista y una vez más la ambición manifiesta para heredar la parte de la fortuna paterna del Imperio del gran Pollitt. La evolución de Maggie en la película va pareja a la evolución del propio Brick y que podría resumirse que a mayor desvelamiento de la falsedad, de la mentira, poco a poco va surgiendo lo mejor de cada personaje. Como veremos más adelante, la culpa es otro factor determinante en su relación mediante la historia con Skiper, el gran amigo de Brick que se suicidó en misteriosas circunstancias. Define bien la postura de Maggie la reflexión que sobre su pasado hace en un momento dado con Brick: "Yo... yo por desgracia he sido tremendamente pobre toda mi vida. Esa es la verdad Brick [...] Tu no sabes lo que es tener que adular a personas insoportables sólo por dinero. Tu no sabes lo triste que es apenas tener vestidos. Hasta el propio vestido de novia era de segunda mano. Había sido de una prima rica a la que odio. Se puede ser joven sin tener dinero, pero no se  pueder ser viejo sin él."

El abuelo Pollitt es el padre de Brick, otra excelente interpretación a cargo de Burl Ives en el papel del hombre dominante y agresivo que ha labrado un imperio partiendo de la nada. Luchador incansable en la construcción de su imperio fracasa en su función paterna y con su familia. Es el típico hombre que manifiesta un tipo de grosería despreciativa que puede atraer facilmente las simpatías del expectador y que, sin embargo, no esconde su falta de sensibilidad y su egocentrismo. Una parte fundamental de la película se centra precisamente en el encuentro entre Brick y su padre para decirse las verdades sobre su relación que durante tanto tiempo han estado ocultadas y que, a su vez, son las verdades ocultas de la familia Pollitt.

La abuela Pollitt, la madre de Brick, es interpretada por Judith Anderson (la inolvidable ama de llaves de la película Rebeca de Hitchcock). Otro personaje ambiguo que oscila entre una figura invasiva y la mujer infeliz que niega la realidad que se manifiesta ante sus ojos. Personaje no tan potente como el del abuelo hay que imaginarlo más en el pasado como la posible madre que, ante el más que probable descuido afectivo de su esposo, se refugia en sus hijos donde seguramente toma más dimensión su aspecto invasivo. En un momento de la película en la que Brick cierra la puerta de la habitación, ella llama molesta para que abran la puerta, diciendo posteriormente: "Aborrezco las puertas cerradas en mi casa". Maggie le responde que todos necesitamos momentos de intimidad a lo que ella sigue diciendo: "No señora, en mi casa no"Una paradoja de abertura que no sirve para nada cuando, como en su caso, nada se quiere ver.

Gooper (Jack Carson) es el hermano mayor de Brick. Personaje interesado por la herencia del padre, si bien su perfil se va aclarando hacia el final de la película, cuando se revela que es el hermano que se siente despreciado por su padre en beneficio de Brick, el hermano claramente preferido del padre y también lo parece de la madre. Es la antítesis de Brick, abogado que lleva los asuntos del padre, casado con cinco hijos y a la espera del sexto. Siempre cumpliendo. En un momento de la película aparece su tema cuando le dice a su madre: "Siempre has dicho que no quiero al abuelo. ¿Cómo puedes saberlo? ¿Y cómo puedo saberlo él? Es que dejaba que le quisiéramos. Para él no existe nadie más que Brick. Desde que nació ha sentido debilidad por él. ¿Por qué?El abuelo quiso que fuera abogado y fui abogado. Dijo que me casase y me casé, que tuviera hijos y los he tenido. Dijo vive en Memphis y viví en Memphis. Todo lo que dijo lo hice... de acuerdo. Ahora bien, lo que te digo es que me importa un comino que el abuelo me quiera o no me quiera. Que me haya querido ayer o pueda quererme mañana. Siempre me ha tenido a la honestidad y el juego limpio. ¡Pues bien... escucha lo que te digo! Yo trato de proteger mis intereses y no en vano tengo el título de abogado."


Mae (Madeleine Sherwood), la mujer de Gooper, es quizá el personaje más esperpéntico de la película. Sería el extremo caricaturizado de Maggie en su dimensión ambiciosa y, especialmente en la dimensión más hipócrita. A diferencia de Maggie donde la ambición y el amor si conviven, en Mae sólo existe el interés personal sin ninguna otra consideración. Todas sus acciones están determinadas para agradecer y satisfacer al abuelo y la abuela Pollitt con el único objetivo de que Gooper sea el heredero de las tierras. Falsedad y manipulación decididamente orientada a la consecución del objetivo. En una de las escenas finales puede observarse la virulencia y la crueldad característica de este tipo de personajes cuando aprecian la posibilidad de no salirse con sus objetivos.


II. SECRETOS, MENTIRAS Y DESCONFIANZAS.

La obra se concentra en su inicio en la tensa relación entre Brick y Maggie acompañada de la profunda sensualidad con la que la Taylor interpreta su papel y la sequedad amargada de un Brick refugiado en el alcohol. Se intuye que un suceso ha sido la causa de tal perturbación. También se define la tensión entre los dos hermanos siempre manifestadas por sus parejas respectivas, Maggie y Mae, quienes constantemente están manifestando su preocupación por la herencia del Imperio Pollitt. Y, finalmente, no tarda en manifestarse una mentira con la que el médico de la familia - quien se la desvela a Brick - oculta la realidad de la enfermedad del abuelo Pollitt y su desahucio. Esta mentira no hace más que seguir desvelando otras falsedades y frustraciones que acompañan a nuestros personajes. Entre medio nos enteramos de que la tensión entre Brick y Maggie se debe a algo relacionado con un íntimo amigo de Brick, Skiper. El primer desvelamiento le sucede a la abuela Pollitt, quien convencida de que el abuelo está fuera de peligro persiste en una alegría desbordada y sofocante para el abuelo Pollitt, quien en un momento de su 65 aniversario le dice exaltado:

Tú no sabes ni nunca has sabido nada [...] He soportado un montón de estupideces a mi alrededor porque creía que iba a morirme y entonces tu empezaste a crecerte. En todas partes encontraba tu entrometida persona dando gritos de mando. Todo lo mangoneabas y en todo metías la nariz como si fueras el ama, pero no hay más amo que yo en esta casa. Esta propiedad la levanté yo sin tu ayuda ni la de nadie y  yo la gobernaré hasta el mismo día en que me muera. ¿Has comprendido bien Ida? ¿Queda perfectamente entendido? No voy a morirme... El único mal que tengo es un espasmo de colón, y ese espamo me la han produdido las grandes mentiras y los grandes mentirosos que siempre me han rodeado y la hipocresía que he aguantado durante los cuarenta años que he convivido contigo.



Una afectada abuela se retira con el pastel de cumpeaños diciendo: ¡Ay abuelo! Durante todos esos años nunca creíste que te quería. Te he querido... Te he querido mucho. Te he querido siempre, incluso quería tu odio.y tu dureza.

Con esta escena se empieza a desmontar la fantasía general de la familia Pollitt a la que sigue el desvelamiento de los intereses de Mae, a quien el abuelo Pollitt descubre espiando la conversación que mantiene con Brick:

¡Estabas escuchando, espiando! ¿Necesitaré cerrar las puertas con llave para poder mantener una conversación privada [...] Voy a sacaros a Gooper y a ti de la habitación de al lado. A vosotros no os importa nada de lo que ocurra aquí entre Brick y Maggie. Odio a los rastreros y a los  espías, me producen náuseas.

 Sin embargo, el tema más profundo surge entre Maggie y Brick.

- El tema de Brick y Maggie.

Después de estas escenas en las que el abuelo Pollitt descarga su ira contra su mujer y su nuera Mae, surge el tema que parece afectar a Brick y a Maggie y que se trata de un tema que afecta a Spiker, el mejor amigo de Brick quien parece que se suicidó después de una turbia situación en la que se vió envuelta Maggie. En una discusión con su padre, Brick hace participar a Maggie para que relate su historia... Pronto se hace manifiesto el desencuentro que existía entre Maggie y Spiker, en tanto en cuanto éste llevaba a Brick a una vida entregada el Football americano. Dice Maggie: "Yo  no quería pasar mi vida matrimonial en los vestuarios de los campos de deportes".Veamos el siguiente diálogo entre Maggie y Brick en presencia del padre:

Brick: ¿Desde cuando la presencia del hombre ha herido tu delicada sensibilidad?
Maggie:¡Del hombre no, del rugby! La sola idea del rugby me molestaba. Sobre todo al saber que ibas a formar un equipo profesional. Para que necesitaba un equipo de su propiedad cuando podría haber fichado por cualquier equipo profesional del país... Organizaste tu propio equipo profesional tan sólo en atención a tu Skiper...
Brick:¡Embustera!
Maggie: teniendo en cuenta que él no era lo bastante bueno para formar el suyo...
Brick:¡El rugby profesional Maggie es un negocio!
Maggie:¡Ah...! ¿Te refiere a un negocio para ganar dinero?
Brick: ¡Si, dinero, el hilo con el que se tejen tus sueños!
Maggie: Pero el caso es que el Ticky Star no ha ganado ni un sólo centavo desde el primer día hasta el último. No era por el dinero sino por los aplausos, era eso lo que le entusiasmaba.
Brick: ¡Los aplausos no significaban nada para mi...!
Maggie:¡Ah no...!
Brick: Pero para tí si que significaban algo,  porque los aplausos te excluían a ti y tu no soportas verte excluida en nada.
Maggie: Excluida por la gente no me importa, pero por tí si, por el hombre a quien quería, y por eso sentía odio por el rugby y por Skiper.


Brick y Maggie

Se nos clarifica aquí la tensión que Skiper representaba entre Brick y Maggie, pero la cosa no acaba aquí, lo que existe entre Maggie y Brick como fantasma lo formula éste tras este diálogo al decirle a Maggie: "Odiabas a Skiper de una  manera tan rara que lo emborrachaste para conquistarle..." Este es el verdadero fantasma que existe entre ellos. Maggie entonces cuenta la historia y se va clarificando que Skiper se suicidó porque debido a una lesión de Brick se demostró que Spiker era un fracaso como jugador al cosechar una derrota escandalosa... Skiper se desmoronó y se emborracho y entonces Maggie cuenta lo que ocurrió:

La historia de Maggie
Se hallaba fuera de sí, enloquecido por la bebida y se obstinaba en no salir... Como destrozaba los muebles el gerente del hotel me dijo que fuera a calmarle o que llamaría a la policía... Por eso fui a su habitación [...] en todo momento asustado, temeroso de tí  - en referencia a Brick -. Le dije que quizá era la ocasión más propicia para abandonar el rugby, que se buscara un empleo y que nos dejara en paz a nosotros. Creí que iba a pegarme acercándose lentamente a mi sonriendo de un modo que me causaba pánico... E hizo lo que menos me esperaba... Darme un beso. Aquella fue la primera y última vez que me tocó...

Maggie le cuenta que entonces pensó en decirle quien era de verdad Skiper, pero también le cuenta los miedos que le asaltaron y que, a pesar de todo... "Yo queía recuperar a mi marido, quitárselo al deporte y a sus gentes, haría cualquier cosa para conseguirlo pero, en el último instante, tuve miedo al pensar que podría perderte en vez de recuperarte... Temí que me odiaras a mi en vez de a Skiper y entonces huí. ¡No sucedió nada!  [...] Yo quería librarme de Skiper pero no a costa de perderte a tí... Brick me culpó de la muerte de Skiper... pero al final quien ha ganado ha sido Skiper."

Pero aun hay más, surge entonces un elemento inesperado cuando Maggie, justo antes de salir de la habitación para dejar a Brick con su padre, revela que un Skiper moribundo le dijo que antes de saltar por el balcón Brick le había colgado el teléfono... Surge así el auténtico sentimiento de culpa de Brick desplazado sobre Maggie... Ante su padre, y ante sus preguntas acerca de por qué Skiper se mató,  Brick habla de una persona que le falló a Skiper...

La desesperación de Brick
...y esa persona fui yo. Cuando me telefoneó... hablaba incoherentemente, pero había una cosa que no admitía duda. Estaba muy asustado, ¡asustado! Temía que le reprochase lo sucedido aquella tarde en el partido. Asustado de que no volviera ayudarle. Skiper miedoso, casi no podía creerlo, sin embargo estaba realmente, profundamente asustado.Y de pronto se deshizo como una caña podrida... Empezó a gritar "te necesito" y balbuceó "¡sálvame, sálvame!" ¿Cómo salvarle? ¿Cómo puede salvar el que esta ahogándose a otro que se ahogra también? "Y colgaste el teléfono" - concluye su padre -. El teléfono volvió a sonar entonces. Sonaba sin cesar con una insistencia obstinada. Y yo tendido en una cama de la clínica no podía escapar de aquel timbre que seguía repiqueteando cada vez con mayor intensidad. Sonaba como si fuese el grito de Skiper pidiendo auxilio... y yo no se lo presté. Y fue cuando se mató - le pregunta el padre - Si... se sintió fracasado y no quise ayudarle. ¡Dime si no es para sentir desprecio de mi mismo!

Luego la discusión continua y mientras Brick pretende irse de la casa su padre se lo impide, y en un momento dado de esa discusión Brick la revela a su padre la verdad sobre su salud. No es verdad que va a vivir, la verdad es que se muere... Otra de las mentiras habituales...

¡huyo de las mentiras tales como esa de que sea por muchos años
cuando saben que ya no habrá uno más y [...] La mentira y la farsa
son normas corrientes en nuestra vida.
Así podemos observar en esta primera parte de la película una familia que se construye sobre la base de los secretos, la mentira y la desconfianza. Y, sin embargo, es curioso que el desvelamiento de toda esta red de falsedad corre a cargo del padre, quien parece de repente coger las riendas de la farsa familiar... Y, sin embargo, la pregunta que ahora debe ocuparnos es otra que se deriva de su actitud... ¿Hasta ese momento dónde estuvo ese padre? La segunda parte del film nos aclara el por qué de todo este desbarajuste familiar.

III. EL ENCUENTRO ENTRE PADRE E HIJO. 

Tras ese desvelamiento de falsedades la película toma un doble rumbo. Por un lado todo lo que ocurre en una habitación de la planta de la casa en la que abuela Pollitt se entera por Gooper de que su marido va a morir, a la vez que también se desvela la verdad del hermano mayor, el hermano que se siente desplazado por Brick en las preferencia del abuelo Pollitt... El hermano para el que ahora sólo cuenta, con la activa participación de Mae, su mujer, asegurarse la herencia paterna. Por otro lado Mae y Maggie escenifican también su lucha particular... Mae con todo el descaro ya de sus verdaderos intereses, Maggie con esa ambiguedad entre esos intereses y el amor que siente por Brick.

Pero lo verdaderamente interesante ocurre en un sótano cargado de inútiles recuerdos y trastos de viajes realizados por el matrimonio Pollitt en el que Brick vuelve a reunirse con su padre... Es en esa escena donde se resuelve el por qué del descalabro familiar. En ese sótano repleto de cachibaches acumulados que compró su mujer en un viaje a Europa. Brick le pregunta porque dejó que mamá comprará todas estas cosas, a lo que su padre le da una interesante respuesta:

El animal humano es una bestia que un día u otro tiene que morir y si tiene dinero todo se le vuelve comprar, comprar y comprar... La razón de que compra todo lo que pueda solo obedece a la absurda esperanza de que algo de lo que compra durará eternamente... y eso es imposible.

Este es un momento importante porque en ese sotano lo tenemos todo: padre, hijo y madre como el mismo sotano con sus cachibaches... El sótano, de hecho nos pone en contacto con el objeto a de Lacan como ahora veremos.

- El sótano de los cachibaches como "el objeto a".

Una definición que nos atañe aquí acerca del famoso objeto a de Lacan es el que define este objeto como un agujero, como un vacío, pero no simplemente como un vacío estático, sino que se trata de un vacío dinámico en el sentido en el que se trata de un vacío que, como un agujero negro cósmico es un vacío aspirante [1], es decir, un vacío cuya fuerza (en lacaniano el plus de goce) anima a otros objetos externos a ocuparlo a a vez que tomando un significado que va más allá del propio objeto en sí... El sótano con sus cachibaches nos habla de lo que ha sido la relación del padre y la madre de Brick... Un vacío que carente del deseo y del amor del esposo se llena de objetos substitutorios que investidos por ese plus de goce de ese vacío (el objeto a) se transforman momentáneamente en el objeto perdido que lo satisface: el deseo y el amor del otro. Objetos cuya esperanza es que duren "eternamente" y que, sin embargo, cuando ya se "tienen" retornan a lo que realmente son.

Sobre esta base se desarrolla entonces un diálogo clave entre padre e hijo en presencia del abismo profundo de ese vacío materno:

Padre:¿Si necesitabas un padre porque recurriste a Skiper como guía y no a mi. ¡Yo soy tu padre, comprendes! ¿¡Por qué no acudiste a los tuyos, a los que te quieren!?
Brick: ¡Tú no sabes lo que es cariño, para tí no tiene sentido esta palabra!
Padre: Por lo visto eres muy flaco de memoria. ¿Has deseado alguna cosa que yo no te haya comprado...?
Brick:¡El cariño no se compra... Compraste esa chatarra por un millón de dólares y qué... te quiere acaso!
Padre:¡Crees que lo compré para mí, es tuyo, la plantación, todo lo que tengo es tuyo!
Brick: ¡¡Yo no quiero COSAS!!

Y aquí ya tenemos formulado el problema que se inscribe en la figura paterna y en el problema de Skiper como substituto de esta figura: no hay guía ni cariño, simplemente hay COSAS. Cosas para su mujer, cosas para su hijos, simplemente cosas, cosas como la riqueza y el poder con las que el abuelo Pollitt haya posiblemente llenado su vacío... Brick, entonces empieza a golpear y romper objetos del sótano hasta que tropieza con una foto suya de jugador de rugby y la golpea también con rabia a la vez que dice: ¡¡Inútil... Despreciable!! Despreciable...y arranca a llorar amargamente. Skiper se nos aparece así como una figura substituta paterna a la que Brick no puede ver desfallecer, y a la que ante su impotencia para ayudarlo (puesto que Skiper está investido de la figura paterna) prefiere desviar su culpa amparándose en la suposición de que Maggie puede haberle sido infiel... Aparece también el reproche por lo que parece el intento de Maggie de manejar su vida, aunque ese punto lo observaremos más en detalle en el punto IV.

¡¡Inútil, despreciable...!! Despreciable (golpea sobre una foto suya)
Veamos que, y sobretodo en relación a lo que sigue, que Brick, desde un punto de vista clínico, se corresponde con la estructura obsesiva y le caen que ni pintadas las palabras que Juan David Nasio dice al respecto:

La obsesión resulta del desplazamiento de la angustia de castración que pasa de la inconsciencia a la consciencia y se cristaliza en el sentimiento de culpabilidad. La angustia inconsciente de ser vencido por el padre rival se transforma en angustia consciente de ser castigado por el propio superyó. Esta angustia de sentirse en falta y de creer que puedo recibir un castigo se llama sentimiento de culpabilidad. Es frecuente que el obsesivo se complazca en su papel de culpable, tenga necesidad de ser castigado y que se agote en un goce estéril, que podríamos llamar masoquismo moral. [2]

- Sobre El Nombre del Padre y el Edipo: la restauración del vínculo padre-hijo.


Como ya vimos en el análisis de la película Solaris, tenemos en esta escena lo que bien podríamos llamar una escena restauradora de la función paterna y que Lacan llamó El Nombre del Padre, concepto fundamental en la resolución edípica y con el que se define la función simbólica de la figura paterna como portadora de la Ley que prohíbe el incesto - entendido este concepto como no quedarse sujeto al mundo materno -, y que como tal ejerce la castración simbólica, una prohibición que funciona en dos sentidos: privando al niño del objeto de su deseo (la madre) y a la madre del objeto fálico, lo que dicho en un estilo mandatario sería como a la madre decirle: no te reapropiarás de tu hijo; y al hijo: no yacerás con tu madre... La imagen de Brick y su padre  en el sótano como, ya hemos visto, metáfora del vacío de la madre y su deseo nos ponen en cierta perspectiva de que esa función paterna fue probablemente realizada con serios déficits y que, debido a ello, Brick, como hijo, quedó presa del caótico mundo del deseo materno.  El Nombre del Padre deviene así, ya más allá de la prohibición del incesto, como una función fundamental en el acceso a la identidad del niño – acceso a la subjetividad - por identificación (toma de modelo) con el padre y en su inscripción en la constelación familiar y, por ende, en la cultura y sociedad.

Y dicho esto, en la continuación de la escena del sótano, vamos ahora a asistir a la reivindicación de Brick de la figura del padre y que, como veremos, acaba con una imagen sumamente simbólica en la que padre e hijo salen del sótano de los cachibaches. Así, y después de la catarsis de Brick, su padre ahora afectado le pide que no llore. Y sigue entonces el diálogo:

Padre: Es curioso, jamás te había visto llorar. No llorabas cuando eras niño...
Brick: Es que no hay manera de que comprendas que nunca he ambicionado tu plantación ni tu dinero... No quiero ser dueño de nada. LO ÚNICO QUE YO QUERÍA ERA UN PADRE NO UN AMO, lo único que necesitaba es que tu me quisieras,
Padre: siempre te he querido...
Brick: No... Ni a mi, ni a Gooper ni siquiera a mamá.
Padre: ¡Eso no es cierto, yo la quise, le di todas las cosas...
Brick: COSAS... cosas papá, le diste cosas, una casa, un viaje a Europa, todos estos trastos, joyas, cosas al fin papá, pero no cariño...
Padre: Le he dado, le he dado un Imperio...

¡Que escena más impactante! - con unas actuaciones emocionantes -. El padre vale lo que compra, vale lo que tiene... El Imperío es aquello que llena su vacío... Él es su Imperio y el Imperio es él... Nada más. Brick marca muy bien entonces aquello en lo que para él se transforma el padre: como un Amo más que como un Padre. Un Amo que además ejerció una más que probable función paterna deficitaria resultado de "tener" a sus seres más que de "quererlos", resultado de organizarlos según sus intereses, como se va a precisar más adelante. Pero ante su inevitable muerte, Brick le recuerda que todo cae, vidas e imperios:

Brick: Los hombres que crean imperios perecen, y los imperios también.
Padre: ¡No, no perecerá! Para evitarlo os tengo a ti y a Gooper.

Ahora vemos el Imperio como lo eterno del abuelo Pollitt - aquello que definía imposible para los cachibaches de la madre -, tan eterno que ya cuenta con el futuro de sus hijos en función de su perpetuación, los ve en función de su Imperio, no en función de quién son ellos, como inmediatamente se lo hace notar Brick:

Brick: Mira a Gooper, a lo que ha llegado. ¿Era eso lo que querías que fuese...? Y fíjate en mi, tú mismo lo has dicho, soy un chiquillo de treinta y años y pronto seré un chiquillo de cincuenta... Y no se ya en que creer, y de que sirve vivir llegado a este extremo. La vida debe tener algo para uno, un objetivo, un significado... ¡Fíjate en mi...! Te lo ruego. Fíjate en mi antes de que sea demasiado tarde. POR UNA VEZ EN TU VIDA CONTÉMPLAME COMO SOY. ¡¡Mírame bien!! Soy un fracasado, un borracho. Por mi mismo no valgo ni lo que vale un entierro medio decente...
Padre: Ah!, y tu y Gooper me culpáis de todas esas cosas verdad.
Brick: No te culpa nadie, nadie, sólo que... conociéndonos de toda la vida somos extraños... Tú eres propietario de 28000 acres de tierras muy fértiles, tienes un capital de diez millones y tienes mujer y dos hijos, NOS TIENES PERO NO NOS QUIERES.
Padre: A mi manera si os quiero...
Brick: ¡No señor! Desprecias a todo el mundo. Quisiste que Gooper tuviera hijos y quieres que yo también los tenga... ¿¡Por qué!?
Padre: Porque quiero que una parte de mi mismo me sobreviva, que no termine todo en la tumba...

Una vez más se ve esa mirada narcisista del padre en donde todo está en función de su deseo... de su deseo de trascender. Surge entonces la consecuencia del Padre-Amo: el desprecio. Ese desprecio que ahora ya está interiorizado en Brick, el asco - como indica en un momento de la película - que siente por sí mismo, el hijo minúsculo, despreciado, ante el padre titánico ante el cual sólo puede fracasar.

¡¡Fijate en mi!! Te lo ruego. ¡Fijate en mi!

Sin embargo, y después de esto, sigue la historia del abuelo Pollitt con su padre, un vagabundo con el que como niño llevó una vida de vagabundo, un padre del que en ocasiones se avergonzaba y de quién se queja de haberle dejado tan sólo un maleta de mimbre. Murió cuando era niño y le enterró el mismo: "No era más que un vagabundo, sin un centavo en el bolsillo, sin futuro mi pasado." Sin embargo Brick le hace hablar hasta que reconoce aquello que si tuvo con su padre: "Si, yo le quería... Creo que no he querido a nadie tanto como a mi viejo vagabundo".Brick le muestra que aún siendo un vagabundo siempre tuvo a su hijo a su lado y le increpa si le parece que le dejo tan poco, a lo que su padre responde que también le dejo recuerdos... Y CARIÑO - le añade Brick -.

En ese momento Padre e hijo se redescubren y finaliza la escena con una imagen bien simbólica: padre e hijo, de la mano, salen juntos del sótano, salen del mundo materno perdido de las COSAS que nunca pueden colmar el vacío, la carencia, porque como adultos eso ya es responsabilidad nuestra. Antes de salir del sótano el padre le dice a Brick, presa de un fuerte dolor físico de su enfermedad: "Cuando el dolor ataca puede uno jugar mejor una serie de cosas. No quiero idiotizarme con una droga. ¡Quiero pensar con claridad, quiero verlo todo, sentirlo todo! No me importará irme... ¡tengo arrestos para morir! Lo que quisiera saber es si tú los tienes para vivir". A lo que Brick responde que no lo sabe... Es entonces cuando se de esa imagen tan bonita donde ambos salen del mundo perdido dispuestos a intentar ya cada uno lo suyo...

Podemos probarlo... Empezaremos a ayudarnos mutuamente a subir la escalera.
A partir de este momento todo torna a su lugar, desveladas las mentiras y los secretos, limadas las desconfianzas, todos ocupan su lugar: Abuelo y abuela Pollitt se reencuentran como marido y mujer; Brick, decidido a intentar vivir besa por fin a Maggie y Gooper se alegra por el contento de su hermano y Maggie y se impone por fin a una desconcertada Mae. Y... sin embargo, únicamente una cosa... A pesar de todo, y a pesar de ser dicho con la mejor voluntad de hacer feliz al abuelo, al final la mentira persiste en la noticia que Maggie da acerca de que va a tener un hijo - lo cuál es falso -. La ambigüedad final... Después de todo este purgatorio de mentiras el nuevo ciclo, a pesar de todo, se inicia con una mentira más.

______________________

[1] Nasio, Juan D.Cinco lecciones sobre la teoría de Jacques Lacan. Gedisa editorial, págs.118 y ss.
[2] Nasio, Juan D. El Edipo. El concepto crucial del psicoanálisis. Paidós psicología profunda. Págs. 127 y 128

LA HABITACIÓN VERDE (La chambre verte). Una reflexión sobre el duelo, el amor y el dolor.

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La habitación verde (1978) es una película de François Truffaut interpretada por él mismo (en el papel de Julien Davenne) y por Nathalie Baye (en el de Cecilia Mandel) basada en un cuento de Henry James,el Altar de los muertos. Película extraña, de las menos conocidas de Truffaut, no conoció el éxito y quedó como una película bastante diluida entro otras mucho más conocidas del director francés. Sin embargo, una mirada atenta nos permite observar un tema abordado de una manera fascinante (incluso en su extremo insano y enfermizo) y que tiene que ver con el duelo y el recuerdo de los muertos. 

La película es introducida con el siguiente texto: "La historia de la habitación verde se desarrolla en una pequeña ciudad del este de Francia. Comienza diez años después del final de la primera guerra mundial que causó millones de muertos". Y así la película nos presenta a Julien Davenne como un hombre que vive consagrado al recuerdo de su mujer fallecida hace once años. Vive sólo con una ama de llaves ya anciana y su nieto (un niño sordomudo) con el que mantiene una curiosa relación. La película se inicia con la asistencia de Julien a casa de Gérard, un amigo que acaba de perder su joven mujer. Tras las consabidas palabras de condolencias y consuelo del sacerdote, Julien airado le increpa y le hace fuera de la habitación junto a los otros asistentes. Es en ese momento cuando Julien le ofrece a su amigo su experiencia para superar tal dolor extremo:

Para los indiferentes los ojos de Geneviève están cerrados pero para usted, Gerard, siempre estarán abiertos. No piense que la ha perdido, piense que ahora ya no la podrá perder. Dedíquele todos sus pensamientos, todos sus actos, todo su amor y verá que los muertos nos pertenecen si nosotros aceptamos pertenecerles. Créame Gérard nuestros muertos pueden seguir viviendo.

François Truffaut
Hecha esta presentación del inicio de la película, es necesario introducir un elemento de reflexión importante que no nos llega tanto de los cuentos de Henry James en los que se inspira sino del pensamiento siempre sutil de Soren Kierkegaard. Quien contemple la película de Truffaut y conozca la obra del filósofo danés no podrá menos que relacionarla con una reflexión que éste nos hace sobre el amor a los difuntos.

I. KIERKEGAARD Y LA OBRA DEL AMOR DE RECORDAR A LOS DIFUNTOS.

Soren Kierkegaard
En su libro Las obras del amor, Kierkegaard dedica uno de sus capítulos finales - el capítulo IX -  a "La obra del amor que consiste en recordar a un difunto".Vamos a referir la película  que nos ocupa, para una mayor comprensión de la actitud que nuestro protagonista Julien Davenne mantiene, a algunos textos de esta obra. Kierkegaard manifiesta que el amor a los difuntos es una muestra del amor "más libre" en tanto en cuanto:

Cuando uno quiere convencerse de si el amor es completamente desinteresado, entonces hay que eliminar toda posibilidad de recompensa. Ahora bien, precisamente esta está eliminada en relación con los difuntos. Si a pesar de todo el amor continua, no cabe duda de que es verdaderamente desinteresado. [1]

Efectivamente, Kierkegaard se basa en que el difunto, fuera ya de la existencia, no puede dar nada a cambio, contraponiendo así el amor a los muertos como una muestra del amor más desinteresado al amor, llamémosle más imperfecto, que se establece entre dos seres vivos, y en los cuales este amor se supedita a ciertas cualidades contingentes de ambos, es decir, amamos al otro por ciertas cualidades que tienen valor para nosotros, así el poeta ama la belleza, la simpatía, la profundidad de los ojos de su dama, o el discípulo ama la sabiduría, la libertad o el poder de su maestro. A este amor "condicionado",  a estas cualidades que destacamos en nuestro amado/a (Kierkegaard lo llama perfección del objeto de amor), se opone el amor desinteresado de Kierkegaard en el que se ama el amado/a que nada tiene que ofrecernos (al que llama perfección del amor en sí mismo).

Julien Davenne, en principio, se encuentra en este lugar, un lugar aparente de perfección del amor en sí mismo al amar profundamente a su esposa muerta. Y para ello parece llevar al extremo dos aspectos citados por Kierkegaard. Veamos el primero:

... el difunto  no da nada a cambio. El que amorosamente recuerda, puede afirmar muy bien: "Me queda mucha vida por delante consagrada al recuerdo, pero tanto en el primer como en el último instante la perspectiva es la misma, y en cierto sentido es una perspectiva sin que haya nada que la obstaculice en absoluto, pues no hay absolutamente ninguna perspectiva. [2]

Julien toma esta consagración al recuerdo en su sentido más extenso al convertir su vida al recuerdo de su mujer  al que, posteriormente, se unirán otros fallecidos que estuvieron relacionados con él durante su vida y para los que crea un altar de los muertos cuando logra que le den el cuidado y la rehabilitación de una capilla abandonada tas haberse quemado la habitación verde en la que cuidaba el altar a su mujer.

François Truffaut como Julien Davenne y el altar de los muertos.

¿Cómo logra Julien esta consagración absoluta al recuerdo de los difuntos? Kierkegaard nos da la respuesta:

... el recuerdo amoroso de un difunto tiene que defenderse de la realidad circundante, no sea que esta, gracias a impresiones siempre nuevas, consiga poder absoluto para aniquilar el recuerdo. Y tiene que defenderse del tiempo. En una palabra, uno tiene que defender su libertad de recordar contra aquello que pretende compelerlo a que olvide. Y el poder del tiempo es grande. [3]

El espacio que nos circunda y el tiempo como enemigos del recuerdo. La solución que halla a esto Julien es lo que le da a su actitud una dinámica enfermiza: elige consagrar su vida a los muertos, su fidelidad a ellos lo transforma a él en un muerto en vida, una fidelidad a los muertos que es a costa de volverse contra los vivos. Efectivamente, cuando Gérard, el amigo al que asiste al principio se presenta en su trabajo para presentarle su nueva novia, Julien se oculta, se niega a verlo... Luego, más tarde, manifiesta su enfado e incomprensión ante la actitud del amigo con Cecilia, la mujer que secretamente lo ama. Tras una discusión sobre el tema Cecilia lo dice con claridad: "No tenemos la misma forma de amar a los muertos, usted ama a los muertos contra los vivos". El recuerdo de los muertos en Julien implica, como veremos al tratar el tema del duelo en una congelación del amor en los muertos que no deja que el amor se extienda a los vivos, y es aquí cuando Julien se aparta del mensaje final de Kierkegaard quien nos dice:

La obra del amor que consiste en recordar a un difunto es una obra del amor de lo más desinteresado, más libre y más fiel de todos. Conque ve a practicarlo: recuerda al difunto, y aprende cabalmente con ello a amar los vivos desinteresada, libre y fielmente. [4]

 Kierkegaard  nos plantea el recuerdo de los difuntos como un acto de amor que nos debe guiar al considerar el amor a los vivos, un amor que se nos presenta desposeído de circunstancias contigentes, características particulares a nuestros ojos especiales o excepcionales por las que amamos al otro, y por el que somos amados por el otro. Sin embargo, esta propuesta de Kierkegaard tiene aspectos discutibles puesto que la propuesta no deja de ser ama a los vivos como a los muertos, es decir, sin ninguna idiosincrasia particular, como una tabula rasa, o como dice Zizek al respecto:


Así que para amar al prójimo, debemos olvidar todas sus cualidades, todo lo que hace que sea un ser humano específico, lo que significa que debemos tratarlo como si ya estuviera muerto. [5]

Y, curiosamente, esto es lo que Julien pretende con Cecilia -. Pretende basar esa relación justamente en el servicio a los muertos. En un momento de la película le dice: "durante mi ausencia usted es la guardiana del templo. Esta es la llave... Además hay otra cosa. Cecilia, es a usted a quién he elegido para acabar el conjunto". Y le cuenta que eso significa que ella prenderá la última vela cuando llegue el momento, la vela que será la suya.

Cecilia (Nathalie Baye) con Julien

II. PSICOLOGÍA DEL AMOR Y EL DUELO.


En la misma escena en la que Julien le comunica a Cecilia que ella sea la guardiana del templo en su ausencia, ésta le hace una interesante observación con respecto a su relación con los difuntos: "pero a usted esta capilla le reconcilia con el futuro y a mi con mi pasado". En el cuento de Henry James esto es aun más específico:

A su manera, un año tras otro, él había guardado la fecha de la muerte de Mary Antrim. Tal vez resultaría más exacto decir que aquella fecha le había guardado a él; por lo menos lo había guardado, a rajatabla, de hacer otra cosa. [6]

Esta frase puede también entenderse de otra manera, a Davenne su capilla, su relación con los difuntos lo encadena  al pasado y así le deja sin futuro, mientras que a Cecilia, la reconciliación con el pasado la abre al futuro... Ella aun quiere amar a los vivos, Julien no. ¿Y no es esto acaso lo que nos dice Kierkegaard en la nota 2, aquello de que desde el primer al último instante no hay ninguna perspectiva?

Y justamente esta frase de Cecilia nos abre al punto de vista psicológico del duelo. Es en ese sentido el artículo de Freud de 1917 Duelo y melancolía un clásico para emprender ahora nuestro trabajo. Freud nos dice acerca del duelo y, en especial, del duelo intenso:

El duelo intenso, reacción a la pérdida de un ser amado, integra el mismo doloroso estado de ánimo - refiriéndose a la melancolía -, la cesación del interés por el mundo exterior - en cuanto no recuerda la persona fallecida -, la pérdida de la capacidad de elegir un nuevo objeto amoroso - lo que equivaldría a sustituir al desaparecido -  el apartamiento de toda actividad no conectada con la memoria del ser querido. [7]

Justamente la labor del duelo es el proceso por el cual la líbido, hasta entonces unida al ser amado, se libera para dejar al yo libre y sin inhibiciones. ¿Qué ocurre entonces con el duelo de Julien? Justamente todo lo contrario. Julien mantiene su líbido unido a la difunta Julie Davenne y por eso es necesario que Julien este contra los vivos. La película - y tampoco el relato - nada nos narra de lo qué sucedió cuando Julien perdió a Julie, pero cuando intenta confortar a Gerard, dice una frase que debió ser su "iluminación" en algún momento de su duelo:  Dedíquele todos sus pensamientos, todos sus actos, todo su amor y verá que los muertos nos pertenecen si nosotros aceptamos pertenecerles. Es decir, para que los muertos vivan Julien elige morir en vida.

- Una reflexión acerca del duelo y el duelo patológico.

Aunque como decía no hay indicaciones del duelo de Julien si podemos hacer alguna hipótesis partiendo de dos elementos: las fotos de Julie en la película y un pequeño comentario del relato de Henry James. En una escena de la película la cámara nos enfoca en la habitación verde consagrada a Julie varias fotos de ella. Al final vemos una imagen de su lápida con una leyenda a su pie: Julie Davenne. Née Vallance. 1897 - 1919. Es decir, fallecida a los veintidós años.


Foto de Julie en el altar de la habitación verde.
En el relato de Henry James leemos:

El matrimonio había tenido, desde hacía mucho, muy poco que ver al respecto: para la muchacha que iba a haber sido su desposada no hubo jamás abrazo nupcial. Había muerto de fiebre maligna después de señalado el día del casamiento, y él había perdido, antes de haberlo gustado con plenitud, un carino que había prometido llenar su vida hasta los bordes. [8]

Juan David Nasio nos dice en relación al amor, y creo que aun más precisamente al hecho del enamoramiento, que una vez nuestro deseo es captado y atrapado en el otro:

... nos aferramos a esta persona hasta incorporarla y hacer de ella una parte de nosotros mismos. Insensiblemente, la recubrimos como una hiedra recubre un muro. Lo envolvemos con una cantidad de imágenes superpuestas, cada una de ellas cargado de amor, odio o angustia, y la fijamos inconscientemente a través de una multitud de representaciones simbólicas, cada una de ellas vinculada a un aspecto de la persona que nos ha marcado. Toda esa hiedra germinada en mi psiquismo, nutrida por la savia en bruto de la irrupción del deseo, todo ese conjunto de imágenes y significantes que enlaza a mi ser con la persona viva del amado hasta transformarlo en un doble interno, es lo que denominamos "fantasma", fantasma del elegido. [9]

Una lectura del duelo desde esta perspectiva más psicoanalítica nos hace entender el dolor del duelo como el dolor producido al no encontrar la imagen interiorizada del amado (una imagen idealizada), el fantasma del que nos habla Nasio, al amante externo, físico, lo cual favorece un mayor encadenamiento o apego a la imagen interna que a su vez nos revela aun con más fuerza la ausencia externa:

el dolor del duelo no es dolor de separación, sino dolor de lazo [...] lo que duele no es separarse sino aferrarse más intensamente que nunca al objeto perdido. [10]

El proceso de duelo cabría así entenderlo como el proceso que implica la imposibilidad de seguir proyectando nuestra imagen interna del amado sobre el amado real, el amado desaparecido. El dolor da testimonio de la dificultad de la asimilación de la rotura del lazo que nos unía él. Se trata por tanto del proceso de desinvestidura y alejamiento no sólo del ser perdido si no también de nuestra imagen interna idealizada de él.

Teniendo en cuenta todos estos elementos, podemos entonces entender el duelo patológico como la imposibilidad de realizar este proceso de desinvestidura y asimilación de la rotura del lazo. En el duelo patológico el amor no puede volver a fluir porque ha quedado coagulado alrededor de la propia imagen interna. El caso de Julien Davenne lleva esta patologia a su extremo al transformar el altar que le dedica a Julie en  la representación simbólica externa de su imagen interna idealizada... El altar, entendido también como altar del recuerdo es el lugar que coagula y atrapa el amor de Julien al convertirse en el altar del recuerdo de la imagen interna de Julien. El altar se transforma en el representante externo que permite a Julien seguir anudando el lazo con su imagen interna.

A esta resolución de Julien podemos oponer la vivencia de la descripción más emotiva de uno de los duelos que se han transcrito al papel... Se trata de las palabras del escritor británico C. S. Lewis (autor de las célebres "Las crónicas de Narnia") acerca del duelo por su mujer, la poetisa norteamericana Joy Greesam (Este episodio de la vida de ambos fue llevado por Richard Attenborough  al cine en la película Tierra de penumbras - Shadowland, 1993 - , con Anthony Hopkins - C. S. Lewis - y Debra Winger - Joy Greesam -). Obsérvese como sus sentidas palabras nos permitiraán comprender preciosamente todo lo que hasta ahora llevamos dicho:

Joy Greesam y C. S. Lewis
Toda la realidad es iconoclasta. La Amada terrenal, incluso en vida, triunfa incensatemente sobre la mera idea que se tiene de ella. Y quiere uno que así sea. Se la quiere con todas sus barreras, todos sus defectos y toda su imprevisibilidad. Es decir, es su directa e independiente realidad. Y esto, no una imagen o un recuerdo, es lo que debemos seguir amando, después de que ha muerto.

Pero esto resulta ahora inimaginable. En este sentido H (Joy) y todos los muertos son como Dios. En este sentido, amarla a ella se ha convertido, dentro de ciertos límites, como amarle a Él. En los dos casos tengo que hacer que el amor abra sus brazos y sus manos a la realidad (sus ojos aquí no cuentan), a través y por encima de toda esta fantasmagoría de mis pensamientos, pasiones e imaginaciones. No debo conformarme con la fantasmagoría misma y adorarla en lugar de Él o amarla en lugar de ella.

No mi noción de Dios, sino Dios. No mi noción de H sino H. Es más, tampoco la noción que tengo de mi vecino, sino mi vecino. Porque ¿no es cierto que muchas veces cometemos este mismo error con respecto a personas todavía vivas, que están con nosotros en la misma habitación? Me refiero al error de hablar  y tratar no con el hombre mismo sino con el retrato - casi el "précis" - que nos hemos hecho de él in mente. [11]

Aldo Carotenuto nos dice a este respecto:

En una relación amorosa, lo que fascina es presicamente la promesa que el otro representa. Aunque la seducción es una especie de actuación, no hay fraude ni mala fe, porque por intermedio del otro, definitivamente doy vida a mis fantasías interiores. Ellas son auténticas, deben serlo, pues soy el primero en creer en ellas e involucrarme en el juego. Y sin embargo, cuanto más íntima y habitual se hace una relación, más nos percatamos que la imagen que nos sedujo es en realidad una imagen interior de nosotros mismos. [12]

Julien no logra realizar esta elaboración, antes todo lo contrario... En un momento de la película Julien intenta encargar un maniquí con la imagen de Julie. Ante el resultado, es decir, ante la imposibilidad de que represente su imagen interna, un Julien airado pide que se destruya tal aberración.

Julie: la imagen imposible.
Ahora bien, que cabe pensar de ese pasaje que Julien hace al poner su vida al servicio de los muertos - y renunciar así al amor a los vivos - y congelar su amor a sus recuerdos y darles su lugar en  un altar...

III. LACAN Y EL AMOR CORTÉS: LA DAMA INALCANZABLE.

Mientras avanzaba la película de Truffaut no podía dejar de pensar en el capítulo que Lacan le dedicó al amor cortes en su seminario VII, la ética del psicoanálisis. La elevación de Julie al altar se entronca, o por lo menos lo podemos leer en paralelo, con ciertas características del amor cortés, y así Lacan nos dice:

El objeto, señaladamente aquí el objeto femenino, se introduce por la puerta de la privación, de la inaccesibilidad [...] No hay posibilidad de cantar a la dama, en su posición poética, sin el presupuesto de una barrera que la rodea y la aísla. [12]

Evidentemente la barrera que rodea y aísla a Julie se nos hace aquí obvia: la muerte. Es una barrera que, efectivamente la torna inalcanzable. De la misma manera observamos en Julien otra característica parecida a la que caracterizaba al amor cortés: a la dama se la llamaba Mi Dom, es decir, Mi Señor - en su término masculino -, lo cual nos indica el sentido de pertenencia que el poeta adquiría para su dama, la misma pertenencia que Julien admite hacia Julie y los muertos. Recordemos:  Dedíquele todos sus pensamientos, todos sus actos, todo su amor y verá que los muertos nos pertenecen si nosotros aceptamos pertenecerles.

Julien ante la tumba (símbolo de la barrera que rodea y aísla) de Julie.

Otra observación que nos atañe se refiere a la "crueldad" de la dama:

Nunca la dama es calificada por sur virtudes reales y concretas, por su sabiduría, por su prudencia o ni siquiera su prudencia [...] La dama es esencialmente lo que se llamó más tarde, en el momento de los ecos infantiles de esta ideología, cruel. [13]

En la literatura medieval sobre el amor cortés (poesía trovadoresca, Chrétien de Troyes, etc.) son frecuentes las pruebas y humillaciones que la dama le impone al enamorado en sus intentos por acceder a ella, así como las trabas que éste se encuentra por el camino. En el caso de Julien la peor prueba que le impone su dama es precisamente su absoluto silencio, su ser, como dice Kierkegaard, nadie. Recordemos que la característica del amor desinteresado adquiere su máxima expresión según Kierkegaard en ese amor a los muertos: hay que eliminar toda posibilidad de recompensa. Ahora bien, precisamente esta está eliminada en relación con los difuntos.


En el capítulo del Seminario VII dedicado al amor cortés Lacan nos indica finalmente algo interesante:

Vemos funcionar aquí en estado puro el mecanismo del lugar que ocupa la mira de la tendencia en la sublimación, a saber, lo que demanda el hombre, lo que sólo puede demandar, es ser privado de algo real.[ 14]

Por lo tanto, lo que nos indica en ese punto Lacan es que el amor cortés requiere precisamente la imposibilidad, y la imposibilidad lleva a que la dama sea elevado al rango de lo que Lacan llamó Das Ding (La Cosa). Para ilustrar el tema de Das Ding vuelvo a citar las palabras de C. S. Lewis cuano dice:  En este sentido H (Joy) y todos los muertos son como Dios. En este sentido, amarla a ella se ha convertido, dentro de ciertos límites, como amarle a Él. Es decir, lo particular se diluye en lo general e inabarcable... Julien hace algo parecido cuando decide consagrar a sus muertos la capilla que se ofrece a restaurar, una capilla donde figurará el recuerdo de todos aquellos amigos, conocidos y otras personas a las que ha querido a pesar de la brevedad de sus encuentros, como un director de orquesta cuya música le estremeció... Una capilla cuyo altar está presidido por las fotos de Julie...


Escena del altar de los muertos en la capilla.

Para seguir precisando el tema de Das Ding veremos el siguiente comentario de Carotenuto:

cuando el lazo erótico se hace predominante y uno tiene la sensación de haber creado una dimensión sagrada, experimentamos la imposibilidad de recrear ese espacio en otra parte. Al unirnos podríamos presentarnos para un renacimiento en el mundo, pero cuando hay una crisis en la relación, se deteriora toda nuestra existencia. Temiendo el fin de todo, aun así notamos, lejana pero firma, la promesa distante de un posible renacimiento.

La compulsión nos lleva al borde de una condición extrema, una que podría ser descrita como el deseo de incorporar y ser incorporado. Y aquí aparece el arquetipo de la madre. [16]

Y este comentario nos introduce perfectamente a la noción de Das Ding como el lugar que expresa nuestro deseo de incorporarse y ser incorporado, es decir de fusionarse, por eso Carotenuto habla del arquetipo de la madre (es analista junguiano) o Lacan relaciona Das Ding con la madre pre-edípica (es psicoanalista), imago del deseo de fusión del niño con ella, deseo (anhelo) que como adulto aun sigue en pleno funcionamiento siendo habitualmente proyectado sobre distintos objetos. ¿Por qué la doncella es alejada permanentemente del amado en el mundo del amor cortés? ¿Por qué Julien ama una muerta a costa de no amar a los vivos? Porque de ser alcanzado este lugar el precio es la pérdida de la subjetividad:

Aquí nos encontramos enredados en una dicotomía fundamental que en realidad expresa nuestra brutalidad: la violencia de la muerte y la dureza misma de la vida que son responsables por nuestra capacidad para la respuesta erótica. En presencia de las reflexiones sobre la vida y la muerte que pueden surgir de una relación amorosa, lo primero que se daña es nuestra subjetividad, pero es precisamente perdiéndola que podemos vivenciar el sentido de unión. Esta es una ilusión porque jamás podemos poseer completamente la subjetividad del otro. [17]

Lacan, en su seminario, establece la vinculación de Das Ding con la madre de la siguiente manera:

Lo que encontramos en la ley del incesto se sitúa como tal a nivel de la relación inconsciente con Das Ding, la Cosa. El deseo por la madre no podría ser satisfecho pues es el fin, el término, la abolición de todo el mundo de la demanda, que es el que estructura profundamente el mundo del hombre. En la medida en que la función del principio del placer reside en hacer que el  hombre busque siempre lo que debe volver a encontrar, pero que no podría alcanzar, allí yace lo esencial, ese resorte, esa relación que se llama la ley de interdicción del incesto. [18]

Y, efectivamente, Julien al final de la película muere en los brazos de Cecilia pronunciando las palabras: "¡Falta una! solo... solo una... ¡Una sola, otra vela! Entonces el conjunto estará acabado. Cecilia, lo que ha pasado entre nosotros... yo sé lo que ha pasado. Nada... nada ha pasado... Nada". Y así expira su último aliento... La vela que falta es la suya propia, por fin Julien se incorpora al mundo al que ha deseado reincorporarse, el mundo en el que ahora está Julie, se reincorpora a los muertos y reincorpora en él a los muertos por fin (fusión, unión). Sólo su propia muerte (fin de la subjetividad) vence a la muerte como aquel obstáculo que le separa de Julie y de sus muertos...

Cecilia colocando la última vela: la vela de Julien.

En el cuento de Henry James el final es un poco distinto, pero más esclarecedor... En él se refleja con claridad ese camino hacia la fusión y ese abandono de la sunjetividad del que hablan Carotenuto o Lacan. Saliendo de una enfermedad que le aqueja Stransom (el Julien de Henry James) se dirige aun muy debilitado a la Capilla y allí sufre la siguiente experiencia:

Cayó de rodillas delante de su altar, en tanto su cabeza caía entre sus manos. Lo embargó su debilidad, su agotamiento vital. Le pareció que había acudido allí para la máxima entrega [...] Había venido, como venía siempre, para dejarse perder; allí estaban todavía los campos de luz para que vagase por ellos; sólo que aquella vez no regresaría de aquellas extensiones. Se había entregado por completo a sus Muertos, y esta vez sus Muertos se quedarían con ellos. Le fue imposible levantarse de su posición genuflexa; estaba convencido de que ya jamás lograría levantarse; lo único que podía hacer era levantar los ojos y fijarlos en las luces. Se le antojaron inhabitual y extraordinariamente esplendentes, pero aquella que siempre le atrajo más tenía ahora un fulgor inaudito [...] Todo el altar brillaba, deslumbrante y enceguecedor; pero la fuente de luminosidad suprema ardía con claridad superior a la del resto, concretándose en una forma, y esa forma era de belleza humana y de cariño humana, era el lejano rostro de Mary Antrim. Ella le sonreía desde la gloria celeste, descendió a tierra desde aquella gloria para recogerlo a él. [19]

Lo que sigue es lo que hemos narrado anteriormente: la muerte de Julien.

IV. UNA MIRADA AL CASO DE CECILIA: LA SIZIGIA.


La sorpresa de Cecilia nos la da su evolución en la película que pasa de la mujer que ama en silencio a Julien a la que, poco a poco se va viendo absorbida por su mundo a pesar de sus desacuerdos. Así, al final de la película nos sorprende con una declaración, justo cuando acababa de mandarle una carta para declararle su amor en la que le manifiesta:

Esta tarde por suerte, la mayor de las suertes, el sentimiento que nos separaba me ha abandonado, algo se ha modificado en mi. Al volver aquí, volver al instantre es sólo lo importante. Desde ahora vendremos por la misma razón. Somos iguales [...] Sabe no estoy aquí para pedir nada en  absoluto. Estoy aquí por ellos.

Este "somos iguales" nos pone en contacto con la idea de las almas gemelas (la sizigia junguiana) que, en este caso, comparten el recuerdo a los muertos como nexo de sentido y unión. Es curioso que tan punto ella le declara su amor sufra esta transformación... Y, de cierta manera,  la declaración de amor de Cecilia coincide con la muerte de Julien puesto que la única forma en la que Cecilia puede amar a Julien es amarle como lo que ya es en vida, amarle como un muerto.


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  [1] Kierkegaard, Sören.Las obras del amor. Sígueme ediciones. Pág. 417
  [2] Ídem anterior, págs. 418 y 419
  [3] Ídem anterior, pág. 423
  [4] Ídem anterior, pág. 427
  [5] Zizek, Slavoj, Arriesgar lo imposible. Editorial Trotta, pág. 113
  [6] James, Henry, El altar de los muertos. Valdemar Ediciones.
  [7] Freud, Sigmund. Duelo y melancolía (1917). Biblioteca Nueva, OC. Vol. II pág. 2092
  [8] Ídem nota 6.
  [9] Nasio, Juan D.El libro del dolor y del amor. Gedisa editorial, págs. 48 y 49
[10] Ídem anterior, pág. 199
[11] Lewis, C. S.Una pena en observación. Anagrama, panorama de narrativas. 302, págs. 91 y 92
[12] Carotenuto, Aldo. Eros y Pathos. Matices del sufrimiento en el amor. Editorial Cuatro Vientos, pág. 44
[13] Lacan, Jacques.Seminario VII. La ética del psicoanálisis. Ediciones Paidós. pág. 183
[14] Ídem anterior, pág. 185
[15] Ídem anterior, pág. 184
[16] Ver nota 12, pág. 79
[17] Ver nota 12, pág. 80
[18] Ver nota 13,pág. 85
[19] Ver nota 6


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ALGUNAS PELÍCULAS DE INTERÉS.


TIERRA DE PENUMBRAS (Shadowland, 1993)

Director: Richard Attenborough
Intérpretes: Anthony Hopkins, Debra Winger, Joseph Mazello, John Wood


C.S. Lewis (Anthony Hopkins), profesor de literatura en Oxford, es un escritor de gran reputación. Es soltero y vive con su hermano de forma casi monacal, totalmente desconectado de la realidad, encerrado en el mundo de la enseñanza y los libros. Un día irrumpe en su vida Joy Gresham (Debra Winger), una poetisa estadounidense divorciada y gran admiradora suya, que está de viaje por Inglaterra con su hijo (Joseph Mazzello) y desea fervientemente conocerlo en persona. 



ABISMOS DE PASIÓN (1954)

Director: Luis Buñuel
Intérpretes: Jorge Mistral, Irasema Dilian, Lilia Prado, Ernesto Alonso


Inspirada en Cumbres borrascosas (Emily Bronte). Alejandro regresa a la finca El Robledal tras estar ausente diez años. Su deseo es casarse con Catalina, su amor de juventud. Pero ésta ya se ha casado con Eduardo. Por despecho se casará con la cuñada de Catalina, Isabel, pero al no amarla la tratará con distancia y desprecio. Alejandro y Eduardo tienen un duro enfrentamiento y Catalina muere. Alejandro trata de bajar al panteón donde reposan los restos de Catalina para besarla, pero Ricardo, hermano de la muerta, lo mata de un tiro.



ROMEO Y JULIETA (1968)

Director: Franco Zefirelli
Intérpretes: Leonard Withing, Olivia Hussey, Michael York

Basada en la obra teatral de William Shakespeare, nos cuenta la historia de dos adolescentes, cuya incontenible y desbordada pasión coloca el amor por encima de la muerte. Su relación se ve dramáticamente marcada por el absurdo y ancestral odio que se profesan sus familias: los Montesco y los Capuleto. La lucha por llevar adelante su amor desencadenará en una tragedia que los unirá finalmente en la muerte.



AMOR DE PERDICIÓN (Amor de Perdiçao, 1979)

Director: Manoel de Oliveir
Intérpretes: Antonio Siqueira, Cristina Hauser, Elsa Wallemkamp

Historia de amor fatal y desesperado ambientada a comienzos del siglo XIX, basada en una de las novelas más importantes del romanticismo portugués.

IT (ESO): LA INFANCIA ES OTRA COSA (PARTE I)

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PRIMERA PARTE. SOBREVIVIENDO A LA INFANCIA [1]


                    Sin embargo un día de estos habrá que entrar a saco la
                            podrida infancia
                    no el desván
                    allí apenas habitan los juguetes rotos los álbumes de
                    sellos el ferrocarril rango o sea la piel reseca de
                    la infancia
                    no la fotografías y su letargo sepia
                    habrá que entrar a saco la miseria.

                                     La infancia es otra cosa - Mario Benedetti -



Vamos a comentar IT (Eso) - dirigida por Tommy Lee Wallace, 1990 - película de terror basada en la obra del mismo título de Stephen King - publicada en 1986 -. Inicialmente hecha para la televisión, IT ha ido con el tiempo convirtiéndose en una película de culto del cine de terror. Como ya he mostrado en este blog con algunas otras películas de este género, estas nos pueden servir como ejemplo sobre el que reflexionar acerca de algunas claves del mundo psicológico. De entrada la historia de IT nos narra la historia de un grupo de compañeros que se conocieron en la infancia y que compartieron unos terroríficos sucesos que acontecieron en la ciudad de  Derry - ciudad ficticia creada por Stephen King -, en el estado de Maine, Nueva Inglaterra. Sucesos que pasados treinta años vuelven a unirlos como adultos. Se establece así una relación entre esos adultos y la infancia que compartieron alrededor de esos hechos terroríficos y de un personaje siniestro que los representa: Pennywise, el payaso, uno de los personajes más populares de la película interpretado por Tim Curry. Basta una observación ligeramente atenta para que no nos pase desapercibida la relación entre la infancia de los personajes y los adultos en los que se han convertido y la estructura que tanto la película como el libro tiene de viaje de retorno que es a la vez un viaje iniciático para efrentarse a los terrores del pasado, viaje del que no todos podrán salir bien parados. La película se inicia con la llamada de Mike Hanlon ha todo el grupo de compañeros (al que llamaron el club de los perdedores) que se vieron envueltos con esos sucesos, lo que sirve para referenciarnos a cada uno de los personajes tanto como con el adulto que son como con el niño que fueron.

I. PAISAJES Y PERSONAJES DE LA PELÍCULA.

Para introducirnos en la película recurriremos primero a una descripción de los espacios en los que esta se desarrolla y de sus personajes. En estas películas es interesante el sentido metafórico que podemos adjudicar a algunos de esos elementos de la película. A ellos vamos a referenciarnos alternando visiones que nos llegan tanto de la película como del libro.

- Sobre la ciudad de Derry. 

¿Es posible que toda una ciudad esté embrujada? ¿Embrujada como se supone que lo están algunas casas?
No digo un edificio de esa ciudad ni la esquina de una calle ni una pista de baloncesto en un parque, con el aro sin red sobresaliendo hacia el crepúsculo, como algún oscuro y sangriento instrumento de tortura. No digo sólo una zona, sino todo. Todo lo que hay allí.
¿Es posible?
El adjetivo que se usa en inglés para estos casos es haunted.Veamos sus derivaciones:
Haunted:"Visitado con frecuencia por fantasmas o espíritus".
Haunting, el adjetivo correspondiente: "Que vuelve a la mente con insistencia; díficil de olvidar".
To haunt, el verbo: "Perseguir o aparecer con frecuencia, especialmente fantasmas". Pero la palabrita se usa para mucho más. ¡Veamos! "Lugar visitado con frecuencia: nidal, guarida, querencia..." El subrayado  es mío, por supuesto.
Y una más. Esta, cómo la última, es una definición de haunt como sustantivo, y la que más me asusta, "Sitio donde comen los animales".

Derry
Stephen King
Derry entra en la tradición de las ciudades ficticias que han caracterizado las obras de terror de algunos autores de este género. Al estilo de la mítica Arkham de Lovecraf- cuya Universidad de Miskatonic contaba con el misterioso lema de Ex ignorantiam Ad Sapientiam; Ex Luce Ad Tenebras (De la Ignorancia a la Sabiduría; de la Luz a las Tinieblas) -, Derry es el tipo de ciudad que se establece como la última frontera existente entre la cordura y la locura, entre la razón y la pesadilla, entre la luz y las tinieblas o, en términos psicológicos, entro lo consciente y lo inconsciente. Pero como en todo lugar fronterizo hay lugares, grietas, intersticios por los que los espacios que se separan también se interconectan, lugares donde la emergencia de lo siniestro se hace entonces manifiesta. En términos psicológicos Derry, como frontera, ejercería la función de censura que la consciencia ordinaria ejerce habitualmente sobre los contenidos inconscientes como, por ejemplo ocurre con los sueños y su dificultad para recordarlos e incluso una vez recordados para olvidarlos. Por eso, como se dice en un momento de la película, las gentes de Derry olvidan o se inhiben los extraños y terroríficos sucesos que en ella ocurren aparentando el aire de una tranquila ciudad.

- Sobre Los Barrens (las tierras baldías).

El sudoeste era el sitio donde la tierra descendía abruptamente hacia la zona que los habitantes de Derry denominaban Los Barrens. Los Barrens, que no tenían nada de yermos, eran una franja de dos kilómetros y medio de ancho por cuatro y medio de largo [...] El Kenduskeag corría por el centro de Los Barrens. La ciudad había crecido hacia el nordeste y a ambos lados de ese sector, pero el único vestigio de urbanización allá abajo era la bomba número tres de Derry (instalación municipal para bombear las aguas residuales) y el vertedero municipal. Desde el aire, Los Barrens parecían una gran daga verde señalando hacia el centro de la ciudad.

Los Barrens y la bomba de aguas residuales
Veamos pués que tanto las características de Los Barrens, como su disposición, aparecen como algo que penetra la ciudad (en forma de daga) llegando hasta su centro. La vegetación densa de esta zona, el río que corre por su centro y la bomba de aguas residuales nos ponen en contacto con el submundo que habita la ciudad, el mundo de las cloacas a modo del vertedero, de las aguas residuales que moran en nuestro inconsciente por debajo de la fachada de normalidad sobre la que pretende instalarse nuestra consciencia ordinaria (nuestro Yo). Los Barrens, con su frondosidad y con esa bomba que nos pone en ontacto con el submudo de las cloacas, devendrían así uno de esos intersticios o grietas por las que el mundo de lo inconsciente penetra en la consciencia en un intento de zarandearla para sacarla de su ilusión de normalidad.

- Sobre el payaso pennywise: la emergencia de lo siniestro.


El payaso Pennywyse
El payaso pennywise (Tim Curry) es el personaje siniestro que encarna el misterio de Derry: la desaparición y el asesinato de niños - y en ocasiones, también de adultos - sin resolver. Estas desapariciones parece que vienen precedidas de la aparición de este personaje que tras la máscara del payaso esconde a un personaje monstruoso. Pennywise, que habita en los fondos, en las cloacas como se deduce de algunas de sus apariciones, ya nos pone en conexión con esa dimensión de lo siniestro que ya Freud estudió en su monografía dedicada a este tema en 1919. La imagen del payaso corresponde el llamado payaso Augusto que corresponde al tipo de payaso impertinente y travieso. El suele ser el protagonista de todas las catástrofes y accidentes que suceden en el escenario. Aunque el payaso es un personaje relacionado con la infancia y la risa, hay niños que también les tienen miedo, sobretodo por lo exagerado de su máscara que hace pensar en qué se oculta tras ella, cual es la verdadera identidad que se oculta tras la máscara. Existe incluso una fobia a los payasos: la coulrofobia.

Como sabemos, el estudio de Freud acerca de lo siniestro parte de la etimología de la palabra alemana que la define:Umheimlich. Para no alargarnos en este sentido diríamos que la conclusión del análisis que hace Freud vincula aquellas manifestaciones que siendo de naturaleza espantosa o angustiante, no obstante se relacionan con lo extremadamente cercano, lo familiar. Lo siniestro surge cuando aquello que debería estar oculto se manifiesta, o en términos psicológicos cuando aquello que está reprimido de repente se hace presente con toda su carga de angustia y espanto. Y, por lo tanto, y como consecuencia de lo reprimido, lo siniestro no surge por la emergencia de algo nuevo sino justamente por todo lo contrario, por la emergencia de algo antiguo que forma parte de nuestra vida anímica y que solamente fue excluida de ella por efecto de la represión. Dice Freud concluyendo:

lo siniestro en las vivencias se da cuando complejos infantiles reprimidos son reanimados por una impresión exterior, o cuando convicciones primitivas superadas parecen hallar una nueva confirmación. [2]

El payaso Pennywise representa perfectamente esta mezcla de lo familiar con lo espantoso, de lo aparentemente agradable con lo básicamente funesto y  horroroso. Como adultos nos cuesta comprender lo que es la psicología infantil, y si seguramente la infancia es en ocasiones un paraíso, ciertamente en ocasiones es también un infierno. En los versos de Benedetti:

                                            la infancia es otra cosa

                                            por ejemplo la oprobiosa galería de rostros
                                            encendidos de entusiasmo puericultor y algunas
                                                   veces de crueldad dulzona
                                            y es (también la infancia tiene su otoño) la caída de
                                                   las primeras máscaras
                                            la vertiginosa temporada que va de la inauguración
                                                   del pánico a la vergüenza de la masturbación
                                                   inicial rudimentaria
                                            la gallina asesinada por los garfios de la misma
                                                   buena parienta que nos arropa al comienzo de
                                                   la noche.
                                            [...]
                                            la noche como la gran cortina que nadie es capaz de
                                                   descorrer y que sin embargo oculta la prestigiosa
                                                   momia del provenir.

En la película IT todos sus protagonistas adultos han olvidado los sucesos que ocurrieron en Derry durante su infancia, todos tienen esos hecho absolutamente olvidados, es decir, reprimidos. Pero como nos dice Freud, algo proveniente del exterior las "reanimará".

- El club de los perdedores.

El club de los perdedores es el grupo de niños de doce años que vive los terrores de Derry en su infancia. Cada uno de ellos tiene la capacidad de poder ver el payaso y también el ser que se disimula tras él: un ser monstruoso y devorador, el devorador de niños como el mismo se define en un momento dado. Bill, Ben, Beverlie, Richie, Eddie, Mike y Stan son los componentes de este grupo que intentarán enfrentarse a IT (ESO). IT tiene la peculiaridad de presentarse a ellos no sólo como el payaso pennywise, sino también - en un tema clásico del cine de terror y de ciencia ficción - de presentarse ante ellos como una representación de sus miedos más profundos: "Soy cada una de las pesadillas que habéis tenido. Soy vuestro peor sueño hecho realidad. Soy una muestra viviente de todo lo que teméis"- les dice el payaso -.

El club de los perdedores: Beverlie, Richie, Ben, Mike, Bill, Stan y Eddie
De su enfrentamiento con IT saldrán todos vivos y pondrán al monstruo en jaque: la fuerza y la unión de su amistad podrá con el terror del payaso, pero no tanto como para vencerle... IT simplemente huye y desaparece. Ante la duda de si acabaron con él o no Bill Denbrough (Jonathan Brandis), el lider del grupo, conmina a sus compañeros a volver si el monstruo vuelve a Derry: "Prometedme... Prometedme que si no está muerto volveréis". Y todos prometen volver.

Cuando el Bill Denbrough adulto (interpretado en le película por Richard Tomas) recuerda esta época parece hacerse eco de los versos de Benedetti en "La infancia es otra cosa", en especial cuando en el libro de Stephen King reflexiona:

... el pensamiento predecible vino acompañado de un profundo horror inesperado. Recordaba su niñez como un tiempo nervioso, lleno de temores, no sólo por el verano de 1958, en que siete de ellos se habían enfrentado al terror, sino por la muerte de George, el profundo sueño en el que sus padres parecían haber caído después de su muerte, las burlas por su tartamudez, Bowers, Huggins y Chris, que los perseguían continuamente [...]

... y la simple sensación de que Derry era fría, de que Derry era dura, de que a Derry le importaba un cuerno si ellos vivían o morían, y mucho menos si triunfaban o no sobre el payaso Pennywise...

- Bowers, Higgins y Chris: el límite entre lo neurótico y lo psicopático.

Bowers, Higgins y Chris encarnan el mundo del futuro psicópata. Se trata de - especialmente en Bowers - del niño adolescente que está poseído por el odio, sin la más mínima muestra muestra de sentimiento de culpa, carente de todo sentimiento empático y de caracter abusador y perseguidor, y siempre pensando en como humillar, desafiar o dañar. Característico del mecanismo de la identificación con el agresor - se define al padre de Bowers como loco y agresivo -, Bowers no es más que el reflejo del mundo que vive en su hogar: locura, dominación y violencia. Ellos definen el límite en el que la influencia del entorno demarca aquello que separa lo neurótico de lo psicopático, entendido este último término como un tipo de trastorno antisocial de la personalidad. En ocasiones se les ha llamado "loco moral" o "loco sin delirio", y aunque poseen una capacidad clara para el juicio y la evaluación del bien y del mal, lo que está claro es que estos límites no son para ellos.

Chris, Bowers y Higgins

II. EL CLUB DE LOS PERDEDORES Y LOS MECANISMOS NEURÓTICOS DE DEFENSA.

Veamos ahora la relación que tanto la película como el film establece con el adulto y el niño, y como a través de ellos podemos observar el mecanismo de defensa sobre el cual articulan su vida como adultos, más allá de que todos ellos son víctimas de la represión (o desensibilización gestáltica), es decir, el mecanismo o proceso psíquico por el que se mantienen en el inconsciente representaciones, ideas, pensamientos, deseos o recuerdos vinculados con afectos y emociones esencialmente dolorosas o angustiantes. En un nivel metafórico podemos ver en esta fase que aquellos niños que vencieron a IT, se corresponden con ese niño que a todos nos representa y que sobrevive los terrores a los que se enfrenta en su infancia, pero sin salir indemnes y sin acabar con sus monstruos que ahora nos habitan como fantasmas, es decir, salimos esencialmente neuróticos.

- Bill Denbrough: la sublimación.


Bill es el lider del grupo. Como adulto Bill (Richard Tomas) es un famoso escritor de novelas de terror casado con Audra, una famosa actriz de cine (interpretada por Olivia Hussey). Sin embargo, el Bill de la infancia (interpretado por el prematuramente desaparecido Jonathan Brandis) corresponde a ese Bill lleno de temor que tras la muerte de su hermano Georgie a manos de Pennywise se enfrenta a un mundo vacío en el que practicamente no existe para sus padres: Ellos emanaban frío en ambas direcciones y el calentador de Bill no alcanzaba para tanto. Tenía que irse porque ese tipo de frío le helaba las mejillas y lo hacía lagrimear. En ese mundo de Derry Bill es objeto de burla por su tartamudez, y en su interior habita un inevitable sentimiento de culpa que lo acompaña tras la muerte de su hermano.

Bill desvía los elementos reprimidos de su infancia y, esencialmente, la culpa que siente por la muerte de su hermano Georgie, a través de la literatura de terror donde puede proyectar como elementos fantasiosos sus recuerdos y afectos reprimidos. Nos hallamos pues ante el mecanismo de defensa de la sublimación.

- Beverly Marsh: la introyección.


Beverly es la única chica del grupo. La Beverly adulta (interpretada por Anette O'toole) es una afamada diseñadora de moda que, no obstante, es víctima de su pareja, un hombre dominante y maltratador física y psicológicamente, de la misma manera que la Beverly niña (Emily Perkins)  lo fue de su padre en la infancia. En la obra de Stephen King, el narrador dice de Beverly que cuando veía en su pareja aparecer el rostro del maltrato:Lo que veía ella en ocasiones era cierta bestia sin rostro. No tenía rostro, pero si nombre: Autoridad.Beverly es además la típica chica discriminada por sus orígenes de clase baja. En la obra de Stephen King la relación de Beverly con su padre llega más lejos, y a través de la madre se deja entrever la posibilidad de abusos sexuales. Tanto ahora de mayor, como antes de niña se deja entrever esa perversa relación entre el maltrato y el ser amado.

Beverly está dominada, en consecuencia, por un el mecanismo neurótico de defensa de la introyección basado en su propia desvalorización y el poco respeto por sí misma derivada de la dominante y violenta actitud paterna (la autoridad, la bestia sin rostro)  hacia ella de la que finalmente se hace merecedora.

- Ben Hanscom: la compensación.


Ben Hascom (John Ritter) es un conocido y exitoso arquitecto que aparece en la portada de la revista Time. Sin embargo, se le observa una cierta tendencia al alcoholismo - más acentuado en la obra literaria -. Es presentado también como un individuo solitario y un tanto excéntrico. El Ben de la infancia (Brandon Crane) se nos presenta como el niño víctima de las burlas por su gordura, pero no sólo eso, vive de prestado en la casa de una tía que les acoge junto a su madre tras la muerte en la guerra de su padre. Veamos una descripción que Stephen King nos hace en su libro: 

allá vivía una hermana de mi madre que se ofreció a hospedarnos hasta que saliéramos del paso. No fué muy agradable. Mi tía Jean era una maldita avara que se pasaba la vida diciéndole a uno cuál era su lugar en el gran plan de las cosas y que suerte teníamos que mi madre tuviera una hermana tan caritativa y que suerte la nuestra de no vernos obligados a depender del subsidio de paro y todas esas cosas. Yo estaba tan gordo que le daba asco. No me daba tregua: Ben, tendrías que hacer más ejercicio. Ben te dará un ataque cardíaco antes de los cuarenta años si no bajas de peso. Considerando que en el mundo mueren tantos niños de hambre, Ben debería darte verguenza [...] Lo curioso es que tambiñen sacaba a relucir a los niños muertos si no dejaba el plato bien limpio, 

No es de extrañar que de camino a Derry el arquitecto, ahora delgado y bien parecido manifieste que se siente digerido por su propio pasado.

Probablemente Ben sea el más difícil de determinar, si bien su tendencia al alcoholismo, su incapacidad afectiva (como le reconoce en un momento a Beverly) nos hace pensar en un más que probable mecanismo neurótico de compensación, es decir, compensar deficiencias reales o imaginarias destacando en otros campos. La soledad afectiva con la que creció Ben es compensada por la inteligencia que ya muestra desde los primeros instantes y que le llevan a destacar como adulto como el gran arquitecto que es. Pero el problema es obvio, compensar no significa equilibrar, con lo cual el problema de base sigue esencialmente irresuelto.


- Eddie Kaspbrack: la retroflexión somática (la vuelta contra sí).



Eddie (interpretado por Dennis Cristopher) es un adulto que en la película sigue en el mismo estado que cuando niño (interpretado por Adam Farizl), es decir, un niño fagocitado por su madre (en el libro Eddie esta casado con otra mujer a la que se define como "estar casado con su madre") que ha creado un negocio de alquiler de limusinas. Eddie corresponde exactamente al niño que, en palabras de Jung, es víctima de una madre que:

... primero vive para los embarazos y luego pegada a sus hijos, pues sin ellos no tiene razón de ser [...] El eros está sólo desarrollado como relación maternal; como relación personal es, a cambio, inconsciente. Un eros inconsciente se presenta siempre como poder, por lo que este tipo, a pesar de su exhibición de autosacrifcio maternal, es incapaz de llevar a cabo ningún verdadero sacrificio, antes bien, con una en ocasiones despiadada voluntad de poder, hace prevalecer su instinto maternal hasta destruir la personalidad y la vida personal de sus hijos. Cuanto más inconsciente de su propia personalidad es una madre de ese género, tanto mayor y más desaforada es su insconsciente de voluntad de poder. [3]

Es significativo que mientras Eddie realiza su viaje de retorno a Derry manifiesta explicitamente una sensación: El hogar es el sitio donde, cuando vas, tienes que enfrentarte finalmente a eso escondido en la oscuridad.Mostrándosenos nuevamente esa inevitable relación de lo familiar con lo siniestro.

Producto de la presión materna y de una imago materna introyectada altamente posesiva y controladora, Eddie está bajo constante presión de tener que evitar los impulsos agresivos que en él se manifiestan... Es por ello que observamos en él un caracter esencialmente retroflector (la vuelta contra sí del psicoanálisis).

- Mike Hanlon: el aislamiento (o la retroflexión narcisista)


El Mike Hanlon adulto (interpretado por Tim reid) vive solo en una modesta casa y es el bibliotecario de Derry. Es el único del grupo que continuó en la ciudad derivando así, como veremos más adelante, en la memoria del grupo: el que puede recordar. El Mike de la infancia (Marlon Taylor) se corresponde al chico de color que, a parte de las condiciones míseras de existencia, es víctima de las actitudes y persecuciones así como serias amenazas  racistas por parte de algunos otros chicos como veremos más adelante. Mike, desde muy joven, siente un profundo interés por la historia de Derry y, desde muy pronto, empieza a descubrir extrañas historias sobre la ciudad que parecen suceder periódicamente y la también extraña actitud de sus habitantes hacia ellas, como si les dominara una extraña amnesia (represión, o incluso negación).

Mike Hanlon se nos presenta como un hombre refugiado en sí mismo y en su pequeño mundo... sin grandes necesidades ni deseos... refugiándose en su biblioteca con un cierto aire de autosuficiencia, aspectos que, finalmente, caracterizan el mecanismo neurótico de defensa del aislamiento o, como decimos en gestalt, de la retroflexión narcisista (a diferencia de la somática que sería el caso de Eddie Kaspbrack)

- Richi Tozier: la desviación o deflexión.


Richie Tozier (Harry Anderson) es un cómico y showman de la televisión que también vive sólo, si bien es obvio que es un artista de éxito. Corresponde al típico chico (interpretado porSeth Green) hiperactivo y que se esconde de su miedo a través de la ironía, el chiste y la broma... Aunque su perfil no está tan desarrollado como los demás forma parte también del chico que es blanco de los abusos de los más fuertes y, aunque brevemente, en la obra de Stephen King se muestra la incomprensión con la que viven sus padres su extraño, hiperactivo e impertinente caracter.

Richi Tozier construye su defensa a través de la desviación o desplazamiento, o como decimos en Gestalt, del mecanismo neurótico de defensa de la deflexión, es decir desenergetizando a través de distintas maneras de desviación los contenidos perturbadores a otros que no lo son.

- Stan Uris: la intelectualización.



Stan Uris es el chico (interpretado por Ben Heller) que, de manera parecida a Mike Hanlon, sufre la discriminación por judío: Los chicos le llamaban Stanley Urina. "Eh, Urina. Eh maldito asesino de Cristo. ¿A dónde vas? ¿A que uno de tus amigos maricones te la chupe". Refugiado en la fuerza de la razón es el que más se opone a los hechos terrorificamente fantásticos que todos ellos se ven obligados a vivir. Es presisamente debido a la excesiva rigidez de su refugio en lo racional que el adulto en el que se ha convertido (Richard Masur), satisfechamente acomodado y feliz con su pareja, que la llamada de Mike Hanlon convocándolo para cumplir la promesa le lleva a no resistir esa nueva confrontación con el horror y se suicida. Él es la primera víctima de IT. En la reunión en la que se juntan por primera vez de nuevo los perdedores ahora como adultos Eddie dice de Stan:   

Stan era [...] una persona ordenada, de las que tienen sus libros separados en obras de ficción y no ficción... y por orden alfabético en cada caso. No recuerdo dónde estábamos ni que hacíamos, pero creo que fue hacia el final de las cosas. Dijo que podía soportar el miedo pero que detestaba estar sucio. Para mi, esa era la esencia de Stan. Tal vez la llamada de Mike fue demasiado. Tal vez vio sólo dos opciones: conservar la vida y ensuciarse o morir limpio. Tal vez la gente no cambia tanto como pensamos. Quizá... quizá sólo nos volvemos más rígidos.

La historia de Stan es la de la persona que refugia su historia de dolor y verguenza en el esfuerzo a  través de la intelectualización (como mecanismo neurótico de defensa), y que antes de permitir que la frontera que se constituye entre el orden y el caos, entre lo consciente y lo inconsciente pueda aflojarse elige esencialmente morir.

- Apunte final.

Observemos que, curiosamente, ninguno de ellos mantiene, con la excepción de Bill y Stan relaciones de pareja satisfactorias, y que ninguno de ellos tiene hijos... Todos andan refugiados en unas vidas en general carentes de sentido a pesar de sus éxitos más o menos profesionales, pero en todos ellos se intuye algo de profundamente insatisfactorio con su propia vida, una insatisfacción hecha de una huída hacia delante cuando no de un estancamiento vital (¿No es acaso esto en lo que acaba desembocando lo neurótico?).

III. UNA REFLEXIÓN FINAL SOBRE EL ALMA INFANTIL.


Pennywise representa a la perfección esa relación de lo siniestro con lo familiar, la imagen de algo que relaciona lo infantil con lo estrechamente familiar a la vez que también lo horroroso. Hay que hablar claro y sin rodeos, y tampoco sin recurrir a los extremos. Hay un Pennywise que acecha a cada niño durante su infancia y primera adolescencia. ¿Dónde se halla Pennywise? Como dice Benedetti:  la gallina asesinada por los garfios de la misma buena parienta que nos arropa al comienzo de la noche.El rostro amable del cuidador (padre, madre, abuelo o abuela, tio o tía, educador, entrenador, canguro, etc) puede, de repente, transformarse en el rostro devorador del alma infantil. ¿O acaso no es para una psique, para una alma infantil, horroroso sufrir la humillación, la violencia, el chantaje emocional, la decepción, la indignidad de la vejación, el cuestionamiento de la afectividad, la manipulación interesada que trata de condicionarla, el abuso, el maltrato, el mundo incomprensible del adulto que le rodea con todas sus manifestaciones, a veces brutales, tan ignorantes de la sutil fragilidad y vulnerabilidad que hay tras cada niño desde que es ya un bebé? Eso nos hace reflexionar la película IT y el libro de Stephen King al estilo de lo que Zizek nos comenta acerca de la presencia de los pájaros en la película de Hitchcock, y donde el payaso Pennywise y el horror que habita Derry dan  forma auna discordia fundamental en lo real, una tensión irresuelta en las relaciones intersubjetivas [12] que, en este caso, tienen como figura a la relación e influencia del mundo adulto sobre el mundo infantil caracterizada por una sorprendente falta de empatía y sensibilidad, una reflexión que se halla tan clara en los versos de Benedetti dedicados a esa "podrida infancia" que guste, o no, también existe.



Pennywise, entre lo familiar y lo horroroso: LO SINIESTRO


_____________________

[1] Las citas del libro lo son de: King, Stephen.IT (Eso). Editorial debolsillo.
[2] Freud, Sigmund.Lo siniestro (1919). Biblioteca Nueva, OC Volumen III, pág.2503
[3]Jung, C. G. Obras completas, vol. 9/I Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Los aspectos psicológicos del arquetipo de la madre. Editorial Trotta, pág. 84
[4] Zizek, Slavoj. Mirando al sesgo. Una introducción a Jacques Lacan a través de la cultura popular. Espacios del Saber, 12. Editorial Paidós, págs. 164




IT (ESO): LA INFANCIA ES OTRA COSA (PARTE II)

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PARTE II. EL VIAJE DE RETORNO. [1]
Si no la has leído, pulsa aquí para ver la Parte I. Sobreviviendo a la infancia.



El club de los perdedores, ya adultos
I. SOBRE EL VIAJE DE RETORNO.

Pasados treinta años el club de los perdedores que como niños se enfrentó a IT deben volver a reunirse para acabar el trabajo que iniciaron en aquellos días.La estructura tanto del libro como la película se enmarca así en la temática del "viaje de retorno".¿Desde un punto de vista psicológico cómo podemos entender dicho viaje de retorno?

- Los aportes de Freud y Lacan.

En 1935 Freud escribió un interesante artículo titulado "Construcciones en psicoanálisis" en el que ofrecía unas interesantes reflexiones sobre la labor del psicoanálisis para reconstruir escenas del pasado que estan olvidadas:

Todos sabemos que la persona que está siendo psicoanalizada ha de ser inducida a recordar algo que ha sido experimentada por ella y reprimido, y los determinantes dinámicos de este proceso son tan interesantes que la otra parte del trabajo, la tarea realizada por el psicoanalista, es rechazada a un segundo término. El analista ni ha experimentado ni ha reprimido nada del material que se considera; su tarea no ha de ser recordar algo. ¿Cúal es entonces su tarea? Su tarea es hacer surgir lo que ha sido olvidado a partir de las huellas que ha dejado tras de si, o más correctamente, construirlo. [1]

Años más tarde Lacan, en su Seminario I (Los escritos técnicos de Freud), aportará a este construccionismo de Freud una reflexión de sumo interés en la que nos indica que el trabajo del psicoanálisis no acaba simplemente en un ejercicio de rememoración, de reconstrucción: Lacan se apoya en esto para subrayar que el análisis así concebido no consiste en acordarse, en "rememorar", sino que es más bien una reescritura de lo que fue. Desde esta perspectiva, el centro de gravedad del sujeto sería esa síntesis presente del pasado llamada historia [2]. Lacan pone especial énfasis en la importancia de la dimensión estructural de ese pasado y de sus implicaciones en el presente del paciente, unas implicaciones que sólo podemos determinar a partir de la comprensión de esas vivencias y de la inscripción que sufrió en ella el niño o la niña:

En la concepción misma de Freud, arribamos a la idea de que se trata de la lectura, de la traducción calificada, experimentada, del criptograma que representa lo que el sujeto posee actualmente en su conciencia [...] No solamente de él mismo - de el mismo y de todo, es decir, del conjunto de su sistema.[3]

La idea fundamental de Lacan, la aportación fundamental sobre la idea de construcción del pasado de Freud  es que esta, en sí misma,  no es suficiente:

la restitución de la integridad del sujeto se presenta como una restauración del pasado. Sin embargo, el acento cae cada vez más sobre la faceta de reconstrucción que sobre la faceta de reviviscencia en el sentido que suele llamarse afectivo. En los textos de Freud encontramos la indicación formal de que lo exactamente vivido - que el sujeto recuerde algo como siendo verdaderamente suyo, como habiendo sido verdaderamente vivido, que comunica con él, que él adopta - no es lo esencial. Lo esencial es la reconstrucción [...] Nunca abandonó algo que sólo puede formularse en la forma que acabo de hacerlo - reescribir la historia -. [4]

- El concepto de gestalt existencial.

Lo dicho acerca de la construcción y reconstrucción de la historia pasada, ese reescribir la historia de Lacan, coincide con el concepto gestáltico de "gestalt incompleta", si bien extendido éste a una concepción que hace tiempo que voy proponiendo - y que puede deducirse de las propuestas de Perls - y al que llamo: gestalt incompleta existencial,y que es una extensión del concepto gestalt incompleta a una dimensión estructural inscrita en el sistema familiar y en la que hay que buscar la dificultad de un ser humano para realizar su existencia, entendida esa existencia como aquella que surge del desarrollo de la propia experiencia vital. En ese sentido la existencia de un ser humano es más pobre, más incompleta,  en tanto en cuanto está más bloqueado para experienciarla (entendiendo la función de experienciar como la función que es asociada a la capacidad de aprender de la experiencia y transformarla en fuente de comprensión y crecimiento). Reescribir la historia, en el sentido que propone Lacan, es lo que hacemos en gestalt cuando hablamos de actualizar el pasado en el presente. El sentido de esa actualización no es el simple recuerdo de hechos y de las experiencias emocionales y catárticas asociadas, sino la de llevarnos a un profunda comprensión de como hemos estado inscritos en esas estructuras familiares y las consecuencias que han tenido, por su anclaje posterior en nuestra psique, en ese emprobecimiento para experienciar nuestra propia vida, para transformarla en objeto de aprendizaje y crecimiento. El sentido profundo de la actualización en la gestalt es la reescritura de la inscripción deficiente que sufrimos en este sistema familiar con el objetivo de devolvernos progresivamente nuestra capacidad para experienciar nuestra propia vida, función determinante para llevarla hacia la libertad que nos permite su realización.


- Jung y Joseph Campbell, el héroe y el viaje de retorno.

Fue sin duda Jung quién vió en ese proceso de re-construcción y de re-escritura de la historia los equivalentes míticos del arquetipo del héroe a su protagonista, y el arquetipo del viaje como el del proceso psíquico que implica ese camino de vuelta para re-escribir la historia:

El más noble de todos los símbolos de la líbido es la figura del demon o el héroe. Con ella abandona el simbolismo el ámbito de lo objetual, propio de la imagen astral y metórica, y adopta forma humana, es decir, la figura del ser que pasa del sufrimiento al gozo y del gozo al sufrimiento y que, como el Sol tan pronto asciende a su cénit como se  hunde en noche tenebrosa, para volver a resurgir de ella otra vez resplandenciente. Del mismo modo que siguiendo su movimiento y ley interna propios se eleva el Sol de la aurora al mediodía y deja luego este atrás para hundirse en su ocaso, abandonando tras él su luminosidad y sumergiéndose en la noche que todo lo oscurece, así también sigue su trayectoria, conforme a leyes inmutables, el ser humano, y una vez cumplido su curso se hunde en la noche, para al amanecer reiniciar en sus hijos una nueva elipse. [5]

Joseph Campbell
Dentro de ese viaje del héroe, el eminente mitólogo Joseph Campbelldestacó toda una serie de fases - cada una de ellas con distintas etapas - que lo caracteriza. Carl G. Jung, Joseph Campbell, Karl Kerenyi y Mircea Eliade intercambiaron ideas y opiniones en distintas ocasiones para esclarecer la coincidencia entre los caminos del héroe y su estructura mítica con el proceso psíquico por la que un ser humano trata de salir de la cárcel a la que le condena su neurosis para alcanzar la libertad que trata de realizar su propia vida, la que le lleva a encontrar su camino con la peculiaridad de que es un camino que se hace al andar, que se va construyendo con cada paso. Vamos ahora a contemplar IT (Eso) desde esta perspectiva, y al club de los perdedores como los héroes que retornan a la oscuridad para amanecer distintos, recuperando algunas claves que, desatascando el estancamiento en el que sus vidas habían caído, quizás les ayuden a ponerla en una perspectiva de mayor realización. Viaje no exento de peligros como veremos, o como ya hemos visto en el suicidio de Stan Uris, quién incapaz de salir del marco que su razón le determina elige morir antes que enfrentar el monstruo de su pasado que habita ahora en su inconsciente.

II. LOS HÉROES DEL CLUB DE LOS PERDEDORES Y SU VIAJE DE RETORNO.


- I. La partida: la llamada a la aventura.

Todo viaje tiene un punto de partida, y sobre la partida del héroe nos dice Joseph Campbell:

Una ligereza - aparentemente accidental -revela un mundo insospechado y el individuo queda expuesto a una relación con poderes que no se entienden exactamente. Como Freud ha demostrado, los errores no son meramente accidentales. Son el resultado de deseos y conflictos reprimidos. Son ondulaciones en la superficie de la vida producida por fuentes insospechadas. Y estas pueden ser muy profundas, tan profundas como el alma misma. El error puede significar un destino que se abre. [6]

Una ligereza, un simple error, algo simple pero que de repente se constituye en un fuerte perturbación revelan de repente lo insospechado. Así ocurre cuando al inicio de la película Mike Hanlon encuentra cerca de la muerte de una niña la foto de Georgie (el hermano pequeño de Bill Denbrough) abriendo de repente aquello que había estado reprimido: los hechos de la infancia de Mike y de sus amigos y el recuerdo de la promesa que todos ellos hicieron: que volverían de nuevo para acabar con IT si este volvía. La foto de Georgie que desvela a Mike el retorno de lo olvidado se transforma en las llamadas telefónicas en las que la voz de Mike devuelve a cada uno de los miembros del club a la misma perturbación: con la voz de Mike Hanlon surge la emergencia de lo siniestro, la vuelta de aquello que no debería retornar, recordemos:  la emergencia de algo antiguo que forma parte de nuestra vida anímica y que solamente fue excluida de ella por efecto de la represión.

Joseph Campbell nos destaca algunos aspectos con los que la llamada a la aventura va asociada como, por ejemplo, la negativa al llamado. Nos evidencia esta posición el suicidio de Stan Uris quien incapaz de sobrepasar los límites de su mundo construido a través de la razón elige morir. Una buena imagen metafórica del más que probable destino de aquel, o aquellos, que no atienden, o eligen no escuchar, al llamado - una muestra de la resistencia psicológica al cambio -: la perpetuación del estancamiento vital al que les confina su vida ordinaria como una especie de muerte en vida o muerte psíquica. La no asunción de lo siniestro en la conciencia de nuestros protagonistas se convierte en el estancamiento psíquico de un yo encadenado a la infancia y que, como bien dice Campbell:

El individuo se encierra en las paredes de su infancia, el padre y la madre son los guardianes del umbral y el alma débil, temerosa de algún castigo, fracasa en su intento de atravesar la puerta y renacer en el mundo exterior. [7]

Joseph Cambell destaca también en esta fase de llamado las ayudas sobrenaturales o de un mentor especial(como lo es, por ejemplo, Gandalf para Frodo o Obi Uan Kenobi para Luc Skywalker) que ayudan a tomar la determinación. Este es el rol que juega en IT la amistad, el club propiamente dicho, justamente esta amistad que ayudó al club a enfrentarse a IT y que ahora, a través de la fuerza de la promesa, les vuelve a unir para acabar el trabajo que se inició.

La promesa y la fuerza de la amistad.
Desde el momento en que el llamado surge y todos ellos - con la excepción de Stan - ponen marcha a Derry, todos ellos recuerdan su infancia y con ella a Pennywise el payaso, personaje que todos y cada uno de ellos encontraran en ese camino de vuelta como imagen aterrorizadora que pretende apartar a nuestros héroes de ese viaje de retorno. Esto es lo que llamó Joseph Campbell el cruce del primer umbral. Pennywise actúa como lo que se llama guardián del umbral, figura que pretende que no crucemos los límites de nuestro mundo ordinario intentando que no nos adentremos en el mundo de lo desconocido, donde tan sólo hay oscuridad y peligro... pero donde también reside nuestra verdad. Pennywise actúa como lo hace el superyó, o ello: intentado evitar que salgamos de nuestro estrecho mundo del yo neurótico.

Pennywise acechando a Richie Tozier.
En el libro de Stephen King Mike Hanlon hace una interesante reflexión acerca de la fuerza de IT, o como diríamos en psicología, acerca de la fuerza de lo fantasmático, de aquello que estando, el yo se esfuerza y se esfuerza en ignorar. Dice Stephen King a través de Mike Hanlon:

Eso plantea algunas preguntas interesantes (y por lo que sé de vital importancia). Por ejemplo: ¿qué come Eso en realidad? Se que algunos niños han sido comidos en parte; al menos presentan marcas de mordidas. Pero tal vez somos nosotros quien le impulsamos a hacerlo. A todos se nos ha enseñado, desde la más temprana infancia, que eso hacen los monstruos cuando nos sorprenden en lo profundo del bosque: comernos. Es quizá lo peor que podemos concebir. Pero en realidad es la fe lo que alimenta los monstruos, ¿no? Me veo llevado irresistiblemente a esta conclusión: el alimento puede ser vida, pero la fuente del poder es la fe, no la comida. ¿Y quién más capaz de un acto de fe absoluta que un niño?

Pero aquí se presenta un problema: los niños crecen. En la iglesia, el poder se perpetúa y se renueva mediante ritos periódicos. En Derry, el poder también parece perpetuarse y renovarse mediante ritos periódicos. ¿Es posible que Eso se proteja a sí mismo por el simple hecho de que, al convertirse los  niños en adultos, se vuelven incapaces de tener fe o quedan tullidos por una especie de artritis espiritual o imaginativa? 

Interesante reflexión sobre el proceso de hacerse adulto y del esfuerzo de vencer la resistencia, de la fe necesaria en la que hay que apoyarse, para vencer esta artritis espiritual que se manifiesta en el yo y lograr abrirse a un camino más allá de sus escleróticos límites.

- II.1 La iniciación: el camino de las pruebas.

La iniciación está sobretodo caracterizada en una primera fase por el camino de las pruebas:

Una vez atravesado el umbral, el héroe se mueve en un paisaje de sueño de formas curiosamente fluidas y ambiguas, en donde debe pasar por una serie de pruebas y experiencias milagrosas. El héroe es solapadamente ayudado, por el consejo, los amuletos y los agentes secretos del ayudante sobrenatural que encontró antes de su entrada en esta región. O pudiera ser que, por primera vez descubra aquí la existencia de una fuerza benigna que ha de sostenerlo en este paso sobrehumano. [9]

La llegada a Derry por parte de nuestros héroes es como la llegada a este nuevo paisaje de sueño - o pesadilla, depende de como se mire . Todos nuestros héroes sufren distintas pruebas en las que lo siniestro emerge para evitar que sigan adelante. En todo ese proceso de pruebas todos ellos iran recuperando sus recuerdos, irán recuperando la presencia de lo siniestro tal y como anunciamos en la parte I del análisis de esta película. Quizá una de las imágenes más clara en este sentido nos la ofrece la narración de Beverly a Bill el día que su padre se enteró de que jugaba con ellos en los Barrens:

"Me preocupas, Bevvie."  Eso era lo que solía decir. "Me preocupas mucho." - Se hechó a reir, pero temblaba -. Creo que quería hacerme daño, Bill. Es decir... Otras veces me había lastimado, pero esa vez era distinto. Estaba... bueno, en muchos sentidos era como un extraño. Yo le quería. Le quería mucho pero... [...] también le odiaba - dijo. Su mano tiró convulsivamente de la de Bill por un largo instante -. Nunca se lo dije a nadie. Creía que Dios me enviaría un rayo si alguna vez decía esto [...] Odiaba a mi padre - dijo ella. Y empezó a sollozar -. Lo odiaba, le tenía miedo. Nunca pude ser tan buena como para conformarlo y lo odiaba, de veras. Pero también lo odiaba.

Sigue entonces una cruda descripción de lo que ocurrió aquel día por parte de su padre: humillación, violencia psicológica y física, se intuye también el abuso sexual... Obsesión, paranoia... Y es aquí donde surge la emergencia de lo siniestro cuando Beverly, al final de la narración dice:

Allí venía otra vez Al Marsh, portero y custodio, hombre canoso, vestidocon unforme caqui de grandes bolsillos, con un llavero sujeto al cinturón, el pelo arrebatado por el viento. Pero él no estaba en sus ojos. No estaba allí ese él esencial que le había lavado la espalda o golpeado en el estómago porque ella le preocupaba, le preocupaba mucho;ese él que una vez, teniendo ella siete años, había tratado de trenzarle el pelo y acabó riendo con ella por el desastroso resultado [...] El padre, figura masculina de vida. En sus ojos no había en ese momento nada de eso. Sólo un vacío asesino. Sólo Eso.


Excelente conclusión y ejemplo de lo siniestro donde lo monstruoso se mezcla con la figura amada del padre, personaje monstruoso que ahora habita en ella como un superyó sádico cuya acusación en forma de manifiesta introyección ahora en su vida adulta es: Nunca puedes ser tan buena como para conformarlo. Por ello el horror de Beverly continua con Tom Rogan, su pareja que no es más que una continuidad de su padre.


El encuentro de Beverly Marsh con Eso-Padre
Poco a poco se van sucediendo algunas complejas pruebas para los componentes del club. Un enloquecido Henry Bowers escapado del psiquiátrico intenta asesinar a Mike Hanlon - en realidad quiere matar a todo el club de los perdedores -. Mike - en el libro es más obvia la trama - puede atacar en más de una ocasión a Henry, pero una sutíl y rápida comprensión de la situación  le lleva a intentar simplemente desarmar y convencer a Henry para que vuelva al psiquiátrico:

... si mataba a Henry estaba trabajando para Eso, tal como Henry estaría trabajando para Eso si mataba a Mike. Y otra cosa: la otra expresión de Henry, la cansada y aturdida del chico maltratado que ha sido puesto en un sendero pozoñoso con un propósito desconocido. Henry había crecido dentro del radio de contaminación de Butch Bowers; sin duda había pertenecido a Eso aun antes de iniciar su existencia.

De repente nos encontramos, a través de Henry Bowers, con otra muestra de lo siniestro, del vínculo de lo monstruoso con una figura paternal enloquecida de Butch Bowers, su padre. Henry es en sí mismo lo siniestro al estar poseído por su plena identificación con su figura paterna. De la misma manera podríamos hallar esa emergencia de lo siniestro en la relación de Bill, Eddie, Ben o Richie con lo monstruoso y cercanamente familiar: El surgimiento de Eso en Bill tras le gélida la frialdad de sus padres después la muerte de Georgie, y el sentimiento de culpa transmitido a través de ella; el surgimiento de eso tras la asfixiante y posesiva madre de Eddie; el surgimiento de Eso tras la extremada soledad de Ben sin figura paterna y presa de la dependencia de su madre y el control agobiante de su tía. El surgimiento de Eso en Richie por la incomprensión de sus padres hacia la "extrañeza" de su manera de ser.  Mike y Stan presa de la constante humillación y desprecio racista de su entorno cotidiano. Sobre Beverly ya hemos visto su ejemplo extremo. Como dice en un momento Bevvie: Así es como ocurre todo - pensó -. Se lo diré a Bill para que lo comprenda. Eso está por todas partes en Derry. Se limita... se limita a llenar los lugares vacíos." 


Henry Bowers atacando a Mike Hanlon.
Finalmente Henry Bowers es reducido por el resto de compañeros de Mike quién queda heridoy debe ser trasladado al hospital.

Podemos ver también en Henry Bowers la dimensión compulsiva de la violencia del superyó sádico de todos los protagonistas del club de los perdedores, un superyó violento y humillante que intenta eliminar todo intento de re-estructuración de la historia, todo intento de re-escritura del pasado de los miembros del club de los perdedores. También Pennywise es una buena imagen de ese superyó. El hecho de resultar finalmente herido de gravedad Mike tiene todo un significado metafórico contemplado desde la vertiente sádica, violenta y vejatoria que comprende toda actitud de superioridad y desprecio racista.

Y tras todos estos avatares llegamos finalmente al encuentro con la prueba definitiva o traumática tras la cual se accederá a la recompensa del viaje.

- II.2. La iniciación: la prueba o el encuentro traumático.

Bill, Beverly, Ben, Richie y Eddie se disponen a enfrentarse con ESO. La prueba definitiva o encuentro traumático se encuadra dentro de la lucha del héroe con el monstruo en un clásico del mito del héroe. En términos psicológicos lo podemos entender, como dice Jung, como la lucha que establece la consciencia por liberarse del letal abrazo del inconsciente [10]. Superadas las trabas iniciales provocadas por el guardián del umbral (Pennywise) camino de Derry, y de las ilusiones terroríficas provocadas ya en su paisaje ambiguo y sus pruebas, llega el momento de la verdad... El momento de descender a los Barrens (Las tierras baldías), el descenso a los infiernos donde habitan los seres monstruosos de nuestro inconsciente. Quisiera describir ahora el monstruo con el que finalmente se encuentran los cinco componentes del club de los perdedores:

Un ojo gigantesco llenaba el túnel. La vidriosa pupila negra medía mas de medio metro de diámetro. El iris tenía un tono rojizo, como cieno. La córnea era abultada, membranosa, entrecruzada de venas rojas que palpitaban sin cesar. Era un espanto gelatinoso, sin párpado ni pestañas, que se movía sobre un lecho de tentáculos. Esos seudópodos tanteban la superficie rugosa del túnel y se hundían en ella como dedos.

La película le confiera una clara morfología arácnida:

IT (Eso) en su aspecto real.
Es interesante esta representación de IT como araña dada la simbología con la que ese invertebrado es habitualmente asociada y dada su peculiaridad de tejer las telarañas mediante las que "cazan" y "envuelven" a sus presas. Sin embargo, la araña y su simbología son un buen representante de la manera en la que como adultos quedamos "enredados" en esa historia que la estructura familiar en la que devenimos nos determina y a partir de la cual "construímos" una "manera de estar" en el mundo a la que, en mayor o menor grado, llamamos neurótica.

Es curioso que Jung centrara una gran parte de su psicología en la importancia de lo materno, mientras que Freud lo hizo sobre la de lo paterno (podemos hallar en sus biografías una cierta respuesta a ello), pero la cuestión es que"la cosa" que representa el monstruo no es tan sólo lo materno o lo paterno, sino esencialmente la estructura familiar. No es tan sólo importante la madre o el padre como seres individuales, sino aquello que se deriva de su relación entre ellos y de como esta relación los estructura también como padres de sus hijos. Nuestra inscripción en el mundo parte de esa primera inscripción en la que para todo niño es su familia, su primer Mundo, su primer Universo. Una inscripción que surge practicamente desde el momento de su concepción.

La prueba traumática de nuestros héroes es enfrentarse al monstruo que habita ahora en su propia psique para salirse del poder hipnótico que esa inscripción en lo familiar (desde luego potenciado posteriormente por la inscripción del niño en lo social) se mantiene más allá de ella como "constelación psíquica", aquella en la que seguimos "enredados" en un tejido que se sigue tejiendo hecho de traiciones, expectativas, abusos físicos y emocionales, sentimientos de culpa, miedos, amenazas, castigos... Hay que mirar de frente el monstruo, la constelación psíquica que nos habita para salirnos del rol que fuimos obligados a mantener dentro de la estructura familiar que nos tocó vivir y que seguimos perpetuando en nuestra vida.

Bill, Ben y Richie bajo el poder hipnótico de las luces de IT
Para librarse del monstruo es muy importante verlo, verlo frente a frente para comprender poco a poco el rol que adoptamos debido a las circunstancias familiares que nos tocó vivir. Sólo viendo este rol podemos empezar a plantearnos una mayor comprensión de él, es decir, un rol en el que como niños o niñas nada pudimos hacer ni elegir y que, como rol impuesto por la estructura familiar, nos ha impuesto también unas creencias (introyectos) sobre nosotros mismos, y que sobre estas creencias impuestas nos hemos tenido que ir "construyendo" un yo contra nuestro "ser" (self). Hay un momento muy interesante en el que It (Eso) - que se nos revela como parte esencial de una cosmogonía digna de un universo gnóstico donde la creación es esencialmente perversa, al estilo de los dioses de la cosmogonia lovecraftiana - reflexiona acerca del miedo que les tiene al club de los perdedores y dice lo siguiente:

Sin embargo, había un pensamiento que se insinuaba, por mucho que Eso intentara alejarlo de sí: si todas las cosas fluían de Eso (tal y como había sido desde que la Tortuga había vomitado el Universo y se había desmayado en su caparazón), ¿cómo era posible que alguna criatura de este mundo o cualquier otro lo burlara o lo hiriera, aunque sólo fuera nimia y brevemente? ¿Cómo era posible semejante cosa?

Aun así, una última novedad había venido a Eso, no ya emoción, sino fría especulación. ¿Y si Eso no era único, como siempre había creído?

¿Y si había Otro?

¿Y, si más aun, esos niños eran agentes del Otro?

¿Y no es esa acaso la relación con la que el yo percibe en ocasiones en relación al ser (self)? El yo instalado en sus límites y referencias que le definen de repente se ve incomodado por una presencia que está más allá de él y que le interroga sobre la verdad de estos límites. En el libro, y en el primer enfrentamiento del club de los perdedores como niños ante IT, estos hallaron un signo, una marca que indicaba que habían llegado a la morada de IT. El signo era el siguiente:


y lo curioso es lo que significa para cada uno de los niños:

Para Bill significaba un barquito de papel... imagen del sentimiento de culpa del barquito que le hizo a Georgie el día en que, al salir a jugar con él, fue asesinado por It-Pennywise.

Para Mike era una cara encapuchada, quizá la de Butch Bowers... es decir la humillación ligada a la locura racista - los miembros del Ku Kux Klan iban encapuchados -.

Para Beverlyun puño cerrado...  el puño de su padre que tantas veces la había golpeado.

Para Ben un monton de vendajes desgarrados en las que creyó oler a viejas especias... como el olor de las vendas que como una momia le encerraban en su soledad.

Para Eddie era el rostro de un leproso... imagen de todas las enfermedades producto de las amenazas de su hiperprotectora madre.

Para Richie eran dos ojos detras de un par de gafas... imagen del cuatro ojos excéntrico e hiperactivo que le transformó en un extraño para su entorno.

Para Stan era un pájaro que iniciaba el vuelo hacia lo alto, de un féniz quizá... imagen de su refugio seguro en "la cabeza", en el mundo de lo racional, en el intelecto como una manera de apartarse de los aspectos más crueles y violentos del mundo real.

Ante la morada de It se revelaban, a través de esta marca, los límites que de adultos les iban a encerrar en su yo limitado y agobiante si bien, y al mismo tiempo, ya en ellos, como cuando niños, aun anidaba el potencial de su ser que fue reforzado a través de la fuerza de su amistad y de su amor, de su fe en la cohesión que en el club de los perdedores encontraron. La misma fuerza, suficiente, que la promesa que hicieron de pequeños les vuelve a unir ahora como adultos, la misma amistad y amor que ahora desde esa unión les permite recordar.

Y como en todo encuentro con la prueba traumática siempre hay bajas. El club de los perdedores se enfrenta primeramente diezmado por la muerte de Stan y la grave herida que deja en el hospital a Mike. En ese encuentro con la araña Bill, Ben y Richie quedan de repente hipnotizados por la luz de IT, mientras Beverly, como cuando pequeña, intenta encontrar el pendiente de plata con el que lo hirió por primera vez y con el que ahora pretende matarle. Finalmente es Eddie quien valerosamente, y como cuando pequeño, confiado en la fuerza de su creencia se lanza hacia IT, y aunque logra asustarle y liberar así a los tres compañeros, ello es al precio de quedar mortalmente herido. Eddie muere a su lado. Los cuatro que quedan se lanzan al ataque final sobre un IT también ya herido y presa del miedo hasta que por fin, tras acertar Beverly en la luz que emana de IT con su pendiente de plata lanzado con el mismo tirachinas con que lo hizo en su infancia, IT queda mortalmente herido y todos ellos acaban definitivamente con él.

- II.3. La iniciación: la recompensa. El encuentro con la diosa.

La última aventura, cuando todas las barreras y los ogros han sido vencidos, se representa comunmente con un matrimonio místico del alma triunfante del héroe con la Reina Diosa del Mundo. Esta es la crisis en el Nadir, en el cenit, o en el último extremo de la Tierra, en el punto central del cosmos, en el tabernáculo del templo o en la oscuridad más profunda del corazón. [11]

Así nos narra Joseph Campbell el acontecimiento que sucede al héroe tras la prueba definitiva. Suceso que tras el primer encuentro con IT en su niñez es narrado bellamente por Stephen King en unas páginas llenas de delicadeza y sensibilidad en las que Beverly deviene en la diosa con la que todos los miembros del grupo se abren a la experiencia primera del despertar al amor y el deseo. Beverly, extrañamente consciente de su importancia en este encuentro sabe que tendrá que animar a los chicos en ese acto que sabe crucial para sus vidas. Tras el primer encuentro amoroso con Eddie el narrador nos cuenta de ella:

¿Tendrá que convencerlos a todos una y otra vez?  Probablemente si. Pero no importa. Es preciso convencerlos de que acepten ese vínculo humano esencial entre el mundo y el infinito, el único sitio donde el torrente sanguíneo toca la eternidad. No importa. Lo que importa es el amor y el deseo. Aquí en la oscuridad, se puede hacer como en cualquier otra parte. Quizá mejor que en muchas otras.

Es necesario complementar estas palabras con las de Joseph Campbell al respecto para comprender que también cada uno de ellos es para Bevvie el encuentro con el dios celeste:

El encuentro con la diosa (encarnada con cada mujer) es la prueba final del talento del héroe para ganar el don del amor, que es la vida en sí misma, que se disfruta como estuche de la eternidad.

Y cuando el aventurero, desde este punto de vista, no es un joven sino una doncella, ella es quien por medio de sus cualidades, su belleza o su deseo, está destinada a convertirse en la consorte de un ser inmortal. Entonces el marido celeste desciende a ella y la conduce a su lecho, ya sea que ella lo quiera o no. Si ella lo rechaza, se ciega para siempre; si lo busca su deseo encuentra la paz. [12]

Eso ocurrió en ese primer encuentro con IT y ese final, esa recompensa para todos ellos es la frontera que marca el fin de la infancia con el inicio de la adolescencia, con ese camino que nos lleva a hacernos hombres y mujeres... Que nos llevará a independizarnos, a establecer nuestras primeras relaciones sexuales y afectivas, a buscarnos un camino en la vida... ¿Pero es esto realmente así? ¿Somos realmente tan independientes?¿Elegimos verdaderamente nuestro camino? El viaje de retorno del club de los perdedores nos demuestra que eso no es realmente así. Todos los miembros del club estan, en cierta medida, estancados aun en su infancia. No basta con salir de la familia para que ella deje de persistir en nosotros, en nuestro propio mundo interno. A pesar de que los padres no estén, su legado habita en nuestro interior, y así Mike, Ben o incluso Richie viven como solitarios, cada uno a su manera, viven especialmente la soledad afectiva; o Beverly con una pareja replica del padre maltratador; o Stan en una ordenada vida donde cada cosa tiene su lugar y cada lugar tiene sus cosas; o Eddie, quien como Beverly, vive con una mujer que es una continuidad de su madre (en la película, de hecho, lo ponen como aun viviendo con su madre), o finalmente Bill cuya exitosa vida como autor literario no parece tener una clara repercusión en un sentimiento de satisfacción o en una feliz vida afectiva. Todos, aparentemente, hicieron su vida, pero... ¿realmente la hicieron?


- II.3. La iniciación: la recompensa. La reconciliación con el padre.

La recompensa del segundo encuentro con IT es precisamente liberarse de los parásitos del pasado, de las imágenes internas que continúan habitándonos y que nos determinan. Este segundo encuentro no es para lanzarnos a la vida como lo fue el primero, sino para interrogarnos acerca de ella. ¿Hemos realmente ganado, como dice Joseph Campbell, el don del amor que es la vida en sí misma, que se disfruta como estuche de la eternidad? En este segundo encuentro con IT la recompensa que han venido a encontrar es el don de la libertad interior, don intrínsecamente necesario para el verdadero amor, y don que pone al yo en el más profundo de los deseos: el del eterno camino hacia el ser. Joseph Campbell vincula este logro a lo que el llama reconciliación con el padre justamente porque su imagen ya no nos habita como parásito aniquilador:

La reconciliación no consiste sino en el abandono de ese doble monstruo generado por el individuo mismo; el dragón que se piensa como Dios (superego) y el dragón que se piensa como pecado (el id reprimido). Pero esto requiere abandonar la unión al yo mismo. [12]

Sólo a través de este despojamiento es posible instituirse también como padre:

... ahora se ha convertido en el padre. Y ahora tiene el poder, en consecuencia, de jugar el mismo papel del iniciador, el guía, la puerta del sol, a través de la cual se puede pasar de las iluminaciones infantiles del "bien" y del "mal", a una experiencia de la majestuosa fuerza cósmica, purgada de la esperanza y del temor, y en paz con el entendimiento de la revelación del ser. [13]

La primera vez IT quedó herido y los niños se hicieron hombres y mujeres como yoes limitados. La segunda vez en la que IT fue finalmente aniquilado, esos hombres y mujeres inician la re-escritura de su historia, de sus límites interiorizados que les inscribian en roles aun fijados en la infancia, para abrirse a la posibilidad de iniciar un camino hacia una mayor libertad de ser.

Richie con el cadáver de Eddie, Ben con Beverly y Bill con Odra tras
el enfrentamiento con IT(ESO)

 - III. El regreso al mundo ordinario: la libertad de vivir.

Acabados los trabajos, obtenidos los logros y con la semilla de la transformación en ellos los héroes deben volver al mundo ordinario donde podrán ejercer el potencial de la libertad interior recién obtenida como libertad para vivir, por ello los sobrevivientes del club de los perdedores vuelven a olvidar progresivamente el recuerdo de este segundo encuentro. Un segundo olvido que al igual que el primero transformó los niños en futuros adultos que pudieron salir a la vida como yoes presa de sus fantasmas, éste les transformará en adultos más libres de la rigidez y predeterminación de su yo que lleva a una incomprensión de sí mismo, del ser humano y del mundo en el que habita, del cosmos por extensión. Este segundo olvido representa la rotura final de las fijaciones infantiles que continuaban en el adulto para devenir como un yo libre para realizar su ser. ¿Cómo finaliza la película, así como el libro? No con grandes cosas, y si con pequeños apuntes de cambio que ya se opera sobre la vida de cada uno de nuestros héroes. La memoria del club, Mike Hanlon, que  es el testimonio de la historia se expresa en la película en los siguientes términos:

Escribí esta última anotación antes de que mis recuerdos se borraran de mi mente. Ahora, sólo unas semanas después miro hacia esa época a través de los apuntes de este diario. La pesadilla ha terminado [...] Ya no es necesario que alguien mantenga la antorcha de los recuerdos. Pude partir y cambiar el rumbo de mi vida. Mientras escribo estas líneas Richie continua con sus éxitos, Ben y Bevvie partieron juntos hacia el oeste. Una semana después se casaron y dos semanas más tarde ya esperaban un hijo. Así se ha roto otra maldición.

Ben y Beverly partiendo juntos de Derry para iniciar una nueva vida.

Mención aparte merece el caso de Bill. Para ello daremos algunas explicaciones suplementarias. Audra, su pareja, decide ir a Derry para unirse a él. Pero en su camino es secuestrada por IT. Cuando entran en las cloacas a través de los Barrens para acabar con IT, Bill halla a Audra aprisionada en la telaraña de IT en estado catatónico. Tras acabar con IT Bill se queda en la casa de Mike con Audra mientras el primero se recupera en el hospital. No parece hallarse solución para Audra, hasta que al final Bill decide lanzarse pendiente abajo con ella en su bicicleta Silver, hasta que de manera milagrosa Audra reacciona y vuelve al mundo...

Bill y Audra sobre Silver
La recuperación de Audra tiene que ver también con una fijación infantil de Bill en relación a Beverly, quien en aquella primera experiencia del amor y el deseo le dice a ella:

Te amo, Bev, te amo. Te amaré siempre - Una y otra vez, sin tartamudear en absoluto.

Ella lo estrecha y ambos se quedan así, la suave mejilla de Bill apoyada contra la suya.

Previamente Beverly pensaba:

Estar con Bill es la mejor conclusión posible. Es bueno, tierno, casi sereno. Ella siente su ansiedad pero atemperada, refrenada, por su solicitud hacia ella, tal vez porque sólo Bill y ella misma comprenden lo grandioso de ese acto que jamás deberan mencionar a nadie, ni siquiera a ellos mismos.


Para restituir a Audra como su mujer, Bill debe también liberarse de la propia imagen idealizada de Bev y de la promesa de amor eterno que le hizo. Al final de la pendiente bajada con la bicicleta y tras la reacción de Audra ambos se declaran su amor. Quisiera, por fin, finalizar este análisis de IT con las últimas palabras de Stephen King en este maravilloso libro, palabras puestas como reflexión de Bill:

Despierta de ese sueño sin poder recordar exactamente qué era. No recuerda nada, salvo el simple hecho de haber soñado que era niño otra vez. Toca la suave espalda de su mujer, que duerme a su lado y sueña sus propios sueños. Piensa que es bueno ser niño, pero que también es bueno ser adulto y poder analizar el misterio de la infancia... sus convicciones y sus deseos. "Algún día escribiré sobre todo eso", piensa, pero sabe que es sólo un pensamiento de amanecer, un pensamiento posterior al sueño. No obstante, es bonito pensarlo por un rato, en el límpido silencio de la mañana: pensar que la infancia tiene sus propios secretos dulces y que confirma la mortalidad y que la mortalidad define todo el valor y el amor. Pensar que lo que has mirado adelante tienes que también mirarlo atrás y que cada vida hace su propia limitación de la inmortalidad: una rueda.



 ___________________

  [1] Todas las citas del libro de Stephen King lo son deIt (eso)de Debolsillo editorial
  [2] Freud, Sigmund.Construcciones en psicoanálisis (1935). Biblioteca Nueva, OC3, pág. 3366
  [3] Moustapha Safouan.Lacaniana I. Los seminarios de Jacque Lacan 1953-1963. Paidós psicología, pág. 18
  [4] Lacan, Jacques.Seminario I. Los escritos técnicos de Freud. Paidós, pág. 28
  [5] Ídem anterior.págs. 28 y 29.
  [6] Jung, C. G.Símbolos de transformación. Editorial Trotta, OC Volumen 5. par. 251
  [7] Campbell, Joseph.El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. Fondo de Cultura Económica, pág. 54
  [8] Ídem anterior, pág. 64
  [9] Ver nota 7, pág. 94
[10] Ver nota 6, par. 567
[11] Ver nota 7, pág. 104
[12] Ver nota 7, pág. 112
[13] Ver nota 7, pág. 122
[13] Ver nota 7, pág. 128







AMOR (Michael Haneke -2012 -): los difíciles lugares del amor.

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Hace tiempo que no veía una película que me emocionara tanto como esta de Michael Haneke: Amor (Amour, 2012). Me es difícil trasladar en palabras lo que esta película me sugiere. Para ello creo que la mejor manera de empezar es diciendo algo que me parece destacable: en una película titulada amor, esta palabra, o cualquier conjugación de su verbo no se utiliza ni en una sola ocasión. Quizá esto ya nos indica algo que tiene que ver con el amor, algo que no tiene tanto que ver con la palabra como con el gesto (tan presente en la película). No me parece tampoco extraño que Haneke haya situado este complejo sentimiento del amor en una historia en la que los protagonistas son una pareja de ancianos, profesores de música jubilados, interpretados soberbiamente por un increíble y lleno de matices Jean-Louis Trintignant (Georges) en una de esas inmortales interpretaciones que nos son raras de contemplar, y la no menor de Emmanuelle Riva (Anne). El amor aparece en esta historia ligada a la vejez, ligada, en este caso, a la enfermedad y al sufrimiento, y finalmente a la muerte. También a la soledad. En su trabajo, y en el papel de Eve, su hija, también dedicada a la música como su pareja y sus hijos, les acompaña la siempre excepcional Isabelle Huppert. 

Lejos del habitual romanticismo, aunque no exento de él - ya hablaremos de ello -, Amor se rodea de una historia que quizá en su sencillez y austeridad claramente diseñada por Haneke,  sin música de acompañamiento, excepto la propia de las escenas en las que la hay por necesidad del guión, simplemente apoyada en la humanidad de sus protagonistas, ya nos habla de los lugares en los que el amor habita: lejos de todo tipo de excesos y, en ocasiones, en los lugares más oscuros y recónditos. 

I. LA ANCIANIDAD como camino final del amor.

¿Por qué Haneke ubica esta historia de amor en la ancianidad? Para ello quizá debamos interrogarnos acerca de qué  lleva a un ser humano a amar a otro. El amor al otro es un sentimiento que se crea con el tiempo, que requiere tiempo. Deseo y enamoramiento son sus fuegos artificiales aunque no por ello menos importantes, son las chispas que nos abren a la posibilidad del amor. Deseo y enamoramiento son dos afectos relativamente efímeros y volubles que, sin embargo, nos abren a ese sentimiento más permanente y estable por el que el otro pasa a ser alguien importante en nuestra vida, alguien a quién sentimos querer a nuestro lado: alguien con quien construir camino. Veo en ese aspecto el por qué Haneke situa el amor en nuestra pareja de ancianos, una pareja que no sólo ha construido camino sino que se halla - pasados los ochenta - ya en sus últimas andaduras... La que quizá sea la más difícil de su trayectoria.

Michael Haneke con Enmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant



Georges y  Anne son una pareja pareja de ancianos, ambos profesores de música retirados y de una gran cultura que viven en su piso parisino, y cuya vida se ve notablemente perturbada a causa de una intervención quirúrgica desafortunada que sufre Anne - obstrucción de la carótida - y que la deja hemipléjica, paralizada del lado izquierdo de su cuerpo y en silla de ruedas. "Hemos pasado por mucho tu madre y yo. Esto es nuevo", le dice a su hija antes de que Anne vuelva al apartamento, frase que inaugura algo en lo que el amor va a estar implicado. Ya anticipa esto un momento clave en la vuelta de Anne a casa cuando le hace prometer a Georges que no la volverá a llevar al hospital. Sin embargo, cito la frase de Georges para indicar como la idea de camino va unida a la de superación de los problemas, la asunción de los conflictos que conlleva precisamente esta íntima convivencia y la posibilidad de crecer como individuos y como pareja. Georges muestra una gran claridad cuando indica que "esto es nuevo". 

La película continúa con algunas escenas donde observamos a Georges cuidando de Anne si bien pronto también se articulan los primeros problemas, en especial cuando Anne manifiesta que ya no vale la pena vivir: "No hay nada por lo que seguir viviendo. Sé que sólo puede empeorar. ¿Porqué imponernos esto a tí y a mí?". El diálogo que sigue es de interés:

Georges: A mi no me impones nada...
Anne: Nadie te obliga a mentir Georges.
Georges: Bueno... Ponte en mi lugar, No se te ha ocurrido que podría haberme pasado a mi.
Anne: Si, claro. Pero la imaginación y la realidad tienen poco en común.
Georges: Además cada día mejoras...
Anne: No quiero seguir. Agradezco tus esfuerzos pero no quiero seguir de este modo. Y lo digo por mi, no por tí.
Georges: No te creo. Te conozco. Crees ser un peso para mi... Pero si estuvieses en mi lugar que harías.
Anne: No lo se. No quiero ponerme en tu lugar. Estoy cansada. Quiero acostarme.

"No hay nada por lo que seguir viviendo. Sé que sólo puede empeorar.
¿Por qué imponernos esto a ti y a mi?"
La entrada en el mundo de la enfermedad y el sufrimiento será una de las pruebas que el amor de Anne y Georges deberán afrontar en este momento final de sus vidas. La del propio sufrimiento de Anne y el de Georges, el sufrimiento de quien contempla el del ser amado. La posición de Anne nos recuerda la de Virginia Woolf en Las horas (Stephen Daldry, 2002) y en cuya entrada que dediqué a esta película escribía:

La dificultad de la libertad reside en situaciones como ésta, cuando libertad y amor no se encuentran por el sufrimiento que media entre ellos. Cuando la libertad es el sufrimiento del amor, o el amor es el sufrimiento de la libertad. Al final, la solución que halla Virginia es el suicidio, ya no como elección sobre la anestésica Richmond, sino como liberación de su propia muerte en vida y también de la de Leonard. La decisión de Virginia alrededor de esta situación es, desde su punto de vista, de una claridad impecable. Dice en otro momento a Leonard al hablar de la necesidad de que alguien debe morir en su obra La señora Daloway: Alguien tiene que morir para que los demás valoremos la vida. Establece un contraste.

Bueno... Ponte en mi lugar. No se te ha ocurrido que podría haberme pasado a mi.

- La pesadilla de Georges.

El sufrimiento que Georges lleva en silencio se hace patente en una pesadilla que le sorprende durante la noche:

Mientras Georges se está cepillando los dientes suena el timbre de la puerta. Georges se dirige hacia ella y pregunta quién es. Nadie responde. Abre la puerta y no encuentra a nadie. Ante él se ofrece una extraña imagen. La puerta del ascensor aparece barrada por maderos clavados en el exterior. Se oye entonces la voz de Anne gritando: "¿Qué ocurre? ¿Quién es?". Georges mira entoces por el pasillo del replano y pregunta si hay alguien. Mientras sigue andando se oye la voz de Anne preguntarle de nuevo que ocurre. George sigue andando por el pasillo y al girar se encuentra de repente con el suelo encharcado y en ellos sus pies mojándose. De repente y de detrás de la puerta que está tras él surge una mano que le tapa la boca. Georges se despierta gritando en la cama mientras Anne intenta tranquilizarlo.

La pesadilla de Georges
El sueño bien nos puede ofrecer el escenario psíquico que Georges está viviendo. El ascensor barrado puede significar una situación vivida como sin salida, una angustia latente que George se implica al intentar mantener la compostura ante Anne y su enfermedad y sufrimiento. Como en todo sueño Anne es una proyección del propio soñante y nos muestra precisamente esta parte angustiada. ¿Qué ocurre? ¿Quién es? no son más que preguntas que Georges se dirige a sí mismo, que corresponden a esta angustia que le habita. ¿Qué me ocurre? ¿Quién soy? Estas son las preguntas que su inconsciente trata de llevar a su consciencia, aquello de lo que pretende que se de cuenta. Esta es la respuesta que le ofrece el sueño en forma de pesadilla en su segunda parte, cuando al doblar la esquina del rellano de repente se mojan sus pies en el agua que anega el suelo. A riesgo de ser interpretativo las aguas simbolizan en ocasiones el mundo emocional, un mundo emocional que George mantiene a raya durante toda la película con una excepción de la que ya hablaremos más adelante. George sofoca su sufrimiento hecho de miedo, de tristeza y de dolor en una entereza que es la admiración de los vecinos. Una entereza figura de un fondo de soledad bajo el que se oculta su sufrimiento reprimido que sólo parece captar Anne, quien también consciente de que no hay salida por ello siente que no hay nada por lo que seguir viviendo.

Esta escena tiene su referente en una escena anterior donde George le cuenta a Anne un episodio de su infancia después de haber visto una película de época de corte romántico:

... recuerdo que estaba muy conmovido al salir. Tardé un largo rato en calmarme. En el patio de la casa donde vivía mi abuela había un chico asomado. Me preguntó de dónde venía. Tenía unos años más que yo y era de esos que fardaban y me intimidaba mucho. Del cine - le dije yo -. [...] ¿Y qué has visto? Empezé a contarle la historia, y mientras hablaba me fui emocionando. No estaba dispuesto a llorar delante de él. Era imposible. Ahí estaba en el patio, llorando. Y le conté el drama hasta el final [...] Recuerdo los sentimientos. Me avergonzaba llorar. Pero al contar los sentimientos volvían las lágrimas con más fuerza que cuando veía la película. No podía parar.

Las lágrimas que nos relata aquí Georges son las que ahora no puede vertir como tampoco puede dar cauce a sus emociones y sentimientos presos en su angustia. No en vano Anne al oir este relato le dice: "No vas a estropear tu imagen ahora que has llegado a la vejez". Un Georges soprendido le pregunta: "¿Oye,,, cuál es mi imagen?" A lo que Anne le responde amorosamente: "A veces eres un monstruo, pero eres bueno".

Uno de los aspectos que observamos es también la dificultad que entraña pasar del hacer al estar. Se observa en especial cuando Eve esta sentada delante de su madre tendida en la cama y ya mermada por el segundo ataque. Eve le habla de historias financieras... como si nada ocurriera. Cuando Anne habla no logra entenderla. Eve nos pone de relieve esa dificultad que experimentamos los seres humanos cuando ya no podemos "hacer" nada más que "estar" - algo que Georges va a asumir admirablemente -, que acompañar al otro en su camino hacia la muerte en un camino donde el sufrimiento es explícito. En una escena posterior tenemos un diálogo entre padre e hija interesante:

Eve: ¡Mamá desvaría! [...] ¿Qué está ocurriendo? No podemos dejarla tumbada sin más. Ni la reconozco, es de locos.
Georges: No se puede hacer más por ahora. Sigue un tratamiento, toma la medicación. No hay otro tratamiento.
Eve: ¿¡Cómo que no hay otra posibilidad!? Y si la ingresas en el hospital.
Georges: Ha tenido otro ataque. Vertier la examinó y cree sinceramente que debemos evitar llevarla al hospital. Además no se la quedarían, la mandarían a una residencia y lo que hacen allí puedo hacerlo yo aquí. Y... además, no irá a una residencia. Se lo prometí.
[..]
Eve: La verdad, no puede ser que hoy en día no tenga la posibilidad de un tratamiento más eficaz.
Georges: Nada te impide averiguarlo... Supongo que me creerás si digo que quiero a tu madre tanto como tú. Y te lo ruego, no me trates como un tarado incapaz de tomar decisiones lógicas.
Eve: No he dicho eso, pero dudo que tenerla aquí sea lo mejor...

Finalmente Georges eleva su tono de enfado ante lo que parece estar pasando un examen ante su hija y su yerno... Mientras unos hablan de lo que es "operativo" - cosa de la que George ya se encarga en realidad -, Georges habla de la importancia de respetar la voluntad de Anne y de "estar" con ella. El clíma de máxima tensión entre ellos es hacia el final de la película, donde la emoción de Eve, que es una emoción de desesperación y no exenta de sentimiento de culpabilidad, sigue sin reconocer la elección de Georges:

Eve:¿Y que va a pasar ahora? - de nuevo el examen -
Georges: ¿Qué que va a pasar? La enfermera viene tres veces a la semana, cada quince días el doctor Vertier y la peluquera. ¿Es lo que querías saber...? Todo seguirá como hasta ahora. Irá de mal en peor y así hasta que un día se acabe.
Eve: No puedes seguir de este modo papá. No...
Georges: ¿Y qué me propones?
Eve: ¡No podemos hablar en serio los dos!
Georges: ¿A qué llamas hablar en serio? ¿Quieres llevártela a tu casa o quieres mandarla a una residencia? ¿Es eso? ¿Eh? ¡Vamos... hija! ¡Vamos, háblame en serio!

Como vemos, este tema nos plantea hoy también la problemática de los ancianos en una sociedad como la nuestra en la que, paradójicamente, y al mismo tiempo sintomáticamente, el aumento de la esperanza de vida ha venido unido con el deterioro de su calidad y sobretodo de su dignidad.

Eve: ¿Y ahora qué va a pasar?

II. AMOR E INTIMIDAD: El camino que construye un espacio.

De la misma manera que antes dijimos que el amor requiere tiempo, el amor que se construye con el camino también requiere de un espacio, el espacio de la intimidad. La sobriedad y la sencillez de Haneke es, como ya dije, lo que da una fuerza especial a esta película. El apartamento y sus dos protagonistas llenan la película de una intimidad conmovedora. Eso es algo que Haneke  nos introduce al principio de la película cuando Anne es intervenida en el hospital. El director alemán nos muestra entonces distintos planos del apartamento solitarios y oscuros, de un extraño inmovilismo, como adentrándonos en el espacio en el que sólo la presencia de Anne y Georges lo va a transformar en un espacio de intimidad donde sus presencias se van a encontrar en ese algo nuevo de lo que Georges nos habla. Me recuerda su planteamiento a las odas de Pablo Neruda, odas a objetos inanimados que parecen tener alma... el alma que les confiere precisamente su contacto con el ser humano. El alma que para ese apartamento son Anne y Georges.

Entre las paredes de ese apartamento y sus objetos vamos a asistir a una intimidad hecha no de grandes movimientos dramáticos ni de sentimentalismos superfluos, sino una intimidad hecha del amor entre dos seres humanos cada uno de los cuales se nos muestra con las peculiaridades y limitaciones de su caracter. Al no ser personajes emocionalmente intensos, el amor gana entre ellos una presencia sumamente especial en el transcurrir de la película en los pequeños gestos, las miradas, pequeños gestos y miradas que de repente nos hacen percibir la verdadera fuerza del amor más alla de cierta torpeza emocional, y como a pesar de esta, el amor se torna cierto en una situación tan sumamente dramática como lo es la invalidez y el deterioro en la vida de una pareja de ancianos. Es justamente esa torpeza emocional, una torpeza tan frecuente en todos los seres humanos, en unos por defecto, en otros por exceso, que por ello se torna tan conmovedora... La historia de estos dos ancianos nos muestra el amor que se construye a pesar de los límites del caracter, no un amor inflacionado hecho de grandes manifestaciones sino un amor real hecho de pequeños gestos posibles para cada uno de sus protagonistas.

Hay varias escenas conmovedoras en la película, pero hay una de ellas que cuando la ví me hizo saltar unas pequeñas lágrimas - en esa película todo es pequeño y por ello conmovedor - y que, cada vez que la veo, me las sigue haciendo saltar, porque en su sencillez rezuma la expresión del verdadero amor que sienten dos seres que han construido una vida en común y que ahora se enfrentan a un duro final de trayecto. La escena corresponde a cuando Anne ya ha sufrido un segundo ataque y está considerablemente mermada. Georges esta sentado en la cama mirándola mientras ella balbucea algunas palabras con suma dificultad. Él sigue animándola a pronunciarlas... Anne entonces levanta su mano y extendiéndola la pone cuidadosamente sobre la de Georges. Este baja su mirada y contempla la mano sobre la suya. Unos instantes después él le pone su otra mano encima y se quedan mirándose ambos en silencio... Hay más amor e intimidad en esa imagen que en todas las definiciones que podamos dar del amor y que en todos los grandes abrazos y besos que se han contemplado en la gran pantalla. Ese momento es verdadera poesía hecha imagen.


Amor
Amor hecho gestos y miradas, amor encarnado, amor que trasciende la emoción para ser puro sentimiento discreto, silencioso, sutil...

Pero la intimidad no sólo está hecha de momentos tiernos sino también de los momentos duros, pues en la intimidad de una pareja transcurre todo lo que sucede entre dos seres que conviven. El amor tiene también sus momentos crueles, como en la escena en la que Anne se niega a beber - como testimonio de su voluntad de morir - y acaba con Georges dándole una bofetada ante su testaruda persistencia al escupir el agua que pretende hacerle beber. Es impactante la mirada que hace Anne a Georges cuando este le dice: "Vamos Anne, si no bebes morirás. ¿Eso quieres?" En su mirada está la respuesta."No puedes obligarme a dejarte morir de sed" - le dice Georges -. Si te empeñas deberé llamar al doctor Vertier y te ingresará en un hospital. Te alimentarán artificialmente. ¿Eso quieres? Te prometí que no pasaría pero ayúdame... Esto me supera... Vamos Anne". Vuelve a intentar darle de beber pero Anne sigue cerrando la boca. Georges pierde la paciencia y la fuerza a beber, pero Anne escupe el agua y Georges le da una bofetada... "Lo siento... perdóname" -  le dice conmocionado por el hecho sucedido -. ¿Qué hacer cuando el amor pide dejar morir y cuando el amor no quiere dejar morir? De nuevo la temática que ya introdujimos en Las horas entre Virginia Woolf y su esposo Leonard se nos hace muy presente. Estos son ejemplos de los lugares espinosos por los que el amor debe transitar en ocasiones, lugares donde un acto aparentemente violento como la bofetada sólo es comprensible desde el amor y las difíciles frustaciones con las que nos enfrenta como la voluntad de morir de Anne o el cumplimiento de la promesa que Georges le hace de no llevarla más a un hospital.

No puedes obligarme a dejarte morir de sed.

III. SOBRE LOS LÍMITES DEL AMOR.

                                                                              Todo lo que se hace por amor, se hace más
                                                                              allá del bien y del mal. (F. Nietzsche)

Llegamos así al final de la película. Anne gritando "duele", como ocurre en otras ocasiones. Georges acude a cuidarla y le cuenta una historia suya de infancia para calmarla... La calma, y justo en ese instante, tras un corto momento de duda, coge un colchón y la asfixia. Con el amor pasa como con la verdadera democracia, la única real, la de los pueblos... Está por encima de las leyes. Los actos que suceden por amor no pueden leerse bajo prismas convencionales, y la muerte de Anne a manos de Georges hay que leerla por encima de lo convencional. Esta muerte es una muerte por amor que reconcilía la voluntad de morir de Anne con la promesa de fidelidad hecho por George sobre  no ingresarla y, finalmente, a su deseo de no perder a su compañera de viaje, de vida. Por eso finalmente no cabe más que añadir a la muerte de Anne su propia muerte. No es ni tan siquiera un acto de compasión en el sentido que una lectura sobre la eutanásia podría hacer. No se trata de eso.

El motor que mueve a Georges a poner fin a la vida de Anne no es la compasión, es el amor, el amor en su máxima expresión, por eso el final de la película no podía ser de otra manera, un final romántico a la manera de Haneke con Georges saliendo por la puerta del apartamento tras una Anne como cuando antes de la operación... Un final romántico austero y sencillo de un George que con su muerte se une a la de Anne en una revisión del trágico concepto de amor romántico como aquel que continúa tras la muerte, si bien aquí - a diferencia del clásico - este amor es una continuidad del amor que ambos construyeron y vivieron en vida. Un final romántico que se construye sobre un amor cierto y vivido, hecho camino y proyecto con todas sus vicisitudes y continuado en la muerte y tras la muerte con la misma sencillez y complejidad cotidiana con la que posiblemente se vivió.

Amor tras la muerte.

 Tras poner fin a la vida de Anne, Georges se ocupa de ofrecerle un lecho con flores y pétalos y la viste con uno de sus elegantes vestidos. Escribe una carta que, fácil es de imaginar, es para Eve. En ella le relata el episodio de la paloma. Una paloma que entra en el apartamento a través de una ventana abierta. Georges relata que es la segunda ocasión. En esta última, George la coge atrapándola en una  manta. La acaricia y luego cuenta que volvió a soltarla. Bonita imagen que anuncia simplemente lo que sigue, ese final romántico que he relatado. Ya no es tiempo para que el amor "duela" encerrado solitario en el apartamento... Es tiempo para que el amor "vuele" y continúe más allá de la vida y se una a Anne. 

Michael Haneke ha hecho una notable contribución a la comprensión del amor, quizá la única posible, puesto que el amor posiblemente no se define, no se entiende, y más allá de la reflexión religiosa, filosófica, psicológica, biológica... Haneke nos ha ofrecido un pequeño tesoro, quizá el más importante: el amor se ve y se oye, se siente... y quizá tan sólo hay que tener ojos pra ver y oídos para oír, corazón para sentirlo.

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ENTRADA RELACIONADA.

LAS HORAS (Stephen Daldry, 2003)
(Parte I. Una reflexión sobre la depresión y la crisis existencial)
(pulsa aquí para acceder a la entrada)

CISNE NEGRO (DARREN ARANOFSKY, 2010): UNA REFLEXIÓN SOBRE LA PSICOSIS.

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Desde que en 1960 Hitchcock perturbara las salas de cine con la obra maestra de Psicosis y la terrorífica historia de Norman Bates (interpretado por un soberbio Anthony Perkins), el cine ha visitado en numerosas ocasiones el mundo de la psicosis. El 2010 nos trajo dos películas interesantes sobre el tema: Shutter Island (Martin Scorsese) y la película a la que vamos a recurrir aquí para explorar este complejo trastorno psíquico, Cisne negro, dirigida por Darren Aronofsky e interpretada por Natalie Portman, Vincent Cassel y Mila Kunis entre otros. 

Darren Aronofsky ya ha abordado en otras películas la complejidad psíquica. Recordemos la inestimable Pi: el orden del caos (1998)  - obsesión y paranoia -, o en Requiem por un sueño (2000) - en relación al mundo de la adicción a la droga -. En Cisne negro Aronofsky nos adentra en el mundo de la psicosis a través del mundo de la danza clásica y de uno de sus ballets más conocidos y sobresalientes: El lago de los cisnes, de Tchaikovsky.Cisne negro nos cuenta la historia de la Nina Sayers(gran actuación de Natalie Portman), bailarina de la compañía de ballet de New York, a quien su director Thomas Leroy(Vincent Cassel) le ofrece la posibilidad de ser la primera bailarina interpretando el duo Odette / Odile del Lago de los Cisnes, en la que la misma bailarina interpreta el papel del Cisne blanco y el del Cisne Negro. Para seguir algunos momentos del comentario ofrecemos en la nota 1 un breve resumen de la estructura dramática del Lago de los cisnes.

I. SOBRE LA PERSONALIDAD DE NINA. Psicosis y forclusión.

Natalie Portman como Nina Sayers
El inicio de la película ya nos muestra en sus primeras imágenes el mundo de Nina Sayers. Tras despertar de un sueño en el que interpreta la transformación de la reina Odette en cisne a manos del mago Rothbart, vemos a Nina despertando en una habitación más propia de una niña que de una mujer, rodeada de peluches y de muebles como de una pequeña princesa. Luego vemos aparecer a un personaje importante, Erica Sayers(la siempre magnífica Barbara Hershey), su madre, en su juventud también bailarina, y que a través del avance de la película se nos muestra como una madre sumamente controladora y posesiva con su hija. De una forma muy parecida al Norman Bates de psicosis, la madre gozante alcanza un status de superyó obsceno vetándole todo acceso al mundo de su propio deseo. Es significativo, en este sentido, cuando Nina, que se está masturbando en la cama - por indicación de Thomas - se da cuenta de repente que su madre esta dormida en una silla, interrumpiéndose avergonzada ante su presencia. Observamos también en Nina ciertos comportamientos propios de la retroflexión en las lesiones que se inflinge rascándose con las uñas la espalda, así como también transtornos de alimentación. Excepto la danza y a su madre, Nina no parece tener mucho más en su vida. Como le indica Thomas en un momento en el que Nina le pide que le de el papel:

Escuha Nina. te aseguro que no me preocupa tu técnica, deberías saberlo [...] La verdad es que cuando te miro sólo veo el Cisne blanco, eres preciosa, temerosa, frágil. El reparto ideal. Pero el Cisne negro, es muy difícil bailar los dos [...] En cuatro años, cada vez que bailas, te he visto obsesionada en que cada paso y movimiento sean correctos, pero nunca te he visto soltarte. ¡Jamás! ¿Tanta disciplina para qué? [...] Nina le responde que ella sólo quiere ser perfecta, a lo que Thomas le responde: La perfección no es sólo cuestión de control. Es también saber soltarse, sorprenderte para así sorprender al público, trascender y eso pocos lo llevan dentro...


Técnica pero falta de pasión, apolínea pero falta de Dionisos. Disciplinada pero falta de espontaneidad... Sin embargo, finalmente logra el papel y la historia empieza a construirse a partir de este momento.

Observamos también en esas escenas iniciales los primeros síntomas que nos llevan a la sospecha de que algo ocurre con la frágil Nina, se trata del primer encuentro con el doble negro... o, siguiendo la trama de la película: el cisne blanco se cruza con el negro, la frágil Nina con su doble, no tanto como sombra reprimida, sino como imagen especular de aquello sobre lo que no tiene modelo al que referenciarse (ver más adelante  "La pérdida del espejo en el que reflejarse").

El primer encuentro con el doble inasumible.

- Psicosis y forclusión. Sobre la función paterna.

Una primera indicación de la psicosis de Nina la hallamos en esa presencia excesiva de la madre y en la total ausencia de la figura paterna, sobre la que no hay la más mínima referencia. Más allá del presente en el cual se desarrolla la película, cuando se ve a Nina y, en especial con la relación que mantiene con Erica, se diría que nunca hubo padre, de la misma manera que cuando se ve a Erica se diría que nunca hubo un hombre. Un concepto que Lacan destacó en relación con la psicosis fue la forclusión, concepto por el que se entiende el rechazo radical de un elemento particular del orden simbólico, en este caso, de la función paterna, o el Nombre del Padre como Lacan prefería utilizar. Para tener claro de que hablamos acerca de la función paterna es importante diferenciarla de algo que tenga que ver con el padre como ser humano concreto, con su personalidad y estilo peculiares dentro del rol que ejerce en la familia. La función paterna tiene que ver con el rol que cumple dentro de la estructura simbólica que ocupa en la familia y que se define en los siguientes términos:

La función paterna en una familia nuclear generalmente interviene entre la madre y el niño, impidiendo que el niño quede completamente atrapado por la madre, y que la madre  se devore al niño. Lacan no afirma que todas las madres tienen una tendencia a atrapar o devorar a sus hihos (aunque algunas lo hacen); más bien sostiene que los niños "perciben" el deseo de su madre como peligroso o amenazador. Esta "percepción" refleja, en algunos casos, el deseo del niño de serlo todo para la madre (lo que en última instancia, aniquilaría la posibilidad de que se constituya como un ser separado de su madre) y, en otros casos, la reacción a una tendencia real de la madre de obtener con su  hijo una especie de satisfacción que no ha logrado obtener en otro lado. [2]

Es indudable que esta última opción es la que se perfila sin lugar a dudas en la relación que Erica mantiene con Nina. Varias escenas de la película así nos lo muestran invadiendo constantemente su intimidad o controlándola sin ningún límite. Es especialmente impactante la escena  en la que se percibe ese deseo materno posesivo y en la que le quita el vestido a una Nina incómoda hasta que se da cuenta de que se ha vuelto a rascar la espalda y la arrastra desnuda hasta el lavabo para cortarle violentamente las uñas. Las imágenes correspondientes a esta escena nos muestran claramente a Nina, como hija, presa del goce materno de Erica, su madre.

Nina, como hija, presa del goce materno de Erica, su madre. 
Esa es la función paterna: proteger al niño del deseo de la madre, lo que significa tanto del suyo como niño, como del de la madre propiamente, o el de ambos. Como ya hemos dicho, se trata de una función simbólica independiente de la personalidad concreta del padre. En lacaniano diríamos que esta función debe ser inscrita en el lenguaje, y eso es lo que hace que la función paterna sea independiente del mayor grado de presencia o ausencia del padre concreto. En esta función paterna más importante que la presencia o la ausencia es la apelación al nombre (por eso Lacan llamó a la función paterna Nombre del padre) sobretodo por parte de la madre y en la cual:

vemos el funcionamiento del padre como parte del discurso, es decir, como un elemento del discurso de la madre. La función paterna está aquí referida al sustantivo "padre" en la medida que la madre se refiere a él como una autoridad que está más allá de ella misma. [3]

Si esta validación de la autoridad paterna no se ve apelada por la madre ("No le contaremos esto a papá", "No le hagas caso, ya lo solucionamos tu y yo", "Déjale decir y ya lo arreglaremos nosotros", etc. etc.) tanto da que un padre pueda ser muy presente, pero la función paterna que se establece como Ley que prohibe el deseo materno no es realizada.

Hay una imagen, al principio de la película, que habla de la madre por sí misma acerca del tipo de mujer que se trata. Cuando al llegar a casa Nina abre la puerta de la habitación de su madre nos muestra toda una pared con fotos y autoretratos pintados de ella misma y de su hija.

La habitación materna
Todo nos hace pensar que en el caso de Nina la función paterna ha estado forcluida, obviada dentro de la estructura simbólica necesaria para el desarrollo del niño y que ella ha quedado sujeta al deseo materno lo cuál nos lleva a tener que reflexionar sobre la posible estructura psicótica de su caracter. Ejemplos de este tipo de madre los hallamos en la pelílcula Psicosis de Hitchcock o en La pianista de Haneke. También, aunque en esta ocasión lo tenemos en relación a la figura paterna, vemos un caso parecido en Shine, el esplendor de un genio de Scott Hicks.

II. REFLEXIONES SOBRA LA ESTRUCTURA PSICÓTICA DE NINA.

Es obvio que Cisne Negro es ante todo una película en la que su director se propone contar una historia de fuerte impacto emocional e intriga y no crear un personaje ajustado a un cuadro clínico concreto, si bien la patología es un elemento importante en Nina. Quizá por ello ha dado lugar a distintos posicionamientos en relación al tipo de patología que sufre. Voy a mostrar los elementos que creo que colocan a Nina dentro de una estructura psicótica siguiendo las evoluciones que sufre el personaje durante la película y su sintomatología.

- La pérdida del espejo en el que reflejarse.

Nina entra en crisis desde el momento en que puede acceder a ser la primera bailarina de la compañía. Desde este momento su personalidad irá sufriendo una disgregación progresiva, un mayor estado de confusión y desestructuración resultado de la suma de diferentes factores que iremos viendo a lo largo de la película. Uno de los efectos de quedar sujeto al deseo de la madre es que el individuo no puede desarrollarse como un ser independiente, lo que significa que al fallar la función paterna no se van a dar los procesos de castración y la represión primaria del deseo materno que, no obstante, permiten la inscripción del individuo en lo simbólico, es decir,  en la estructura familiar y, posteriormente, en el orden social necesarios para dar un sujeto independiente. Cuando este proceso no se da por la forclusión de la función paterna, el individuo necesita de un espejo en el que reflejarse, o dicho de otra manera, un modelo al que imitar, queda inscrito, por lo tanto, en el plano de lo imaginario:

lo imaginario continua predominando en la psicosis, y lo simbólico, en el grado en que es asimilado, queda "imaginarizado": es asimilado no como orden radicalmente diferente que reestructura el primero, sino simplemente por imitación de otras personas. [4]

Hay un comportamiento que sorprende en Nina cuando antes de la prueba de selección asiste a la reacción de ira de la primera bailarina "destronada", Beth Macintyre (Wynona Ryder) en su camerino. Una vez esta sale furiosa de él, ella entre y coge su pintalabios, como posteriormente se nos muestra que ha cogido otros objetos de cosmética y estética de Beth. Es curiosa esa reacción de tomar los objetos de la primera bailarina para ella... ¿No es acaso eso una reacción especular en el que ella se refleja, una clara imitación de la primera bailarina?. Cuando Nina le pide el papel a Thomas se pinta los labios con el mismo pintalabios. Sin embargo, y como posteriormente Thomas le requerirá, no hay modelo a seguir para que surja la propia pasión, la fuerza y el convencimiento seductor y sensual necesarios para interpretar a Odile, el cisne negro que acompaña a Rothbart en la fiesta en la que el principe Sigfrido debe elegir esposa. La técnica se puede imitar, se puede referenciar pero para la pasión o la emoción no hay modelo, y justamente esa falta de modelo es lo que desestabilizará progresivamente a Nina.

Nina reflejándose en el espejo de Beth

- Predominio de las relaciones imaginarias.

Otro elemento importante en el comportamiento de Nina lo determina la manera en la que surge Lily (Mila Kunis) en su mundo... justamente interrumpiendo la interpretación del cisne negro en su prueba frente a Thomas. Pronto se irá configurando una relación ambigua entre la rivalidad y la atracción con ella, puesto que justamente Lily es su opuesto: dionisíaca, sensual, seductora, espontánea y alegre. El desarrollo que sufre la relación de Nina con Lily en la película se ajusta bastante a un elemento característico de los individuos con estructura psicótica: las relaciones imaginarias. Todos sabemos que el individuo neurótico, más allá de los conflictos con sus iguales suele manifestar un tipo de conflicto que no tarda en referenciarse a las relaciones con los padres, las figuras de autoridad, su propia autoestima, la necesidad de reconocimiento, la imagen social, el éxito profesional. No obstante, se observa en el psicótico un posicionamiento distinto:

El psicótico, en cambio, presenta las cosas de otro modo: el conflicto parece referirse a los otros de su propia edad - rivales, competidores o amantes -  Estos no están tratando de ganarse la figura de autoridad, más bien uno de ellos está tratando de usurpar el lugar del psicótico. [5]

Es a partir de ese fundamento que Nina estructura una relación de tipo paranoico con Lily a quien desde el principio, desde el primer momento ya ve como alguien que quiere arrebatarle el lugar, al mismo tiempo que, y paradojicamente, le atrae como modelo - por ejemplo, en la noche de fiesta en la que sale con ella -. Hay una escena en ese sentido muy clara. Nina, después de un ensayo individual, entra en la sala donde ensayan sus compañeras. En ese momento ve a Lily bailando desenfadada y seductora, alegre, y se queda mirándola porque obviamente observa en ella ese soltarse que tanto le cuesta. Thomas, que lo ve, se acerca a ella y le dice: "Mira como se mueve. Es imprecisa pero sin esfuerzo... No está fingiendo". En la cara de Nina, observándola una vez más, ya se aprecia que le ha dado el status de rival, de aquella competidora que quiere arrebatarle su lugar. Es así como, poco a poco, Nina va desarrollando, en relación a Lily, el delirio paranoico que progresivamente irá manifestándose con más intensidad hasta el final de la película:

El fenómeno familiar de persecución cae claramente dentro de la categoría de las relaciones imaginarias, y es el rasgo predominante de la paranoia. Como dice Lacan, "... en tanto [el paciente] no adquirió, o bien perdió a ese Otro [simbólico, el lenguaje, con su estructura subyacente], se encuentra con un otro puramente imaginario. [...] Este otro lo niega, lo mata literalmente. [6]

Lily. "Mira como se mueve. Es imprecisa, sin esfuerzo... No está fingiendo" 
Justamente, el clímax de su paranoia se alcanza cuando se entera de que Lily ha sido nombrada por Thomas como bailarina substituta. Justo en esa escena se manifiesta lo que aquí estamos proponiendo. Veamos:

Nina: ¡Thomas! ¡Thomas! No puede ser ella.¡Ella no!

[...]
Thomas: ¿Qué te ocurre?
Nina: ¡Lily! ¡Ella va a ser mi substituta!
Thomas: Bueno... Siempre tiene que haber una. Lily es la mejor...
Nina: No, pero ella quiere mi papel.
Thomas: Todas las bailarinas del mundo quieren tu papel.
Nina: No, esto es diferente. Se que va a por mi. Intenta ocupar mi lugar.
Thomas:¡Nadie va a por tí!
Nina: ¡No, por favor creeme...! - Mientra estalla en llanto -

De alguna manera el ejemplo de Beth, la primera bailarina a la que Thomas desplaza por ella, se le presenta como un futuro terrorífico. De hecho en una de sus alucinaciones ve a Thomas haciendo el amor con Lily, aunque luego, puesto que se trata de una alucinación, continua viendo que es su doble negro quien es la que la mira riendo soberbia y gozante... También en ese momento Thomas cambia a una representación del mago Rothbart quien también la mira en una clara proyección alucinada de todo aquello que teme Nina... Ser esa mujer desafiante, soberbia y gozante a la vez que ser una futura Beth. En otra proyección, confusa ante esta alucinación que sufre, corre a devolverle los cosméticos y artículos de belleza que le había substraído de su camerino y le dice:

Lo siento mucho... ¡Te entiendo tanto! Ahora se lo que se siente.. Ella intenta ocupar mi lugar. ¿Qué voy hacer? [...] Sólo intentaba ser tan perfecta como tú(el espejo en el que reflejarse)

El doble negro de Nina con Thomas.
- Las alucinaciones y el delirio persecutorio.

Mientras avanza la película Nina va sufriendo cada vez más alucinaciones: alucinaciones visuales y cenestésicas, delirios persecutorios, signos de despersonalización frente al espejo... y el delirio persecutorio que establece con Lily (el delirio es la estructura - la explicación alucinada - que le permite al psicótico dar sentido a la perplejidad y angustia que le plantea aquello que observa en la realidad). Desde su acceso a primera bailarina Nina es llamada a aquello que no puede dar y que le es exigido por Thomas (de una manera claramente psicopática) en relación al cisne negro: interpretar ese papel tan deseado la lleva a tener que confrontarse con su sexualidad, su femeneidad y su costado más seductor y sensual del que no se puede apropiar. En su caso acceder a ser mujer implica romper con el lugar de "pequeña princesa· y “dulce niña” al que su madre la tiene condenada. Es por ello que, como se da comunmente en estos casos, aquello que se teme negativo para sí mismo es proyectado fuera a través del delirio paranoico sobre Lily, las alucinaciones sobre su doble o las lesiones a través de las cuales parece querer surgir su "doble negro". Una vez más, su doble aparece, como antes su madre, mientras se está masturbando en la bañera, una vez más cuando se entrega a su placer esa imagen debe ser proyectada fuera como el doble perverso puesto que esta sensualidad y este placer le está vedado.

Nina como Cisne blanco presa de Rothbart

- Sobre la alucinación final.

La alucinación del final de la película reúne la matáfora de la imposibilidad de Nina... Cuando Nina viene de interpretar el Cisne blanco, y después de haberse caido, encuentra en su camerino a Lily maquillándose para la interpretación del cisne negro retándola: "Un mal comienzo, Eh. Debe haber sido humillante [...] Estoy preocupada por el siguiente acto. No estoy segura de que puedas hacerlo. ¿Qué te parece si yo bailo el cisne negro por tí?". Y mientras le dice esta última frase, la imagen de Lily se transforma en la de su propio doble. Se enzarzan en una pelea y la Nina "blanca" acaba clavándole un trozo de cristal a la Nina "negra" que justo entonces vuelve a transformarse en Lily... Y es en este momento cuando ella alucina su propia transformación en cisne negro y realiza una magnifica interpretación que se llena de un fuerte empoderamiento de su sensualidad y femineidad seductora...

Nina como Cisne negro.
Al volver al camerino asiste sorpendida a que Lily en realidad no ha muerto, sino que viene a visitarla para felicitarla efusivamente por su genial interpretación. Sólo entoces se da cuenta que cuando mató a 'Nina "cisne negro"-Lily', en realidad fue ella quién se clavó el cristal a sí misma... La emergencia del cisne negro en Nina sólo es posible si muere "el cisne blanco" - como ocurre realmente en la obra -, la "dulce niña", la pequeña princesa, y esa es la condición para que esta transición se de, que ella muera puesto que en ella esta la imposibilidad. Acaba el ballet con el éxito clamoroso de Nina (antes morir dice: "Lo he sentido... Perfecto... Ha sido perfecto) y con su muerte.


La alucinación de Nina: El Cisne negro alado
- Sobre la invasión del goce.

Durante la transformación de Nina en el "Cisne negro", asistimos a otra característica de la psique psicótica: la invasión del goce (entendido este como un exceso de placer mortífero). Tal y como ocurre en esta fase del delirio, el sostenimiento de Nina en lo imaginario (en los espejos en los que reflejarse) es ya muy vacilante y, a diferencia de la estructura neurótica donde la líbido se retira a ciertas zonas del cuerpo (las zonas erógenas), en el psicótico cuyo sostenimiento en lo imaginario colapsa, el cuerpo se ve de repente invadido de goce y el sujeto lo experimenta como una gran voluptuosidad. El cuerpo es entonces cuerpo del goce:

El cuerpo, que en su mayor parte ha quedado vaciado de goce, de repente se ve anegado, invadido por él. Vuelve con una venganza, podría decirse, pues el psicótico muy bien puede experimengtarlo como un ataque, una invasión, una entrada forzada. [7]


La invasión del goce.
Es en esa fase, poseída todo su cuerpo de ese goce que interpreta pletórica al Cisne Negro y que cuando al finalizar su actuación como tal se lanza hacia Thomas y lo besa apasionadamente ante su sorpresa... Es esa invasión de goce que torna como una venganza sobre la "dulce niña" y su cuerpo vacío de goce la que le permite actuar el cisne negro, pero como toda venganza es la que también acaba con su vida y como vamos a ver la que le finalmente le da sentido.

- el odio a la madre.

Previo a la invasión del goce, pero relacionado con ello,  la película desarrolla el clásico tema de la psicosis del "odio a la madre". La rebelión se da cuando, contra el deseo de su madre, sale de fiesta noctura con Lily y después, a la vuelta, traba la puerta con un madero (símbolo de la metáfora paterna que nunca se registró, que veta el acceso del deseo materno) a la vez que le dice a su madre: "¡No entres aquí! ¡Eso se llama intimidad! ¡Ya no tengo doce años!" (en una escena anterior ya había tirado todos sus peluches a la basura). Más tarde, la noche previa al estreno, la hecha de la habitación y le aplasta la mano al cerrar la puerta violentamente sobre ella que persiste en entrar. Y el momento clave en ese registro viene cuando su madre, la mañana siguiente, el mismo día del estreno, llama diciendo que no se encuentra bien tras una serie de alucinaciones que toman su cuerpo y que la llevan a desvanecerse tras darse un golpe en la cabeza. Cuando Nina, disgustada, intenta salir de la habitación para ir al teatro se produce la siguiente conversación:

Nina: ¡Tengo que ir! ¡Sueltame!
Erica: Te quedarás aquí hasta que te encuentres mejor [...] Ese papel te está destrozando

Nina forcejea con su madre para arrebatarle la llave de la habitación...

Erica: ¡Nina! ¿Qué ha sido de mi dulce niña?
Nina: ¡Puta chiflada! ¡Ya no está!
Erica: ¡Nina! ¡Nina! ¡No...! ¡No estas bien...! ¡No vas a poder!
Nina: ¡Soy la reina cisne! ¡Tú nunca llegaste a nada!

Esa es la determinación de aquella que no va a permitir que nadie la arroje de su lugar...

III. UNA REFLEXIÓN FINAL.

De hecho la muerte de Nina, como la muerte del cisne y del príncipe Sigfried en ese fascinante ballet del Lago de los cisnes, es la resolución del problema que le plantea el futuro... Nina realiza una gran interpretación, una interpretación perfecta ("la he sentido... perfecto... ha sido perfecto") que quedará para la posteridad puesto que será la única que realizó. Con su muerte evita su futuro e inevitable desplazamiento (como el de Beth) y como el final del Lago de los Cisnes, en el que el amor de Odette y Sigfried se realiza a través de su muerte y tras la muerte, Nina también perdurará con su actuación con la suya y tras la suya. Una muerte que con su última mirada a su madre antes de la muerte del cisne también la libera de su goce opresivo.

Nina: La muerte del cisne
Existen casos reales que han seguido destinos similares de graves crisis tras alcanzar el objetivo perseguido. En la película - y el libro - Shine, el esplendor de un genio, el pianista David Helfgott sufre una grave crisis psicótica tras interpretar brillantemente el tercer concierto para piano y orquesta de Rachmaninoff, uno de los conciertos más complicados y que exige de un gran esfuerzo para un  pianista. De la misma manera el mítico y gran jugador de ajedrez y ex-campeón mundial Bobby Fischer desapareció misteriosamente de la competición y practicamente del mundo tras ganar en 1972  dicho campeonato a Boris Spassky en el que fue llamado el match del siglo, finalizando así con treinta años de dominio soviético del tablero de ajedrez. Tras breves y fugaces apariciones siempre volvió a su vida retirada y excéntrica, apareciendo en ocasiones en un estado de dejadez y abandono preocupantes, y siempre andaba peleado con unos y con otros. Parece que anduvo aquejado severamente de algún transtorno paranoide, mientras algunos hablan directamente de esquizofrenia paranoide.
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[1] El lago de los cines tiene un argumento estructurado en cuatro actos:

Acto I
En uno de los jardines de su castillo, el príncipe Sigfrido celebra, junto con sus amigos de la corte y extranjeros, su vigésimo primer cumpleaños. De repente, la Reina madre de Sigfrido y sus Damas de Honor, llegan a la fiesta para recordarle a su hijo que la siguiente noche deberá, durante la celebración oficial de su fiesta de cumpleaños, en la que ha preparado un baile en la corte, escoger una esposa. A la fiesta estarán invitadas jóvenes muchachas, entre las más hermosas de la comarca, y el príncipe deberá elegir a una de ellas como futura esposa. Esto causa una gran melancolía en Sigfrido. El Bufón intenta restaurar el espíritu de la feliz ocasión y anima al príncipe formando una partida de caza con sus amigos.

Acto II
En el bosque cerca del lago comienzan a salir de las aguas unos cisnes que se van convirtiendo en hermosas jóvenes. Sigfrido llega al lago y apunta con su ballesta hacia las jóvenes-cisnes cuando aparece la joven reina, Odette. Ella le cuenta que fue transformada en cisne junto con sus compañeras por el malvado mago Rothbart, que vuelven a su forma humana solamente en la noche y que el hechizo solo puede romperlo quien le jure amor eterno. Los jóvenes se enamoran rápidamente. Cuando Sigfrido va a jurarle amor eterno a Odette aparece Rothbart, quien hace que las jóvenes vuelvan a convertirse en cisnes, para evitar que el príncipe rompa el hechizo. Odette se aleja convertida en cisne.

Acto III
Se celebra la fiesta en el castillo donde Sigfrido deberá elegir esposa. Entra la reina madre junto a Sigfrido y el maestro de ceremonias da comienzo al festejo. Se presentan las jóvenes casaderas y la reina le pide a Sigfrido que elija esposa. Él piensa en Odette, se niega a escoger esposa y su madre se enfada con él. En ese momento el maestro de ceremonias anuncia la llegada de un noble desconocido y su hija. Es el barón Rothbart que llega a la fiesta con su hija Odile. El príncipe, hechizado por el mago, cree ver a Odette en Odile. Él la escoge como su esposa, la reina madre acepta y Sigfrido le jura a Odile amor eterno. Rothbart se descubre y muestra a Odette a lo lejos. Sigfrido se da cuenta de su terrible error y corre desesperado hacia el lago.

Acto IV
A las orillas del lago las jóvenes-cisnes esperan tristemente la llegada de Odette. Ella llega llorando desesperada, contándole a sus amigas los tristes acontecimientos de la fiesta en el castillo. Aparece Sigfrido y le implora su perdón. Reaparece Rothbart reclamando el regreso de los cisnes. Sigfrido y Odette luchan contra él, pero todo es en vano, pues el maleficio no puede ser deshecho. Los dos enamorados se suicidan lanzándose al lago. Rothbart muere a consecuencia de ese sacrificio de amor y los otros cisnes son liberados del maleficio.Se ve aparecer sobre el lago los espíritus de Odette y Sigfrido ya juntos para siempre.

[2] Fink, Bruce. Introducción clínica al psicoanálisis lacaniano. Gedisa Editorial, pág. 108
[3] Ídem anterior, pág. 109
[4] Ídem anterior, pág. 119
[5] Ídem anterior, pág. 127
[6] Ídem anterior, pág. 127
[7] Ídem anterior, pág. 128

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OTRAS PELÍCULAS DE INTERÉS.



PSICOSIS (PSYCHO, 1960)
Director: Alfred Hitchcock

Actores: Anthony Perkins, Vera Miles, John Gavin, Janet Leight.

Una joven secretaria, tras cometer un robo en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman. Todo parece normal y tranquilo tanto en el apartado motel como en la casa de al lado en la que viven Norman y su madre, pero las cosas no son lo que parecen.





VESTIDA PARA MATAR (DRESSED TO KILL, 1980)

Director: Brian de Palma
Actores: Michael Caine, Angie Dickinson, Nancy Allen

Kate Miller (Angie Dickinson), una mujer con problemas, acude a la consulta del psiquiatra Robert Elliott (Michael Caine) para recibir consejo profesional. Después tiene un fortuito y emocionante encuentro en un taxi con un desconocido, con quien ya había coincidido en otro lugar. 







INSEPARABLES (DEAD RINGERS, 1988)
Director: David Cronenberg
Actores: Jeremy Irons, Genevieve Bujold, Stephen Lack


Historia de dos gemelos idénticos, el encantador Elliot y el introvertido Beverly. Son las caras opuestas de una misma personalidad: comparten las mismas costumbres, el mismo apartamento y la misma mujer. Pero, cuando entra en sus vidas una mujer especial, el vínculo que une a los gemelos, se ve, por primera vez, amenazado. Y esta amenaza se traduce en el descenso a un abismo de perversión, drogas y locura. 






LA PASIÓN DE CAMILLE CLAUDEL (CAMILLE CLAUDEL, 1988)
Director: Bruno Nuytten
Actores: Gerard Depardieu, Isabelle Adjani, Madeleine Robinson

Camille (Isabelle Adjani), la hermana del escritor Paul Claudel, sintió desde niña una gran pasión por el arte y en especial por la escultura a la que dedicó gran parte de su vida. El escultor Auguste Rodin (Gérard Depardieu) fue su maestro, y ella se convirtió en su musa. Entre ambos surgió una tormentosa relación amorosa plagada de crisis y rupturas. La escultora tuvo también una vida personal muy agitada: era una mujer demasiado libre e independiente que no se adaptaba a las costumbres y convencionalismos de su época. Al final de su vida, vivió como una mendiga y acabó siendo internada en un psiquiátrico por sus problemas mentales.



SHINE, EL ESPLENDOR DE UN GENIO

Director: Scott Hicks

Actores: Geoffrey Rush, Noah Taylor, Armin Mueller-Sthal, LynnRedgrave

Basada en la vida de David Helfgott, un niño prodigio, Shine examina su tortuosa vida, desde su infancia dominada por su estricto padre, hasta llegar a sus crisis nerviosas cuando es adulto. Cuando es aceptado en una prestigiosa escuela de música en Londres, la Royal College of Music, David se siente capaz de huir de su padre y arriesgarlo todo por su única pasión, la música. Pero el rechazo de su padre y las presiones de su trabajo, acaban sumiéndole en una enfermedad mental. 





SPIDER (2002)
Director: David Cronenberg
Actores: Ralph Fiennes, Miranda Richardson, Gabriel Byrne, Lynn Redgrave

Ambientada en el East End londinense durante los años sesenta. Spider, un hombre de mente frágil e inestable, después de ser dado de alta en un psiquiátrico, es ingresado en un asilo. Allí su mente va reproduciendo una parte fundamental de su infancia.







UNA MENTE MARAVILLOSA (A BEAUTIFUL MIND, 2002)
Director: Ron Howard
Actores: Rusell Crowe, Jennifer Connely, Ed Harrys, Paul Betanny.


Cuenta la vida de John Forbes Nash, ganador del Premio Nobel de Economía en el año 1994. La dirección del filme y la redacción del guion estuvo a cargo de Ron Howard y Akiva Goldsman, respectivamente. Entre el reparto de la cinta se encontraba Russell Crowe —como el personaje principal— y, Ed Harris, Jennifer Connelly, Paul Bettany y Christopher Plummer en los roles secundarios. La historia comienza en los primeros años de vida de un joven prodigio de las matemáticas llamado John Nash, quien comienza a desarrollar esquizofrenia paranoide y a sufrir delirios, mientras ve penosamente como esto afecta su condición física y sus relaciones familiares y amistosas.


SHUTTER ISLAND (2010)
Director: Martin Scorsese
Actores: Leonardo di Caprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Michele Williams

En el verano de 1954, los agentes judiciales Teddy Daniels (DiCaprio) y Chuck Aule (Ruffalo) son destinados a una remota isla del puerto de Boston para investigar la desaparición de una peligrosa asesina (Mortimer) que estaba recluida en el hospital psiquiátrico Ashecliffe, un centro penitenciario para criminales perturbados dirigido por el siniestro doctor John Cawley (Kingsley). Pronto descubrirán que el centro guarda muchos secretos y que la isla esconde algo más peligroso que los pacientes.



HANNAH ARENDT (Margarethe Von Trotta, 2012): ADOLF EICHMANN O EL SUJETO “NORMATIZADO”

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    Recientemente he visto la película Hanna Arendt - aún en cartelera -, de la directora alemana Margarethe Von Trotta (directora de otros interesantes biopics como los dedicados a la mistica medieval Hildegarda Von Bingen - Visión - y el dedicado a la activista y teórica marxista Rosa Luxemburgo) y que recrea el periodo de la vida de la filósofa judía (interpretación excepcional de Barbara Sukova) en la que se ofreció como periodista de la revista norteamericana "New Yorker" para comentar el famoso juicio al criminal nazi Adolf Eichmann realizado en Jerusalén en 1961, y que le reportó numerosos problemas con la comunidad judía norteamericana y la pérdida de amistades como la del filósofo Hans Jonas, la del filólogo e historiador Gershom Sholem o la del lider sionista Kurt Blumenfeld. Hannah Arendt publicó su profunda investigación en el conocido libro Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal.

    Esta película nos permite reflexionar sobre un aspecto que representa la propia Hannah Arendt en relación a la comunidad judia como justamente la posición opuesta de Adolf Eichmann en relación a los nazis, y que Perls nos propuso sutilmente cuando diferencia el individuo "normal" del individuo "normatizado". Arendt nos indica en uno de sus pasajes en Eichmann en Jerusalén:

    Los jueces prefirieron concluir, basándose en ocasionales falsedades del acusado, que se encontraban ante un embustero, y con ello no abordaron la mayor dificultad moral, e incluso jurídica, del caso. Presumieron que el acusado, como toda «persona normal», tuvo que tener conciencia de la naturaleza criminal de sus actos, y Eichmann era normal, tanto más cuanto que «no constituía una excepción en el régimen nazi». Sin embargo, en las circunstancias imperantes en el Tercer Reich, tan solo los seres «excepcionales» podían reaccionar «normalmente». Esta simplísima verdad planteó a los jueces un dilema que no podían resolver, ni tampoco soslayar.

    I. INDIVIDUO NORMAL O INDIVIDUO NORMATIZADO: Sobre la banalidad del mal.

    Hanna Arendt fue esa persona "excepcionalmente normal" para reaccionar en nombre de la integridad intelectual y la búsqueda de la verdad más allá de la fidelidad a su colectividad. A esa defensa de la integridad que es defensa del ser la prefirió, a pesar de las pérdidas y críticas que le ocasionó, al no-ser que podía haberse refugiado en la colectividad. Frente a esa integridad de un pensamiento libre podemos oponer las siguientes palabras de Eichmann quien tras la derrota final de Alemania dice:

    Comprendí que tendría que vivir una difícil vida individualista, sin un jefe que me guiara, sin recibir instrucciones, órdenes ni representaciones, sin reglamentos que consultar, en pocas palabras ante mí se abría una vida desconocida que nunca había llevado. [2] 



    Adolf Eichmann en el
    juicio de Jerusalén, 1961
    Adolf Eichmann, justo al contrario, se nos presenta como el hombre incapaz de pensar, de reflexionar por sí mismo, sin cuestionamiento... Un simple burócrata, un debeísta que sin jefe, sin instrucciones, sin ordenes ni reglamentos no existe, no es... Que sin la norma esta perdido. Es el claro ejemplo del hombre "normatizado" que, ya no sólo en la alemania nazi, sino en muchas de nuestras sociedades modernas, se pretende hacerlo pasar como el ·individuo normal", es decir, aquel que no piensa por sí mismo y acata lo que sus dirigentes le imponen. La evaluación sobre el estado mental de Eichmann fue la siguiente:

    Seis psiquiatras habían certificado que Eichmann era un hombre «normal». «Más normal que yo, tras pasar por el trance de examinarle», se dijo que había exclamado uno de ellos. Y otro consideró que los rasgos psicológicos de Eichmann, su actitud hacia su esposa, hijos, padre y madre, hermanos, hermanas y amigos, era «no solo normal, sino ejemplar». Y, por último, el religioso que le visitó regularmente en la prisión, después de que el Tribunal Supremo hubiera denegado el último recurso, declaró que Eichmann era un hombre con «ideas muy positivas». Tras las palabras de los expertos en mente y alma, estaba el hecho indiscutible de que Eichmann no constituía un caso de enajenación en el sentido jurídico, ni tampoco de insania moral. [3]

    Desde esta perspectiva socio-político-económica el "individuo normal" lo es en la medida en que "no es una excepción", y justamente en ese sentido Hannah Arendt con su reflexión y su búsqueda de la verdad devino la excepción. La perspectiva socio-politico-económica anhela individuos normatizados, es decir, individuos esencialmente sometidos al poder y alos que, llegado el momento, se les pueda manipular para que puedan devenir en buenos ejecutore, como fue el caso y el momento de Eichmann.


    Hannah Arendt y Barbara Sukova, su intérprete.
    Hannah Arendt al hablar de "la banalidad del mal" fue profundamente malentendida, yo diría que, dadas las circunstancias, voluntariamente malentendida, sencillamente se le pedía que renunciara a la verdad por la causa. Sin embargo, con ese concepto, puso de relieve que el horror que subyacía tras el personaje de Eichmann era precisamente que se trataba de un hombre "aparentemente normal", un hombre corriente y no un monstruo o un psicópata cuya sola presencia indujera al miedo: Eichmann no era más que uno entre los demás.Si bien los actos de Eichmann no eran disculpables, ni él inocente,el verdadero horror proviene no de que fueran perpetrados porque Eichmann fuera un monstruo o un fundamentalista convencido, sino simplemente por ser un burócrata, un ejecutor obediente dentro de un sistema que perpetró el exterminio del pueblo judío como "solución final" deviniendo un ser incapaz de reflexionar por sí mismo sobre la naturaleza de sus actos, es decir, un no-ser.

    II. SOBRE EL SUJETO NORMATIZADO: Ser el objeto de una voluntad ajena.


    ¿Cómo un individuo como Eichmann llega a perpetrar los crímenes que se le imputaron? En primer lugar, Eichmann era lo que podríamos llamar un "idealista debeista":


    Según Eichmann, un «idealista» no era simplemente un hombre que creyera en una idea, o alguien que no aceptara el soborno, o no se alzara con los fondos públicos, aun cuando estas cualidades debían forzosamente concurrir en los «idealistas». Para Eichmann, el «idealista» era el hombre que vivía para su idea —en consecuencia, un hombre de negocios no podía ser un «idealista»— y que estaba pronto a sacrificar cualquier cosa en aras de su idea, es decir, un hombre dispuesto a sacrificarlo todo, y a sacrificar a todos, por su idea. Cuando, en el curso del interrogatorio policial, dijo que habría enviado a la muerte a su propio padre, caso de que se lo hubieran ordenado, no pretendía solamente resaltar hasta qué punto estaba obligado a obedecer las órdenes que se le daban, y hasta qué punto las cumplía a gusto, sino que también quiso indicar el gran «idealista» que él era. Igual que el resto de los humanos, el perfecto idealista tenía también sus sentimientos personales y experimentaba sus propias emociones, pero, a diferencia de aquellos, jamás permitía que obstaculizaran su actuación, en el caso de que contradijeran la «idea». [4]

    Es dentro de este contexto que también cabe interpretar las siguientes palabras:


    Eichmann tenía la plena certeza de que él no era lo que se llama un innerer Schweinehund, es decir, un canalla en lo más profundo de su corazón; y en cuanto al problema deconciencia, Eichmann recordaba perfectamente que hubiera llevado un peso en ella en el caso deque no hubiese cumplido las órdenes recibidas, las órdenes de enviar a la muerte a millones dehombres, mujeres y niños, con la mayor diligencia y meticulosidad. Evidentemente, resulta difícilcreerlo. [5]

    El concepto de "banalidad del mal" propuesto por Hanna Arendt es sólo comprensible dentro del concepto que ya desarrollamos al tratar el tema de la psicología de masas en la película de La ola y en la que el individuo es-en-la-colectividad a costa de no-ser-como-individuo. A pesar de las críticas que algunos han objetado al concepto "banalidad del mal" experimentos como el que fundamentó la pelicula citada, conocido como elexperimento de la tercera ola, o el experimento Milgram o el de la cárcel de Stanford (en la que se basó el director alemán Olivier Hirschbiegel para rodar la película El experimento) la parecen dar pleno soporte a esta tesis, así como lo que se deriva de la propia psicología de masas. 


    Cabe preguntarse... ¿Qué serie de circunstancias llevan a un individuo corriente a cometer actos criminales de tamaña magnitud? Eichmann describe con precisión el origen de ese horror en relación precisamente a Hitler (el lider) y a la reacción de la sociedad alemana en relación a él:


    Eichmann dijo que Hitler «quizá estuviera totalmente equivocado, pero una cosa hay que no se le puede negar: fue un hombre capaz de elevarse desde cabo del ejército alemán a Führer de un pueblo de ochenta millones de personas... Para mí, el éxito alcanzado por Hitler era razón suficiente para obedecerle». La conciencia de Eichmann quedó tranquilizada cuando vio el celo y el entusiasmo que la «buena sociedad» ponía en reaccionar tal como él reaccionaba. No tuvo Eichmann ninguna necesidad de «cerrar sus oídos a la voz de la conciencia», tal como se dijo en el juicio, no, no tuvo tal necesidad debido, no a que no tuviera conciencia, sino a que la conciencia hablaba con voz respetable, con la voz de la respetable sociedad que le rodeaba. [6]

    La pasividad intelectual y ética de Eichmann desplaza constantemente en el Otro la decisión... El Otro es quien muestra el camino, él se limita a seguirlo, es un mero cumplidor. Un razonamiento similar de desplazamiento de la responsabilidad le sirvió en la conferencia de Wansee para  ser partícipe de la "solución final" del exterminio de los judíos:


    «En el curso de la reunión, hablaron los hombres más prominentes, los papas del Tercer Reich.» Pudo ver con sus propios ojos y oír con sus propios oídos que no solo Hitler, no solo Heydrich o la «esfinge» de Müller, no solo las SS y el partido, sino la élite de la vieja y amada burocracia se desvivía, y sus miembros luchaban entre sí, por el honor de destacar en aquel «sangriento» asunto. «En aquel momento, sentí algo parecido a lo que debió de sentir Poncio Pilatos, ya que me sentí libre de toda culpa.» ¿Quién era él para juzgar?¿Quién era él para poder tener sus propias opiniones en aquel asunto? [7]

    Durante el proceso Eichmann repitió en inumerables ocasiones que "él cumplía con su deber; no solo obedecía órdenes, sino que también obedecía la ley". Pero la cosa va un poco más allá y, como indica Hannah Arendt, Eichmann había hecho una versión peculiar del imperativo kantiano (afirmaba haber leido La crítica de la razón práctica, y si era así probablemente no había entendido nada) que en su modalidad devaluada tomó la siguiente forma:

    es la exigencia de que el hombre haga algo más que obedecer la ley, que vaya más allá delsimple deber de obediencia, que identifique su propia voluntad con el principio que hay detrás de la ley, con la fuente de la que surge la ley. En la filosofía de Kant, esta fuente era la razón práctica; en el empleo casero que Eichmann le daba, este principio era la voluntad del Führer. [8]

    Este texto es el que nos  interesa más desde un punto de vista psicológico, y es el que nos permite introducir el siguiente punto, la contemplación de cierto sujeto normatizado como un no-ser al asumir convertirse en el objeto de la voluntad de otro.

    III. SER EL OBJETO DE LA VOLUNTAD DE OTRO..

    Lacan nos puede ayudar a entrar más en el fondo psíquico y la lógica perversa que se oculta en una personalidad como Eichmann, aquello que explica que aceptar ser un cierto sujeto normatizado es aceptar no-ser, o dicho de otra manera ser objeto del Otro:

    El sujeto se determina a sí mismo como objeto [...] lo que sirve de soporte a la realidad de la situación de lo que se llama la pulsión sado-masoquista. Y sólo está en único punto - en la propia posición masoquista. Justamente porque el sujeto se hace objeto de una voluntad ajena, ocurre que no sólo se cierra sino también se constituye la pulsión sadomasoquista [...] El sádico ocupa el mismo lugar del objeto, pero sin saberlo, para el goce de otro, y ejerce su acción de perverso sádico, en aras del goce de ese otro. [9]


    Eichmann como oficial de la SS
    Esto es lo que se halla tras la reflexión de Eichmann, o lo que podríamos llamar el imperativo categórico del IIIer Reich: "Comportate del tal manera, que si el Fuhrer te viera aprobara tus actos". Y justo en esa maniobra de postularse "objeto de la voluntad del Otro" se halla el argumento que esgrimieron Eichmann y otros (como ya se observó en los juicios de Nuremberg): ejerzo mi acción no yo, si no como un yo supeditado a la voluntad de un gran Otro (en este caso el Fuhrer) y de su causa. Y es en ese sentido que hay que entender que cuando el tribunal le imputaba los cargos de que era acusado él se declaró "inocente, en el sentido en que se formula la acusación". Y el sentido es que él no había ajecutado nada por voluntad propia, no había matado literalmente a  nadie, judío o no judío, y que sus acciones simplemente eran consecuencia de estar supeditado a una voluntad ajena que le ordenaba en nombre de la ley a ejecutarlas, lo cual, y como indica muy bien Zizek, constituye la lógica perversa que este argumento proporciona:

    La violación de los instintos éticos espontáneos tales como la piedad y la compasión se transformó en la prueba de mi grandeza ética: para cumplir con mi deber estoy dispuesto a asumir la pesada carga de inflingirles dolor a los demás. [10]

    Eichmann cumple ese característica de la psicología de masas descrita por Freud de la identificación con el lider y que Elías Canetti identifica con el hecho de que "la masa necesita una dirección". Es justamente ese tipo de identificación en la que el ideal del yo se exterioriza en el lider el que da lugar a que puedan perpetrarse tamaños horrores. Ese era un tema que no pasó desapercibido al tribunal que juzgó a Eichmann:

    «Describiendo las actividades del acusado en los términos contenidos en la Sección 23 de nuestro Código Penal, debemos decir que aquellas eran, principalmente, las propias de la persona que instiga, mediante su consejo o asesoramiento, a otros a cometer el acto criminal, o que capacita o ayuda a otros a cometer el acto criminal». Pero, «en un delito tan enorme y complicado como el que nos ocupa, en el que participan muchos individuos, situados a distintos niveles, y en actividades de muy diversa naturaleza — planificadores, organizadores y ejecutores, cada cual según su rango—, de poco sirve emplear los conceptos comunes de instigación y consejo en la comisión de un delito. Estos delitos fueron cometidos en masa, no solo en cuanto se refiere a las víctimas, sino también en lo concerniente al número de quienes perpetraron el delito, y la situación más o menos remota de muchos criminales en relación al que materialmente da muerte a la víctima nada significa, en cuanto a medida de su responsabilidad. Por el contrario, en general, el grado de responsabilidad aumenta a medida que nos alejamos del hombre que sostiene en sus manos el instrumento fatal». [11]

    Al mismo tiempo en Eichmann también cumple el encontrar en la masa un cierto sentido de pertenencia y un cierto sentido para sí mismo y para lo que era una vida insatisfactoria  y vacía como él mismo había confesado (ya Perls había dicho que el debeísmo se funda en el fenómeno de la insatisfacción [12]), así como para su ambición frustrada de tener un lugar en la sociedad, entendido éste como el que da una carrera profesional exitosa. Las palabras de Eichmann y el análisis de Arendt son reveladoras en este sentido:

    según dijo durante el juicio: «Fue como si el partido me hubiera absorbido en su seno, sin que yo lo pretendiera, sin que tomara la oportuna decisión. Ocurrió súbita y rápidamente». Eichmann no tuvo tiempo, ni tampoco deseos, de informarse sobre el partido, cuyo programa ni siquiera conocía, y tampoco había leído Mein Kampf. Kaltenbrunner le había dicho: «¿Por qué no ingresas en las SS?». Y Eichmann contestó: «¿Por qué no?». Así ocurrió, y sería estéril intentar darle vueltas al asunto, según Eichmann [...] él había sido un joven ambicioso, que estaba harto de su profesión de viajante de comercio [...] Aquel viento de que antes hablamos le había transportado desde una tarea de ganapán sin trascendencia ni significado, al cauce por el que discurría la Historia, al parecer de Eichmann, es decir, el movimiento que estaba en constante avance, y en el que un hombre como él - un fracasado ante su iguales sociales, ante su familia y ante sí mismo - podía comenzar desde la nada, y alcanzar puestos respetables, si no llegar a la cumbre. [13]

    Un perfil ideal para sucumbir a la tentación de pertenecer a algo, lo que fuera, que le pudiera dar sentido a una vida absolutamente insatisfactoria. La historia de un hombre que se siente fracasado y que encuentra en el partido y en las SS un lugar donde la norma, la ley y la orden le ubica y le ofrece una oportunidad y un espejo en el que reflejarse. Un lugar donde se da la ridícula paradoja de que el sentido se  une al no-ser.

    IV. UN INTERMEDIO: Sobre la película El juicio de Nuremberg (1961).

    En cierta manera Eichmann es el perfil opuesto a Ernst Janning, el juez aleman interpretado por Burt Lancaster en la magnífica y profunda película de Stanley Kramer El Juicio de Nuremberg (1961), inspirado en la figura del juez Franz Schlegelberger, que en la cinta aparece como un reconocido tratadista del Derecho, redactor de la Constitución de Weimar y Ministro de Justicia de la República de Weimar. Ernst Janning se rebela contra la actuación de su abogado (interpretación que le valió el oscar a Maximiliam Shell) en lo que considera "vamos a empezar otra vez"... A pesar de su extensión creo que vale la pena transcribir la declaración de Janning, un ejemplo del individuo que "sabiendo y reflexionando" deja que las cosas ocurran. Ernst Janning sabía, pensaba y reflexionada... pero no actuó. Para los que gustéis de asistir a la gran interpretación de Burt Lancaster, os paso el fragmento de video:

    La declaración de Ernst Janning

    Es importante que lo comprenda no solamente el tribunal sino también el pueblo alemán... Pero para llegar a comprenderlo primero es necesario comprender la época en la que ocurrió... Una fiebre se apoderó de la nación, una fiebre de desgracia, de indignidad, de hambre. Teníamos una democracia, si, pero corrompida por elementos que la componían. Por encima de todo existía miedo. Miedo al presente, miedo al futuro, miedo de nuestros vecinos... Miedo de nosotros mismos. Sólo cuando hayan comprendido esto comprenderán lo que significó Hitler para nosotros, porque entonces él nos dijo: "¡Alzad la cabeza! ¡Sentid el orgullo de ser alemanes! Entre nosotros hay diablos, comunistas, liberales, judíos, gitanos. Cuando consigamos acabar con ellos se acabará también vuestra miseria". Era la vieja, la viejísima historia del cordero propiciatorio. ¿Qué pasó con los que lo sabíamos perfectamente? Sabíamos que esas palabras eran mentira, peor que mentira. ¿Por qué nos callamos? ¿Por qué participamos? Porque amábamos nuestra patria. A fin de cuentas qué importa que pierdan sus derechos unos cuantos políticos extremistas, qué importa que unas minorías raciales pierdan sus derechos. Sólo es una fase pasajera, una etapa por la que tenemos que pasar. Tarde o temprano será superada. Incluso el propio Hitler caerá un día u otro. La patria está en peligro, salgamos de las tinieblas, marchemos hacia adelante, adelante es la palabra mágica. Y la historia nos dice hasta que punto triunfamos. Hasta más allá de nuestros más desenfrenados sueños. Los mismos principios de odio y de poder con que Hitler fascinó Alemania fascinaron al mundo. Nos encontramos de pronto con poderosos aliados. Cosas que se nos negaron cuando eramos democracia se nos ofrecían entonces. El mundo dijo... adelante, cogedlas, la región de los sudetes, las tierras del Rihn, remilitarizarlas, coged toda Austria, cogedla... Y un día miramos a nuestro alrededor y vimos que estábamos ante un peligro mayor todavía [...] Lo que solamente iba a ser una fase pasajera se convirtió en un modo de vivir [...] No resulta fácil decir la verdad, pero si tiene que haber alguna salvación para Alemania, los que sabemos que somos culpables debemos admitirlo, se cual fuere la pena y la humillación que nos cause [...] Mi abogado pretende que ustedes crean que no sabíamos nada de los campos de concentración. Ignorarlo... ¿Dónde estábamos? ¿Dónde estábamos cuando Hitler empezó a clavar su odio en el Reichstag? ¿Dónde estábamos cuando nuestros vecinos eran arrastrados a medianoche? ¿Dónde estábamos cuando en la terminal de tren de todos los pueblos de Alemania los vagones para el ganado eran utilizados para trasladar niños hacia el terrible destino de su exterminio? ¿Dónde estábamos cuando nos llamaban a gritos en la noche? ¿Estábamos sordos, mudos, ciegos? Mi abogado dice que no sabíamos nada del exterminio de millones. Nos justificaría diciendo que sólo conocíamos el exterminio de unos cientos... Es que por ventura esto nos hace menos culpables. Puede que no supiéramos los detalles, pero si no los sabíamos era porque no los queríamos saber... [Sigue la acusación que hace al resto de acusados y a sí mismo] Ernst Janning, el peor de todos ellos, porque sabía lo que eran y, no obstante siguió a su lado... Ernst Janning que convirtió su vida en podredumbre porque permaneció con ellos.



    Los vagones del exterminio.
    Este texto, en sí mismo, da mucho para reflexionar (la importancia del miedo, la justificación de actos injustificables, la utilización de la patria como justificación de actos injustificables, la ceguera de la ley a la justicia, algo que nos suena hoy en día, la corrupción de la democracia, etc.). Hay unas palabras finales (no deja de ser curioso que la película se rodó el mismo años que se realizó el juicio a Eichmann) que dice el juez Haywood (Spencer Tracy, quien junto a Maximilian Shell fue candidato al oscar al mejor actor) y que parece dar la razón a Hannah Arendt en relación al concepto de "banalidad del mal":


    Spencer Tracy como el juez Haywood
    La historia y el destino de Janning iluminan la más rotunda verdad que hemos conseguido poner de relieve en este juicio. Si él, y los demás acusados, hubieran sido seres perversos, y si los jefes que mandaban en el IIIer Reich hubieran sido monstruos sádicos y maníacos lo... lo ocurrido no habría tenido una mayor significación moral que un terremoto o cualquiera otra catástrofe. Pero este juicio ha demostrado que durante una crisis nacional, seres normales, incluso hombres capaces y excepcionales pueden engañarse a sí mismos hasta cometer crímenes tan espantosos e ingentes que rebasan cuanto puede imaginarse. El que haya asistido a este jucio no podrá olvidarlos nunca. Hombres esterilizados a causa de sus ideas políticas, la amistad y la confianza cruelmente escarnecidas, el asesinato de niños... con cuanta facilidad suceden. Reconozco que también en nuestro país hay quienes hablan de la protección de la patria, de supervivencia. Llega un momento en que todo país debe tomar una decisión, en el preciso momento en que el enemigo se aferra a su garganta, entonces parece que el único modo de sobrevivir es emplear los medios del enemigo, hay que sobrevivir como sea, por encima de todo, sin escrúpulos. En tal caso yo me pregunto sobrevivir como qué... Una nación no es una roca, tampoco es la prolongación de uno mismo, es la causa que defiende, aquello que defiende cuando defender algo es lo más difícil. Ante los pueblos del mundo permítanme ustedes que proclame nuestro fallo a aquello que defendemos: JUSTICIA, VERDAD Y EL RESPETO QUE MERECE EL SER HUMANO.

    Me he extendido en el comentario y los discursos de la película El juicio de Nuremberg porque nos permite observar que fueron todos estos elementos los que llevaron a Hannah Arendt a cuestionarse si el juicio de Jerusalén era un juicio al Adolf Eichmann concreto, a un monstruo concreto que perpetró la solución final, o era un juicio al regimen nazi del que Eichmann no había sido más que un burócrata eficiente cumpliendo las ordenes que le fueron encomendadas. No sólo esto, sino que fue más lejos al cuestionar el papel que jugaron algunos representantes y organizaciones judías en sus relaciones con los nazis. Fue todo esto lo que la llevó a considerar que la posibilidad de otro holocausto era posible. De la misma manera que indicó que no era la primera vez que ese tipo de exterminio se había dado (históricamente se han dado variados y distintos tipos de genocidios), y de que no iba a ser la última... Basta que se den las circunstancias (La película La ola nos da la posibilidad de meditar sobre este hecho). De hecho durante el siglo XX se produjeron, a parte del holocausto, varios genocidios: la de los armenios a mano de los turcos, la de los ucranianos a manos del régimen stalinista,  el genocidio camboyano perpetrado por los kmer rojos, y son aun recientes la de los tutsie a manos del gobierno hutú en Ruanda, o la matanza de musulmanes en Srebrenika por parte de las fuerzas Serbio-bosnias... Como le indica el juez Haywood a Ernst Janning en una impresionante escena final, el problema de los grandes horrores empieza con los pequeños horrores que se dejan ocurrir:

    Janning:¡Aquella pobre gente! ¡Aquellos millones de personas! ¡Jamás supuse que se iba a llegar a esto! Debe creerme... ¡Debe usted creerme!
    Haywood: Señor Janning... Se llegó a esto la primera vez que se condenó a un hombre sabiendo que era inocente.

    Como dice el psicoanalista Phillipe Julien, en una extensión del análisis relacionado con Eichmann:

    Allí esta el horror: en Eichmann no hay ninguna profundidad secreta del orden diabólico o maligno, sino una "pura asuencia de pensamiento", ausencia que concierne al mal mismo. Esa es sin duda la novedad del siglo XX, de modo que ese crimen carece de precedentes: burocracia, administración, cuerpo de funcionarios y tecnocracia alcanzaron la forclusión [el borramiento]  del sujeto.


    Estamos ante una paradoja: si no hay invención de una nueva ciencia sin sujeto (como lo mostró Descartes), en cambio la tecnociencia, una vez constituida, tiene efectos sociales que  borran a cualquier sujeto. [14]

    Comentario, éste, que nos ofrece la posibilidad de meditar sobre otra posible extensión sobre la banalidad del mal...

    IV. LA BANALIDAD DEL MAL: Más allá del holocausto y los genocidios.


    Sede del FMI en Washington
    Y más allá del holocausto y los genocidios como el caso más extremo... ¿No hallamos la banalidad del mal en lugares menos evidentes, más borrosos? ¿No es acaso esto aplicable a ciertos ámbitos de nuestra crisis actual? ¿Cuando el FMI (Fondo Monetario Internacional), por poner un ejemplo claro de una institución que por desprestigiada no por ello deja de seguir siendo clave, da sus "recomendaciones", le han visto en alguna ocasión hacerlo basándose en la primacía de la justicia social o el  bienestar de los individuos? No, evidentemente que no, puesto que los tecnócratas que constituyen semejante institución no dejan de ser individuos que son un reflejo del canciller al que sirven: la política de los mercados.Naomí Klein, en su obra La doctrina del shock, ha dejado más que retratada la nefasta intervención de esta institución (que ha demostrado una total incapacidad para ruborizarse) en distintos países emergentes o del tercer mundo, o los errores de sus "recomendaciones" sobre Grecia (como el mismo FMI ha reconocido). Pero que se sepa, mientras que en Grecia los problemas se agravan, todos los tecnócratas que las toman siguen cobrando tranquilamente sus salarios. Todos, desgraciadamente, nos vemos obligados a entender que los bancos no pueden hundirse puesto que son la "pieza clave" de la arquitectura del sistema - un sistema en sí mismo injusto y corrupto -... Entendemos, a regañadientes, que se les ayude como piezas clave de ese sistema... Lo que ya no entendemos es por qué un banco merece esas ayudas y una familia deshauciada no. Lo que sigue sin entenderse son las indemnizaciones y pensiones vitalicias de gestores nefastos de la banca "ayudada (que indecentemente las aceptan, cómo no...) mientras un deshauciado se suicida tirándose por el balcón de su casa porque no sólo pierde su casa sino que se queda endeudado de por vida... ¿Cuándo un juez o un policía ejecuta los deshaucios... piensa, reflexiona?  ¿O es un simple administrador uno y ejecutor el otro de leyes que bajo la imposibilidad de matizarlas adecuadamente devienen en imperativos absurdos carentes de todo sentido de justicia? ¿Cuándo el director de una oficina bancaria, o uno de sus empleados, ejecutó la venta de preferentes especulando con los ahorros de ancianos u otra gente humilde, aprovechándose de su ignorancia y su confianza... piensa, reflexiona, o es un simple ejecutor de las "órdenes" que llegan de su director de área de vender como sea, y que éste, a su vez, seguramente las ha recibido de algun director superior que a su vez las recibe de...? ¿Sobre qué piensan o reflexionan algunos de nuestros  parlamentarios en el parlamento sobre estos temas? ¿Cómo aun no se han planteado la dación en pago en un momento donde se exigen tantos esfuerzos a la gente y los ineptos que nos han llevado a la crisis siguen gozando orondos con total impunidad amparados por una ley que dice que nos hace a todos iguales?

    IV. LA EXCEPCIONALIDAD DE HANNAH ARENDT.

    La libertad no es ante todo la posibilidad de elegir entre dos alternativas, sino la capacidad de iniciar algo nuevo, la capacidad de romper la rutina de todos los días. El hombre puede dar comienzo a algo nuevo, a algo que de otro modo no existiría, el hombre libre evita que el mundo se covierta en algo homogéneo, en una mera repetición. Hanna Arendt [16]


    Hanna Arendt con Heinrich Blücher,
    quien fue su pareja de 1940 a 1970.
    La película Hannah Arendt nos pone de relieve precisamente la excepcionalidad de la filósofa justamente por pensar, por atreverse a reflexionar por sí misma e ir más allá del simple deseo de la colectividad, en ese caso de la colectividad judía, en un caso tan delicado y complejo. Hannah Arendt fue mucho más allá y la visión que nos da de Eichmann como un individuo bastante simple, lleno de clichés y estereotipos, frustrado en sus ambiciones, no estúpido pero tampoco de grandes luces no gustó a la colectividad judía quien simplemente quería representar en Eichmann el monstruo que cometió la atrocidad de la que su pueblo fue objeto. Curiosamente y, en este sentido, Hannah fue brutalmente presionada para que abandonara sus ideas y la publicación de su libro pero, y en ese sentido, siguió dando una lección fundamental: la inviolabilidad del ser está por encima de cualquier circunstancia. En el post scriptum de su libro nos cuenta que puede ocurrirle al ser excepcional que en nombre de la libertad y la búsqueda de la verdad no se repliega a los intereses de su comunidad simplemente porque la libertad que quiere ejercer y la verdad que quiere relatar son incómodas a sus intereses:

    Incluso antes de que viera la luz pública, este libro fue objeto, no solo de controversia, sino también de una campaña organizada. Como es lógico, la campaña, llevada a término con los conocidos medios de formación de imagen pública y manipulación de la opinión general, llamó la atención mucho más que la controversia, de tal manera que esta última quedó acallada por el ruido artificial de la primera. Lo anterior quedó de relieve con especial claridad cuando una rara mezcla de los argumentos de la controversia y los instrumentos de la campaña, en la que se empleaban casi textualmente las frases anteriormente utilizadas —como si los ataques contra el libro (y, más a menudo todavía, contra la autora) hubiesen salido de una máquina copiadora (Mary McCarthy)—, fue remitida desde Estados Unidos a Inglaterra, y, luego, a Europa, donde el libro todavía no estaba en el mercado. Y ello fue posible debido a que las protestas y el clamor se centraban en la «imagen» de un libro que jamás se escribió, y tocaban temas que, no solo jamás había mencionado, sino que ni siquiera se me habían ocurrido. [15]

    La reacción contra Hannah Arendt nos recuerda, tal y como analizamos en La ola, las difíciles relaciones de la masa con el individuo. Recordemos un texto de esta entrada:

    El individuo se manifiesta como el peligro interno de la masa: es la manifestación de la diferencia, de la desigualdad, el representante de la inestabilidad. Las reacciones al individuo que se diferencia de la masa provocan su reacción narcisista, su manifestación de intolerancia y hostilidad. La reacción de la masa con el individuo se corresponde con la tercera propiedad que Canetti destaca como propia de ella: “la masa ama la densidad”.

    Hannah Arent aceptó las consecuencias de ser fiel a su integridad trabajando siempre en el mismo sentido: devolviendo a las críticas mendaces y manipuladoras la profundida de su reflexión y la fidelidad a su pensamiento. Asumió de esa manera el vacío y el desprestigio que políticos e intelectuales, medios de comunicación y amigos de la comunidad judía le hicieron simplemente por ir al fondo de la cuestión... Ella se convirtió en sí misma en la prueba definitiva de lo que encontró trabajando sobre el proceso de Eichmann, justamente la prueba a  la inversa, la del ser cruelmente atacada por defender la independencia de su pensamiento frente al deseo de la colectividad judía. Es en ese sentido emocionante el discurso final que da a sus alumnos - dispuestos a escucharla y a creerla -, un discurso que es una reflexión profunda sobre la importancia de aprender a pensar por sí mismos y a darle a ese pensamiento también la fuerza de la acción comprometida.

    V. UN APÉNDICE FINAL: Sobre la banalización del mal y la manipulación del nazismo.

    A la pregunta por el sentido de la política hay una pregunta tan sencilla y concluyente en sí misma, que se diría que otras respuestas están totalmente de más. La respuesta es: el sentido de la política es la libertad [...] Pero hoy en día esta respuesta no es ni obvia ni inmediatamente convincente, cosa que se aprecia con claridad en que nuestra pregunta actual ya no cuestiona el sentido de la política tal y como antes se hacía: a partir de experiencias que eran de naturaleza no-política o incluso antipolítica, nuestra pregunta actual surge de experiencias políticas muy reales: de la desgracia que la política ya ha ocasionado en nuestro siglo y la mucho mayor que todavía amenaza con ocasionar. De aquí que nuestra pregunta suena mucho más radical, mucho más agresiva y desesperada: ¿tiene, pues, todavía la política algún sentido? Hannah Arendt [17]

    Esa pregunta de Arendt nos permite introducir un tema actual: no quisiera acabar este post sin manifestar la preocupación con la que asisto cuando políticos del Estado español son capaces de utilizar el término NAZI con tanta frivolidad e irresponsabilidad, con tal capacidad de manipulación y, sobretodo, con tan poco respeto por las víctimas del nazismo. Es doloroso y preocupante asistir a como personajes que desempeñan cargos públicos y que forman parte de partidos que se llaman democráticos osan utilizar el termino nazismo para desprestigiar acciones puramente democráticas como lo son en estos momentos la PAH (Plataforma para afectados por la hipoteca) o el resurgimiento del independentismo catalán (que guste o no, sea más o menos molesta para el estado, no deja de ser la expresión de una voluntad de una parte del pueblo catalán). Es denigrante observar como una política como la señora María Dolores de Cospedal tilda de "nazismo puro" las acciones de escrache de la PAH... ¿Qué pretende esta señora con tal declaración? Quizá es bueno recordar a esta señora las palabras del juez Haywood sobre aquello que defendemos: JUSTICIA, VERDAD Y RESPETO POR EL SER HUMANO.¿Cómo alguien con responsabilidad pública puede atreverse a utilizar tamañas comparaciones? Son políticos como ella las que deberían responsabilizarse de las atrocidades que lanzan sin ningún escrúpulo ni respeto...


    Cospedal insiste en comparar los escraches de la PAH con el nazismo.
    (La Vanguardia, 15-04-2013)
    De la misma manera varios representantes del PP (entre ellos el ministro Margallo), o algunos colaboradores hanituales de la FAES, han comparado el creciente independentismo catalán con el nazismo en lo que es una manipulación política no sólo nefasta sino altamente peligrosa. Vuelve la cuestión del juez Haywood aplicada a la política: ¿En política vale todo? ¿En democracia la estrategia de engañar y manipular al pueblo a cualquier precio y con cualquier medio, por disparatado que sea, es política? ¿Qué se pretende generar al tildar de nazismo todo lo que no es cómo ellos creen? Como diría Hannah Arendt, son personas "aparentemente normales" las que son capaces de decir tamañas atrocidades. 


    García-Margallo critica el nacionalismo y lo compara
    con el nazismo y el marxismo (La vanguardia, 11-10-2012)
    También en el PSOE han aparecido este tipo de despropósitos en dirigentes como Juan Carlos Ibarra o José Bono en las que se ha comparado al President de la Generalitat de Catalunya a Hitler o Mussolini o el independentismo catalán con la Alemania nazi... (me pregunto porque, puestos a decir tonterías, Ibarra no añadió en esta lista a Franco - ¿curioso olvido? -)


    Rodríguez Ibarra compara a Artur Mas y a su proceso soberanista con
    Hitler y Mussolini -Entrevista en Antena 3 (7/3/2013) -
    ¿Vale todo? Es crear miedo, confrontación, odio a toda costa la única manera de enfrentar las diferencias, de justificar el poder...Sería bueno que aquellos que utilizan con tanta ligereza el término "nazi" o "nazismo" reflexionen sobre qué les ocurre a ellos con las diferencias que no se ajustan a su pensamiento o a su ideología... ¿Dónde esta la intolerancia? ¿Dónde la voluntad de no dialogo? ¿Dónde la estrechez de miras? Recomendaría a todo este tipo de personajes que leyera a gente como Hannah Arendt... pero digo recomendaría porque me imagino que simplemente son personas a las que no les interesa reflexionar ni pensar... Que simplemente les interesa el partido y el poder a cualquier precio, o que simple, y preocupantemente, están devorados por el odio y el resentimiento. Por eso con personajes como estos, no es de extrañar que en política desgraciadamente hoy en día valga todo, incluso algo tan y tan grave como utilizar el nazismo con lo que nada tiene que ver con ello, simplemente como arma arrojadiza, creadora de miedo y de odio, a veces, y horrorosamente, como medio para comprar el voto. Parece que para ellos nazi es todo lo que no es como ellos creen: quizá una curiosa paradoja proyectiva. 



      [1] Arendt, Hannah.Eichmann en Jerusalén. Un estudio acerca de la banalidad del mal. Editorial Lumen, pág.21
      [2] Ídem anterior, pág. 24
      [3] Ídem anterior, pág. 20
      [4] Ídem anterior, pág. 30
      [5] Ídem anterior, pág. 20
      [6] Ídem anterior, pág. 78
      [7] Ídem anterior, pág. 71
      [8] Ídem anterior, pág. 84
      [9] Lacan, Jacques. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Paidós, pág. 192
    [10] Slavoj Zizek.Como leer a Lacan. Paidós Espacios del saber, pág. 114
    [11] Ver nota 1, pág. 148
    [12] Perls, Fritz. Primera de cuatro conferencias de Fritz Perls en Teoría y Técnica de la psicoterapia guestáltica, Joen Fagan e Irma Lee Shepherd (compiladoras).Amorrortu editores. Argentina. Págs. 22-44
    [13] Ver nota 1, pág. 25
    [14] Julien, Phillipe.Psicosis, perversión, neurosis. La lectura de Jacques Lacan. Amorrortu editores, pág. 33
    [15] Arendt, Hanna.Sobre la revolución. Editorial Alianza, pág. 167
    [16] Ver nota 1, pág. 168
    [17] Arendt, Hannah. ¿Qué es la política? Paidós Pensamiento Contemporáneo, págs. 61 y 62

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    PELÍCULAS DE INTERÉS RELACIONADAS CON EL CASO EICHMANN.

    EICHMANN (2007)
    Director: Robert Young
    Intérpretes: Thomas Kretschmann, Troy Garity, Franka Potente, Stephen Fry.
    Pelicula basada en los interrogatorios de Eichmann por parte del capitán Avner Less y en las que el director se toma ciertas licencias en las que se permite especular sobre algunos hechos de la vida de Eichmann libremente, si bien en líneas generales se trata de una correcta aproximación a esta faceta del proceso a Eichmann.
    LA CAZA DE EICHMANN (TV-1996)

    Director: William A. Graham
    Intérpretes: Robert Duvall, Arliss Howard, Jeffrey Tambor, Jack Laufer
    En 1960, el servicio secreto israelí descubre que Adolf Eichmann, una de las figuras claves del Holocausto judío, vive refugiado en Argentina bajo el nombre de Ricardo Clement. Se abre entonces una investigación sobre el pasado de Eichmann buscando las razones que lo llevaron a participar en el exterminio del pueblo judío. 



    EL JUICIO DE NUREMBERG (1961)
    Director: Stanley Kramer
    Intérpretes: Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich, Maximiliam SchelL, Montgomery Cliff, Judy Garland.

    Extarordinaria película con extraordinarias interpretaciones sobre los juicios de Nuremberg. La película examina las cuestiones de la complicidad individual de los ciudadanos en los crímenes cometidos por el Estado, además de un amplio recorrido moral y ético sobre el valor de los derechos humanos. El guion no tuvo carácter propagandístico, ya que aborda directamente hasta las cuestiones más complicadas.
    NUREMBERG (TV-2000)

    Director: Yves Simoneau
    Intérpretes: Alec Baldwin, Brian Cox, Cristopher Plummer, Jill Henessy.

    Interesante miniserie que nos narra cuando tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Hermann Göring se entrega a los americanos. Samuel Rosenman, quien sigue órdenes del Presidente Harry S. Truman, recluta a Robert H. Jackson para los preparativos de un tribunal de guerra contra Göring y sus demás hombres que sobrevivieron, entre los que se encuentran Albert Speer y demás arrestados por crímenes de guerra, los cuales permanecen recluidos en la Base estadounidense en Bad Mondorf. 



    GOOD (2008)
    Director: Vicente Amorin
    Intérpretes: Vigo Mortenssen, Jason Isaacs, Jodie Whitaker, Steven Mackintosh

    La película presenta la historia de John Halder (Viggo Mortensen), un profesor de literatura que enmarcado en la década de 1930, se niega a aceptar las ideas del Partido Nazi. John lleva una vida emocionalmente precaria, con una esposa mentalmente ausente, una madre agónica y un amigo judío que comparte sus pensamientos sobre el partido. De pronto, Halder se ve envuelto en distintas presiones que lo llevan a inscribirse al partido, y ser empleado por éste. Así comienza a ascender en su carrera, y la relación con su mejor amigo, quien comienza a ser perseguido como todos los demás judíos, se complica.


    AMEN (2002)
    Director: Costa-Gavras
    Intérpretes:  Ulrich Tukur, Mathieu Kassovitz, Ulrich Mühe, Michel Duchaussoy

    Película en la que se narra la complicidad con que el Vaticano y varios países del mundo toleraron que el régimen de la Alemania nazi avanzara en el exterminio de judíos antes y durante la Segunda Guerra Mundial y está basada en la obra El vicario de Rolf Hochhuth.





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    PELÍCULAS DE INTERÉS


    Director: Dennis Ganssel
    Intérpretes: Jürgen Vogel, Frederick Lau, Jennifer Ulrich, Max Riemelt

    Basada en el experimento Tercera Ola para demostrar que incluso las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de ideologías autoritarias y dictatoriales, realizado por el profesor de historia Ron Jones en el marco de su estudio sobre la Alemania nazi con alumnos de secundaria al convencer a sus estudiantes de que el movimiento eliminaría la democracia. El hecho de que la democracia enfatiza el individualismo fue considerado como un defecto de la democracia, y Jones hizo hincapié en ello a través de su lema "Fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo".



    EL EXPERIMENTO (2001)
    Director: Olivier Hirschbiegel
    Intérpretes: Moritz Bleibtreu, Maren Eggert, Christian Berkel, Justus von Dohnanyi

    Basada en el experimento de la cárcel de Stanford, un estudio psicológico acerca de la influencia de un ambiente extremo, la vida en prisión, en las conductas desarrolladas por el hombre, dependiente de los roles sociales que desarrollaban (cautivo, guardia). Se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia. Sin embargo, el experimento se les fue pronto de las manos y se canceló en la primera semana.

    TODAS LAS MAÑANAS DEL MUNDO (ALAIN CORNEAU, 1991): INTROVERSIÓN Y EXTROVERSIÓN

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    Todas la mañanas del mundo, una pelicura dirigida por Alain Corneauen 1991, perfecta adaptación de la novela del mismo nombre de Pascal Qignard - quien también fue el guionista y que, a parte de escritor, es también violonchelista y musicólogo-, nos cuenta la historia ficcionada de dos músicos de la época barroca de caracter extremadamente opuestos: la de Monsieur de Saint Colombe (interpretado colosalmente por Jean-Pierre Marielle) y la de su discípulo Marin Marais (interpretado por Gérard Depardieu y cuando joven por Guillaume Depardieu). La película es no solamente conocida por su historia sino por su banda original, seleccionada, dirigida e interpretada por Jordi Savall, y que incluye una selección de piezas de Marin Marais, Sainte Colombe, François Couperin y Jean-Baptiste Lully. Despertó entre el público un notable interés por la música barroca y recibió un gran número de premios a la mejor música para película. Acompañan a Jordi Savall músicos de la calidad de Fabio Biondi, Christophe Coin, Montserrat Figueras, Maria Cristina Kiehr, Rolf Lislevand, Pierre Hantaï y Jérôme Hantaï.

    A través del par de opuestos que constituyen sus personajes, la película nos permite reflexionar, junto a otros aspectos, sobre dos tipos psicológicos que fueron especialmente descritos por Jung en su obra Tipos psicológicos (1921) como la personalidad extrovertida y la introvertida. También, y a modo de ejemplo literario, podemos hallar la contraposición de estos dos tipos en los libros de Hermann Hesse "Narciso y Goldmundo", o en "Shidhartta"en los personajes de Govinda y Shidhartta. También como introvertido que soy creo comprender muy bien a estos personajes y su tipo de vivencias y dinámicas a veces tan extrañas... ¡Sencillamente porque me son muy familiares!

    I. SOBRE LOS CONCEPTOS DE INTROVERSIÓN Y EXTROVERSIÓN.


    Fue Jung - él mismo un tipo introvertido - quien profundizó estos dos conceptos psicológicos para indicar dos tendencias básicas de caracter opuesto de la psique humana en relación a la orientación psíquica, ya sea hacia los objetos externos o mundo externo (extroversión), ya hacia los procesos internos o mundo interno (introversión). Si bien nadie se halla completamente en uno de estos extremos, también es cierto que una de ellas suele ser predominante y, en consecuencia, es la que tiende a ser favorecida. Jung nos dice:

    Mientras el tipo extrovertido siempre invoca preponderantemente aquello que le llega del objeto, el introvertido se apoya preponderantemente en aquello que la impresión externa constela en el sujeto. [1]

    Como en toda cuestión de opuestos no nos hallamos ante tendencias mejores o peores, sino que cada una de ellas tiene su sentido e idealmente la cuestión es actuar equilibradamente. Cuanto más forzada aparece una de ellas más rígida es la respuesta del yo en función de la tendencia que cada una de ellas determina, o como decimos en Gestalt, la frontera del yo se torna más rígida. Veamos ahora a nuestros dos personajes de la película como caracteres extremos de esta polaridad.

    I. SOBRE LA INTROVERSIÓN Y EL PERSONAJE DE MONSIEUR DE SAINT COLOMBE.

    Dice Jung al respecto de la introversión:

    al introvertido se le interpone entre la percepción del objeto y su propia actuación un punto de vista subjetivo que impide que la actuación adopte un caracter correspondiente a los datos objetivos [...] La consciencia introvertida ve, desde luego, las circunstancias externas, pero escoge como decisiva la componente subjetiva. De ahí que este tipo se guíe por aquel factor del percibir y el conocer que representa la disposición subjetiva y receptiva del estímulo sensorial. [2]

    El personaje de Monsieur de Sainte Colombe nos permite reflexionar sobre los extremos de la introversión, lo cual también nos ayuda a describir acerca de los aspectos esenciales del caracter de tipo introvertido.

    Se sabe muy poco de la vida de este músico barroco [3], gran compositor e intérprete de la viola de gamba, quien, no obstante, nos dejo una profunda y bellísima obra para este instrumento. Más allá de la realidad o la ficción ya nos parece significativo este poco conocimiento de su vida - algo, en ocasiones, propio de los caracteres introvertidos -. Si tenemos en cuenta que una de las pocas cosas sabidas de él es que era un devoto jansenista esto también nos puede ayudar a comprender que llevara una vida retirada y con poco contacto social. El personaje ficcionado por Pascal Quignard se nos presenta como un compositor que vive retirado en su mansión con sus dos hijas. Atormentado por la pérdida de su mujer, Monsieur de Sainte Colombe aparece como un personaje austero y ascético, de tono amargado y emocionalmente seco y de un trato complejo con sus hijas con las que mantiene una difícil relación.



    Único retrato de Monsieur de Sainte Colombe y Jean Pierre Mareille,
    su intérprete en la película.

    Marin Marais (Gérard Depardieu), al inicio de la película, nos introduce el personaje de Sainte Colombe, quien fue su maestro, de la siguiente manera:


    Austeridad. No era más que austeridad y cólera. Era mudo como un pez [...] Él era la música. Cuanto hay en el mundo lo miraba a la luz de la gran antorcha que se les enciende a los moribundos [...] No encontró consuelo tras la muerte de su esposa. La quería mucho. Fue en aquella ocasión cuando compuso "la tumba de lo lamentos" [...] Poco a poco fue cerrando su puerta. Vendió su caballo y se encerró en la música [...] Encerrado en su cabaña ensayaba quince horas diarias [...] Le era embarazoso el trato con los demás

    Esta actitud de encierro en sí mismo se expande también a sus hijas (Madeleine y Toinette), y como relata Marin Marais:

    Temía que un hombre que se había quedado sólo no pudiera instruir bien a sus hijas. Era severo, pero incapaz de ponerles la mano encima. Las encerraba en la bodega o simplemente las olvidaba. Su padre cada vez las veía menos. Se quedaba en su cabaña sentado en el tamburete...

    La torpeza de su amor se manifiesta en una escena de infancia en la que la pequeña Toinette se despierta gritando de una pesadilla. Sainte Colombe, torpe también en el contacto físico, intenta calmarla y Toinette le pregunta dónde está mamá, a lo que bruscamente el músico responde:

    Tenéis que ser buenas... ¡tenéis que ser laboriosas! ¡Añoro a vuestra madre, era un soplo de alegría. No se me da bien el hablar, vuestra madre si que sabía, y sabía reir! ¡Yo... no disfruto con el lenguaje, ni la compañía de la gente ni con los libros, pero os quiero a las dos, y con eso basta!

    - Sobre la reserva del yo y el aislamiento. Sobre la inflación egoica del introvertido.

    De momento nos quedaremos con estos fragmentos para hablar de una característica esencial del introvertido a la que Jung llamo la reserva del yo. Una reserva que se puede entender de manera bidireccional. Por un lado como aquella en la que el interés por su propio mundo interno le desenergetiza del interés por el mundo externo y, por otro lado, en la dificultad de compartir o mostrar su propio mundo interno hacia el externo, lo cual, en ciertas circunstancias, le hace propenso a caer desmesuradamente en el aislamiento, pues realmente el mundo externo es percibido como una molestia o incluso como una amenazaObservamos en Sainte Colombe esta tendencia claramente enfatizada en esos largos y continuados "retiros" en la cabaña donde se entrega a su melancolía y a la música.

    Sainte Colombe en su cabaña
    Dice Jung al respecto:

    El introvertido, en efecto, no sale al encuentro del objeto, sino que se halla como en una permanente retirada ante él. Es un tipo cerrado al proceso externo, no colabora, tiene un pronunciado disgusto por la sociedad, tan pronto como se encuentra entre muchas personas. En las grandes reuniones se siente perdido y solitario. Cuanto más se le insiste, tanto mayor se vuelve su resistencia [...] Lo que haga, lo hará a su manera, excluyendo ampliamente la influencia externa. [4]

    Observamos también en Sainte Colombe, y como consecuencia de lo dicho, esta típica torpeza o falta de habilidad con la que se muestra en las relaciones sociales, con las que en ocasiones se manifiesta incluso con brusquedad y desagrado manifiesto. Así se nos muestra cuando ante su virtuosismo se intenta que vaya a tocar a la corte del rey de Francia (Luis XIV)... Ante la insistencia con que esto se le urge, Sainte Colombe reacciona no sólo bruscamente sino finalmente con cólera. Y así, y ante la demanda del señor Caignet, músico de la corte, para que respete la orden de tocar ante el rey, Sainte Colombe responde:

    He confiado mi vida a unos tablones perdidos en un verjel, al sonido de las siete cuerdas de mi viola y a mis dos hijas. Mis amigos son los recuerdos. Mi corte son los sauces, el agua, los peces, las flores. ¡Decidle a su majestad que en su corte no hay lugar para un salvaje!

    Ante la insistencia del rey, se produce la segunda visita de Caignet, ahora acompañado por el Abad Mathieu quien le dice:

    Abad Mathieu: Enterráis vuestro nombre entre pavos, gallinas y pececillos. Ocultáis un talento que nuestro señor os ha dado en el polvo y un desamparo orgulloso. Vuestra fama es conocida por su majestad. Ya es hora que queméis vuestros trajes de paño y aceptéis sus favores. Encargaos una peluca de rizos. Vuestra gorguera esta pasada de moda...

    Sainte Colombe: - golpeando con la silla el suelo - ¡¡Soy yo quien esta pasado de moda!! Dadle las gracias a su majestad. ¡Prefiero la luz del sol poniente en mis manos que el oro que me ofrece! ¡Prefiero mis trajes de paño a vuestras pelucas! ¡Prefiero mis gallinas a los violines del rey! ¡¡Mis cerdos a vosotros!!

    Finalmente Sainte Colombe reacciona airadamente y acaba rompiendo violentamente la silla en una buena imagen de la destrucción de los objetos externos. Estas reacciones tan impulsivas constituye uno de los problemas de la introversión cuando esta se extrema en exceso... El peso determinante de lo subjetivo que entonces se concentra en el yo produce una inflación egoica que hace que el introvertido adopte actitudes de rígido poder o de egocentrismo inamovible.

    Quizá por estas características, no debe sorprendernos que sea un caso con un cierto parecido al de Julien Davenne (ver el post dedicado a "La habitación verde" - pulsar aquí para acceder -). Elaislamiento de Sainte Colombe está habitado también por los muertos, pero aquí de manera distinta, ya que lo es por la imagen de su mujer fallecida, para quien finalmente compone y toca su obra. En términos psicológicos podríamos decir que la supresión de la energía proyectada sobre el mundo externo es concentrada sobre el propio mundo interno energetizando así las propias imágenes de este mundo. En lenguaje junguiano podemos decir que la concentración de la energía psíquica en su mundo interno energetiza especialmente la imagen del arquetipo de la ánima bajo la imagen de su esposa fallecida. Esta hiperconcentración de la energía en el mundo interno, previo al surgimiento posterior de la imagen, viene representado en la película por un sueño en el que Sainte Colombe se adentra y se hunde en aguas oscuras de las que ya que no volvía a salir... Justo después es cuando, interpretando una de sus obras más conocidas, La tumba de los lamentos (La tombeau des regrettes), se manifiesta la aparición de su esposa... Es muy bello el momento de esta interpretación, por ello os pongo el fragmento de la película correspondiente a este encuentro.

    Los llantos de La tumba de los lamentos (Les pleures. Le tombeau des regrettes)

    - Sobre la introversión del sentimiento.

    Y es precisamente este último punto el que nos abre a reflexionar sobre un aspecto fundamental de Sainte Colombe, y que es su relación con su mundo emocional y con sus sentimientos, puesto que Sainte Colombe no es un hombre, por seguir el lenguaje de Jung, de pensamiento introvertido (más propio del intelectual de este tipo y del que tenéis un ejemplo en el personaje de C. S. Lewis en la película Tierra de penumbras) sino de sentimiento introvertido (más propio del artista introvertido). Es por ello aun más significativa la imagen del sueño cuando nuestro protagonista se sumerge en las aguas oscuras para  no salir más de ellas. Es la imagen que se corresponde exactamente con su vivencia aislado en la cabaña, entregado a su mundo interno hecho música, retirado practicamente del mundo al que solamente le liga sus dos hijas. Es por ello también que en un momento de la película Sainte Colombre sorprende a Madeleine y Marin Marais al decir tan sentidamente, tan intensamente, y en relación con la música y la pasión lo siguiente:

    Sainte Colombe: Hay algo más! ¡Hay algo más que eso! - para diferenciarlo del "hacer música" - ¡Es la vida apasionada que vivo!
    Marin Marais: - sorprendido - ¿Vos vivís una vida apasionada?
    Madeleine: ¿Una vida apasionada padre? - también coge esto a la hija por sorpresa -
    Sainte Colombe: - profundo silencio -
    Marin Marais: ¿Maestro, hace tiempo que deseo haceros una pregunta? ¿Por qué no publicáis las melodías que tocáis?
    Sainte Colombe: ¡Oh hijos míos, yo no soy compositor! ¡Nunca escribí nada! - Los rostros de Madeleine y Marais parecen no comprender nada -

    ¡Que bella escena! - es sorprendente como llena la pantalla la interpretación de Jean-Pierre Mareille -. En ella se resume la experimentación del sentimiento introvertido también extendido al apasionamiento introvertido - tan extraño para el mundo extrovertido, como el de éste lo es para el introvertido - y la concepción de la música para Sainte Colombe desde ese sentimiento: el no compone música, él es un vehículo a través del que la música fluye. Por eso insiste en numerosas ocasiones en la diferencia entre "hacer música" y "ser músico".

    Ahora bien, sorprende oir hablar así de la música a nuestro protagonista cuando ante su hija Madeleine, ya presa de una profunda depresión melancólica y ya moribunda, nada puede expresar... En cambio ese mismo hombre le dice a Marais: "¿Tenéis corazón para sentir? ¿Sabéis para que sirven los sonidos cuando no se trata de bailar o regalarle el oído al rey? Me he conmovido por vuestra voz rota. Os admito por vuestro dolor... No por vuestro arte".

    "El señor de Sainte Colombe se acercaba al lecho de su hija.Buscaba que decirle
    pero no se le ocurría nada." (Narrado por Marin Marais)
    ¿Qué conflicto se establece con el sentimiento introvertido en relación a su exteriorización? Jung hace aquí lo que creo una profunda observación:

    Dado que este sentir se somete principalmente a condiciones previas subjetivas y sólo secundariamente se ocupa del objeto, su manifestación es mucho menos destacada y por lo regular es equívoca. Es un sentir que al parecer desvalora los objetos y que por eso casi siempre se hace notar de manera negativa. La existencia de un sentimiento positivo es, por así decirlo, algo que solo indirectamente cabe inferir. No busca en ese sentido ajustarse a lo objetivo, sino sobreponerse a ello, intentando inconscientemente realizar las imágenes que están en su base. De ahí que siempre ande buscando una imagen que no cabe encontrar en la realidad, imagen que en cierto modo él ha visto antes. En apariencia resbala descuidadamente sobre los objetos, que nunca se acomodan a su meta. Aspira a una intensidad interna, a la que los objetos aportan a lo sumo un incentivo. La profundidad de este sentimiento solo cabe entreverla, pero no captarla con claridad. Es un sentimiento que hace silenciosos a los hombres, y dificilmente accesibles, pues frente a la brutalidad del objeto se retrae como una mimosa, para colmar el hondo trasfondo del sujeto. Como protección interpone juicios sentimentales negativos o una llamativa indiferencia. [4]

    Uno diría que este párrafo está directamente inspirado en Sainte Colombe, o que el autor de la novela se inspiró en él para definirle como personaje. Vamos a desmenuzarlo puesto que éste párrafo requiere especial atención en función de:

    1 - Es un sentir que al parecer desvalora los objetos y que por eso casi siempre se hace notar de manera negativa. La existencia de un sentimiento positivo es, por así decirlo, algo que solo indirectamente cabe inferir.

    Efectivamente, hay un elemento esclarecedor para esa inferencia que Jung  nos propone y que él mismo nos propone unas frases más adelante:  La profundidad de este sentimiento solo cabe entreverla, pero no captarla con claridad. Es un sentimiento que hace silenciosos a los hombres...

    En la película hay cuatro momentos clave donde la expresión de ese sentimiento positivo de Sainte Colombe justamente se manifiesta a través del silencio y, en ocasiones, acompañado de un torpe contacto físico que pretende transmitir cariño, Recordémoslas:

    - Ante la muerte de su esposa... Silencio.

    - Cuando Toinette reacciona abrazándole por su alegría cuando le regala una viola adecuada a su edad... tímido contacto físico respondiendo a su abrazo y... silencio.

    - En la escena anteriormente comentada cuando se le pregunta por su supuesta vida apasionada... Silencio.

    - Ante una Madeleine ya moribunda... Silencio y unas tímidas caricias al rostro de su hija.

    Silencio y esas tímidas manifestaciones de contacto son las que nos permiten inferir la exteriorización de los sentimientos positivos de Sainte Colombe en relación a su mundo externo y sumamente concentradas en sus hijas, que como ya dije anteriormente, son sus únicos lazos con el exterior, así como también debieron serlo sus discípulos (Jung, en su época de crisis más intensa tras la ruptura con Freud, hablaba de sus pacientes como aquellos que le permitían mantenerle ciertas raíces con el mundo externo).

    2 - No busca en ese sentido ajustarse a lo objetivo, sino sobreponerse a ello, intentando inconscientemente realizar las imágenes que están en su base. De ahí que siempre ande buscando una imagen que no cabe encontrar en la realidad, imagen que en cierto modo él ha visto antes.

    Esto nos explica como el replegamiento sobre sí mismo, en su aislamiento, lleva al surgimiento de la imagen de imposible realización en la realidad: la imagen de su esposa que, a su vez, si se basa en la experiencia que de ella tuvo y de aquello que realmente le aportó: "A menudo pensaba en su esposa. En el ardor que ponía en todo cuanto hacía. En sus consejos que siempre eran sagaces. En sus caderas, en su vientre que le había dado dos hijas que se habían convertido en mujeres". Esto es lo dice nos dice el sueño en el que se sumerge en las aguas oscuras desde las que surge la imagen y, cuyo requisito básico, y también esencial tragedia, es abandonar el mundo externo. La esposa de Sainte Colombre se correspondería, por las razones que sea, con aquel ser humano con el que el introvertido siente confianza, seguridad y respeto.

    Este aspecto nos permite también comprender una diferencia esencial entre el pensamiento introvertido y el sentimiento introvertido: la mayor facilidad de comunicación - por el acceso al lenguaje - del primero en detrimento de la dificultad que experimenta el segundo por la real complejidad del lenguaje para comunicar el sentimiento... Dificultad en relación al lenguaje, no así en relación a la música que deviene la expresión, en este caso por excelencia, de Sainte Colombe en relación con sus sentimientos. Recurrimos  nuevamente a C. S. Lewis - Tierra de penumbras - como ejemplo del tipo pensamiento introvertido y en donde la palabra fluye, si bien, y aunque bajo forma generalmente intelectualizada, como una forma velada de defensa, o como rigidificación de las convicciones propias.

    Anthony Hopkins como C. S. Lewis en Tierra de penumbras

    3 - y dificilmente accesibles, pues frente a la brutalidad del objeto se retrae como una mimosa, para colmar el hondo trasfondo del sujeto. Como protección interpone juicios sentimentales negativos o una llamativa indiferencia. 

    Es por ello que observamos en Sainte Colombe la presencia de la ira y la cólera como manifestaciones emotivas predominantes junto a esa indiferencia que también le observamos en función del mundo externo. La contrariedad que experimenta con la perturbación que el mundo externo provoca en su mundo interno encuentra salida con este tipo de emociones también como una manera drástica de rechazarlas. En ese sentido nuestro personaje haría bueno un aforismo de Cioran: Nadie puede conservar su soledad si no sabe hacerse odioso [5] Y, sin embargo,y como veremos, al final de la película es la soledad aquello que le duele a Sainte Colombe.

    II. SOBRE LA EXTROVERSIÓN Y EL PERSONAJE DE MARIN MARAIS.

     Nos dice Jung acerca de la extroversión:

    Cuando lo preponderante es orientarse por el objeto y por los datos objetivos, de suerte que las decisiones y acciones más frecuentes y principales no son condicionadas por opiniones subjetivas, sino por circunstancias objetivas, hablamos de actitud extravertida. Si tal actitud es habitual hablamos de Tipo extrovertido [...] Es cierto que tal individuo tiene puntos de vista subjetivos, pero la fuerza determinante de ellas es menos que la fuerza de las condiciones objetivas externas. De ahí que nunca aguarde toparse en su propio interior con factores absolutos, pues sólo en el exterior conoce él tales factores [... ] La entera naturaleza de ese sujeto mira hacia fuera porque a él la determinación importante y decisiva siempre le viene de fuera. [5]

    A diferencia de Sainte Colombe ya hay más información disponible sobre Marin Marais, virtuoso de la viola de gamba que fue contratado como músico de la corte de Luis XIV a los veinte años, llegando tres años después a "ordinaire de la chambre du roi pour la viole", puesto que conservó hasta tres años antes de su muerte. Sus composiciones gozaron de gran popularidad y se dijo de él que  "fundó y estableció firmemente el imperio de la viola" (Hubert le Blanc, 1740). Su personaje en Todas las mañanas del mundo es quien relata sus experiencias con Monsieur de Sainte Colombe y se nos presenta como amante de su hija Madeleine a quien abandona bruscamente y sin mucho tacto siendo ello la causa de su caída en una profunda depresión mientras progresa de manera fulgurante en la corte de Luis XIV.

    Marin Marais y Gérard Depardieu como su intérprete.

    Al principio de la película, y después de presentarnos a Sainte Colombe como  "Austeridad. No era más que austeridad y cólera. Era mudo como un pez", sigue diciendo de sí mismo:"Yo soy un impostor... carezco de valía. He ambicionado la nada y coseché la nada. Poder, dinero... y verguenza". Creo que de la misma manera que el introvertido es finalmente asaltado por el dolor de la soledad, el extrovertido lo es por el dolor del vacío. La relación del extrovertido con el objeto viene determinado por la necesidad de influir y sentirse influido por él. Dice Jung al respecto:

    La extraversión está caracterizada por el giro hacia el objeto externo, por la apertura hacia el proceso externo y su aceptación, por la aspiración tanto a influir en él como a permitir que él influya en uno, por el placer y la urgencia de estar ahí presente y colaborar, por la capacidad de soportar trabajos y ruidos de todas clases, más aun, de sentirlos como algo placentero... [6]

    - El yo proyectado hacia el objeto: el olvido de sí mismo.

     A pesar de que se tiene a Marin Marais como el personaje principal de la película, lo es en su calidad de narrador de la historia de Sainte Colombe, pero no en cuanto a la profundidad del personaje. En éste sentido, está mucho menos desarrollado, y por ello no nos queda más remedio que inferir algunas cosas... Por ejemplo, nada vemos del acceso de Marais a la corte del rey ni de su fulgurante ascenso. Nada sabemos de su vida en la corte... Pero en todo caso, si tenemos suficientes elementos para inferir su actitud extravertida. Marais se nos presenta como un individuo orientado al objeto en la definición de su ser, por ello esa dura introducción que hace de sí mismo. Dinero, poder... verguenza. La ambición de dinero, poder, imagen exitosa como una manera de ser ya ponen de relieve la ausencia de la subjetividad, de aquello que no se define tanto por la relación orientada al objeto. Es esa ambición que se define a través del objeto la que lleva al extrovertido no sólo a ser influido por él sino a querer influir en él. Y esa influencia en ocasiones, y en su extremo neurótico, se transforma en clara manipulación. ¿No cabe contemplar así, y desde este punto de vista, la relación que el joven Marais mantiene con Madeleine? ¿No es Madeleine no sólo un amor, sino una manera de seguir accediendo al maestro a través de ella? Recordemos cuando ella le dice que le contará todo lo que su padre le ha enseñado o cuando Sainte Colombe le dice: Publicáis composiciones ingeniosas a las que añadís la digitación y la ornamentación que me habéis robado... ¡Que mas da...! No son más que notas blancas y negras impresas sobre un papel. El giro hacia el objeto externo adopta en ocasiones la forma del uso del objeto al que se le niega la categoría de sujeto... (el uso de Madeleine en este caso como objeto intermediario entre Marin Marais y el maestro Sainte Colombe)... Y es en ese sentido cuando la personalidad extravertida adquiere ese tono de falsedad e inautenticidad que a veces le caracteriza.

    Por lo tanto, podemos ver, que en el extremo de esta actitud se halla su principal riesgo: el olvido de sí mismo. Por eso Marin Marais habla de ese: Ambicioné la nada y coseché la nada. Es decir, de tanto proyectarse en el objeto externo le pasó desapercibida su propia objetividad. Jung lo dice muy claro:

    el efecto de que él toma demasiado poco en cuenta la facticidad de sus exigencias y necesidades subjetivas [...] la tendencia de su tipo va de tal modo hacia fuera que facilmente ocurre que tampoco el más advertible de todos los hechos objetivos, a saber, el estado del cuerpo, es tenido suficientemente en consideración, por ser demasiado poco objetivo, demasiado poco externo [...] El cuerpo padece a consecuencia de ello, como también padece el alma. [7]



    "Ambicioné la nada y cosecha la nada."

    - Sobre la extroversión del sentimiento.

    Uno de los motivos de la elección de esta película fue no solo la oposición de Sainte Colombe y Marin Marais en su orientación hacia la introversión uno y hacia la extroversión el otro, sino que ambos comparten la función del sentimiento en relación a su tipo de orientación. Así si Sainte Colombe, como vimos, es sentimiento introvertido, Marais es sentimiento extrovertido y, en este sentido, es esencial para la comprensión del personaje el siguiente texto de Jung:

    tan pronto como el objeto alcanza una influencia exagerada [...] el sentir extravertido absorbe demasiado la personalidad en el objeto, esto es, el objeto asimila la persona, con lo cual se pierde el caracter personal del sentir, que constituye su atractivo principal. Pues con ello, el sentir se torna frío, objetivo, indigno de crédito. Delata una intención secreta, en todo caso despierta esta sospecha en un observador imparcial. Ya no causa aquella impresión agradable y refrescante que acompaña siempre a un sentir genuino, sino que la gente barrunta que aquello es afectación o comedia, aun cuando talvez sea aun completamente inconsciente la intención egocéntrica. Tal sentir exageradamente extravertido satisface ciertamente expectativas estéticas, pero ya no habla el corazón sino meramente los sentidos, o - lo que es peor - meramente el entendimiento. Puede desde luego colmar estéticamente una situación, pero se limita a ella y no va más lejos. Si este proceso sigue avanzando, se desarrolla una disociación notablemente contradictoria del sentir: este se apodera de cualquier objeto con valoraciones sentimentales, y se establecen numerosas relaciones que internamente se contradicen entre sí. Dado que nada de este sería posible si hubiera un sujeto en cierta medida acentuado, también son oprimidos los restos de un punto de vista realmente personal. El sujeto es de tal modo absorbido por los procesos sentimentales individuales que el observador saca la abservación que ya sólo existen un proceso del sentir y no un sujeto del sentir. En este estado el sentir ha perdido completamente su originario calor humano. da la impresión de afectación, de volubilidad, de inconstancia, y en el peor de los casos de histerismo. [8]

    Ambicioné la nada y coseché la nada.El texto de Jung desarrolla el darse cuenta de Marin Marais... Conseguí objetos pero en el camino perdí mi sujeto. Al final... Vacío. Cuando se lee este texto de Jung se comprende la apreciación de Sainte Colombe cuando oye tocar por primera vez a Marais y le dice lo que ya vimos anteriormente:  "¿Tenéis corazón para sentir? ¿Sabéis para que sirven los sonidos cuando no se trata de bailar o regalarle el oído al rey? Me ha conmovido por vuestra voz rota. Os admito por vuestro dolor... No por vuestro arte". Este texto es ejemplar para entender lo que significa la orientación hacia el objeto en detrimento del elemento subjetivo: se hace musica "para", no música "desde". En la música que Savall elaboró para la película podemos encontrar esta diferencia entre la música que, en un momento dado, ensaya Marais con los músicos de la corte, la Marche pour la cérémonie des turcs de Jean Baptiste Lully (música estéticamente bella para... la corte) o Les pleures - de le Tombeau des regrette - de Sainte Colombe (música bella desde el dolor del alma). La utilización de Madeleine, la utilización de Sainte Colombe, la adaptación y utilización del mundo de la corte (tan representantivo del mundo de la forma y la máscara, de la ambición y la hipocresía), la necesidad de prestigio, de poder y de importancia... El dolor de Marais al final de la película es la consciencia de la pérdida del alma - del sujeto - en el camino de la ambición de los objetos... él mismo perdido como un objeto más entre ellos.


    III. EL ENCUENTRO DE LOS OPUESTOS.

     El final de la película es de una belleza y un sentimiento intensos... Jung dijo en una ocasión que los opuestos están en conflicto permanente a la vez que se atraen con ardor... Sainte Colombe el introvertido y Marais el extrovertido representan el dolor de cada polaridad u opuesto en su extremo. Sainte Colombe, fallecida su esposa, fallecida Madeleine, Toinette casada, mora solitario en su cabaña. Marais, con honores, éxito y poder en la corte, perdido no se encuentra a sí mismo. Dice Marais tras la muerte de Madeleine:


    Mi maestro dejó de hablar durante seis meses ni tampoco cogió ya su viola. Era la primera vez que sentía esa desgana. Desde el día que conocí el triste fin de Madeleine me despertaba angustiado todas las noches. Recordaba sin parar los nombres de todas aquellas melodías que ella me había confiado en secreto: El infierno, La barca de Caronte, Los llantos, La tumba de los lamentos. Me angustiaba pensar que mi maestro deseara que sus obras se perdiesen tras su muerte... Empezó a dolerme el vivir sin haberlas oído, aunque no fuera más que una vez.

    Sin duda no se escapa en las palabras de Marais, y en su angustia, la proyección de su propia falta de subjetividad: No desea que su maestro muera sin dejar testimonio de su obras - de su vida -, de la misma manera que le angustia que en su obra - y en su vida - no haya rastro de él mismo.

    Cada noche Marais coge su caballo y sigilosamente se acurruca al lado de los maderos de la cabaña de Sainte Colombe para ver si le escucha tocar. "Durante tres años no dejé  de pensar: ¿Tocará esta noche las melodías? ¿Es esta la noche idónea?" - dice Marais en su relato -. Pero Sainte Colombe no tocaba y a los sumo oía tan sólo sus lamentos: ¿Dónde está nuestra barca? ¿Dónde están mis lágrimas? - dice Sainte Colombe melancólico -. Sin embargo, sigue relatando Marais, la vigésimo tercera noche del año 1689:

    El frío arreciaba, la tierra estaba inundada de escarcha, el viento helaba los ojos y las orejas. ¡No había ni una nube! Lo recordaré siempre. Pensé... ¡Esta noche es pura, el aire es crudo, el cielo más frío y más eterno que nunca! La luna esta llena, oigo sobre el suelo el chasquear de los cascos de mi caballo... ¡Quizá sea esta noche!

    Este relato nos recuerda los versos de Hölderlin sobre el silencio, la noche y el frío del invierno en relación al espíritu:

                                     Es el reposo de la Naturaleza, y el silencio de los campos
                                     Parece el humano reino del espíritu, y más altas se muestran
                                     Las diferencias, como si la Naturaleza su alta imagen
                                     Mostrase, y ya no su dulzura de Primavera. [9]

    Acurrucado en el frío de la noche Marais oye el lamento de la viola de Sainte Colombe y oye también las palabras que surgen de la pena de su soledad: Solo hablo ya con almas demasiado ancianas, con sombras que no se desplazan... Aaah! Si a parte de mi hubiera en el mundo un ser vivo que apreciase la música hablaríamos y yo moriría tranquilo. Marais decide entonces revelarse desde su ocultamiento, profundamente impresionado por las palabras del maestro. A partir de este momento surge el encuentro de Marais y Sainte Colombre como el encuentro de sujeto y objeto buscándose con ardor para complementarese ambos...

    Sainte Colombe: ¿Quién suspira ahí fuera en el silencio de la noche?
    Marin Marais: Un hombre que huye de los palacios en busca de la música...
    Sainte Colombe: - abriendo la puerta de la cabaña ya sabiendo que es Marais - ¿Qué buscáis señor en la música?
    Marin Marais: Sólo busco los lamentos y los llantos...

     Sainte Colombe deja entonces pasar a Marais en su cabaña... Éste le pide que le de una última lección, a lo que Sainte Colombre le responde que puede darle la primera... Se produce entonces el encuentro entre los dos opuestos... El introvertido en busca de escucha y de compartir (moriría tranquilo), y el extrovertido en busca de él mismo al ver el sujeto en el objeto. Sigue entonces un bello diálogo entre ambos:

    Sainte Colombe: Voy a hablar... La música sirve para expresar lo que no pueden expresar las palabras. En ese sentido no es del todo humana... De modo que habéis descubierto que no es para el rey.
    Marin Marais: He descubierto que era para Dios...
    Sainte Colombe: Os equivocáis porque Dios habla.
    Marin Marais: ¿Para el oído?
    Sainte Colombe: lo que no se puede expresar no es para el oído...
    Marin Marais: Para el oro, para la gloria - Sainte Colombe niega -, el silencio...
    Sainte Colombe: El silencio es lo contrario del lenguaje...
    Marin Marais: ¿Para los músicos rivales?
    Sainte Colombe: No... No... -niega compasivamente -
    Marin Marais: Para el amor... La añoranza del amor, el abandono - Sainte Colombe niega pacientemente las propuestas de Marais- ¿Para un barquillo ofrecido a lo invisible?
    Sainte Colombe: Tampoco. ¿Qué es un barquillo? Algo que se ve, que tiene sabor, que se come. No es nada.
    Marin Marais: Pues no lo se señor... No lo sé... Creo que hay que ofrecerle una copa a los muertos...
    Sainte Colombe: Os estáis acercando...
    Marin Marais: Un pequeño abrevadero para quienes el lenguaje ha abandonado... Para la sombra de los niños... Para suavizar los martillazos de los zapateros... ¡Ay Dios mio!, para los estados anteriores a la niñez... cuando se vive sin aliento y sin luz. - Sainte Colombe agarra entonces las manos de Marais fuertemente -
    Sainte Colombe: Señor... Hace un momento me oistéis suspirar y mi arte morirá conmigo. Sólo me llorarán mis gallinas y mis ocas. Voy a confiaros unas arias capaces de resucitar a los muertos...

    "Un pequeño abrevadero para quienes el lenguaje ha abandonado... Para la sombra de los niños... Para suavizar los martillazos de los zapateros... ¡Ay Dios mio!, para los estados anteriores a la niñez... cuando se vive sin aliento y sin luz -."

    La primera vez que oí estas palabras sentí que me emocionaban profundamente y comprendí aquello que tantas veces he sentido cuando escucho cierto tipo de música, comprendí que la música llora el paraíso perdido - cuando se vive sin aliento y sin luz -. Dice Cioran: "Sólo los espíritus agrietados poseen aberturas hacia el más allá" [10]. La música, al menos cierta música, fluye de la grieta que es en sí misma la existencia y que nos acompaña bajo el sentimiento de una discordia fundamental que nos habita, el alma siente la discordia en sí misma. Toda alma es una alma herida... Quizá por ello es bueno llamar aquí los versos de Walt Whitmann en sus Cantos de Despedida quien al morir nos advierte también del retorno a ese "cuando se vive sin aliento y sin luz":

                                     A tu portal vengo muerte,
                                     quiero penetrar en tus dominios soberanos, oscuros, ilimitados,
                                     llegar a los recuerdos de mi madre, a la identidad divina, a la
                                           maternidad [11]

    Entre el antes del nacer y el después del morir... tan sólo nos queda el encuentro... Sainte Colombe, Marin Marais... Ambos finalmente tocan juntos Les Pleures, Marais desempolvando la viola de Madeleine, acompañados de barquillos y vino, sus dos almas heridas hallan su momento de paz justamente en su encuentro, compartiendo uno esa música llegada de la discordia de su alma profundamente herida, de la grieta de su melancólica existencia, compartiendo el otro su genuina emoción al sentir esa música como propia, cosechando ya no la nada sino su propia alma y su propia existencia... Os recomiendo ver el fragmento de película que sigue donde ambos compositores tocan juntos y juntos se emocionan envueltos en la música, envueltos también del sentimiento de la pérdida y el encuentro.

    Sainte Colombe y Marin Marais tocando juntos Les Pleures.

    "En el instante en que el canto de las dos violas ascendía. Se miraron. Lloraban. La luz que penetraba en la cabaña por el tragaluz abierto en ella se había vuelto amarilla. Mientras las lágrimas les corrían lentamente por la nariz, las mejillas, los labios, se dirigieron al mismo tiempo una sonrisa". [12]

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      [1] Jung, C. G. Tipos psicológicos. Edhasa, pár. 692
      [2] Ídem anterior, pár.  691 y 692
      [3] Si alguien le interesa conocer que se sabe en realidad de Monsieur de Sainte Colombe puede encontrar información muy interesante (en inglés o francés) en http://jonathan.dunford.free.fr/html/sainte-c.htm
      [4] Ver nota 1, pár. 709
      [5] Cioran, E. M. Silogismos de la amargura. El circo de la soledad. Editorial Ariel.
      [6] Ver nota 1, pár. 1041
      [7] Ver nota 1, pár. 631
      [8] Ver nota 1, pár. 664
      [9] Hölderlin, Friedrich. Poemas de la locura. Poesía Hiperión. pág. 67
    [10] Ver nota 5, En las raíces del vacío.
    [11] Whitmann, Walt. Hojas de hierba.Cantos de despedida. A tu portal vengo, muerte. Editors, s.a.
    [12] Quignard, Pascal. Todas las mañanas del mundo. Espasa, pág. 103

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    LIBRO DE PASCAL QUIGNARD.

    La película es una muy buena adaptación del libro, cuya reducido tamaño (103 páginas) permitió al mismo autor realizar una feliz adaptación como guión de la película. El libro, escrito por alguien a quien su amor por la música se hace obvio, es muy bello y se apoya, en ocasiones, en una cuidada prosa poética.









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    MÚSICA DE TODAS LAS MAÑANAS DEL MUNDO

    Música de la película seleccionada por Jordi Savall quien además cuenta con intérpretes como  Fabio Biondi (fundador y director de la orquesta de música barroca Europa Galante), Christophe Coin (fundador del cuarteto Mosaïques y director artístico de l'Ensemble baroque de Limoges), Montserrat Figueras (Cantante de tesitura de soprano, especializada en música medieval, renacentista y barroca. Esposa de Jordi Savall), Maria Cristina Kiehr (soprano argentina especializada en música barroca), Rolf Lislevand (laudista, vihuelista y tiorbista noruego especializado en música antigua), Pierre Hantaï y Jérôme Hantaï (Director y Clavecinista e intérprete de la viola respectivamente). Las piezas que se interpretan son las siguientes:

    1. Marche pour la cérémonie des turcs (Jean Baptiste Lully)
    2. Improvisation sur les folies d'Espagne (Marin Marais)
    3. Prélude pour Mr. Vauquelin (Jordi Savall)
    4. Gavotte du tendre (Sainte Colombe)
    5. Une Jeune fillette (arr. Savall)
    6. Les Pleurs (Sainte Colombe)
    7. Concert à deux violes "le Retour" (Sainte Colombe)
    8. La Rêveuse (Marin Marais)
    9. Trosième leçon de ténèbres à 2 voix (François Couperin)
    10. L'Arabesque (Marin Marais)
    11. Fantasie en mi mineur (anónimo del siglo XVII)
    12. Les Pleurs [Versión a dos violas] - (Sainte Colombe)
    13. Le Badinage (Marin Marais)
    14. Tombeau pour Mr de Sainte Colombe (Marin Marais)
    15. Muzettes I - II (Marin Marais)
    16. Sonnerie de Ste Geneviève du Mont de Paris (Marais)


    HANNAH ARENDT (II): SOBRE LA VIGENCIA DE SU DISCURSO FINAL.

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     REFLEXIONES EN TORNO A LA INTROYECCIÓN CIUDADANA.


    Discurso de Hannah Arendt (Bárbara Sukova)
    en la Universidad de Chicago.
    Hace poco que ha salido el DVD de la película Hannah Arendt (Margarethe von Trotta, 2012) que ya comenté en este blog el pasado més de agosto(pulsar aquí para verlo). He revisto de nuevo una película que no deja de sorprenderme por su profundidad dado el tema que trata y la dimensión filosófica de su personaje. Deseaba la aparición del DVD porque quería incluir en el post que escribí su discurso final como un elemento de primera magnitud de la película. Sin embargo, tan sólo oirlo me parecía pobre simplemente incluirlo en el post a "vuelo pasado". Escuchándolo de nuevo se me confirmaba la pobreza de esta solución y no sólo eso, sino también la importancia que tiene en sí mismo y la vigencia de sus palabras en la actualidad. Es por ello que finalmente me he decidido a dedicarle un post a ese discurso final que Hannah Arendt dedica a sus alumos de la Universidad de Chicago. Vayan por ello dos largos fragmentos de él:

    Cuando el New Yorker me encargó que cubriera la información del juicio a Adolf Eichmann yo supuse que el tribunal tenía un sólo objetivo: cumplir la exigencias de la justicia. No era una tarea sencilla porque el gran tribunal se enfrentaba a un crimen que no había sido tipificado en los códigos de sus leyes y con un criminal de un tipo que la sociedad no había visto desde los procesos de Nuremberg. Aun así el tribunal quiso definir a Eichmann como a una persona enjuiciada por sus actividades.No tenían la intención de juzgar el sistema, ni la historia ni ningún "ismo", ni siquiera el antisemitismo, tan sólo a la persona. El problema vino cuando el nazi Adolf Eichmann rechazó insistentemente cualquiera posición que tuviera que ver con lo personal, como si no tuviera nada por lo que ser castigado o perdonado. El protestaba, una y otra vez, ante las acusaciones del fiscal diciendo que él nunca había llegado a hacer nada por iniciativa propia, que jamás había tenido intenciones de ningún tipo, buenas o malas, que él solo había cumplido órdenes. Este argumento, habitual de los nazis, demuestra claramente que el  mal más grande del mundo puede ser cometido por cualquiera  y que para hacerlo no es necesario tener ningún motivo o fuertes convicciones o corazones crueles o intenciones malévolas... basta simnplemente CON NEGARSE A SER PERSONA. Y por esto a éste fenómeno le he llamado la BANALIDAD DEL MAL.

    [...]

    Como ustedes ya saben yo soy judía. Muchos me han atacado por odiar a los míos o defender a los Nazis, o simplemente despreciarles...  Y ese no es ningún argumento. Asesinato moral es su nombre... tan sólo he querido reconciliar la increíble mediocridad del hombre con las terribles consecuencias. Intentar comprender no significa perdonar. Así que toda mi responsabilidad es comprender y será también la responsabilidad de cualquiera que desee escribir o estudiar sobre éste o cualquier otro tema. Desde Sócretes y Platón entendemos que EL PENSAMIENTO ES ALGO ASÍ COMO EL DIÁLOGO SILENCIOSO QUE EL ALMA TIENE CONSIGO MISMA. Al negarse a ser una persona Eichmann pasó a ser su propia víctima renunciando sin saberlo a una de sus grandes facultades: la capacidad de pensar. Y COMO CONSECUENCIA CUANDO DEJÓ DE PENSAR DEJÓ DE DISCERNIR. Fué la incapacidad de pensar la que  hizo posible que muchos hombres, digamos normales y corrientes, cometiesen actos de barbarie a una escala enorme, actos que antes nunca se habían visto jamás. Es cierto, he tratado estos temas desde una perspectiva esencialmente filosófica. La esencia del pensamiento, del pensamiento al que me refiero no es el conocimiento, si no el que distingue entre el mal y el bien, entre lo bello y lo feo, y lo que yo busco es que el pensar de fuerza a las personas para que puedan evitar los desastres en aquellos momentos en los que todo parece perdido.

    I. PENSAMIENTO Y REFLEXIÓN: Manipulación, normatización y libertad.

    Creo que la dimensión que tenemos que entender acerca del concepto de pensamiento que Hannah Arendt nos lanza en su discurso, tan bella y poéticamente expresado como "el diálogo silencioso que el alma tiene consigo misma" se corresponde con el concepto de reflexión. Y, en ese sentido, me parece muy interesante la definición que hace Jung de la reflexión:

    Reflexio significa "doblar hacia atrás", y psicológicamente, indicaría que el reflejo que lleva al estímulo hacia su descarga instintiva es interferido por la psiquización... Así, en vez del acto compulsivo aparece cierto grado de libertad, y en lugar de la predicción surge algo relativamente imposible de predecir en cuanto el efecto del impulso. [1]

    Este"doblar hacia atrás"es lo que devuelve el espejo (la consciencia) sobre aquello que le es lanzado para ser reflejado. Y, evidentemente, lo que Jung nos dice es que lo que se devuelve no es exactamente el reflejo exacto de aquello que se proyecta sobre ella precisamente por el efecto de su paso y sostenimiento en la conciencia y para la evaluación de sus efectos sobre ella (sosteniendo así el pensamiento, el sentimiento y el instinto). Tenemos aquí un buen ejemplo de la diferencia entre el hombre normatizado, el hombre que no reflexiona y devuelve simplemente lo que se le refleja y el hombre que reflexiona y que, en consecuencia, o bien pueda reflejar su libertad de pensamiento devolviendo la apreciación de la evaluación de su experiencia o, y esto es lo más problemático, también devolviendo un reflejo distinto cuyo efecto está basado en su capacidad para la manipulación. La reflexión nos ofrece estas dos posibilidades por igual: libertad de pensamiento y capacidad para la manipulación. Lo cual también se transforma en libertad para dialogar o manipulación para engañar. La primera se basa en el fortalecimiento de la libertad de los seres humanos, la segunda se fundamenta en su capacidad para normatizarles o manipularles. En el artículo dedicado anteriomente a esta película tenemos un ejemplo del hombre que reflexiona y manipula precisamente en el caso de Ernst Janning, el juez alemán protagonista de "El juicio de Nuremberg" (Stanley Kramer, 1961) quién reflexionando y dándose cuenta perfectamente de los peligros de la ideología nazi no sólo no actua contra ella sino que contemporiza con y participa de sus engaños. Siguiendo con el ejemplo de la misma película hallamos en el juez Haywood (Spencer Tracy) el hombre que reflexiona (y que, en consecuencia, está por encima de los intereses políticos norteamericanos que en la película intentan evitar una sentencia desfavorable a Janning) y que ejerce su función de juez privilegiando también su libertad. lo que finalmente le lleva a decir: Ante los pueblos del mundo permítanme ustedes que proclame nuestro fallo a aquello que defendemos: JUSTICIA, VERDAD Y EL RESPETO QUE MERECE EL SER HUMANO.

    De la misma manera que en el anterior post dedicado a esta película puse la interpretación de Burt Lancaster como Janning en su declaración ante el tribunal, voy ahora a poneros la no menos impactante de Spencer Tracy como el juez Haywood en su veredicto:

    Veredicto del juez Haywood (Spencer Tracy)
    - El Juicio de Nurember (Stanley Kramer 1961) -

    En el discurso de Hannah Arendt encontramos la siguiente declaración:  el pensamiento al que me refiero no es el conocimiento, si no el que distingue entre el mal y el bien, entre lo bello y lo feo, y lo que yo busco es que el pensar de fuerza a las personas para que puedan evitar los desastres en aquellos momentos en los que todo parece perdido. Creo que su comentario también podemos contemplarlo bajo la concepción que Jung hace de la reflexión cuando la define como "un instinto cultural" que, en sus palabras incluiría la búsqueda de significado. No es mera acumulación de conocimiento sino la transformación de éste en significado, es decir, y como dice Hanna Atendt, en discernimiento.

    Hoy en día vivimos tiempos en donde la dualidad político-económica nos enfrenta, o nos debería enfrentar como ciudadanos, al continuo ejercicio del discernimiento. Sin incluir ni mucho menos a todos los políticos ni a todo el pensamiento político-económico, hay que tener claro que una parte importante de la política que hoy se nos ofrecees un teatro anunciado tras un telón de supuesta democracia que lo vela, y cuya representación nos requiere el continuo ejercicio del discernimiento, el continuo ejercicio de la "reflexión" sobre los mensajes que nos mandan los representantes del mundo político y económico, sobre aquello que nos dicen y sus verdaderas motivaciones, es decir, sobre un significado que el propio mensaje vela o disimula. Hoy en día estamos bajo un contínuo ejercicio de normatización por parte de la política y, sobretodo, por parte del etéreo poder económico del que la primera es, en ocasiones, un simple títere, y que hoy en día se despersonaliza bajo el difuso nombre de "los mercados" o "el sistema financiero". Y es por ello que, en un claro ejercicio de verdadera democracia, los ciudadanos debemos querer ser más personas que nunca y resistir contra ese ejercicio contínuo de normatización y engaño, de descarada manipulación que nos implica una cierta actividad política y el poder económico con el que anda en ocasiones estrechamente vinculada. El ejercicio de la democracia ciudadana se instala en las palabras del juez Haywood cuando dice aquello que defiende: justicia, verdad y el respeto que merece el ser humano.

    II. SOBRE EL PROCESO DE INTROYECCIÓN CIUDADANA.

    Todo aquel que haya seguido un proceso psicoterapéutico sabe que una parte de este proceso tiene que ver con el cuestionamiento de ciertas creencias de origen externo cuya rigidez y carga emocional (esencialmente vinculadas al sentimiento culpa, el miedo y el dolor) limitan de distintas maneras algunos comportamiento o actitudes fundamentales para el desarrollo de la propia vida. El mecanismo por el cual estas creencias de origen externo se establecen en nuestra psique como propias es conocido como introyección.

    Hoy en día podemos observar este mismo proceso en la gestión de los intereses políticos y económicos y en muchos de los mensajes, más o menos grotescos, más o menos sutiles,  lanzados por los gobiernos y partidos políticos de nuestras flamantes democracias parlamentarias en lo que llamo el proceso de introyección (léase también intoxicación) ciudadana. Obviamente el proceso de introyección (intoxicación) ciudadana (en el que los mass media y su propia perversión tienen mucho que ver) tiene un simple y llano objetivo: su manipulación interesada. En un claro ejercicio de que el fin justifica los medios, la captación del voto, la implementación ideológica, desviar la atención de temas espinosos o crear un estado de miedo o de falsa euforia con objetivos de diferente tipo estarían entre algunas de las motivaciones que se ocultan tras los mensajes que caracterizan a dicho proceso. Por ello, y de la misma manera que ocurre en el proceso psíquico, estas introyecciones cabe considerarlas como verdaderas intoxicaciones. Quisiera recordar aquí unas palabras de Ernst Janning (El juicio de Nuremberg) que ya vimos en el anterior post dedicado a esta película:  Teníamos una democracia, si, pero corrompida por elementos que la componían. Por encima de todo existía miedo. Miedo al presente, miedo al futuro, miedo de nuestros vecinos... Miedo de nosotros mismos. Cuando leo estas palabras no puedo evitar ver cuanto me resuenan en la situación actual del Estado español. Una democracia corrompida, el miedo como ingrediente esencial y la creación del "enemigo" como el elemento de distracción necesaria. Hoy la política española es el caldo de cultivo ideal, la gran oportunidad para todos los ávidos de poder, para todos los tiburones de la política y la economía. Es el gran momento para la introyección (intoxicación) ciudadana y para que cada cual sirva a sus propios y reales intereses que, evidentemente, no son los de esos ciudadanos.

    - El voto: logro y límite del ciudadano en la democracia representativa.

    El voto: logro y límite de la  ciudadanía.
    Si bien, y durante mucho tiempo, se nos ha argumentado el mantra de que la democracia representativa es el menos malos de los sistemas, nos encontramos aquí con uno de las primeras y fundamentales introyecciones que los ciudadanos debemos reconsiderar: que como hoy estamos mejor que en el pasado se nos pide que no mareemos más la perdiz. A la realidad objetiva del logro fundamental que ha sido el ejercicio del voto en la democracia se une la tergiversación política que se hace de ello. El gran ejercicio de normatización y anestesia ciudadana al que hoy asistimos es que la democracia comienza y acaba con el voto, de tal manera que el gran logro de la participación ciudadana se convierte a su vez en el límite de su participación en lo político. El conflicto que Hannah Arendt ya destacó en sus estudios entre los partidos revolucionarios y los consejos populares (por ejemplo en la Revolución rusa), en el que los primeros no veían con entusiasmo sus funciones (hasta llegar a aplastarlos de manera despiadada y violenta) es el mismo problema que se sigue perpetuando en la democracia:

    El conflicto entre estos dos sistemas, el de los partidos y el de los consejos, ocupó un lugar privilegiado en todas las revoluciones del siglo XX. Lo que se ponía en juego era el problema de la representación frente a la acción y la participación. Los consejos eran órganos de acción, los partidos revolucionarios eran órganos de representación y, aunque los partidos revolucionarios reconocieron sin mucho entusiasmo a los consejos como instrumentos de la "lucha revolucionaria", intentaron en plena revolución apoderarse de ellos desde dentro; sabían muy bien que ningún partido, por revolucionario que fuese, sería capaz de sobrevivir a la transformación del gobierno en une verdadera república soviética. Desde el punto de vista de los partidos, la necesidad de acción era transitoria y estaban seguros de que, tras la victoria de la revolución, toda acción ulterior sería innecesaria o subversiva. [2]

    Hoy  hallamos, por ejemplo en nuestra democracia, el mismo fenómeno de hostilidad parlamentaria en relación a las iniciativas legislativas populares (ILP). Baste el dato de sobras conocido: desde 1983 el congreso ha tumbado todas las ILP (66 iniciativas) y, curiosamente, la única aprobada ha sido la de la declaración de interés cultural de las corridas de toros. No hace falta que añadamos mucho porque el congreso, con mayoría absoluta del PP, ha aceptado y aprobado esta iniciativa con sorprendente celeridad (os recomiendo, para ver el alcance de la banalización de este recurso, el programa 30' de TV3 que dedicó a las ILP- pulsar aquí para acceder el video -). No hace falta tampoco ver la reacción del gobierno hacia los movimientos y organizaciones ciudadanas que se manifiestan democraticamente como es, en nuestro Estado, la PAH (Plataforma por los afectado de la hipoteca) o la ANC (Asamblea Nacional de Catalunya) y el movimiento independentista catalán, o recientemente el movimiento de profesores, maestros, padres y alumnos en las Baleares contra la reforma educativa del presidente del PP José Ramón Bauzá.

    El introyecto básico de la democracia representativa y de sus partidos requiere que a través del ejercicio del voto los ciudadanos se aletarguen y se mantengan en su silencio político. A través del sistema de partidos representativos y a través de la acción que, al paso que vamos, no pasará de la mera acción folclórica del voto, se perpetúa la distancia secular entre gobernantes y gobernados:

    una vez más la función gubernamental se ha convertido en el privilegio de unos pocos, únicos que pueden "ejercer sus virtuosas disposiciones" (como Jefferson llamaba todavía al talento político del hombre). El resultado es que el pueblo debe sucumbir al "letargo, precursor de la muerte para la libertad pública" o preservar "el espíritu de resistencia" frente a cualquier tipo de gobierno que haya elegido, ya que el único poder que conserva es "el poder de reserva de la revolución" [3]

    Es necesario despertar del letargo al que desde la política "profesional" se nos conmina a la ciudadanía. Es por ello que hoy es tan necesario el ejercicio del pensamiento (reflexión y discernimiento) que Hannah Arendt reclama. El hombre y la mujer normal y corriente que somos los ciudadanos como sujetos políticos no puede "despersonalizarse politicamente" en esa especie de abulia, de desidia política, de ese letargo que tan necesario le es a la política de los políticos. La banalidad del mal que Arendt nos propuso a través del caso de Adolf Eichmann se transforma también en la banalidad política del ciudadano: el dejar suceder por omisión. Solo retomar nuestra responsabilidad como ciudadanos en la política nos aleja de la mediocridad de la que la filósofa nos alerta:  tan sólo he querido reconciliar la increíble mediocridad del hombre con las terribles consecuencias. Es necesario resistir a la mediocridad ciudadana que gobiernos y algunos políticos, y todo un sistema financiero-económico que ha tenido la virtud de poner en marcha un poder deslocalizado, etéreo pero omnipresente, intenta imponernos.

    III. LA INTROYECCIÓN CIUDADANA REQUIERE DE LA DESCONFIANZA Y EL MIEDO.

    Paolo Flores d'Arcais
    En una de las temáticas del programa de TV3 "Amb filosofía" (Con filosofía) se trató acerca del poder (Pulsar aquí para acceder al video). Uno de sus participantes fue Paolo Flores d'Arcais, el filósofo, periodista y editor de la revista italiana Micromega, y que cita un elemento clave en el estadio actual de las relaciones entre la ciudadanía, la política y ese oscuro poder que es el poder financiero:

    para las democracias occidentales, la relación entre la soberanía de los ciudadanos y la soberanía de las finanzas no sólo es un problema de actualidad, sino un problema de mucho peso. Es evidente que allí donde mandan las finanzas, la soberanía de los ciudadanos declina, desaparece, queda entre paréntesis, ES UNA MENTIRA. Hoy estamos en un círculo vicioso, ya que los ciudadanos han sido expropiados de su verdadera soberanía. El aparato de los partidos, los partidos de los profesionales de la política, ya no son instrumentos en manos de los ciudadanos y se han convertido en un poder autónomo que se dirige a los ciudadanos sólo para pedir el voto y, en realidad, tienen sus propios intereses, que son los intereses del sistema. [4]

    Valentí Puig
    Otro de los participantes en este programa de TV3 fue Valentí Puig [5], escritor, articulista y analista político. Valentí Puig define el poder como la bestia... En términos psicológicos podríamos decir que el poder adquiere en el ser humano una forma pulsional que lo posee y que le lleva a que su ejercicio tienda entonces a no tener límite y a imponerse, de manera más o menos explícita, de forma tiránica. El ejemplo en las democracias lo tenemos en el ejercicio que hace un partido en el gobierno de la mayoría absoluta... No hace falta abundar mucho más sobre el tema. Y respecto al posicionamiento en relación al poder dice Valentí Puig:

    El poder ha sido en cierta manera una bestia incentivada por determinadas ideologías, por ejemplo el totalitarismo, y una bestia perseguida y asediada por otras maneras de entender la vida política como [...] del sistema constitucional liberal. ¿Qué diferencia hay? El totalitarismo deja libre la gran bestia, prefiere la masa a la persona, y el sistema demoliberal prefiere las personas a la masa y se pregunta, aunque aun no exista la democracia o el sufragio universal de qué manera se puede controlar el poder. Y esta es la gran pregunta. [5]

    Y esta pregunta incluye la cuestión fundamental. Y es que mientras haya la dicotomía entre gobernantes y gobernados el control del poder será necesario y que, como bien nos indicaba Hannah Arendt (ver nota 3), sólo esto es posible mediante "el espíritu de resistencia"ciudadana.

    Sin embargo este espíritu de resistencia necesita, como hemos visto, del principio de la reflexión y el discernimiento por un lado y, sobre todo, sobreponerse a la desconfianza y al miedo - aliados fundamentales del ejercicio del poder -, y que constituyen los factores de dispersión que pretenden enajenar y dispersar dicho principio de resistencia ciudadano mediante la introyección de creencias que especulan con esa desconfianza y ese miedo.

    José Agustín Goytisolo y
    la creación del enemigo.
    La historia del nacionalsocialismo alemán y del stalinismo en la Unión soviética se caracteriza por el sentido de oportunidad que Hitler y Stalin tuvieron para aprovecharse del desconcierto, del miedo y la desconfianza en la que sus respectivos pueblos se hallaban para, postulándose como Padre-Dios-Lider introyectarlo, es decir, intoxicarlo de creencias cargadas de resentimiento y de odio, y dirigirlo contra el "enemigo" que se creó para la ocasión, el culpable de todos los males. Ambos fenómenos totalitarios han caracterizado una de las desgraciadas novedades del siglo XX. Es por eso que una característica de estos sistemas autocráticos se fundamenta en la psicología de masas que ya describimos en el post dedicado a la película de"La ola"(pulsar aquí para ver post) y, sobretodo, en la creación de una masa de acción que se orienta hacia la destrucción del "enemigo". En cuanto a la creación de éste, es muy fácil cuando el miedo y la desconfianza imperan, y la facilidad con la que se realiza dicha creación es mostrada espléndidamente por José Agustín Goytisolo en su poesía La creación del enemigo:

    Comienza con un lienzo en blanco
    Esboza en él siluetas de hombres, mujeres y niños


    Hunde la brocha en el pozo de tu propia oscuridad
    Dibuja en la cara de tu enemigo la codicia, el odio y la crueldad
    que no te atreves a reconocer como propias

    Ensombrece todo asomo de simpatía en sus rostros
    Borra cualquier resto de la miríada de amores, esperanzas y miedos
    que residen en el calidoscopio de su corazón infinito

    Deforma su sonrisa en una mueca cruel Arranca la carne de sus huesos
    hasta que sólo quede el abstracto esqueleto de la muerte
    Exagera cada rasgo humano hasta metamorfosearlo
    en bestia, alimaña, insecto

    Rellena el fondo de tu lienzo con los demonios y figuras malignas
    que alimentan nuestras pesadillas ancestrales

    Cuando tu cuadro esté completo podrás matarlos sin culpa y despedazarlos sin sentir vergüenza
    Lo que has destruido, simplemente, es un enemigo de tu Dios [6]


    Hoy observamos los efectos del miedo y la desconfianza en la articulación de dos acciones claras en las democracias representativas: el ascenso de la extrema derecha con sus clásicos discursos ultranacionalistas y populistas con el ingrediente esencial del "enemigo", y la creciente radicalización de la manipulación y criminalización de los movimientos democráticos ciudadanos por parte de los gobiernos y partidos de las democracias representativas, esos entes autónomos, como decía Paolo Flores d'Arcais, alejados del ciudadano y entregados tan sólo a sus intereses de voto y, consecuentemente a sus cuotas de poder. Y finalmente, y desgraciadamente, hoy tenemos que buscar, como diría Valentí Puig, la bestia del poder en ese sistema financiero y en sus "misteriosos mercados" que hoy por hoy son el nuevo totalitarismo maquillado de democracia, un totlitarismo que saliendo de la esfera política se ha hecho una bestia sin rostro que ejerce una nueva violencia refugiado en ese espeso magma de la globalización.

    III. REFLEXIÓN Y RESISTENCIA COMO PRINCIPIOS DE LA ACCIÓN CIUDADANA.

                                                   Si  la  capacidad de  desobediencia  constituyó  el  comienzo
                                                   de la historia humana, la obediencia podría muy bien, como 
                                                   he dicho, provocar el fin de la humanidad.

                                                                                                                      Erich Fromm (7)


    Henry David Thoreau
    Justamente cuando el desconcierto, el miedo y la desconfianza imperan es cuanto más necesario se hace la reflexión y el discernimiento por un lado y el principio de resistencia por el otro... Estos dos recursos son los recursos del ciudadano que no sólo desea ser introyectado por el duo político-económico sino que también desea poner límites al ejercicio de su poder. 

    De la reflexión y el discernimiento ya hemos hablado como el mecanismo por el cual se procede al desvelamiento de las introyecciones de todo aparato político-económico y esencialmente de gobierno. Del principio de resistencia es importante hablar puesto que es el elemento fundamental de la participación y acción ciudadana. Para ello citaré una frase de Henry David Thoreau que se complementa con el pensamiento que Hannah Arendt reclama al ser humano:

    ¿Debe el ciudadano someter su conciencia al legislador por un solo instante, aunque sea en la mínima medida? Entonces, ¿para qué tiene el hombre su conciencia? Yo creo que debiéramos ser hombres primero y ciudadanos después. Lo deseable no es cultivar el respeto por la ley, sino por la justicia. La única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer en cada momento lo que crea justo. [8]


    Ese es el pensamiento que teme todo poder político, de hecho, todo poder en general: el de ciudadanos que sean primero hombres y mujeres con conciencia y que se preocupen más por la libertad y la justicia que por las instituciones y las leyes. Que asuman una posición de responsabilidad ante el poder que eligen que les gobierne en el ritual del voto y que la acción política no acabe en el simple ritual. Las instituciones y las leyes son administrativas, mientras que la libertad y la justicia como voluntad política de los ciudadanos se corresponde con la ética. El principio de resistencia (o desobediencia civil como también es conocido) unido al principio de asociación deviene así en la verdadera fuerza que  los ciudadanos tienen frente al poder político y económico. Es justamente ese poder el que desde la democracia representativa odia(Jacques Ranciére, 2006) el ejercicio de la democracia ciudadana:

    El crimen democrático contra el orden de la filiación humana es, ante todo, un crimen político, es decir, simplemente la organización de una comunidad humana sin vínculos con Dios padre. [9]

    Este comentario del filósofo político francés pone de relieve el disgusto del poder político cuando el ciudadano decide hacer política: el poder quiere que el ciudadano se mantenga como un niño dependiente y sobre todo obediente y tolera mal cuando de repente decide crecer y oponerse a su dominio. Es entonces cuando la democracia representativa se vuelve especialmente virulenta ante esos accesos de madurez ciudadana acusándola en muchas ocasiones de anti-democrática o como, por ejemplo, la acusación de anti-constitucional del estado español ante el "problema del independentismo catalán" y su voluntad de realizar una consulta que, por otro lado es plenamente democrática (y deseada por el 80% de los ciudadanos que viven en Catalunya). Veamos aquí los argumentos de otro lider de la desobediencia civil: el matemático y filósofo ingles Bertrand Rusell:


    Bertrand Rusell
    Quienes critican la forma particular de desobediencia civil que estoy intentando justificar mantienen que las violaciones de la ley, aun cuando puedan estar justificadas bajo un régimen despótico no pueden nunca estar justificadas en una democracia. No encuentro en absoluto válida esta aseveración. Hay muchos casos en los que gobiernos nominalmente democráticos dejan de hacer efectivos principios que los amigos de la democracia respetarían. Tomemos por ejemplo el caso de Irlanda antes de alcanzar la independencia. Formalmente los irlandeses tenían los mismos derechos democráticos que los británicos. Podían enviar sus representantes a Westminster y defender su postura mediante todos los procedimientos democráticos admitidos. Sin embargo, a pesar de ello, estaban en minoría, que habría sido permanente si se hubieran limitado a los métodos legales. Ganaron su independencia violando la ley. Si no la hubieran violado, no habrían podido ganar.

    Y sigue con el siguiente texto:

    Hay muchas otras formas por las que los gobiernos nominalmente democráticos dejan de serlo en la práctica. Una gran cantidad de cuestiones son tan complejas que sólo un pequeño número de expertos puede comprenderlas. Cuando se suben o se bajan los tipos de interés, ¿qué proporción del electorado puede juzgar si era correcto o no hacerlo? Y si alguien que no tenga una posición oficial critica la acción del Banco deInglaterra, los únicos testigos con la suficiente autoridad serán las personas responsables de lo que se ha hecho o las estrechamente relacionadas con ellas. No sólo en cuestiones financieras: todavía más en cuestiones militares y diplomáticas, hay en todo estado civilizado una técnica de ocultamiento ampliamente desarrollada. Si el gobierno quiere que un hecho determinado no sea conocido, casi todos los medios de comunicación le ayudan en el ocultamiento. En tales casos, sucede frecuentemente que la verdad sólo llega a ser conocida, si es que llega a serlo, por medio de persistentes y sacrificados esfuerzos que acarrean vilipendio e incluso deshonra personal. En ocasiones, si el asunto suscita suficiente pasión, la verdad llega a ser conocida al final. Así ocurrió, por ejemplo, en el caso Dreyfus. Pero si el asunto es menos sensacional, el votante ordinario será probablemente dejado en la ignorancia.

    Por estas razones, la democracia, aun cuando mucho menos susceptible a los abusos que la dictadura, no es en absoluto inmune a los abusos de poder por parte de la autoridad o de intereses corruptos. Si se quiere preservar libertades valiosas es necesario que exista gente dispuesta a criticar a la autoridad e incluso, si se da el caso, a desobedecerla. [10]


    Bertrand Rusell y la desobediencia civil
    Dentro de este apartado que conlleva "persistentes y sacrificados esfuerzos que acarrean vilipendio e incluso deshonra personal tenemos los casos recientes de las revelaciones hechas por Julian Assange (Wikileaks) o de Bradley Meaning o Robert Snowden. 

    Y así podríamos seguir nombrando los argumentos de la la reflexión y el discernimiento llevado a la resistencia ciudadana tanto como posición individual, pero sobretodo también como acción colectiva. La desobediencia civil ha sido argumentada y apoyada como necesaria por intelectuales como Jurgen Habermas, Noam Chomsky, Norberto Bobbio, Erich Fromm (quien argumenta con precisión el desarrollo de la humanidad y la civilización gracias a la desobediencia), Michael Randle (pionero de las acciones de desobediencia y protesta no violentas, junto a Bertrand Rusell, en Gran Bretaña), Andrew Arato, Jean l. Cohen o la misma Hannah Arendt, o su puesta en acción en reconocidos activistas como Mahatma Gandhi, Martin Luther King o Nelson Mandela.

    Hoy en día reside en la resistencia ciudadana ante la política y, especialmente, ante ese oscuro poder financiero de los mercados el mensaje del juez Haywood: JUSTICIA, VERDAD Y EL RESPETO QUE MERECE EL SER HUMANO.
    ________________

    [1] Sharp, Daryl.Lexicon junguiano. Editorial cuatro vientos. Ver acepción sobre la reflexión
    [2] Arendt, Hannah. Sobre la revolución. Alianza Editorial. Libro de bolsillo, págs. 452 y 453
    [3] Ídem anterior, pág. 393
    [4]D'Arçais, Paolo Flores. (Cervignano del Friuli, 1944)Filósofo y periodista y editor de la revista Micromega. Su pensamiento tiene como inspiradores a Albert Camus y, precisamente, a Hannah Arendt. Flores d'Arcais fue uno de los principales impulsores del movimiento cívico italiano llamado de los girotondi, que en 2002 intentó impulsar los valores de democracia y legalidad que, a su juicio, corrían peligro por el gobierno de Silvio Berlusconi.
    [5] Puig, Valentí (Palma de Mallorca, 1949) es un periodista, narrador, poeta, crítico literario, novelista y ensayista que escribe en catalán y español. Licenciado en Filosofía y Letras.
    [6] Goytisolo, José Agustín. del libro de poemas Palabras para Julia.
    [7] Fromm, Erich. La desobediencia como problema moral (artículo)
    [8] Thoreau, Henry David. Del deber de la desobediencia civil. Editorial Pi.
    [9] Ranciére, Jacques. Odio a la democracia. Amorrortu editores.
    [10] Rusell, Bertrand. Desobediencia civil y guerra nuclear (artículo)

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    ENTRADAS RELACIONADAS


    HANNAH ARENDT: Adolf Eichmann o el sujeto normatizado.
    Director: Maragarethe Von Trotta
    Actores: Barbara Sukowa, Axel Milberg, Janet McTeer, Julia Jentsch

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    PERSONA (Ingmarg Bergman, 1966): el silencio como espejo.

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    Ingmar Bergman produjo una de las más grandes, emocionantes y arriegadas obras del cine moderno en cualquier parte del mundo. Desde Crisis en 1946 hasta Saraband en el 2003, refinó constantemente su forma de contar historias y personajes, cambió y amplió su visión del mundo y creó el suyo propio como hacen los grandes artistas. Me considero afortunado por haber vivido durante sus años más prolíficos como director. Pudimos seguir su admirable progreso desde un Verano con Mónica a Fresas salvajes, a otro nivel con Persona y Gritos y susurros hasta su obra maestra, Fanny y Alexander y, como colofón extraordinario, Saraband. Es maravilloso poder mirar atrás y redescubir esas películas para los más jovenes. (Martin Scorsese) [1]

    Volvemos a mi estimado Ingmar Bergman ahora con Persona (1966), una de los obras fundamentales de su filmografía y de la historia del cine con la que se nos sumerge de lleno en el tema de la identidad y del reconocimiento a través del otro. Obra maestra no sólo por su argumento sino por la belleza fascinante de su blanco y negro (Sven Nykvist) y sus sugerentes y significativos primeros planos. Interpretaciones sobresalientes de Bibi Andersson en el papel de la enfermera Alma y Liv Ullman en el de la actriz Elizabeth Vogler, Persona nos narra una extraña historia de simbiosis y vampirización entre estas dos mujeres.

    I. PERSONA Y MÁSCARA: Sobre los personajes de Elizabeth y Alma.

    Para reflexionar acerca de esta película quizá sea importante empezar por destacar su título y su relación con el arquetipo junguiano del mismo nombre que víncula la persona con la máscara. Efectivamente, la etimología de persona viene del latín persona que definía la máscara que utilizaban los personajes teatrales. A su vez la persona del latín proviene del etrusco phersus proveniente del griegoprospora (pros: delante y opas: cara, es decir, por delante de la cara). Por lo tanto, y tomando esta dimensión etimológica, ya podemos observar que la persona como máscara, como algo por delante de la cara, vela o pretende disimular algo que se halla detrás de ella: otra cara, otro rostro que la máscara precisamente oculta. Veamos como Jung define la persona en su dimensión arquetípica:

    sin embargo, como su mismo nombre indica, la persona es tan sólo una máscara de la psique colectiva, una máscara que transmite la engañosa sensación de ser individuo y que, no siendo más que realmente un papel interpretado en el que toma la palabra la psique colectiva, hace que los otros y nosotros mismos pensemos que seríamos individuales.

    Al analizar la persona, disolvemos la máscara y descubrimos que lo que aparentaba ser individual es en el fondo colectivo [...] En términos psicológicos, la persona no es en absoluto "real". La persona es un compromiso entre el individuo y la sociedad que tiene por objeto que "cada uno de nosotros aparenta ser". Cada uno de nosotros adopta un nombre, adquiere un título, ejerce una función, y es esto o aquello.  Como es natural, todas estas cosas son hasta cierto punto reales, pero en comparación con la individualidad del sujeto en cuestión su realidad es sólo secundaria, un mero compromiso en el que en ocasiones los demás participan en mucha mayor medida que él. La persona es una mera apariencia... [2]

    - Sobre el personaje de Elizhabet Vogler.

    Este texto de Jung tiene su traslación en el lenguaje de Bergman en el comentario que le hace la doctora (Margaretha Krook) que atiende a Elizhabet desde que cayó en el estado de silencio en el que se mantiene desde que dejó de hablar en una representación de Electra , y que tras descartar cualquier causa fisiológica o neurológica, le prescribe retirarse a una casa en una isla con una enfermera que la cuidará y de la que la doctora es también supervisora (Alma). Sus palabras son:

    ¿Crees que no lo entiendo? El desesperado sueño de la realidad, no de lo aparente sino de lo real. Consciente en todo momento, vigilante ante el abismo que hay ante lo que eres para los demás y lo que eres para tí misma. La sensación de vértigo y el deseo constante de ser descubierta por fin, de quedar expuesta en evidencia, quizá incluso aniquilada. Cada tono de voz oculta una mentira, cada gesto una falsedad, cada sonrisa una mueca. ¿Suicidarse...? No, no... Es muy feo. No es tu estilo, pero puedes quedarte inmóvil, en silencio, así al menos no mientes y puedes aislarte en tí misma, sin interpretar ningún papel, sin tener que exteriorizar gestos falsos. Eso crees, pero la realidad es retorcida. Tu escondite no es en absoluto hermético, la vida se filtra por todas partes. Te ves obligada a reaccionar. Nadie te pregunta si lo tuyo es real o irreal, si eres auténtica o eres falsa. Ese extremo sólo tiene importancia en el teatro y, a veces, ni tan siquiera allí. Yo te entiendo Elizhabet, entiendo tu silencio, tu inmovilidad, que refuerzes tu voluntad con ese fantástico sistema. Te entiendo y te admiro. Creo que deberías seguir en el papel hasta agotarlo por completo. Hasta que deje de ser interesante. En ese momento podrás dejarlo poco a poco... como tus otros papeles.


    Liv Ullman (a la izquierda) como Elizabeth Vogler
    Hay una escena sumamente significativa cuando en su habitación del hospital Elizabeth contempla escenas del horror de la guerra de Vietnam. Se observa su profunda inquietud ante ese horror (toma figura en la televisión la escena de un bonzo ardiendo)... De repente se hace mayor la densidad del horror ante esa dimensión cruel de la vida. Hay algo en ella que ya nos sugiere lo que parece atenazar a Elizabeth: el miedo a la vida. Como si más allá de la máscara tan sólo aguardara el horror del sinsentido. De hecho unas escenas más adelante, ya retiradas ambas en la casa de la isla, Alma le pregunta si está de acuerdo sobre el el texto de un libro que está leyendo (y que nos recuerda las dudas del caballero Antonius, el cruzado protagonista de la película ya comentada en este blog El septimo sello). Al final Elizabeth afirma con la cabeza su acuerdo sobre el texto que dice:

    ... la dolorosa conciencia de nuestra condición terrenal erosiona lentamente la esperanza que tenemos depositada en la salvación eterna. El combate entre la fe y nuestras dudas ante la oscuridad y el silencio es una de las pruebas más terribles y definitivas de nuestro abandono, de nuestro aterrador e impronunciable conocimiento.

    La afirmación de Elizhabet a este texto confirma el estado de desorientación que la aqueja y la mantienen en ese estado de retiro y aislamiento que no es más que su miedo, o más que miedo terror a la vida. Para los gestálticos este es un conocido estado que Fritz Perls definió en su conocida metáfora del proceso terapéutico como el de ir pelando una cebolla e ir atravesando sus capas. A una de esas capas Perls las llamó"substrato fóbico". Esta se caracteriza como aquel momento de desconcierto en la que nos damos cuenta de que ya no nos sirven los "recursos neuróticos" (la capa que Perls llama de Clichés y roles) a la vez que experimentamos un gran miedo a profundizar porque ya no sabemos (no controlamos) donde nos dirigimos tanto hacia nosotros mismos como en nuestra relación con el mundo. Es un momento de miedo y desconcierto... en ocasiones de caos. Dice Jung al respecto, y en una aproximación muy parecida a la de Perls:

    Cuando la orientación consciente se derrumba, lo sucedido no es cosa baladí. Se trata de un pequeño fin del mundo, en el que todas las cosas retornan una vez más al caos de los comienzos. Uno se siente expuesto, desorientado, como un navío sin gobierno entregado al capricho de los elementos. [3]

    Hallamos a Elizabeth Vogler perdida en esta capa, presa de este profundo miedo a la vida, presa de su terror hacia ella que no es más que también miedo a sí misma, presa, finalmente,de una nueva máscara como bien le indica la doctora.

    - Sobre el personaje de la enfermera Alma.

    A estas palabras de la doctora que ponen de relieve la falsedad, a la vez que la realidad de la máscara, podemos añadir las palabras de Alma, su enfermera, quien nos describe perfectamente eso que Jung define como  la engañosa sensación de ser individuo [...] no siendo más que realmente un papel interpretado en el que toma la palabra la psique colectiva.  Creo que de una manera un tanto simbólica, Alma hace su monólogo mientras parece aplicarse alguna crema en su rostro. Veamos:

    Es extraño. Vamos por la vida de cualquier manera, sin detenernos a pensar. Me casaré con Carl Henrich, tendré hijos y los criaré. En mi interior lo tengo todo decidido. No hay nada que reconsiderar. Eso da seguridad, y además tengo un trabajo que me gusta. Eso es bueno, en otro sentido, pero es bueno... Si.

    Bibi Andersson como la enfermera Alma
    Es decir, Alma no es más que "aquello que se espera de ella", y a ello no ofrece grandes cuestionamientos, a pesar de que al final de sus palabras, en su tono de voz, emerge una cierta duda. La máscara, en su respuesta a lo colectivo, nos da seguridad, nos refugia en nuestro limitado mundo de "lo seguro".

    Estos nos permite reflexionar dos consideraciones necesarias a realizar sobre el arquetipo de la persona. Por un lado esta su dimensión de identificaciones con los padres y también con los ideales colectivos, y que en el caso de Alma se nos muestran como maternidad, familia y trabajo seguro. En el psicoanálisis este aspecto de la persona recibe el noimbre de ideal del yo y constituye un modelo al que el sujeto intenta adaptarse y que le depara seguridad por ser colectivamente aceptado. Por otro lado la persona incluye también el conocido en psicoanálisis como yo ideal, es decir, un tipo de identificación con otro ser al que se considera de manera notable por su cualidades:

    El yo ideal sirve de soporte a lo que Lagache ha descrito con el nombre de identificación heroica (identificación con personajes excepcionales y prestigiosos): «El yo ideal se revela también por la admiración apasionada hacia grandes personajes de la historia o de la vida contemporánea, que se caracterizan por su independencia, su orgullo, su ascendiente. [4]

    Pronto observamos esta admiración de Alma por Elizabeth, célebre actriz de teatro y cine. En relación a la sencilla Alma, enfermera que aun satisfecha de su trabajo, se siente  insegura y dudosa de sus capacidades, Elizabeth aparece como ese personaje excepcional sobre el que Alma se proyectará tras la llegada a la isla. De hecho, en uno de sus monólogos, Alma nos muestra también esa presencia del yo ideal de la persona, en comparación con la pobre impresión que tiene de ella su pareja Carl Henrich:

    Dedicar toda tu vida a algo... Ya sabes... Creer en algo e intentar conseguirlo. Encontrarle sentido a la vida. Eso me gusta. Dedicarse a algo obstinadamente, con tenacidad, sin rendirse. Significar algo para los demás.¿No es bonito? Ya se que puede parecer infantil, pero es lo que creo.


    II. EN LA ISLA (I): SOBRE LA TRANSFERENCIA ESPECULAR

    En un interesante artículo, la psicoanalista Sylvie Le Poulichet reflexiona sobre el silencio del analista y dice:

    ... el silencio del psicoanalista se ajusta en el eco de su propio lugar [...] no se puede reducir al hecho de callar la persona del analista. Es que este lugar [...] sólo cobra consistencia en tanto hace surgir otros lugares [...], pero también ciertos espectros. El lugar del analista, como su silencio, posee entonces la cualidad de una sombra que bosquejándose, despierta y revela ciertos actos psíquicos, así como la perspectiva de una incógnita. [5]

    En la isla (una especie del temenos junguiano) Elizabeth continua en silencio mientras Alma habla y habla... Poco a poco el silencio de Elizhabet se va transformando en la escucha atenta y paciente y la mirada interesada y comprensiva que la van transformando en una especie de psicoterapeuta o psicoanalista de Alma en cuya escucha y mirada esta encuentra el no juicio que la lleva a narrar cada vez con más profundidad su historia, a la vez que se va dando el fenómeno de la proyección en forma de transferencia, y que en un momento dado hace que Alma le diga a Elizhabet:

    Nadie se ha molestado en escuharme a mi como tú ahora, tú me estas escuchando. Me parece que eres la primera persona que me escucha [...] No paro de hablar, pensarás que soy una pesada, pero es tan agradable. Da una sensación de calidez, nunca me había sentido así... Siempre quise tener una hermana. Tengo un montón de hermanos. Tiene gracia, luego llegué yo. He estado toda mi vida rodeada de hombres. Me gustan los hombres, pero que te voy a contar a tí con toda tu experiencia como actriz...

    Y así, poco a poco, el relato de Alma va trazándose sobre el acogedor silencio de Elizabeth hecho de escucha y mirada, también acompañado en ocasiones del contacto físico de un masaje o una sencilla caricia... Escuha, mirada, contacto tierno y cariñoso y silencio, extraordinario receptáculo para la palabra de Alma y para su transferencia sobre Elizabeth.

    "Me parece que eres la primera persona que me escucha" (Alma)
    A través de ese silencio acogedor que destaca la escucha, la mirada y el contacto, Alma va abriendo su relato al más allá de su máscara hasta llegar a un episodio doloroso de su biografía donde emergió, en una de las escenas de más intensidad erótica del cine, la fuerza del deseo, la impulsividad sexual y el intenso placer que, no obstante, desembocan en el embarazo inesperado y el aborto. En el relato de Alma surge su profundo sentimiento de culpa y se apunta también al personaje velado tras la persona... al otro rostro que se oculta tras el rostro de la máscara, y llorando amargamente dice:

    No tiene sentido... no tiene ningún sentido. Luego tenemos remordimientos absurdos. Tu no entiendes... ¿Y que pasa con todo aquello en lo que creemos...? ¿No deberíamos respetarlo? ¿Es posible que no seamos siempre la misma persona? Me refiero a que a lo mejor no fui yo quien lo hizo...¡Que tontería! La verdad es  no se porque demonios me pongo a llorar.


    "¿Es posible que no seamos siempre la misma persona?" (Alma)
    Paralelamente a ello asistimos al proceso de idealización de Elizabeth por parte de Alma para, a le vez, convertirse en su propio espejo:

    Ya lo ves, no he dejado de hablar. Yo hablando sin parar y tu escuchándome. Te habrás aburrido. Que interés puede tener mi vida para tí. Deberíamos ser todos como tú. Oye... Sabes que pensé una noche que vi una película tuya... Entré en casa, me vi en el espejo y me dije: me parezco a ella. No me malinterpretes, tú eres más guapa, pero en ciero modo nos parecemos, me parece que podría convertirme en tí si me esforzase un poco, quiero decir interiormente y tu podrías convertirte en mi como si nada, aunque tu alma sería demasiado grande. se saldría por todas partes.

    Creo que es interesante, para comprender el posterior desarrollo de la película, reflexionar un poco sobre el concepto que introdujo Heinz Kohut dentro de la comprensión del fenómeno de la transferencia, y al que llamó transferencia especular. Se entiende a esta como el tipo de proyección que el paciente realiza sobre el analista o psicoterapeuta y que parte del concepto indicado por Kohut como "resonancia empática", es decir: la necesidad de todo ser humano de ser reflejado - por otro - para reconocerse a sí mismo:

    Si nadie en el mundo se alegra de que yo exista, si no hay nadie que me comprenda, que aprecie y ame lo que soy y lo que hago, me será muy difícil mantener un equilibrio narcisista saludable y un sentido de autoestima realista. [6]

    Alma desarrolla hacia Elizabeth una de las dos direciones posibles que, en distintos niveles de intensidad, desarrolla el paciente hacia su psicoterapeuta en ese tipo de transferencia: la de transformalo en la figura esencial para su propio equilibrio psíquico interno. En el extremo de esta transferencia hallamos:

    En este último tipo de transferencia se llega a valorar a tal punto el analista que cualquiera de sus respuestas, por mínima que sea, determina que el paciente se sienta bien, o por el contrario, que llegue incluso a dudar de su derecho a existir. Cada palabra, cada gesto del analista, el paciente los experiementa como una señal de aceptación o rechazo. Como una especie de veredicto emitido por el espejo. [7]

    El silencio que resalta la escucha, la mirada, el contacto de Elizhabet constituyen un espejo ideal para Alma, para hallar en ellos la "resonancia empática" a la que Kohut se refiere. No obstante, y cuanto más extrema es este tipo de transferencia, los psicoterapeutas y analistas saben que es muy importante tolerar esa idealización - pues es necesaria para su paciente - y que su necesario proceso de desidealización se dé de manera gradual evitando formas demasiado radicales o abruptas, puesto que sus consecuencias pueden ser graves o incluso traumáticas.

    Después de esa noche en la que Alma le revela su dolor a Elizhabet tiene un extraño sueño (la película juega constantemente con una ambiguedad deliberada entre la realidad y la fantasía) en el que de forma velada ya se anuncia la relación vampírica que se va a establecer entre ellas... La transferencia realizada por Alma sobre Elizhabet va a sufrir precisamente un cambio abrupto por el descubrimiento de una nueva realidad tras al fondo de la máscara que el silencio de Elizhabet oculta.

    El sueño de Alma.

    Vemos en ese sueño,simbólicamente representado, lo que ya se nos sugiere como una doble dimensión de la relación de Elizabeth con Alma: la aparente y la real representada en las dos puertas. La Elizabeth que entra por una y la que sale por la otra. La aparentemente contenedora y facilitadora y una segunda ya más sospechosa, que nos la muestra con un caracter más vampírico en el que ella parece alimentarse del mundo emocional de Alma y sobretodo de su carencia afectiva. Es muy sugerente la evolución de las últimas imágenes frente a la cámara de este fragmento, en el que el contacto no esta exento de cierta tensión sexual - tan propia del mundo de los vampiros -. Como mientras la cabeza de Elizhabet se acerca al cuello de Alma. el primer plano se va oscureciendo hasta desaparecer. Sin embargo, una de las imágenes más asociadas a la película es justamente esa que no puede verse porque en la película es justamente velada:

    Elizabeht y Alma.
    III. EN LA ISLA (II): EL SURGIMIENTO DE LA SOMBRA Y LA TRANSFERENCIA ESPECULAR NEGATIVA.

    La escena que da un cambio al desarrollo de la película se produce cuando Alma lleva unas cartas en coche. Hay una de ellas que tiene el sobre abierto... Es una carta de Elizabeth a la doctora. Alma no resiste la tentación y extrae la carta y la lee

    Querida, me gustaría vivir siempre así, este silencio, este aislamiento, esta sensación del alma abatida que finalmente comienza a recobrar fuerzas. Alma me mima de un modo realmente conmovedor. A propósito, me parece que se lo está pasando bien y que se siente impresionada por mí, facinada de una manera inconsciente y deliciosa. Resulta divertido estudiarla. Anoche me confesó entre lágrimas sus pecados del pasado. Una orgía ocasional con un chico a quien no conocía y cuya conclusión fue un aborto. Le atormenta el hecho de que sus ideas sobre la vida no concuerden con su conducta.

    La decepción de Alma es obvia. No sólo por su frivolización en ese "resulta divertido estudiarla", sino porque es traicionada desde el momento en el que Elizhabet revela sus "pecados" a la doctora... A partir de ese instante surge la Alma vengativa quien voluntariamente deja un cristal roto de un vaso para que Elizabeth se corte con él... Cosa que sucede. Alma la mira tras la ventana y Elizabeth le devuelve la suya sorprendida... Ambas saben que ahora las cosas han cambiado. En ese momento la pantalla se resquebraja y surgen unas imágenes aparentemente erráticas y a gran velocidad, entre las que destacan la imagen de un diablo, la de la muerte y la de una mano a la que se le está clavando un clavo (crucifixión). Tras ellas la mirada de un ojo nos abre finalmente a la segunda parte de la película: las personas se abren a sus sombras y el silencio es ahora infierno.Tras el cambio de imagen ambas protagonistas aparecen vestidas de negro y Alma le pide que le hable, que necesita que le hable... De sus palabras surgen la decepción y el enfado:

    ... necesito tu ayuda ahora mismo, no es complicado, únicamente necesito que me hables [...] Sólo quiero que me hables unos minutos, un minuto... puedes leerme algo de tu libro. Unas palabras... [...] De veras querida, necesito oirte hablar. Tabto te cuesta decirme una sola palabra... ¡Sabía que te negarías! No sabes como me siento. Siempre había creído que los artistas estaban dotados de una enorme capacidad de compasión. Que lo que les impulsaba a crear era su íntima voluntad de ayudar a los demás. Soy estúpida.


    Tras esto surge la revelación del sentir de Alma, su dolor por la traición de Elizhabet. Recordemos que antes cité las palabras de Mario Jacoby que para el paciente en transferencia especular el psicoterapeuta puede determinar que  "el paciente se sienta bien, o por el contrario, que llegue incluso a dudar de su derecho a existir.· Dice Alma:

    Te has servido de mí, y ahora que ya no me necesitas sencillamente me desprecias. ¡¡Si ya se que suena a tópico barato, que suena a falso; me has utilizado y ahora me desprecias, pero es la pura verdad!! Me has hecho daño. Te has reído de mi a mis espaldas.

    En su excelente comentario a esta película, Susan Sontag nos dice alrededor de la transformación del silencio en esta parte:

    El silencio de la actriz se convierte en una provocación, una tentación, una trampa. Lo que desarrolla Bergman es una situación que recuerda la obra en un acto de Strindberg La más fuerte, que describe un duelo entre dos personas, una de las cuales se mantiene agresivamente callada. Y como en la obra de Strindberg, la persona que habla, la que vuelca su alma, resulta ser más débil que la que permanece en silencio. Porque la naturaleza de dicho silencio se altera continuamente, se vuelve cada vez más potente: la mujer muda no cesa de cambiar. Cada gesto de Alma - de afecto confiado, de envidia, de hostilidad - queda invalidado por el silencio inflexible de Elizhabet. [8]

    - El surgimiento de La Sombra por identificación.

    Alma le revela a Elizabeth que ha leído su carta y surge entonces de ella el dolor de la traición: "¡Tu me hiciste hablar! ¡Me hiciste contarte cosas que no le he dicho a  nadie y tú luego las cuentas! ¡Vaya... que interesante!. ¡No vas a... Desde luego que vas a hablar!" Tras estas palabras surge entre ellas el diablo como el mal, la muerte como la no existencia y el dolor de la traición (el clavo clavado sobre la palma de la mano). Surge de los fondos de la psique La Sombra, el lado oscuro de la persona, el opuesto de la persona. Ambas se enzarzan en una pelea en la que Elizhabet abofetea a Alma y esta amenaza con tirarle el agua de una olla hirviendo... La sombra surge de repente por identificación con ella (- para profundizar ver el post El arquetipo de la Sombra en el cine (Parte I): Dr. Jeckyll y Mr. Hide y también el dedicado a La Chaqueta metálica: la transformación del soldado patoso), en lo que se conoce como posesión por identificación.


    El enfrentamiento entre Elizabeth y Alma.
    - La proyección de la sombra: la transferencia especular negativa.

     La escena que sigue es muy interesante. Una Alma más calmada se dirige a Elizabeth y le dice:

    ¿Tiene que ser así...? Es muy importante no mentir, decir la verdad, hablar con un tono de voz sincero. ¿Puede vivir alguien sin hablar francamente? Mentir, disimular y evitar la realidad. ¿No es mejor abandonarse y aceptar las cosas que fingir? Tal vez sería un poco mejor si te mostrases abiertamente. No, tu no lo entiendes. No entiendes lo que te digo, eres inaccesible. La doctora dijo que estabas mentalmente sana pero que tu locura es la peor. Te haces la sana, y lo haces tan bien que todos te creen. Todos excepto yo que se que estas podrida.

    Elizabeth se retira de repente y Alma se pregunta entonces qué ha hecho. De repente Alma, aun sin decirlo, es como si cayera en la cuenta de que le ha dicho a Elizhabet es lo mismo que podría decirse ella... Alma ve en Elizhabet a su propia sombra y ejerce sobre ella el juicio que se ejerce sobre sí misma. En la retirada de Elizabeth está también su propio auto-rechazo y en este rechazo está también su dolor más profundo: el dolor de la muerte, de la no existencia. Corre detrás de Elizabeth para pedirle perdón, para decirlo lo importante que es para ella, perdón que ésta le niega sumiéndose y sumiendo a Alma en el infierno de su silencio. Alma desesperada huye entonces diciendo: "¡¡No piensas perdonarme!! ¡Eres demasiado orgullosa y no estas dispuesta a rebajarte porque  no me necesitas para nada...! ¡¡Para nada...!! ¡¡¡Para nada...!!!

    Asistimos a dos fases en esa escena. Por un lado al juicio de Elizhabet que implicaría, a diferencia de la transferencia especular de cariz positivo que vimos antes, a una dimensión de corte más negativo. Cuando hablamos de la transferencia especular vimos que podía tomar dos direcciones. Aquella en la que se idealiza al  psicoterapeuta y se lo convierte en base del equilibrio psíquico y la otra, aquella en el que el psicoterapeuta es devaluado, es decir, cuando se le proyectan los propios sentimientos reprimidos de poco valor, impotencia, inutilidad o indignidad.

    Ahora bien, ni Elizabeth ni Alma están en una relación terapéutica, Y ni una es psicoterapeuta  ni la otra paciente, por lo menos en el contexto de lo que éste tipo de relación implica. La reacción de Elizabeth es abandonar a Alma y esta experimenta de nuevo el rechazo... El rechazo por haberse ahora portado mal. Y aquí nos hallamos en la segunda fase de esta escena: Alma no sostiene el rechazo al que siente como una reducción a la no existencia, a una muerte afectiva.Por ello persigue desesperadamente a Elizabeth pidiéndole perdón, recordándole lo importante que es para ella... lo importante que es no acabar como enemigas. Pero, en última instancia, Elizabeth le vuelve a dar la espalda y Alma se desespera.

    IV. EN LA ISLA (III): SOBRE EL FENÓMENO DE LA VAMPIRIZACIÓN.

    La tercera parte de la película nos habla del fenómeno de la vampirización. Quizá para comprenderla podamos recurrir una vez más a la transferencia especular:

    Dado que el analista, en su función de espejo, es experimentado inconscientemente como si formara parte del paciente (el auto-objeto del que habla Kohut), resulta natural que el paciente tenga ataques de posesividad cuando se da cuenta de que el analista no sólo lo refleja a él, sino también a muchas otras personas, a las cuales puede, incluso, preferir más que a él. El paciente siente como si perdiera una parte de sí mismo. En esta situación, resulta muy importante que el analista empatice con estos miedos que están tan profundamente arraigados en el paciente, ya que esto es lo que le impedirá sentirse aprisionado por sus molestos ataques de posesividad. Si no lo hace, probablemente trate de liberarse de "las cadenas que le aprisionan" haciendo comentarios agresivos, grotescos o burlones. [9]

    Esta consideranción del otro como parte de sí mismo es lo que hace a Alma susceptible de ser vampirizada. Su necesidad de Elizabeth, su necesidad de reconocerse a través del otro, la hacen dependiente de ésta y su silencio negador la precipita en los abismo de la pérdida de la identidad. En cierta manera el silencio de Elizabeth es el abismo de La Cosa lacaniana, perderse e su más allá. Tras el rechazo de Elizabeth, Alma entra en un extraño mundo donde realidad y fantasía son difíciles de discernir. Donde es difícil reconocer si lo que sucede sucede en la realidad o en la fantasía de Alma si bien, y como diría Jung, constituyen finalmente su realidad psicológica. Llega así la escena del encuentro con la pareja de Elizabeth, el señor Vogler (Gunnard Bjonstrad)...  Alma es confundida por ella y tras una breve resistencia adopta el rol de Elizabeth y, de hecho se torna ella. Tal y como ocurre en ocasiones con el mundo de los vampiros, el ser vampirizado está en conexión psíquica con el vampiro y así ve lo que ve él... y actúa como él. Es curioso cuando Elizabeth, que contempla la escena, toma la mano de Alma y la lleva al rostro de Vogler para que le acaricie... Habla por ella y a través de ella muestra cariño y ternura por Vogler, también por su hijo...

    Alma, Vogler y Elizabeth: la fusión vampírica
    Pero en ese proceso de vampirización, Alma también entra en contacto con la parte más sombría de Elizabeth, y así de repente y como si entrara en trance, el tono de las palabras se troca en desesperación y dice a Vogler:

    ¡¡La anestesia acaba conmigo... No lo soporto!! ¡¡Que verguenza, que verguenza... Que verguenza, déjame en paz, déjame en paz, estoy podrida. Soy fría e indiferente. Todo en mí es una mentira y un engaño!!

    La cámara entonces se desplaza rápidamente hacia Elizabeth y nos muestra un primer plano de su rostro a la vez que suena el sonido profundo y denso de un gong: la consciencia de Elizabeth. Justo después de este primer plano, se nos muestra en la siguiente escena como Alma aparta las manos apoyadas en la mesa de Elizabeth y descubre la foto de su hijo - que en el principio de la película había roto -. Alma, ante un rostro ahora preocupado de Elizabeth le dice que tienen que hablar de este tema... "Cuéntame Elizabeth - esta niega con la cabeza - sino tendré que hablar yo". Llega entonces una de las escenas más impactantes de la película. En ella se relata el fracaso como madre de Elizabeth - ambas mujeres comparten su drama como lo que siente cierta falla como madres - y se relata en dos ocasiones, una enfocando el rostro de Elizabeth, la otra enfocando el rostro de Alma. En el enfoque del rostro de Elizabeth asistimos a su negación y desconcierto, al miedo y a su dificultad para sostener aquello que Alma le manifiesta. Aparta su mirada de ella pero finalmente va surgiendo la tristeza y el dolor con el que Elizabeth vivió una maternidad cargada de odio al hijo desde el momento de su concepción. Lo vive como un obstáculo, un problema para su belleza, su estilo de vida, su profesión de actriz... por sus sentimientos de culpa y remordimientos posteriores... por el amor que el hijo le muestra como madre, cuando ella solo desea golpearle.

    El miedo de Elizabeth.
    Luego se repite la escena ahora con la cámara enfocada en Alma... y al final del relato se produce el famoso primer plano de la fusión de ambas mujeres en el rostro de Alma. Ella, como si entonces se diera cuenta se resiste: "no... yo no soy como tu, no siento como tu, soy la enfermera Alma y estoy aquí para cuidarte. No soy Elizabeth Vogler, tú eres Elizabeth Vogler".


    La fusión entre Alma y Elizabeth.
    Tras esa escena sigue aquella en la que Alma se ha recuperado a sí misma... Aparece vestida con su uniforme de enfermera como seña de su identidad - una máscara le devuelve su integridad -:"Yo nunca seré como tú, nunca. Cambio constantemente. Nunca te apoderarás de mi" - le dice -. Alma se enfrenta al silencio de Elizabeth dando golpes sobre la mesa para que voluntariamente vuelva a surgir su identificación con Elizabeth. Su respuesta a su silencio es ahora enfrentarla con ella misma y Alma-Elizabeth le dice:

    Decirlo es inútil, no sirve de nada, es una locura. Ahora no... no... siempre contra el paso del tiempo. Cuando tenía que ocurrir no ocurrió y por lo tanto fue un fracaso. Tu no reacciones, pero yo debo hacerlo y no hacia el interior. Es preciso que avise a todos los demás, a todos los desconsolados. Tomar si... ¿pero qué es lo más próximo? Se llama... No... no... no nosotros, nuestro, mío, yo, todas palabras nauseabundas responsables de un dolor incomprensible.

    Es entonces cuando Alma le muestra el brazo a Elizabeth y se corta. De la herida mana sangre y éste se avalanza hacia ella para sorberla... Tras unos segundos Alma reacciona retirándole su brazo y pegándole sin cesar... El silencio de Elizabeth no oculta más que al vampiro emocional.

    El vampirismo de Elizabeth sobte el brazo de Alma
    V. Y MÁS ALLÁ DE LA PSICOLOGÍA...

    Reducir la obra de Bergman sólo a la psicología  no sería ni justo ni acertado como bien observa Susan Sontag, y como bien se deriva de esas escenas finales contempladas desde otras intermedias. ¿A qué dolor incomprensible se refiere Alma? Alma, como Elizabeth, se refieren al dolor de la existencia, al absurdo y el sinsentido con el que esta se nos muestra en multitud de ocasiones, el dolor implícito en la propia condición humana y al silencio final de nuestros dioses, sean cuales sean estos. La lectura de Bergman parece lanzarnos a un Universo frío e indiferente en el que "las palabras nauseabundas" (nosotros, nuestro, mío, yo) transforman al hombre en un vampiro que se alimenta de sus congéneres... Su vacío es alimentado mediante el uso del otro reducido a simple objeto ("resulta divertido estudiarla"). La posición de Bergman respecto a la condición humana me parece esencialmente descrita por Sontag:


    la naturaleza de su sensibilidad, cuando es fiel a ella, tiene una sola temática: las profundidades donde se ahoga la conciencia. Si para conservar la personalidad es necesario salvaguardar la integridad de las máscaras, y si para conocer la verdad acerca de la persona hay que desenmascararla, resquebrajar la máscara, entonces la verdad de la vida, globalmente considerada reside en la destrucción de toda la fachada, detrás de la cual se oculta una crueldad absoluta. [10]

    La manifestacón de esta crueldad absoluta se manifiesta en el horror que experimenta Elizabeth cuando contempla al bonzo ardiendo o en la contemplación de una fotografía del holocausto en el que se observan niños y madres del gueto rodeados de soldados nazis... Imágenes que no tienen un trasfondo político sino que aparecen como manifestaciones de esta insoportable crueldad que aguarda tras la fachada. Recuerda Bergman una aproximación parecida a la que más tarde, con su habitual clave de humor, Woody Allen nos presentó en "Delitos y faltas".

    Eso nos muestra también Bergman en su personaje de Elizabeth, su retracción en relación a la vida, su aspiración a la renuncia de sus máscaras, no hace más que manifestar su condición vampírica... Su silencio no es más que el vacío succionador de su carencia. Eso es lo que Alma le muestra cuando le reponde a su silencio con su identificación con ella. En otra de esas escenas donde realidad y fantasía - ¿un sueño? - se vuelven ambiguas, Alma entra en la habitación... ¿ahora del hospital...? Allí yace Elizabeth. Se acerca a ella y levantándola le susurra: "Ahora repite lo que yo diga... Nada... Nada,". Elizabeth, medio dormida, medio incosciente, finalmente lo repite. Nada... Bergman parece insistir en que tras la máscara no hay nada... nada salvo el sinsentido y la crueldad. Y así finalizaré esta entrada con unas palabras finales de Susan Sontag, quien en relación a las primeras y últimas imágenes y las últimas de la película, que tanto han dado que hablar, dice al respecto:

    El tema de Persona es la violencia del espíritu.Si las dos mujeres se violan recíprocamente, es lícito decir que cada una de ellas se ha violado a sí misma de  una manera por lo menos igualmente profunda. En el paralelismo final con este tema, la misma película parece ser violada, parece emerger del caos del "cine" y de la "película como objeto" para luego volver a sumirse en él. [11]

    Bibi Andersson, Bergman y Liv Ullman: Persona (1966)

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      [1] Scorsese, Martinen comentario del extra "Imágenes del recreo"en el DVD de Persona.
      [2] Jung, C. G.  La persona como recorte de la psique colectiva en OC. Volumen 7, Editorial Trotta, par. 245
      [3] Ídem anterior.Los intentos por liberar a la individualidad de la psique colectiva, par. 254
      [4] Laplanche & Pontalis.Diccionario de psicoanálisis. Ver acepción "Yo ideal". Editorial Paidós.
      [5] Le Poulichet, Sylvie.La efracción del silencio en El silencio del psicoanálisis (bajo dirección de J. D. Nasio) Amorrortu editores, pág. 117
      [6] Jacoby, M.El encuentro analítico. La transferencia y la relación humana. Fata Morgana, pág. 74 
       [7] Ídem anterior, pág. 82
      [8] Sontag, Susan.Estilos radicales. Editorial Debolsillo (ebook). En "Persona de Bergamn".
      [9] Ver nota 6, pág. 83
    [10] Ver nota 8.
    [11] Ver nota 8.
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    OTRAS ENTRADAS DE INGMAR BERGMAN EN ESTE BLOG.


    LOS COMULGANTES (1963)

    y el horror neurótico.

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    FRESAS SALVAJES (1950)
    y el mensaje de los sueños.

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    EL SEPTIMO SELLO (1957)
    Muerte y sentido

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    OTRA PELÍCULA DE BERGMAN RELACIONADA



    EL SILENCIO (1963)

    En el camino de vuelta a casa, al regreso de las vacaciones, dos hermanas, Anna y Ester, se ven obligadas a quedarse en un hotel de Timoka, una ciudad desconocida en un país desconocido. La causa de la detención es la enfermedad de Ester. El hotel es grande, los huéspedes escasos. También alberga a una compañía de enanos que actúa en un teatro de variedades cercano. En el lugar se habla un idioma que ni siquiera Ester, que es traductora, entiende.




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    ENTRADAS RELACIONADAS CON EL ARQUETIPO DE LA SOMBRA.


    DR. JECKYLL & MR. HIDE (1931) -  Robert Mamoulian -
    y el arquetipo de la sombra (I)

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    LA CHAQUETA METÁLICA (1987) - Stanley Kubrick -

    y el arquetipo de la sombra (II): la transformación del soldado patoso.

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    EL HOMBRE ELEFANTE (The elephant man, Davyd Lynch, 1980): Una historia sobre la dignidad del ser humano.

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    El hombre elefante (The elephanth man) es una película dirigida por David Lynch en 1980 y que nos cuenta la historia real de Joseph Merrick (en la película John Merrick), magnificamente interpretado por John Hurt y basado en el libro del que fue su descubridor y protector el doctor Frederick Treves (interpretado en la película por Anthony Hopkins): The elephant man and other reminiscences. La obra se basa también en el libro del antropólogo Ashley Montagu:The Elephant Man: A Study in Human Dignity. Película de un fuerte contenido dramático que es enfatizado por el blanco y negro con el que fue rodada y que refuerza el lóbrego ambiente del Londres Victoriano en el que transcurrio la vida y el horror de John Merrick. Recuerdo la fuerte impresión que causó en mi esta película cuando la ví poco después de volver del servicio militar - y no evoco este recuerdo como simple anécdota - y la emoción que me causaba su personaje en lo que es ahora el objeto de mi reflexión: el hombre elefante como lo opuesto al concepto de lo siniestro, su relación con la dignidad del ser humano a la vez que nos pone también en contacto con la inhumanidad y finalmente aquello que nos dice Miguel Alcíbar acerca de esta película y su protagonista:

    Jekyll y Hyde no representan la cara luminosa y la cara oscura del ser humano, como tantas veces se ha dicho. Por el contrario, ambos habitan lo oscuro porque ambos anhelan, desde el refinamiento uno y la bestialidad el otro,comprender la intrincada naturaleza humana. Son metáforas de un mismo anhelo. Merrick, que sin ser un arquetipo, como sí lo son los personajes de Stevenson, sino un resplandeciente espíritu encerrado en una grotesca cárcel de carne degradada, por gracia del celuloide se ha convertido en la terrible metáfora de la soledad humana. En algún recóndito sentido, todos somos Merrick, todos somos una sombra de nosotros mismos, un claroscuro de deseos, miserias y sueños. [1]

    David Lynch (1980) durante el rodaje de The elephant man
    I. SOBRE LO SINIESTRO Y EL RESPLANDOR DE UN ESPÍRITU.

     La película de David Lynch nos cuenta la historia de Joseph Merrick, un ser humano que  nació con una extremadamente rara enfermedad hoy conocida como el síndrome de Proteus (en referencia al dios griego Proteus que podía cambiar de forma, aunque también se especuló con la fibromatosis) y que implica un crecimiento excesivo de la piel y un desarrollo anormal de los huesos, normalmente acompañados de tumores en más de la mitad del cuerpo. Merrick constituye una de los escasos casos conocidos de esta enfermedad, a parte de ser un caso severo pues tenía afectado una gran parte de su cuerpo: anormal curvatura de la columna vertebral, tumores fibrosos en el 90% del cuerpo, macrocéfalo, bronquitis crónica, protuberancias óseas y el brazo derecho completamente atrofiado. Frederick Treves, el doctor al cual debemos el conocimiento de su caso, lo halló en lo que en las ferias de aquellos días se conocía como exhibición de fenómenos (freaks). El descubrimiento de Merrick por parte de Treves viene acompañado por la conocida escena en la que éste le contempla por primera vez y en la que su mirada refleja el encuentro que se da entre lo terrible con lo compasivo y que une a través de esta mirada al espectador con su protagonista: el hombre elefante.

    Frederick Treves (Anthony Hopkins) la primera vez que contempla a John Merrick
    Treves convence a su "propietario", el señor Bytes (Freddie Jones), para que lo deje ir al hospital donde el trabaja para examinarlo... Posteriormente hace la presentación y análisis clínico de su hallazgo ante la comunidad científica. Treves, ante las lesiones de Merrick imagina que éste es "un imbécil, un completo idiota" en el sentido de que está convencido de que sus capacidades mentales estan muy disminuídas.

    La llegada de John Merrick (John Hurt) y la vestiduras que le cubren a su llegada a la recepción del hospital.
    Merrick vuelve al hospital tras una paliza propinada por Bytes en una de sus habituales borracheras y es aquí donde Treves sospecha que Merrick le comprende, que quiere comunicarle algo... Poco a poco Treves se gana su confianza y así Merrick reconoce que le entiende y luego logra que pronuncie las primeras palabras... Poco a poco Merrick va revelando una personalidad basicamente bondadosa, de una extrema sensibilidad y belleza, así como una inteligencia superior a la normal. Poco a poco Merrick accede a un mundo de cuidado y de respeto donde de repente se le protege. Treves, quien le esconde en una habitación del hospital empieza a contar con la ayuda de la enfermera jefe (Wendy Hiller) y de su director, el doctor Kart Gomm (Sir John Gielgud). Es con este último con quien descubren que Merrick no sólo puede hablar sino que sabe leer y escribir (en la escena de la narración del salmo 20 de la Biblia). Frente a ellos tenemos a sus explotadores como Bytes, quien reclama su propiedad, su negocio, o Sony, el guardian nocturno (Michael Elphick) quien haciendo negocio de ello cuela a gente por la noche para mostrarlo.

    Imágenes del verdadero Joseph Merrick, quien contaba 21 años cuando Treves le descubrió y
    de la extrema deformidad provocada por su enfermedad.
    Treves le lleva un día a su casa y le presenta a su mujer Anne (Hannah Gordon) y juntos toman el té... En la presentación Merrick se emociona profundamente: "Es que yo no estoy acostumbrado a ser tratado tan bien por una mujer tan hermosa" dice sollozando. Su sensibilidad se despliega cuando al mostrar el retrato que conserva de su madre dice:

    Yo debí ser una gran decepción para ella [...] si pudiera encontrarla y ella pudiera mirarme con amor queridos amigos, aquí y ahora quizá me amaría tal como soy... Yo me he esforzado mucho por ser bueno...

    Veamos esta escena tan impactante:


    También Merrick descubre su exquisita sensibilidad ante la actriz de teatro que se interesa por conocerle. Mrs. Kendall (Anne Bancroft) le regala una foto suya y un libro: Romeo y Julieta. En una lectura mútua del libro, una emocionada Mrs. Kendall aprecia el corazón sutíl que vive en el interior de un cuerpo hecho cárcel: "¡Oh señor Merrick. Usted no es el hombre elefante... Usted es Romeo", dice tras darle un beso.

    - El hombre elefante: el reverso de lo siniestro.

    La historia de Joseph Merrick se nos muestra justamente como el reverso de aquello que Freud nos mostró en su análisis de lo siniestro (Umheimlich). Para no alargarme transcribo una parte de lo que comenté al respecto en la entrada dedicada a la película IT acerca de este concepto:

    Freud vincula aquellas manifestaciones que siendo de naturaleza espantosa o angustiante, no obstante se relacionan con lo extremadamente cercano, lo familiar. Lo siniestro surge cuando aquello que debería estar oculto se manifiesta, o en términos psicológicos cuando aquello que está reprimido de repente se hace presente con toda su carga de angustia y espanto.

    El hombre elefante se nos muestra con toda su "naturaleza espantosa o angustiante" para mostrarnos no obstante toda su bondad, toda su inocencia... toda su sensibilidad oculta en un cuerpo aparentemente siniestro. De él no surge ninguna maldad, ningún horror, surge simplemente una exquisita sensibilidad, una profunda bondad e inocencia, su absoluta falta de rencor después de haber sufrido una vida de penalidades para la mayoría de nosotros inimaginables. Como grita Merrick en una escena de la película, grita que a pesar de su cuerpo él es un hombre, un ser humano: "¡Noooooo...! ¡Yo... Yo no soy ningún monstruo! ¡No soy un animal! ¡Soy un ser humano! ¡Soy un hombre!". Un grito que cala hasta el último recoveco de nuestra alma invocando la dignidad incuestionable, y sin embargo tan cuestionada, de todo ser humano. Como decía Miguel Alcíbar... En algún recóndito sentido todos somos Merrick.

    - El resplandor de un espíritu.

    Después de ver la película sentía a Merrick como un alma gemela de Gregor Samsa, el trágico protagonista de La metamorfosis de Kafka. El hombre elefante de Merrick, como el insecto repulsivo en el que Gregor Samsa se ha transformado una mañana al despertar asumen su condición con una dramática resignación... Viven la vida como un "horror cotidiano"... Sin embargo, su persistencia, su resistencia parece ser un testimonio de que más alla de las formas habita un ser que sufre y goza como  nosotros... Su propia persistencia parece ser en ocasiones una provocación al falso mundo de las "buenas imágenes" sobre las que se oculta el condicionamiento de la dignidad del ser humano. John Merrick deviene el resplandor de un espíritu oculto en la oscuridad de las formas, un resplandor de luz en "la noche del mundo". La famosa maqueta que Merrick construyó nos daría testimonio de ello... Más allá del mundo de las apariencias habita un ser sensible del que surge la belleza y la delicadeza en ese reverso de lo siniestro en el que el hombre elefante se constituye.


    La maqueta que John Merrick construyó en su estancia en el hospital.
    En un mundo donde la construcción de la imagen nos determina tanto, Merrick es la antimagen que en realidad se oculta tras ella y no como la sombra sino como un más alla de ella... La oscuridad que transmite toda la película de Lynch es un justo reverso de la oscuridad que hoy en día se oculta bajo las buenas imágenes que somos impelidos a tener para conservar una supuesta dignidad de ser. La "buena imagen" que hoy construímos oculta el Merrick sufriente que tras ella se halla, el ser indigno que nos habita. Merrick grita, GRITA la incuestionable dignidad por ser simplemente un ser humano, más allá de logros y resultados, de razas, castas o géneros, de cunas y casas, más allá de jerarquias y autoridades, más allá de cualquier condicionante a la que la dignidad es consciente o inconscientemente sometida y mancillada y a la que tan acostumbrada nos tiene el dominio de lo que Jung llamó la psique colectiva como vimos en la anterior entrada dedicada a la película de Bergman Persona. Y la lección de Joseph Merrick, la gran lección es que el ofrece respeto donde sufrió humillación, sensibilidad donde sufrió crueldad sin límite, bondad donde tan sólo sufrió la maldad y la crudeza del ser humano, comprensión donde él tan sólo recibió violencia, rechazo, desconfianza y abuso.


    II. SOBRE LO HUMANO Y LO INHUMANO.

    En Visión de paralaje Slavoj Zizek hace una interesante reflexión sobre "lo inhumano":

    ... "no es humano" no es lo mismo que "es inhumano". "No es humano" significa simplemente que es algo exterior a la humanidad, animal o divino, mientras que "es inhumano" significa algo claramente diferente: el hecho de que no es humano ni inhumano sino que está marcado por un terrorífico exceso que, a pesar de que niega lo que entendemos por "humanidad", es inherente al ser humano. [2]

    Es decir que lo inhumano forma parte del ser humano... El hombre es capaz de inhumanidad porque esta reside en su esencia. Sus terroríficos excesos son obvios como se demuestra a lo largo de la historia tanto en los planos sociales como más individuales... Desde esta perspectiva y, una vez más, el hombre elefante, Joseph Merrick, nos retorna al reverso de lo inhumano. Dentro de la misma reflexión de lo inhumano, Zizek nos ofrece la siguiente observación sobre Gregor Samsa:

    En la metamorfosis de Kafka, Grete, la hermana de Gregorio Samsa, nombra a su hermano transformado en insecto como un monstruo: la palabra alemana usada es, ein Untier, un no amimal, en estricta simetria con inhumano. Lo que obtenemos aquí es lo opuesto de lo inhumano, el animal, que aunque siga siendo un animal, no es realmente animal: el exceso sobre lo animal en animal, el núcleo traumático de la animalidad, todo eso solo puede emerger "como tal" en un humano que se ha transformado en animal. [3]

    "Lo inhumano" en el hombre tiene su representación en el mito del licántropo, el hombre-lobo, al cual ya dediqué una entrada en este blog [4]. El exceso brutal y cruel, esencialmente violento, que surge de la aparente "humanidad" y que como exceso no surge sólo como un animal sino como un animal esencialmente violento y poseído por la pulsión de destruir. Recordemos que Lacan nos mostró que la agresividad humana, para diferenciarla de la animal, surge "de un modo de identificación que llamamos narcisista", una agresividad que se relaciona no con lo instintivo puramente sino con la "presión agresiva" que se relaciona con motivaciones más personales y profundas que nada tienen que ver con la dimensión biológica del instinto en el mundo animal.

    En el caso de Joseph Merrick asistimos justamente a lo contrario... Su aspecto aparentemente inhumano, su "monstruosidad" (un no animal que tampoco es reconocido como hombre, una anomalía al fín) revela esencialmente su humanidad cuestionando una vez más la falsedad de las formas, de las imágenes... De la apariencia esencialmente humana de Lawrence Talbot surge la violencia del hombre-lobo, como de la apariencia humana de Irena surge la mujer-pantera. Contrariamente a ello, de la apariencia monstruosa de Joseph Merrick surgen lo valores esencialmente relacionados con la humanidad: respeto, sensibilidad, comprensión, belleza... dignidad y ompasión. Es el grito de Merrick cuando una masa humana le persigue y le acorrala  cuando un niño le arranca la capucha con la que disimula su rostro y que parece interpelar quien es aquí quien, quien el ser humano, quién el monstruo...

    ¡Yo no soy ningún monstruo! ¡No soy un animal! ¡Soy un ser humano! ¡Soy un hombre!
    Ashley Montagu nos dice en su estudio sobre El hombre elefante:

    El lamentable sufrimiento de Merrick se acompañó de una angustia sin alivio por sus cada vez más agravadas deformidades físicas e hizo de su vida una carga de penas. Agravado por la dificilmente soportable aflicción, con pocas excepciones, por la constante humillación y frustración a la que fue sometido por el mundo en que vivía. Que surgiera de esta interminable cadena de dolor y tormento un alma tan amable y sensible, un gran espíritu, agranda nuestra comprensión de la naturaleza de la naturaleza humana. [5]

    Las humillaciones a Joseph Merrick cuando fue secuestrado por Bytes...
    Es inevitable no sentir en ese momento el ser oculto que nos habita gritando con él... ¡Ese que también soy, ese oculto que vive en mi es también digno! Es en ese sentido que en la oscuridad de nuestro mundo interno todos somos Merrick. Más allá de la sombra mora una alma dañada, humillada y solitaria cuyo máximo dolor es no reconocerla nosotros mismos negándola a través de las imágenes de la apariencia y del reconocimiento que condiciona, insistiendo en que la dignidad está condicionada y que esta condición es la que nos la otorga o nos la quita. Joseph Merrick eligió vivir porque eligió mantener la dignidad de su ser. Volvemos a Ashley Montagu:

    El habría podido, en cualquier momento, cortar el fino hilo del que colgaba su vida. Pero decidió vivir. No importa cuantos golpes pudiera tener reservado el destino para él, Merrick estaba resuelto a seguir adelante. Fue como si se hubiera dicho a sí mismo, "Sufro, por lo tanto soy. Y soy lo que soy porque sufro". Fue, creemos, una decisión consciente a la cual él había llegado bastante pronto en su vida, para vivir su vida con la dignidad de un hombre, para mantenerse levantado tan erecto como podía, y mientras la luz de la llama ardiente que ardía dentro de él parpadeara, mantendría la fe en sí mismo. [6]

    Sólo desde este texto es comprensible el final dramatizado de la película en el que se supone que Merrick murió al decidir acostarse como un ser humano  - contaba por entonces veintisiete años -, y que ello no fue más que una afirmación de su humanidad.

    III. EL PODER DEL AMOR.

                                                                                      Hay un antiguo refrán del oriente antiguo 
                                                                                      que dice que como  Dios no podía  llegar 
                                                                                      a todas partes creó por ello a las madres.

    Una de las cosas que llamó la atención sobre la historia de Joseph Merrick es precisamente esa determinación que le llevó mantener esa fe en sí mismo a pesar de tanto sufrimiento y de tanta humillación y trato denigrante. Justamente la película no da una respuesta clara acerca de este tema. La película no nos aclara mucho el papel que jugó la madre de Joseph de quien sólo sabemos en la escena inicial, por lo foto que muestra Joseph y por la escena final de la película, cuando tras su muerte aparece su imagen mientras su voz en off, acompañada del Adagio para cuerdas de Samuel Barber, dice: "Nada, nada morirá jamas. La corriente sigue su curso, el viento sopla, la nube vuela ligera, el corazón palpita... Nada morirá."

    "Nada, nada morirá jamas. La corriente sigue su curso, el viento sopla,
    la nube vuela ligera, el corazón palpita...  Nada morirá." 
    El final de la película nos vuelven a recordar los versos de Withman que citamos en la entrada dedicada a "Todas las mañanas del  mundo", el retorno a lo eterno femenino:

                                         A tu portal vengo muerte,
                                         quiero penetrar en tus dominios soberanos, oscuros, ilimitados,
                                         llegar a los recuerdos de mi madre, a la identidad divina, a la
                                         maternidad [7]


    También son inevitables, y concuerdan con el espíritu de los versos de Withman, los de Goethe sobre el eterno femenino en el acto final de la la segunda parte de su Fausto:

                                         Contemplad la mirada redendora,
                                         piadosos arrepentidos,
                                         que en vuestra bienaventuranza
                                         os transformó en su gracia.
                                         Todo espíritu superior
                                          pronto estará a tu servicio.
                                         ¡Virgen, madre, reina,
                                         diosa, se clemente!

                                         Todo lo efímero
                                         es solo alegoría

                                         Lo inasequible
                                         tornase ahí suceso;
                                         lo inefable
                                         ahí está consumado;
                                         lo eterno femenino
                                         nos encumbra. [8]

    El inicio de la película se fundamenta en la explicación de Joseph Merrick en un pequeño opúsculo que escribió acerca de su vida y en el que nos narra:

    Vine al mundo el 5 de Agosto de 1980. Nací en Lee Street, Wharf Street, Leicester. La deformidad que ahora exhibo fue causada al ser sustada mi madre por un elefante. Mi madre caminaba por la calle cuando pasó junto a ella un desfile de animales, y por desgracia fue empujada y cayó bajo las patas de un elefante, cosa que le dió un susto muy grande. Al ocurrir esto en época de embarazo, fue la causa de mi deformidad. [9]

    Las investigaciones de Ashley Montagu ponen la resiliencia que Joseph Merrick mostró hasta su muerte, precisamente en el papel que parece que jugó su madre, Mary Jane Merrick, rectificando así varios errores que al respecto cometió Frederick Treves en su trabajo sobre El hombre elefante. Hasta que falleció de una bronconeumonía un 19 de mayo1873, Mary Jane Merrick dispensó un gran amor y un gran cuidado a Joseph, a la vez que le enseñó a leer y a escribir. Tenía once años cuando ella falleció y desde los cinco años empezó a manifestar los primeros síntomas de su terrible enfermedad. Con la muerte de su madre, a la que siempre recordó con cariño y amor y a la que consideró siempre una buena madre, empezó el tormento de Joseph, quien quedó al cuidado de su padre, Joseph Rockley Merrick - al que siempre le reprochó que no le quiso como un hijo -. No obstante, a partir del matrimonio de éste con una mujer casada y con dos hijos que jamás le aceptaron, empezaron las vejaciones, maltratos y abusos en su familia que le llevaron a los diecisiete años a abandonar su hogar y así iniciar una vida en que tras breves períodos de calma, el maltrato y la humillación, a parte del dolor y las limitaciones provocadas por su enfermedad, fueron constituyendo el tormento que ya persiguió definitivamente su vida. Ashley Montagu destaca y reivindica el papel de Mary Jane como  madre cuando nos dice:

    Entendemos por amor la habilidad de comunicar al otro, mediante actos demostrativos, la profunda implicación en su bienestar, así como ofrecer todo el apoyo, socorro, estimulación y ánimo para un sano crecimiento y desarrollo; de manera que siempre se puedan apoyar en uno para su crecimiento; de que nunca se cometerá la traición suprema de abandonarlos cuando necesitan ayuda; de que siempre estarás allí para responder sus necesidades; de que les apoyarás en a sentirse plenos enriqueciéndolos y alentándolos a darse cuenta de las potencialidades que hay en ellos para llegar a ser seres humanos que puedan amar a los otros, que vivirán como si vivir y amar fueran una, amando a los otros más que a sí mismos.

    Debe quedar claro que esta descripción del amor es precisamente lo que una madre amorosa realiza para su hijo desde su nacimiento, incluso antes y en adelante. [10]

    Davyd Lynch y John Hurt durante el rodaje.

    _____________________

    [1] Alcíbar, Miguel.El hombre elefante. Revista Frame de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Número 7: http://fama2.us.es/fco/frame/frame7/
    [2] Zizek, Slavoj. Visión de paralaje. Fondo de cultura económico, pág. 31
    [3] Ídem anterior, pág. 32
    [4] Pulsa aquí para ver la entrada: El licántropo y la naturaleza de la violencia.
    [5] Montagu, Ashley. The elephant man. A study in human dignity. Arcadian House, pág. 90. La traducción de los párrafos que se citan de esta obra es mía.
    [6] Ídem anterior, pág. 100.
    [7] Withman, Walt.Hojas de hierba.
    [8] Goethe, Johann Wolfgang. Fausto. Parte II. Acto V. Debolsillo Ediciones.
    [9] Merrick, Joseph.Autobiografía de Joseph Carey Merrick, en La verdadera historia del hombre elefante, Howell, Michael y Ford, Peter, Noger, pág. 225
    [10] Ver nota 5, págs. 79 y 80

    DECÁLOGO (Krzysztof Kieslowski, 1990): Decálogo I. Yo, el Señor, soy tu Dios.

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    Con la presente entrada vamos a iniciar el comentario de una obra fundamental del cine y de su autor, El Decálogo del director polaco Krzysztof Kieslowski, autor de otras emblemáticas cintas como la trilogía Rojo, Azul y Blanco o La doble vida de Verónica. Decálogo es una serie creada por su autor para la televisión polaca y en el que cada uno de los diez episodios, de  unos cincuenta minutos aproximadamente, se fundamenta en cada uno de los diez mandamientos de la ley mosaica.

    La interpretación de esta obra nos abre, como siempre, a nuestra propia subjetividad, si bien siempre disponemos de los comentarios dejados por el propio autor acerca de ella, así como de su personalidad y algunas de sus creencias. Así hallamos en una entrevista que le realizaron en la web la siguiente declaración acerca de por qué Kieslowski no se consideraba un artista sino un artesano:

    Los verdaderos artistas son los que encuentran respuestas. El conocimiento del artesano se limita a sus habilidades. Por ejemplo, yo sé mucho sobre lentes, la sala de edición. Sé para que sirven los diferentes botones de la cámara. Más o menos se como utilizar un micrófono. Eso lo sé, pero no es verdadero conocimiento. Conocimiento real es saber cómo se vive, para qué vivir... Cosas como esas. [1]

    De ello quizá ya podemos deducir que Kieslowski no se considera un hombre con respuestas... por lo menos por aquello que tradicionalmente entendemos como "grandes respuestas" a los enigmas de la condición humana y de su existencia o del sentido de esta. Algo parecido encontramos en su motivación para realizar su Decálogo cuando siendo preguntado por su interés por el lema de la revolución francesa de libertad, igualdad y fraternidad, responde:

    Precisamente por la misma razón que me intereso por el Decálogo. En diez frases, en diez mandamientos se expresa lo esencial de la vida. Y estas tres palabras, libertad, igualdad y fraternidad, realizan lo mismo. Millones de personas murieron por estos ideales. Decidimos ver cómo estos ideales son realizados en la práctica así como su significado hoy en día. [2]

    Si bien, y finalmente, quizá una de sus creencias fundamental, y que nos ayudan a comprender a Kieslowski, también en función de lo dicho anteriormente, de inspiración esencialmente existencialista, a lo Kierkegaard, dice lo siguiente:

    La fe es la libertad, porque significa la posibilidad de elección, es una elección continua. La religión elimina esta posibilidad. Le dice muy claramente al hombre: tienes que vivir así y asá, tienes que hacer esto y lo otro, tal día tienes que estar en la iglesia y tal otro no comerás carne. La fe no presupone nada de todo esto. En general no se dedica a la esfera de los deberes. La fe es tu propia relación, tu propia imagen de ese alguien a quien llamamos dios y que existe en cada uno de nosotros. De otra forma no podría explicarse el sentido de nuestra vida. Acumular bienes, traer el mundo a las siguientes generaciones para que ellas puedan acumular más bienes, es demasiado poco para creer en algún sentido de la vida. [3]

    Kieslowski decía de sí mismo "Yo soy alguien que no sabe, alguien que está en busqueda". Kieslowsky desconfiaba profundamente de curas, políticos, maestros y psicólogos, a quienes veía como "mostradores de camino", Él apostaba definitivamente para encontrarlo a través de su propia experiencia, camino no exento de un cierto pesimismo vitalista cuando al preguntarle por su éxito respondió:

    No. Soy un éxito profesionalmente. Pero en el real sentido de la palabra, como yo lo entiendo, no. Yo entiendo el éxito como el logro de tus deseos. Y nunca puedo hacer esto, porque yo deseo estar en paz conmigo mismo. Aunque nunca lo estaré. [4]



    Kieslowsky. Foto y autógrafo.
    Conforme avancemos en el comentario de los diez episodios de Decálogo profundizaremos tanto en la personalidad de Kieslowski como en los contenidos de esta obra.

    - Sobre la serie Decálogo.

    Como decía al principio Decálogo es una serie de diez capítulos realizada para la televisión polaca en 1990 y que reflexiona sobra cada uno de los mandamientos de la ley mosaica. Una reflexión que trata de una lectura actualizada de cada uno de ellos a través de lo que podríamos llamar un "modelo ejemplar" a través del cual Kieslowski realiza su enfoque particular. Mucho se ha hablado, por parte de sus intérpretes, acerca de si, exactamente, cada serie del decálogo se corresponde con el mandamiento mosaico, pero para mi es clara la coreespondencia entre episodios y mandamiento, por lo que me voy a ajaustar a ese enfoque. Para comprender la esencia de Decálogo es interesante la siguiente opinión de Kieslowski:

    Creo que la integridad es una combinación extremadamente complicada y nunca en última instancia se puede decir 'fui honesto' o 'no fui honesto'. En todas nuestras acciones y en todas las diferentes situaciones en que nos encontramos, nos encontramos en una posición en la que no hay realmente ninguna salida - y aunque la hay, no es una mejor salida, una buena manera, sólo es relativamente mejor que las otras opciones, o, por decirlo de otra manera, es el mal menor. Esto, por supuesto, define integridad. Uno quisiera ser honesto en última instancia, pero uno no puede. Con todas las decisiones que tomas cada día, no puedes ser honesto en última instancia.

    Eso es algo sobre lo que reflexionamos mucho en Decálogo. ¿Qué, en esencia, es correcto y qué erróneo? ¿Qué es una mentira y qué es verdad? ¿Qué es honesto y qué deshonesto? ¿Qué actitud tener hacia ello? [5]

    Como veremos, Decálogo plantea un diálogo entre la moral y la ética y la dificultad de juzgar ciertos hechos cuando de verdad se comprenden los factores que en ellos intervienen. Dadas sus características no es de extrañar que Bergman la seleccionara entre las cinco películas de las que más se benefició.

    I. DECÁLOGO I. Yo, el Señor, soy tu Dios. (*)

    Pawel y  Krzysztof
    Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para tí otros dioses delante de mi. No te harás imagen ni escultura alguna, no de lo que hay arriba en los cielos,  ni de lo que hay abanjo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, Yahvé tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generaciuón de los que me odian, y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos(Exodo, 20, 1-6)[6]

    DECÁLOGO 1 (mi episodio favorito de la serie) nos cuenta la historia de un padre (Henryk Baranowsky) y su hijo Pawel(Wojciech Klata), un niño precozmente curioso e inteligente, que están  fuertemente unidos y que comparten, supuestamente alimentada por el padre, una gran pasión por la ciencia y la razón, y cuya representación por excelencia en la película es EL ORDENADOR con el cual padre e hijo resuelven problemas. Junto a ellos cabe destacar la presencia de su tía Irena(Maja Komorowska), hermana del padre y que, como contraposición a éste - profesor de linguística que sólo cree en lo que se puede medir -, es una mujer creyente en Dios.

    I.1. Dios, muerte y sentido: Yo, el Señor, soy tu Dios

    El padre de Pawel representa el tipo de mentalidad científica que sólo cree en aquello que se puede medir y contar. Una mañana, tras solucionar mediante el ordenador un problema que el padre le pone a Pawel, y yendo luego de camino a la escuela, se encuentra el cadaver de un perro abandonado... Ese encuentro con la muerte suscita en el niño las inevitables preguntas sobre su por qué y su sentido:

    Pawel: ¿Porqué se muere la gente?
    Krzysztof: De un ataque al corazón, de cáncer, porun accidente o de viejo.
    Pawel: Me refería a qué es la muerte.
    Krzysztof: ¿La muerte? El corazón deja de bombear sangre y no llega al cerebro. Y luego todo se detiene, se para... muere y se termina.
    Pawel: ¿Y entonces que queda?
    Krzysztof: Las acciones. El recuerdo de lo que hiciste, tu recuerdo. El recuerdo es importante. Recuerdas a alguien por dar brincos o por ser buena persona. Recuerdas la cara, la sonrisa que tenía, si le faltaba un diente. Es demasiado temprano Pawel. ¿Qué esperas de mi? Es muy temprano.
    Pawel: Dejemos que su alma descanse en paz. No has dicho nada del alma.
    Krzysztof: Es una forma de despedirse. El alma no existe.
    Pawel: La tia Irena dice que sí...
    Krzysztof:Algunos encuentran la vida más fácil creyendo esto.
    Pawel:¿Y tú?
    Krzysztof:¿Yo? De hecho no lo sé... ¿En qué estas pensando?
    Pawel:Esta mañana estaba contento por haber resuelto el problema. Y vino una paloma a comerse las migas. Cuando encontré aquel perro muerto de camino a la tienda me arrodillé y pensé: ¿Para qué sirve? ¿Para qué saber cuanto tarda Peggy en coger a Gustavo? - en referencia al problema matemático resuelto en la mañana -. No tiene sentido.
    Krzysztof:¿Qué perro? 
    Pawel: El de los ojos amarillos. Siempre estaba en la basura. Daba mucha pena, ¿sabes? [...] Quizá se encuentre mejor dondequiera que esté.

    Veamos la inquietud de un niño ante el hecho de la muerte y el padre que no tiene respuestas para él, salvo las objetivas sobre el hecho de la muerte, tan sólo el recuerdo parece ser su respuesta a la inquietud de Pawel. Contrariamente a su padre, tía Irena le da otra respuesta tras mostrarle unas fotos de Juan Pablo II (Karol Wojtyła) cuando Pawel le pregunta: ¿Crees que entiende el sentido de la vida? Le cuenta a Irena que su papá le dijo que esto sirve para hacer la vida más fácil... Y el diálogo sigue:

    Irena: La vida significa poder llegar a hacer algo por los demás. Ayudarles. Si haces las cosas bien, si ayudas a alguien, te sientes necesario. Y así la vida se hace más fácil. Hay acciones pequeñas y grandes. Hoy a tí te gustaron los raviolis, y eso me hizo feliz. La vida es un regalo, un obsequio, ¿sabes?

    Pawel le pregunta entonces por ella y por su padre... Irena ve claramente en su pregunta el porqué siendo hermanos son tan diferentes, a lo que la tía le responde:

    Irena: Nos criaron en una familia católica. Pero tu padre se dio cuenta muy pronto de que muchas cosas se podían contar y ser medidas. Y empezó a creer que todo podía ser así. Y aun sigue creyéndolo. A veces tendrá sus dudas pero no lo admitirá nunca. Una vida como la de tu padre es más racional. Pero eso no significa que Dios no exista. Incluso para tu padre. ¿Entiendes?
    Pawel: No del todo...
    Irena: Dios es... algo muy simple. Eso si tienes fe.
    Pawel: Y tú... ¿Crees en Dios?
    Irena: Si
    Pawel: ¿Y quién es él?

    Irena entonces le abraza tiernamente y le pregunta que siente justo en ese momento. Pawel le responde que la quiere. A lo que Irena le responder que exacto, que eso es Dios.

    Pawel con tía Irena consultando el ordenador.
    Vemos en cada uno de estos personajes, Krzysztof el padre y en Irena la tía, dos posiciones que a la luz del mandamiento quedan bien definidas. Krzysztof es el padre que no cree en Dios y que "por delante de él" coloca a la Ciencia con sus "virtudes": racional, explicativo, verificativo, objetivo y analítico; mientras que Irena es la mujer creyente que, en su apreciación de la vida como un regalo y en su creencia de Dios como el amor, cumple los preceptos fundamentales que este primer mandamiento exige del católico y que son conocidas como las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. La presencia de la cruzaparece en algunos momentos de la película para recordarnos estos valores cristianos. Entre la extensa simbología de la cruz está aquella en la que a cada extremo de los maderos se le adjundica uno de estas virtudes junto a la perseverancia.


    Dios y la Cruz
    I.2. No habrá para tí otros dioses delante de mi.

    En la primera mitad de la película se nos muestra la estrecha relación entre Pawel y su padre (la madre, de la que si bien se habla parece hallarse extrañamente ausente). Juntos hacen problemas, utilizan el ordenador para sus cálculos, le acompaña a la Universidad, juegan al ajedrez... En un momento dado se escenifica la presencia del ordenador como el nuevo falso ídolo cuando éste parece encenderse sólo. El padre, tratando al aparato de colega, le pregunta socarronamente qué quiere y, misteriosamente, se escribe en la pantalla del ordenador "I am ready" (Estoy listo). El ordenador como moderno ejemplo de la Ciencia es elevado aquí al nuevo idolo, la nueva imagen que  Krzysztof  ha puesto por delante de Dios. Dice el moderno catecismo de la Iglesia Católica:

    La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios [...] de poder, de placer, de la raza o de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. [...] El idólatra "aplica a cualquier cosa, en lugar de a Dios, la noción indestructible de Dios" [7]

    El ordenador como el nuevo ídolo, la red... La divinización de la máquina cradora hoy de universos virtuales. Quizá el mayor "pecado" del padre es cuando ante sus alumnos de la Universidad, y ante su hijo dice hablando de la lengua:

    Según Elliot, la poesía es todo aquello que es intraducible. Pero, ¿él tiene razón? Imaginen un traductor que ha adquirido el conocimiento total sobre las palabras o una lengua. Un traductor dotado de memoria ilimitada a la que se puede acceder en cualquier momento. Usado de manera convencional puede utilizarse como un ordenador, aparentemente capaz de discernir el 0 y el 1. De modo no convencional, está dotado de inteligencia. Puede seleccionar, que es un acto de elección, y quizá incluso un acto de voluntad. Yo creo que un ordenador, programado de manera apropiada, podría tener su gusto, preferencias estéticas, personalidad...

    ¿No nos recuerda a HAL 9000 de 2001 una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968), o incluso a David, el muchacho-androide de Inteligencia Artificial (Steven Spielberg, 2001) o a los androides de Blade Runner (Ridley Scott, 1982) y tantos otros ejemplos que el cine nos ha traído a sus pantallas? Pero el problema que se nos presenta aquí es doble. No sólo, y siempre desde el punto de vista del primer mandamiento de la ley mosaica, se nos presente al ordenador como nuevo idolo sino que con la afirmación que hace el padre frente a su clase se eleva al hombre al mismo status de creador (como vimos en la entrada dedicada al Golem: la sombra del creador [8]).

    I.3. Porque yo, Yahvé tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos...

    Un detalle que se observa en la película es que suceden pequeños hechos impredecibles y que nos van llevando al suceso fundamental de la película... A parte del misterioso hombre que está sentado frente al lago helado frente a una hoguera, y del que ya hablaremos, la leche de la nevera se corta al echarla en el café, un envase se congela en tan sólo una hora en la ventana, el ordenador parece encenderse solo, un frasco de tinta negra que se rompe misteriosamente y se vierte manchando las notas y los libros de  Krzysztof, siendo este último suceso el que prologa la tragedia que sigue y que se constituye "aparentemente" en el castigo por el pecado del padre en el hijo: Pawel muere al ceder el suelo helado de un lago sobre el que patina. Y el horror y desesperación para el padre es que fue él quien realizó el cálculo en el ordenador y que mostraba, con los datos consultados con el Instituto meteorológico, que ese suelo podía llegar a sostener hasta 257 kilos.

    La mancha de tinta sobre las notas y libros de  Krzysztof
    ¿Es esa mancha negra (cuya forma nos recuerda una desgarradura) metáfora de la emergencia de un Dios vengativo, de un Dios "celoso" que ejecuta el castigo amenazado sobre el hijo del idólatra padre? Un desesperado Krzysztof, al final de la película, en un arrebato de furia, carga contra dios derramando los cirios que hay sobre un altar y sucede un nuevo hecho curioso... la cera derramada se vierte también sobre un cuadro de la Virgen María (la Madonna de Chestokowa) en forma de lagrimas que surgen de sus ojos... ¿Significa esto, como dice Zizek en su comentario sobre Decálogo 1, que "el signo de la compasión divina por la desgracia del héroe, sólo tiene lugar cuando este llega al fondo de la desesperación y rechaza a la propia divinidad"? [9] En realidad y, siguiendo el pensamiento de Pascal, ese Dios busca el amor a través de la amenaza y el miedo, por lo tanto creamos en él y amémosle "por si acaso". En realidad a ese Dios tan sólo se le puede temer. Pero la cosa iría aun más lejos... ¿El celo de Dios por ser reconocido como único es llevado hasta este punto de extrema de violencia? Veamos:

    - El padre sufre el castigo a través de su  hijo, un niño.
    - Un niño que, en su inquietud, le pide a la tía, y el padre lo aprueba respetando su voluntad, que tome clases de religión en una cercana iglesia.
    - Y finalmente la tía, fiel creyente, es privada del amor que siente por su sobrino y del que siente éste por ella... ¿Es ese el Dios del amor que ella predica?

    Krzysztof  ante el altar de la virgen de Chestokowa que va a sufrir su furia

    Demasiado perverso para ser cierto, a menos que le demos la razón a Lovecraft o a los gnósticos cuando decían que la naturaleza del Universo es esencialmente perversa. Llegados aquí recuerdo de manera aproximada un aforismo de Cioran en el que dice que cuando se busca sentido a la vida empiezan los problemas. Pero la cuestión es... ¿es a ese Dios perverso que es Yahvé, perversamente superyoico, vengativo y celoso, culpabilizador y castigador, a quién Kieslowski nos quiere mostrar?

    I.4. LA RESPUESTA DE LO REAL.

    Siempre hay alguien por encima de uno: más allá de Dios se eleva la propia Nada.
                                                                                                         
                                                                                                                           Emile Cioran [10]

    Es de sobras conocido que Kieslowski no simpatizaba precisamente con la Iglesia Católica y tanto su particular credo como su definición de fe ya la vimos en la nota 3. Creo que nos aproximamos más a la lectura que Kieslowski nos ofrece cuando se dice acerca de "Decálogo":

    Decálogo es un excepcional pulso al catolicismo polaco. Para ser claros, es polémica con la religiosidad falsa y supericial. Es también una provocación dirigida contra un cierto infantilismo religioso, contra la amenaza de la religión como un escape de la propia responsabilidad hacia la propia vida y la de los otros. [11]

    En Still alive(Maria Zmarz-Koczanowicz, 2006), un documental dedicado a él realizado tras su muerte, oímos a Kieslowski decir lo siguiente en relación a su época de filmación de documentales:

    Un par de veces, en algunos filmes, especialmente en los documentales, conseguí filmar alguna parte de verdad. No ocurre a menudo. En los documentales filmo a personas que no se las pueden arreglar, que siguen algo sin saber por qué. Aquellos que, según dicen, son vulnerables, débiles y no se las pueden arreglar con lo que se encuentran. Somos todos nosotros, no nos las podemos arreglar con lo que nos rodea. Eso es la vida.

    La mancha de tinta sobre las notas y libros de  Krzysztof no es más que la emergencia de lo que Lacan llamó lo Real, aquello que no se puede simbolizar, su emergencia deviene un "inexplicable"para el ser humano, un inexplicabe en términos de un "sinsentido". La mancha de tinta negra sobre "el conocimiento" no es más que la imposibilidad del conocimiento para dar cuenta de la complejidad de la existencia humana y sus avatares. Pero no sólo sobre el conocimiento "racional-lógico-científico" sino sobre la "fe-esperanza-caridad" del propio Dios del amor de Irena. Zizek lo dice con claridad:

    ... es crucial no leer Decálogo 1 como una simple afirmación de la naturaleza engañosa y poco fiable del falso dios de la razón y la ciencia: su lección NO es que, cuando falla la fe en el faso ídolo de la ciencia (encarnado en el ordenador personal del padre), entramos en una dimensión religiosa más "profunda". Al contrario, cuando la ciencia nos falla, nuestro fundamento religioso se desmorona también con ella. [12]

    Cuando fallan los supuestos falsos ídolos solo hallamos el silencio de Dios, ese silencio que incluso atormentó a Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) en su visita a los campos de exterminio de Auschwitz y Birkenau... ¿Dónde estaba Dios cuando el pueblo judío sufrió el holocausto? Pero no sólo eso... ¿Dónde estaba Dios cuando doscientos millones de africanos sufrieron el horror de la esclavitud? y tantos y tantos otros más ¿dónde estaba Dios...? ¿Dónde está Dios cuando muere un niño? Por eso Cioran coloca por encima de Dios, en el fondo de cualquier Dios, la Nada.

    El trasfondo del planteamiento de Kieslowski parece estar más en el terror que el ser humano siente por el "azar"... Con el hecho de que, en ocasiones, las cosas suceden porque suceden sin ningún trasfondo más. El azar nos lanza a la vivencia más específica del sinsentido. El filósofo alemán Rudiger Safranski narra el desconcierto del poeta y dramaturgo alemán del romanticismo Heinrich von Kleist, cuando pudo morir a causa del rebuzno de un burro que espantó a los caballos del carruaje y lo hizo volcar. Cita las siguientes palabras de una carta que el poeta escribió a su amada Wilhelmine:

    ¿Depende la vida de un hombre del rebuzno de un asno? Si en este momento todo hubiera terminado, ¿habría vivido para eso? ¿Es este el sentido que el Creador le ha dado a esta oscura y enigmática vida terrenal? (1801) [13]

    Por ejemplo, Zizek relata que en el guión de Decálogo se especifica que el lago cede al peso de Pawel porque que la central eléctrica que se halla cerca vierte agua caliente en él por la noche. Eso en principio salvaría la lógica de la ciencia y lo dejaría en el error humano - para mayor desesperación del padre -, pero en todo caso pondría de relieve que el ser humano no puede considerar todas las variables posibles que pueden incidir en el desencadenamiento de un accidente... Pero más allá de esto la muerte de Pawel nos lanza al sinsentido o, en todo caso, sólo nos queda refugiarnos en "los misteriosos designios del Señor", un sentido que, en todo caso, sólo Él conoce. Hechos como estos son los que, curiosamente, hacen escribir e Cioran - uno de los grandes apologetas del sinsentido - el siguiente aforismo: El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad [14[. Sin embargo, y siguiendo el pensamiento de Jung de que la completitud incluye la incompletitud, de la misma manera el orden incluye el caos, el azar:  Jaques Monod y François Jacob ya nos lo mostraron hace años en relación a la biologia y, más en concreto, con la genética molecular. De la misma manera que hallamos en la física atómica el famoso principio de incertidumbre de Heisenberg o el aun mas interesante teorema de Godel en las matemáticas.

    Surge la  muerte de Pavel como ese mancha de tinta negra que atraviesa la lógica y el conocimiento del padre pero que atraviesa también a Dios y surge como "la respuesta de lo real", ese concepto postulado por Lacan junto a lo imaginario y lo simbólico y que define aquello que está excluido de la realidad (construida esencialmente por lo imaginario y lo simbólico), lo que carece de sentido, lo irrepresentable. Las pequeñas emergencias de lo real, lo inesperado y no comprensible que se suceden en la película desembocan en lo real insoportable como es la muerte de Pawel al ceder el suelo del lago... Es el rostro de  Krzysztof cuando tras la muerte de su hijo contempla la pantalla encendida del ordenador que de nuevo muestra "I am ready" (Zizek nos relata una vez más que en el guión original  Krzysztof se dirige al ordenador - que le ilumina con su siniestra pantalla verde - y le pregunta por qué ha permitido que el niño muera. Insiste en que quiere comprender...) El mismo Krzysztof que luego destruye el altar... No hay respuestas ni de uno ni de otro.

     Krzysztof ante la pantalla del ordenador. 

    I.5. LA MIRADA COMPASIVA: ética vs. moral

    Antes ya mencioné la presencia de un personaje que aparece hasta en seis ocasiones en la película y que luego, representado por el mismo actor (Artur Barcis) en personajes siempre aparentemente ocasionales, aparece en distintos episodios de Decálogo (con la excepción de decálogo 7 y 10). En Decálogo 1 su aparición es siempre delante del lago en el que Pawel muere y, de hecho, la película empieza así, enfocando la cámara a un hombre que enfundado en su abrigo se calienta frente a una hoguera sentado frente al lago en el que Pawel morirá... Parece ser que Kieslowski le llamó al principio "Angel del destino":

    El caracter enigmático del "Ángel del destino" aparece en algunas escenas decisivas de Decálogo, durante momentos en los cuales el destino de sus protagonistas es determinado. El angel del destino da unidad a la serie y le añade una dimensión casi metafísica. El montaje sugiere a menudo que el ángel es consciente de la compljidad de la acción de un personaje. Silenciosamente advierte las consecuencias de la acción sin intervenir directamente: a veces él desaprueba ciertas acciones y siente pena por lo que está pasando[15]

    El hombre del lago: El Ángel del destino.
    Creo que este misterioso personaje encarna sobretodo la mirada compasiva por la condición humana y su complejidad, la empatía por el dolor y el sufrimiento que ella nos acarrea y a la que tan sensible era Kieslowski por su propia experiencia - de la que habló muy poco -. Mentenía opiniones como la que sigue:

    El sufrimiento une a la gente, mientras que la opulencia y la riqueza la dividen. En nuesro tiempo el éxito está de moda. Y para ser fuerte y exitoso tienes que deshacerte de todos tus escrúpulos. Y cuando haces esto, te quedas sólo, porque pierdes tus amigos. La debilidad no está de moda. la compasión no está de moda. Estas últimas son cualidades que unen a la gente. [16]

    Este personaje nos habla a través de su silencio dejando así paso a sus breves miradas y expresiones... La compasión es una forma de "mirar" y de "ver". Danusia Sok, una profunda conocedora de Kieslowski (le entrevistó en varias ocasiones entre Diciembre de 1991 y Mayo de 1992 y posteriormente en otoño de 1993, tras el lanzamiento de tres colores) nos dice en relación a las opiniones de Kieslowski sobre Decálogo:

    Decálogo es un intento de narrar diez historias sobre diez o veinte personajes que - atrapados en una lucha precisamente por hallarse en unas determinadas circunstancias, circunstancias que son ficticias pero que podrían ocurrir en la vida - de repente se da cuenta que están dando vueltas y vueltas en círculo, que no están logrando lo que quieren. Nos hemos vuelto demasiado egoístas, demasiado enamorado de nosotros mismos y nuestras necesidades y es como si todos los demás de alguna manera hubieran desaparecido en el fondo. Hacemos mucho por nuestros seres queridos - supuestamente - pero cuando miramos hacia atrás en nuestros días, vemos que aunque hemos hecho todo para ellos, no hemos tenido la fuerza ni nos hemos tomado el tiempo para llevarlos en nuestros brazos, simplemente tener una cierta palabra para ellos o decir algo tierno. No tenemos tiempos para dejarnos llevar por los sentimientos, y creo que es donde radica el problema real. El tiempo para apasionarse, que está estrechamente vinculado con los sentimientos. Nuestras vidas se escapan a través de nuestros dedos. [17]


    Admirador del estilo aforístico de Nietzsche y de Cioran siempre he intentado plagiar un poco su estilo en mis breves incursiones en ese campo. En una ocasión escribí: "Dios nos debería conceder el cielo sin reservas por el simple hecho de haber sido lanzados a la existencia". Cuando escribí esto era desde esa consciencia de la complejidad de la condición humana. La mirada del "Angel del destino" es una mirada consciente de dicha complejidad. La existencia del ser humano no es una cuestión nada fácil y el dolor y el sufrimiento nos acompañan ya no sólo en su dimensión neurótica (inevitable por otra parte dada dicha condición humana) sino que también en una dimensión puramente existencial. Siento una gran afinidad con Kieslowski quien ve en la consciencia de la vulnerabilidad ("Somos todos  nosotros") la fuente de la compasión.

    Y eso nos lanza a una valoración más profunda de lo que podríamos llamar consciencia ética versus consciencia moral:

    Y en este sentido estricto, el tema de Kieslowski es la ética, NO la moral: en cada uno de los episodios de su decálogo se produce el paso de  la moral a la ética. El punto de partida es siempre un mandamiento moral, y es a través de la violación de este mandamientio como el héroe o la heroína descubren la dimensión propiamente ética.[18]

    Y para entendernos rápido en este sentido indicaremos que la ética es la reflexión sobre la moral. Es decir, que la consciencia compasiva, más establecida en lo ético, permite contemplar el sentido de las leyes morales y su extensión en tanto en cuanto ley. Y eso es tan válido desde la esfera psicológica como a la social. Observemos que esto tiene una implicación sumamente importante y que Jung ya entrevió con claridad. El paso que va de la dimensión moral a la ética es la que va de "Dios (Ley) como sentido absoluto" al más rlativo "¿Qué sentido deseo para mi vida?". En términos psicológicos sería el trabajo que la consciencia compasiva establece para enfrentarse a la rigida y amenazante consciencia moral propia del superyó.

    En Decálogo 1, la vivencia dramática del padre y de la tía de Pawel, el traspaso que va de lo moral a lo ético es el cuestionamiento en sí de las supuestas certezas absolutas sean del tipo que sean. Decálogo 1 nos abriría a la esencia del cuestionamiento que en el resto de episodios van a sufrir los mandamientos mosaicos como Leyes rígidas y absolutas. El paso que va de lo moral a lo ético pasa justamente por una mayor comprensión de la condición humana y de la vulnerabilidad que la acompaña: la incertidumbre que acompaña en sí misma la propia existencia y ante la cual sólo nos queda esa mirada compasiva que nos abre a una mayor comprensión de la propia condición humana y de la complejidad de su existencia. Quisiera acabar con unos versos de Walt Withman (mi siempre estimado Withman) que ya cité en la entrada dedicada a "Las horas (I)" y que tienen que ver con esa mirada y esa expresión que observamos en el "Angel del destino" de Kieslowski:

    Me siento a contemplar todos los dolores del mundo, y toda la
    Opresión y vergüenza,
    oigo los sollozos compulsivos, secretos, de los jóvenes en
    Conflicto con ellos mismos, arrepentidos de sus actos,

    veo en el arroyo a la madre ultrajada por sus hijos, que muere
    Abandonada, extenuada, desesperada,
    veo la mujer ultrajada por su marido, veo al infame seductor
    de las jóvenes,

    observo el encono de los celos y del amor desdeñado que intenta
    ocultarse, veo estos espectáculos sobre la tierra,
    veo los efectos de las batallas, de la peste, de la tiranía, veo
    a los mártires y a los prisioneros,

    observo el hombre del mar y a los marineros echando suertes
    para ver cual morirá para salvar la vida de los otros,
    observo las humillaciones y degradaciones impuestas por los
    orgullosos a los obreros, a los pobres, a los negros;

    todas estas cosas, todas las vilezas y agonías sin fin me siento
    a contemplar,
    a ver, a oír, y permanezco mudo.

    ¡Oh mi yo! ¡Oh vida!, de sus preguntas que vuelven,
    del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas
    de necios,
    de mí mismo, que me reprocho siempre (pues, ¿quién es más
    necio que yo, ni más desleal?)
    de los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos despreciables,
    de la lucha siempre renovada,
    de los malos resultados de todo, de las multitudes afanosas y
    sórdidas que me rodean,
    de los años vacíos e inútiles de los demás,
    la pregunta, ¡Oh mi yo!, la pregunta triste que vuelve – qué
    de bueno hay en medio de todas estas cosas, oh, mi yo, oh
    vida?

    Que estás aquí – que existen la vida y la identidad,
    Que prosigue el poderoso drama, y que puedo contribuir con un
    verso.


    _________________

    (*)VER LA PELICULA EN YOUTUBE:http://www.youtube.com/watch?v=1pzQr-2NUEo

    _________________

    [1] Ver entrevista completa en la excelente web en inglés dedicada a Krzysztof Kieslowsky por Peter Jacobs:http://www.petey.com/kk/docs/intrview.txt
    [2] Ídem anterior.
    [3] Macías, Humberto. Decálogo, una propuesta vital de Krzysztof Kieslowski. Tesis de licenciatura en Filosofía. Puede hallarse en internet en:http://kino.tij.uia.mx/~humberto/TESISKK.pdf
    [4] Shulman, Ken. Preguntas sin respuesta. Revista Newsweek (Español) 5 Mayo 1995. Fuente: ver nota 3
    [5] Sok, Danusia. Kieslowski on Kieslowski. Faber and Faber Ltd. Pág. 149. La traducción es mía.
    [6] La Biblia de Jerusalén.
    [7] Catecismo de la Iglesia Católica, par. 2113-114
    [8] Ver entrada pulsando El golem: la sobra del creador.
    [9] Zizek, Slavoj. Lacrimae rerum. Ensayos sobre cine moderno y ciberespacio. Ed. Debate, pág. 20
    [10] Cioran. Emile. Ese maldito yo. Tusquets editores
    [11] Haltof, Marek. The cinema of  Krzysztof Kieslowski. Variations on destiny and chance. Wallflower press, citando a Katarzina Jablonska, pág. 120 La traducción es mía.
    [12] Ídem anterior, pág. 18
    [13] Safranski, Rudiger.Cuanta verdad necesita el hombre? . Ensayo Tusquets Editores, pág. 44 y 45
    [14] Ver nota 10
    [15] Ver nota 11, pág. 128
    [16] Ver nota 3
    [17] Ver nota 5. págs. 145 y 146
    [18] Ver nota 9, pág. 35 

    DECÁLOGO (Krzysztof Kieslowsky, 1990): Decálogo II. No tomarás en falso el nombre del Señor, tu Dios

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    No tomarás en falso el nombre del Señor, tu Dios. Porque el Señor no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso (Éxodo, 20, 7)

    Vamos a ver ahora el segundo capítulo de Decálogo dedicado al segundo mandamiento de la ley mosaica. La problemática de Decálogo 2 se enmarca como indica muy bien Slavoj Zizek sobre el tema de la mentira, una temática envuelve también a Decálogo 4 y Decálogo 9:

    ... todas ellas giran alrededor del mismo problema: ¿es aceptable mentir (o incluso vivir una mentira) para conservar la paz o para salvar a una persona del pecado? ¿Puede uno construir la propia vida sobre una mentira formativa fundamental? [1]

    La visión sobre la relatividad de este tipo de respuesta nos la ofrece Kieslowski a través de estos tres decálogos y, como siempre, nos muestra la absurdidad de enfrentar los juicios desde posiciones absolutistas. Podemos entender el ejercicio que hace Kieslovski con las leyes mosaicas como un ejercicio de flexibilización de introyectos tal y como los entendemos en psicoterapia, es decir, que el marcado caracter absolutista de las creencias, manejado por el superyó, no deja lugar al matiz necesario que las circunstancias y situaciones determinan.

    Aleksander Bardini como el médico
    Decálogo 2 nos plantea la historia de un médico (Aleksander Bardini) en cuyo bloque de apartamentos en el que vive lo hace tambiénDorokta Geller (Krystyna Janda) la mujer de Andrzej (Olgierd Lukascewicz) un alpinista que es paciente suyo y que en el hospital agoniza pues todo hace pensar que le queda poco para morir. Ambos son conscientes de que viven en el mismo bloque. En ocasiones el doctor encuentra a Dorota en el pasillo y ya podemos observar la tensión que ella siente, hasta que por la tarde se presenta a su apartamento para hablar con él acerca de la enfermedad de su marido. Quiere saber si sobrevivirá. El médico, no sin cierta tensión entre ambos, le dice que éste no es el lugar para responder a esta pregunta y que vaya al hospital los miercoles por la tarde, que es el lugar donde se le dará la evaluación de la situación de su marido. Más tarde, en otro encuentro en la escalera, el médico finalmente asiente en verla antes. Ahí se desvela el motivo de sus urgencias... Dorokta es concertista de violín en una orquesta y dice que tiene con Andrzej un matrimonio feliz y, a pesar de que el médico se resiste a dar un pronóstico todo y la extrema gravedad de la enfermedad de su marido, ella insiste en saber si se va a morir. Como el médico se niega a ello, Dorokta le cuenta definitivamente la verdad de su urgencia:

    No podía tener hijos. Estoy de tres meses, pero mi marido no es el padre. Si aborto, sé que no tendré otra oportunidad. Si mi marido se recupera, no puedo tener este niño. El padre del niño es alguien muy especial. No se... No se usted... si puede pasar que uno ame a dos personas a la vez. Bueno... se puede. ¿Lo comprende?

    Krystyna Janda como Dorokta
    El médico le responde que las probabilidades son muy escasas, y también que en ocasiones a visto recuperarse casos que se daban por desauciados. Que no puede decirle algo absolutamente seguro. Dorokta intenta contarle entonces lo que le ocurre con su amor por los dos hombres y el sentimiento de culpa implícito en la situación que vive:

    ¿Sabe? Mi marido me dió tranquilidad y seguridad. El otro... Bueno... Nadie debería desear tenerlo todo. Es vanidoso. ¿Cree usted en Dios?

    Él le responde que tiene una especie de dios personal que le basta... Un dios privado le responde ella. El asiente. Finalmente le dice: "Entonces pídale la absolución". Justo en ese momento se observa especialmente turbado al médico y mira entonces una foto de su familia - con la que ya nos imaginamos que algo ocurrió -. A su vez Dorokta recibe la visita de un alpinista que le trae la mochila de Andrzej revelándose contra él por adelantar con su gesto su posible muerte, a la vez que más tarde recibe una llamada de su amante - descubrimos entonces que el amante es un músico - cuya voz se escucha a través del contestador. Ante este panorama Dorokta decide abortar.

    I. EL DESEO DE TODO, EL CASTIGO Y LA RENUNCIA CONSCIENTE.

    El planteamiento de Kieslowski se nos muestra en su extrema complejidad: una mujer que ama a dos hombres por sus cualidades distintas mediado por un embarazo del amante que le permitiría realizar un deseo que Dorokta creía imposible (tener un hijo). Inapelablemente la situación conlleva la renuncia de ese todo que Dorokta afirma tener con los dos hombres. Tener el hijo con el músico y separarse de Andrzej. Abortar y quedarse con Andrzej si sobrevive. Tener el hijo y no quedarse con ninguno... O quizá tener el hijo y quedarse con Andrzej. En todo caso el universo de la renuncia se muestra inevitable para Dorokta. Cualquier aparente solución pasa por renunciar a algo que ama: Andrzej, el amante o el hijo...

    - La crueldad del superyó.

    Sin embargo, también tenemos la alternativa que se nos muestra en una conversación telefónica de Dorokta con su amante, cuando le dice ésta que ha decidido abortar. La voz del amante le dice entonces que si aborta y muere Andrzej. ellá también le dejará a él. El silencio de Dorokta y como lenta, lánguidamente, cuelga el teléfono - mientras se oye la voz del amante: "¡Dorokta! ¡Te quiero!"- no dejan lugar a dudas sobre esta cuestión, ya le ha dejado. Esta renuncia, la más drástica de todas coincide con el deseo de absolución de Dorokta que sólo encuentra salida a través del castigo: tú, que todo lo deseaste, te quedarás ahora sin nada. Tu que quisiste vivir el todo, vivirás ahora la nada. Esta opción nos muestra la decisión inconsciente que lleva al castigo como intento inútil de absolución. Un castigo que nos muestra la crueldad implacable del superyó y de sus introyecciones. Presa de sus remordimientos esta es la solución que, en Dorokta, toma forma:

    El remordimiento es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, crecida clandestinamente en la oscuridad. Culpa singular, repetitiva, que se caracteriza por ser siempre pródiga en nuevos desquites, revertidos sobre la propia persona.

    Esta culpa pone en evidencia el accionar de un castigador interno, que cumple sus funciones de tortura en el propio sujeto, con eficiencia y fidelidad, en forma alternada o permanente. [2]

    Desde un punto de vista de las leyes mosaicas Dorokta se enfrenta a la violación del quinto mandamiento ("No matarás") en la cuestión del aborto, y a la violación del sexto mandamiento  ("No cometerás adulterio"). Esto se observa claramente en el sufrimiento de Dorokta: sentir que traicionó a Andrzej y que tiene que abortar un hijo deseado y finalmente abandonar el amante. El resultado del castigo, del castigo implacable deriva en toda una serie de daños añadidos que no hacen sino ahondar aun más en el sentimiento de culpa que deriva así en un remordimiento interminable.

    - La imposibilidad de la renuncia consciente.

    La película pone de relieve un punto de dificultad insoslayable para Dorokta: ante la presión de su superyó la imposibilidad de asumir la renuncia consciente con la consiguiente asunción de responsabilidad sobre sus propios actos... Es el refugio donde, en ocasiones, se refugia el "deseo de todo"cuando éste se halla mediatizado por la culpa: la clandestinidad y el ocultamiento, el engaño. Distintos elementos confluyen en este punto, entre los que podemos destacar la dificultad de sostener el daño causado al otro, la crítica e incluso el rechazo social o el problema de género, etc. El embarazo de Dorokta se revela entonces como una contingencia que inapelablemente conlleva una toma de decisiones que, no obstante, siguen manteniendo su necesidad de que el amante no sea conocido, por ello necesita saber si Andrzej morirá (pues ella no desea dejarlo si vive). Y ante la duda sostenida por el médico, decide abortar (renunciado así a su deseada maternidad). Elige dañarse antes que dañar. Obsérvese que en este caso la tensión que sufre Dorokta es la tensión a la que es sometido su yo por mantener su imagen (el ideal del yo) por encima de la responsabilidad. Hay una escena que dota de toda su simbología a esta situación. Tras hablar primero con el amigo alpinista acerca de Andrzej y después con su amante, Dorokta empuja un vaso con una infusión hasta el borde la mesa dejando que se precipite al suelo... La imagen capta entonces como éste se resquebraja y se rompe a trozos. Si aborta y Andrzej muere nada queda.

    Todo se rompe.
    II. NO TOMARÁS EN FALSO EL NOMBRE DEL SEÑOR, TU DIOS.

    Sin embargo, nuestro médico va a intervenir en el asunto. Pronto observamos que es un hombre solitario, que vive sólo en su apartamento. Su soledad sólo es rota por su profesión y el contacto con la señora de la limpieza, a quien comienza a contarle una historia que al final de la película se desvela como la historia de cómo perdió a toda su familia durante la guerra, en una explosión que acabó con todos ellos . Tenemos como referente ese momento en que tras escuchar la historia de Dorokta mira una foto de su familia. Más tarde, y ante la mirada del "angel del destino" (ver decálogo 1) los análisis microscópicos de Andrzej muestran que su enfermedad mejora ante la sorpresa del médico y uno de sus ayudantes. Este es un momento clave, puesto que en ese instante las perspectivas de mejora son evidentes y el médico sabe que afirmar ese punto es, indirectamente, confirmar el aborto de Dorokta. Es entonces cuando se produce el hecho determinante. En un encuentro con la mujer el médico afirma que Andrzej morirá y cuando entonces Dorokta le pide que lo jure él lo hace... sabiendo lo que esto implica.

    ¡Que interesante este desarrollo de la pelicula! ¿Cuál es la motivación del médico para mentir y jurar en falso en un asunto que, en principio, no le incumbe? ¿Por qué intervenir y manipular una decisión que le incumbe a Dorokta? No cabe duda de que la consecuencia de su juramento en falso proviene de la proyección de su propio dolor, del dolor causado por la pérdida de su familia, un dolor que en todo caso no desea para Dorokta. El médico actúa como el remedio más eficaz contra la presión culpabilizadora del superyó que encamina implacablemente a la "necesidad de castigo", actúa como mirada compasiva. No desea el "vaso roto" para Dorokta, el castigo que añade al dolor más y más sufrimiento. Dorokta ama a su pareja, ama a su amante y desea el hijo que lleva... La mentira del médico, su falso juramento deriva en esta ocasión en generador de vida y, en todo caso, en acceso a la renuncia por parte de la mujer. Dorokta tendrá a su hijo y, en todo caso, deberá elegir con quien sigue, Andrezj o el amante, en todo caso tendrá opción de preservar una familia. El final de la película deja entrever su decisión cuando un Andrzej ya más recuperado le dice al médico que al milagro de su recuperación se une ahora que tendrán un bebé (¿sabe lo que significa eso? - le dice Andrzej -).

    Andrzej: "Y además vamos a tener un bebé. ¿Sabe lo que significa eso?"
    En todo caso, la intervención del médico, deja a Dorokta la decisión de si a partir de ahora continuará preservando su relación con Andrzej a costa de sostener la mentira de la verdad de su embarazo y la pérdida de su amante, o si deberá sostener el dolor de Andrzej si tener ese hijo le abre a la posibilidad de elegir su amante para continuar su camino: una segunda oportunidad para elaborar la renuncia y asumir la responsabilidad de la decisión que tomé.

    III. LEY, COMPASIÓN Y LIBERTAD. Sobre la propuesta de ley del aborto en España.

    Dice el catecismo de la iglesia católica:

    Las promesas hechas a otro en nombre de Dios, comprometen el honor, la fidelidad, la veracidad y la autoridad divinas. Deben ser respetadas en justicia. Ser infiel a ellas es abusar del nombre de Dios y, en cierta manera, hacer de Dios un mentiroso. [3]

    Y en otro parágrafo nos dice:

    El juramento, es decir, la invocación del nombre de Dios como testigo de la verdad, sólo puede prestarse con verdad, con sensatez y justicia. [4]

    Nuestro médico ciertamente miente. ¿Más es su mentira por ello insensata e injusta?  ¿Su mentira es acaso peor que el castigo que Dorokta está a punto de implicarse a sí misma? ¿No es acaso la falta a la ley de no tomar en falso el nombre Dios una falta no exenta de compasión? ¿El juramento en falso del médico que hace de Dios un mentiroso no lo hace acaso también compasivo? ¿No le ofrece a Dorokta una segunda oportunidad? La representación clásica de la justicia que nos la presenta con los ojos vendados se suele interpretar como que su administración es igual para todos. Sin embargo, en muchas ocasiones, creo que también cabe añadirle otra lectura: la administración de la justicia es ciega en el sentido en que dichas leyes se administran sin matiz ni consideración. Y como ilustración final de esta reflexión sobre la ceguera de la ley reflexionaré sobre la triste ley del aborto que el ministro Gallardón, bien gallardo él, pretende sacar adelante implicando un nuevo concepto de dictadura de la democracia parlamentaria. ¿Desde cuando la democracia se utiliza para controlar decisiones que caen dentro de lo más estrictamente personal?

    El ministro Gallardón
    Vive España hoy tiempos de triste regresión a tiempos que se creían ya pasados... El ejemplo más evidente lo tenemos en la desafortunada ley que el PP ha sacado ya, como la ley de seguridad ciudadana (¿o debería decirse simplemente ley de seguridad de resguardo de la imagen del gobierno del PP?), la ley Wert de educación, o la que aun está en elaboración sobre la ley del aborto para sorpresa de toda Europa (para algunas cosas nuestra derecha, que tan europeísta se proclama, aun vive en los tiempos de la edad media y la inquisición y, a muy seguro, que algunos de sus representantes la añoran). No debe sorprendernos que aun hoy, en pleno sigo XXI, la derecha española, y cierta extrema derecha española, representada hoy esencialmente por el PP, siempre ande amantelada, como antes con el dictador facista Franco, con la Iglesia Católica (el "devoto" ministro Gallardón nos resulta ahora un buen ejemplo y fiel seguidor de otra "joya" del fundamentalismo religioso católico como es ese inquisidor frustrado como el cardenal Rouco Varela) y que se unan a ella intentado minimizar cualquier atisbo de libertad individual. La propuesta de la ley del aborto es una imposición de lo político en lo personal cuyo fin, como se comprenderá, no es la defensa de la vida - nunca me ha parecido que a la derecha española eso le preocupe demasiado -, ni nada que tenga que ver con lo democrático. Su fin es mostrar el poder de la autoridad como simple y llano aplastamiento de la libertad del individuo, un intento de demostrar hasta que punto su voluntad de poder es capaz de penetrar y dominar en la esfera de lo personal. Como en el suicidio y su extrema condena religiosa, la legislación del aborto que pugna el PP pretende "gobernar" sobre el cuerpo de la mujer sin tener en cuenta - una vez más la ceguera de la ley absolutista - las consideraciones necesarias que están involucradas en estas cuestiones tan estrictamente personales. Hasta tal punto le preocupan los grados de libertad individual a las derechas de caracter más retrógrado y de tintes más facistoides (recordemos el "tea party" estadounidense y, degraciadamente, una sustancial parte del PP). Es tal, además, el grado de hipocresía de este tipo de derecha que las voces santurronas que claman hoy por esta legislación tienen en su mismo partido voces, como por ejemplo la de Aznar, cuando nos dejó la imperdible perla sobre conducir y beber alcohol: "A mí no megusta que me digan las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber. Déjame que las beba tranquilamente mientras no ponga en riesgo a nadie, ni haga daño a los demás". Esa es la realidad de la derecha española. Una realidad que roza lo grosero e impresentable como cuando se nos suelta otra joya imperdible en defensa de esta ley cuando la lee en virtud del impacto económico que tendrá por el incremento de natalidad que representará. Alucinante, simplemente alucinante.O la no menos imperdible del ministro Gallardón cuando suelta la siguiente sandez: ¿Quién me dice que si quieren ejercer su individualismo con el no nacido no lo vayan a utilizar con alguien ya nacido? Más alucinante aun semejante declaración, simplemente vergonzosa e indignade quien ostenta el cargo de un ministro de justicia en pleno siglo XXI. Da miedo pensar la clase de justicia que semejante individuo puede impartir. Vivimos tiempos de miseria política y de míseros políticos.

    __________________

    [1] Zizek, Slavoj.Lacrimae Rerum. Ensayos sobre cine moderno y cisberespacio. Debate.
    [2] Kancyper, Luis.Resentimiento y remordimiento. Lumen tercer milenio. pág. 83
    [3] Catecismo de la Iglesia Católica, par. 2147
    [4] Ídem anterior, par. 2154



    LA VERGUENZA (Skamenn, Ingmar Bergman, 1968): Guerra y deshumanización.

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    Verguenza: Turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena.

    Comentaremos en esta ocasión una de las películas poco conocidas de Bergman, La verguenza (1968), una película aparentemente atípica dentro de su filmografía al transcurrir en un ambiente bélico y en el que este elemento tiene un protagonismo especial como ya veremos. Quizá uno de las explicaciones sobre el por qué de ese desconocimiento lo tenemos en que el propio Bergman fue muy crítico con esta película. Dice de ella, por ejemplo:

    Cuando veo La verguenza hoy, creo que puede dividirse en dos partes. La primera mitad, que trata de los acontecimientos de la guerra, es mala. La segunda mitad, que trata sobre los efectos de la guerra, es buena. La parte buena de la película empieza con el momento en que termina la guerra y se impone el dolor de la posguerra. [1]

    Rodada después de la relativamente fallida y esencialmente simbólica La hora del lobo, Bergman se adentra en el campo más comprometido de lo social y político a través de las atrocidades de la guerra y su impacto sobre el ser humano. No obstante, y como toda contribución de Bergman al cine y desde su particular universo, no nos hallamos ante una película bélica convencional, ni en su temática, ni en su puesta en escena.  Abundando un poco en las opiniones de Bergman:

    En el mismo momento en que termina la violencia exterior y empieza la interior, La verguenza se convierte en una buena película. Cuando la sociedad deja de funcionar, los protagonistas pierden sus puntos de referencia. Sus relaciones sociales estallan. Se vienen abajo. De bruces. El hombre débil se convierte en una persona brutal, la mujer que ha sido la fuerte, se derrumba. Todo va desembocando en un sueño que desemboca en un barco a la huida. Todo está contado en imágenes, como en una pesadilla. En el mundo de la pesadilla me encontraba a mis anchas. En la realidad de la guerra me encontraba perdido. [2]

    Más allá de que, desde el punto de vista de espectador, pueda discrepar de la opinión del propio Bergman sobre esa división que hace de la película, es cierto que la impronta del director, como no podía ser de otra manera, se centra sobre los efectos de la guerra sobre el ser humano que se halla inmerso en ella desde la condición de civil, y de las consecuencias de esa inmersión en unas condiciones extremas. Destacar las interpretaciones de Max Von Sydow, en el papel de Jan Rosenberg, y la de una increíble y llena de matices Liv Ullman, en el papel de Eva Rosenberg, su pareja.

    I. LA REALIDAD COMO PESADILLA.

    Empieza la película con unas escenas de gran cotidianeidad, la de una pareja levantándose una mañana cualquiera, en lo que podría ser un dia entre otros días de una rutina normal. Inmediatamente sigue con la narración de un sueño de Jan, quien se lo cuenta a Eva:

    Habíamos vuelto a la orquesta. Estábamos ensayando juntos el cuarto concierto de Brandenburgo, el andante. Lo recordaba y que todo esto que pasa ahora pertenecía al pasado, tan sólo como una pesadilla. Me desperté llorando. Empezé a llorar cuando tocábamos...

    El sueño nos introduce al mundo de Jan y Eva Rosenberg, una pareja de artistas que ha huido de la guerra refugiándose en una isla donde ésta aun no ha llegado y donde llevan una vida apartados de su arte y en la que justo sobreviven mediante el cultivo de la tierra.  La verguenza  formaparte de la trilogía dedicada "al artista" junto con La hora del lobo y Pasión, y especialmente como una reflexión sobre el propio Bergman en este sentido. En las tres películas (como en Persona), los protagonista (siempre representados por Max Von Sydow y Liv Ullman) viven en una isla (en su querida isla de Faro) apartados del mundo en un claro símbolo del artista que se retira y se refugia en su ensimismamiento de un mundo en el que su arte y su sensibilidad no tienen cabida (la orquesta donde tocaban se ha disuelto con el advenimiento de la guerra). El sueño de Jan nos muestra la nostalgia del mundo que se perdió (el andante del cuarto concierto de Bradenburgo de Bach es de naturaleza esencialmente melancólica)  en una clara inversión en la que el sueño representa una realidad pasada enfrentada con una realidad vivida ahora como pesadilla, la pesadilla de la guerra. El juego entre sueño y realidad que se inicio con Persona es ahora una constante en esta serie de películas y, no en vano, Bergman había pensado originalmente como posible título de esta película Los sueños de la verguenza. 

    Jan y Eva Rosenberg contemplando figuras Meissen
    - La guerra como escenario.

    Bergman plantea la guerra como un escenario en la que el ser humano vive una situación extrema cuyas consecuencias siempre son desastrosas. En la guerra de Bergman no sabemos quienes son cada uno de los bandos ni muy bien que defienden. Bergman tan sólo se centra en las consecuencias que el escenario de la guerra genera a su alrededor: la deshumanización. Dice al respecto Ignacio Martí-Baró:

    la noción de deshumanización se limita al fenómeno de pérdida o empobrecimiento de los siguientes atributos humanos:

    a) capacidad de pensar lúcidamente, con lo que ello implica de identificación y superación de temores irracionales, prejuicios y todo aquello que imponga desde dentro de las personas una relación predominantemente defensiva (en sentido psicodinámico) con el mundo.

    b) voluntad y capacidad de comunicarse con veracidad y eficacia, con lo que ello implica de libertad, honestidad, flexibilidad, tolerancia y respeto.

    c) sensibilidad ante el sufrimiento y sentido solidario.

    d) esperanza [3]

    Es algo que, por ejemplo, el propio Bergman reflexiona alrededor de sí mismo cuando dice:

    ¿Cómo me habría comportado durante la Segunda Guerra Mundial si Suecia hubiera sido ocupada por los nazis, si yo hubiera tenido algún puesto de responsabilidad, en una administración u otra parte, o simplemente en tanto ciudadano? ¿Cuánto valor físico habría podido oponer a la violencia física o psíquica, en esta guerra de nervios entre ocupante y ocupado? Cuando pienso en este problema, llego siempre a la conclusión de que soy un cobarde, tanto física como psiquicamente, salvo quizá cuando estoy enfadado. Ya sabéis que a veces puedo entrar en unas cóleras increíbles. Pero siempre soy cobarde. En un plano puramente físico,  mi cólera puede producir unas dosis nada despreciables de valor, pero me pregunto cómo habría podido resistir a ese clima amenazador, largo, terrible y glacial. [4]

    Esta es una  reflexión de la que ninguno podemos zafarnos puestos en situación. Es por ello que yo no tengo tan claro que la primera parte de La verguenza sea su mala parte (Bergman decía que Pasión intentaba corregir La vergüenza). Por mi parte la considero esencial para comprender el desarrollo de la segunda parte. Bergman decía que esta primera parte podía solucionarse en diez minutos... No lo tengo tan claro. Creo que esta primera parte da un interesante reflejo del caldo de cultivo sobre el que se fundamenta la hipótesis de la deshumanización que Martin-Baró nos propone. Veamos ahora un poco cómo los elementos que esta hipótesis nos indica se manifiesta en la película de Bergman. El planteamiento del director reflexiona sobre algo que cada vez es más evidente y que se trata del impacto que, como gran objetivo, la guerra tiene sobre la población civil:

    Cada vez más el conflicto armado afecta a la población civil en relación con la afectación de los combatientes (las estadísticas hablan de un 80-90% frente a un 20-10%), a pesar de los alcances y desarrollos de la normatividad que regula el enfrentamiento bélico, como los del Derecho Internacional Humanitario, y en particular los convenios de Ginebra y sus dos Protocolos adicionales para proteger las víctimas del conflicto. La guerra incide cada vez más en la vida cotidiana y en la mentalidad de las personas que están en los contextos de conflictividad violenta; el blanco es la población civil, sus subjetividades y las relaciones sociales que se entretejen. Este control sobre el tejido social lleva a la deshumanización y a la indolencia frente al estado de cosas, situación que lleva a diferentes maneras de desconfianza en el otro, construcción de imaginarios sobre el diferente, sensación constante de inseguridad, sentimientos paranoides, etc. [5]

    Ante el horror de la guerra.

    II. LA DEFENSA ANTE EL HORROR DE LA GUERRA.

    a) empobrecimiento de la capacidad de pensar lúcidamente, con lo que ello implica de identificación y superación de temores irracionales, prejuicios y todo aquello imponga desde dentro de las personas una relación predominantemente defensiva (en sentido psicodinámico) con el mundo.

    Jan y Eva recurren al mecanismo del aislamiento ante el horror de la guerra. Intentan minimizar sus repercusiones alejándose a una isla que parece, momentáneamente, lejos de ella. Este mecanismo se caracteriza por elejarse de las situaciones de conflicto que se sienten amenazantes, ya sean internas, ya externas, con el objetivo de separar los sentimientos o emociones asociados de miedo o terror, de impotencia o peligro, también por sentimientos de culpa. Este aislamiento le sirve a Bergman para presentarnos la relación entre los dos personajes protagonistas, donde más allá del amor observamos también una fuerte tensión que se genera entre los caracteres de ambos. Jan se nos presenta como un hombre superado por la situación y cuya sensibilidad le lleva a derrumbarse y bloquearse en distintas situaciones, mientras que Eva parece una mujer fuerte capaz de encarar la situación con más entereza. Es muy interesante ya como al inicio de la película, y tras una breve espera, asistimos a un estallido de ira de Eva dentro de su automócil mientras aguarda a Jan quien parece que se está retrasando... Sale airada del coche y le busca en la casa hasta que lo encuentra derrumbado llorando en la escalera. Allí se nos muestra ya el desequilibrio entre ambos cuando Eva le dice: "¿¡Pero que te pasa ahora!? Procura no ser tan sensible. No lo soporto. Trata de dominarte, yo lo hago". Una posterior escena nos da una indicación de que las cosas en la pareja no andan bien:

    Eva: Me gustaría tener un hijo. Tengo unas ganas tremendas de tenerlo. No precisamente ahora...
    Jan:¿Porqué?
    Eva: Es algo que no puede explicarse.
    Jan: Inténtalo...
    Eva: Bueno, es una sensacion...
    Jan: Podemos esperar hasta que el mundo esté más tranquilo.
    Eva: Siento que es importante ahora. Que muchas de las divergencias que tenemos entre nosotros proceden de que no tenemos hijos y de que yo, como mujer, necesito tener uno. Antes de que cumpla los treinta quisiera tener un hijo.
    Jan: Aun serás joven, puedes esperar a los cuarenta - dice bromeando -
    Eva: A esta edad debería tener tres. Entonces si que seríamos una familia de verdad.

    Eva le propone entonces ir al médico para ver que no haya algún problema, hace referencia a su vida pasada y a otras mujeres que hubo en la vida de Jan, pero este insiste en que la ama a ella, a lo que Eva le responde:  "No creo que sepas lo que es el amor [...] El amor a tí mismo, de eso sabes bastante". Ambos, a su manera, son caracteres evitativos. Eva desvía los problemas de la pareja a la circunstancia de tener hijos como algo que les ayudaría. Como veremos con el paso de la película y, aun a pesar del caracter más fuerte de Eva, ella sigue siempre con Jan, tanto ahora, como después de la transformación que sufre éste con el paso de los acontecimientos de la guerra,  y como la protagonista de Los comulgantes, no puede dejar la relación a pesar de lo que se va dando. Como en Los comulgantes, y quizá de una manera menos evidente, Eva parece hallarse en una relación de co-dependencia con Jan. En ambos casos se "promulga una mujer que sufre a causa del sufrimiento insuperable del hombre". [6]

    Jan y Eva son dos seres humanos, dos artistas, que tienen dificultades para encarar la dureza de la realidad y que buscan evitarla ya sea aislándose, ya también desviando el problema... En todo caso inhibiéndose de una manera u otra. ¿Pero qué ocurre cuando inevitablemente la dureza de la realidad acaba imponiéndose?

    III. CUANDO LA PESADILLA DE LA REALIDAD SE IMPONE.

    b) empobrecimiento de la voluntad y capacidad de comunicarse con veracidad y eficacia, con lo que ello implica de libertad, honestidad, flexibilidad, tolerancia y respeto.

    Poco a poco en la película se va imponiendo la realidad de la guerra, la guerra llega a la isla con toda su dosis de terror imponiendo la confusión y el miedo en su población como método hasta que va llegando la violencia, la manipulación y la humillación... Jan y Eva son primero capturados por lo que parecen ser las fuerzas invasoras y posteriormente por las fuerzas del otro bando (siempre con una gran confusión) que les acusan de colaboracionistas (debido al trucaje de unas declaraciones que las fuerzas invasoras le hacen en una entrevista a Eva) hasta que actúa en favor de ellos el alcalde Jacobi(Gunnard Bjonstardt), liberándoles de la situación si bien, como pronto se comprueba, no sin "factura" alguna.

    Jan y Evan retenidos como colaboracionistas.
    El film va mostrando el horror de la guerra a la vez que vemos la evolución que va de la inseguridad de los Rosenberg al miedo y del miedo al terror. De las escenas de guerra que se suceden al inicio, entramos a la humillación de la población civil. Dice Erich Fromm:

    se necesitan las pasiones del odio, de la indignación, de la destrucción y del miedo para hacer que millones de hombres arriesguen la vida y se conviertan en asesinos. Esas pasiones son condiciones necesarias para desencadenar la guerra. [7]

    Y el problema, como bien nos muestra Bergman, ya no es los millones de hombres que reaccionan a estas pasiones, sino la cascada de causas y efectos que esas pasiones tienen cuando se transfieren de un lugar a otro. Del "hombre ordinario que con poder extraordinario" [8] se convierte en peligro para la humanidad al artista sensible (Jan) que sin escrúpulos se convierte en asesino. La guerra, como situación extrema, logra que se libere la presión agresiva (concepto de Lacan) que habita en todo ser humano y que ya vimos en el análisis sobre la película El hombre lobo. El concepto de presión agresiva se entiende como una presión intencional que nos permite comprender tanto la evolución de Jan como la de Eva en esta película... Jan, el cordero que deviene lobo, y el derrumbamiento e impotencia de Eva:

    el término agresividad denota una presión intencional que se manifiesta en estados emocionales como la cólera, el temor y la tristeza que no paraliza. Ella disgrega, despedaza, mina el buen entendimiento, conduce a la muerte, súbita o lenta, rompe la fascinación del amor, produce desencanto, causa separación, desestabiliza, reduce a la impotencia, desvía, afecta el sentido de la vida y entusiasma a no pocos con la destrucción y el estrago. La agresividad constituye la significación común de no pocos estados emocionales y da cuenta de lo que hay de concreto en ellos. [9]

    La segunda parte de la película de Bergman muestra con claridad el surgimiento de la presión agresiva como violencia destructiva y, en la medida que avanza esta segunda parte de la película se instala cada vez más la imagen y menos la palabra. Un silencio glacial:

    Se instala el silencio de la muerte, el reinado de la tendencia que no quiere hablar. El no diálogo, propio de esta postura, se expresa en el estallido que produce terror, estallido provocado por las manos de un enemigo anónimo, uno que no se sabe cuándo atacará ni dónde. [10]

    Esta fase de la película corresponde al primero de los tres niveles que Jesse Kanlin destaca en su libro sobre esta película:

    la dominación y ubicuidad de los militares (y de cualquiera de los combatientes que están en el frente, cuyo análisis no es tomado en cuenta). Tanque, soldados, personal de apoyo, aviones, están por todas partes. Las personas (gente que lleva su vida ordinaria) son transformados en ciudadanos y civiles, y por ello en enemigos o patriotas. Todo es un objetivo apropiado para la destrucción (granjas e iglesias, refugiados, niños, los animales, prisioneros,  muchachos desarmados, amigos y socios) incluso esposas y maridos. Ya no hay ningún lazo que una. [11]


    III. JAN, DE CORDERO A LOBO, Y EL DERRUMBAMIENTO DE EVAN.

    c) empobrecimiento de la sensibilidad ante el sufrimiento y sentido solidario.

    Me gustaría comentar esta evolución partiendo de cuatro escenas.

    - Escena 1. Incapaz de matar una gallina.

    La primera de ellas se produce justo cuando se inicia el estallido de la batalla en la isla. Eva intenta mobilizar un paralizado Jan ante los bombardeos de la aviación para huir en coche de la zona. Mientras cargan el coche se renueva la tensión entre ambos y observamos a un Jan asustado, bloqueado e... incapaz de  matar una gallina para llevar algo de comida. El diálogo muestra la tensión evidente:

    Jan:¿No llevamos comida?
    Eva: ¡Cuando crees que iba a cocinar!
    Jan: Si claro. ¡Las gallinas... llevemonos algunas..!.
    Eva: ¡Pero quien las matará!
    Jan: Yo no...
    Eva: ¡Pues si crees que lo voy a hacer yo...!
    Jan: ¡Las podríamos matar a tiros!
    Eva: ¿¡Has oído hablar de matar gallinas a balazos!?
    Jan: Pues yo no las deguello, te lo aseguro...
    Eva: ¡Bueno... pues mátalas a tiros! ¡Yo sacaré una y tira contra ella hasta que me canse!
    - Eva saca una gallina y Jan apunta contra ella y falla... -
    Eva: ¡Anda... Dispara! ¡¡Dispara otra vez... corre!!
    Jan: No sirvo para esto, al fin y al cabo alguien se encargará de ellas...
    Eva: ¡Estoy harta de tí! ¡¡Estoy harta de tí!!

    Intentando matar una gallina
    Estamos ante una situación que se repite en distintas ocasiones en la película. ¿Cómo un Jan incapaz de matar una gallina va a acabar matando friamente a un joven soldado desarmado? A partir de esta escena asistimos a distintos momentos donde la humillación, el maltrato y la manipulación se suceden.

    - Escena 2. Humillación y cobardía.

    Quizá uno de los momentos más humillantes para Jan , pero también donde se refleja más su cobardía,  se da cuando después de que el alcalde Jacobi les haya salvado éste, visiblemente atraído por Eva les visita y realizándoles algún que otro obsequio (una radio, un disco del trio en mi bemol mayor de Dvorak... y una antigua joya de familia para Eva) hasta que se da la siguiente situación entre los tres:

    Jacobi: Evan no me quiere esta tarde... Si te pidiera un beso me dirías que no ¿eh? ¿Pero verdad que no te importa Jan que Evan me de un beso?
    Jan: Pregúntaselo a ella
    Jacobi: ¿Me lo da? - le dice incorporándose hacia ella. Eva entonces lo abraza y Jacobi la besa apasionadamente ante la presencia de un Jan que rie nerviosamente -
    Eva: Eres tan bueno - mientras la acaricia su pelo -. ¿Sabes que nos pones en un situación difícil al venir a vernos?

    Jacobi: No te importa Jan que Evan me de un beso
    Jacobi: - incorporándose y volviendo a sentarse - Lo comprendo... No queréis verme. Debo irme.
    Jan: No interpretes mal a Eva. No quería decir eso. Sólo quería decir que...
    Jacobi: Lástima que os tenga afecto y seáis mis amigos. De lo contrario os mandaría a un campo de concentración
    Eva - se rie -
    Jacobi: Jan Rosenberg ¿tienes miedo...? ¿Eres un artista o un gusano?
    Jan: Probablemente un gusano
    Jacobi - dando un fuerte golpe de bastón en la mesa -: La santa libertad delante, la santa cobardía delante.

    Luego Jan se duerme y Jacobi sigue a Eva. Le entrega 23000 coronas para que se las guarde. Eva no quiere pero el insiste (podemos decir que me heredas - le dice -). Hay un mometo donde Jacobi justifica las acciones que el miedo lleva a tomar y le pregunta a Eva si se arrepiente (de la escena que acaba de suceder con Jan). Eva dice entonces lo siguiente: "No he engañado a Jan nunca... A veces me da miedo pensar en eso. Procuro no hacerlo". Jacobi quiere entonces besarla pero Eva se lo lleva fuera, en un invernadero y allí hacen el amor.

    Evan y Jacobi en el invernadero.
    Más tarde Jan se despierta y al buscar a Eva encuentra el dinero. Jan, guardándose el dinero, entonces sospecha... Cuando Eva entra en casa y lo encuentra sentado, desesperado, en la escalera le dice: llora si es que esto te consuela.

    La dureza de Eva se corresponde con el desprecio que siente por Jan y su flaqueza y cobardía, pero quizá también por el más que probable desprecio que siente por ella misma y sus contradicciones con Jan, y también con Jacobi, por la dependencia que establece con ambos y de la que tampoco puede zafarse. Hay un momento de la película donde Eva, cuando están retenidos por las fuerzas que les consideran colaboracionistas dice a Jan: "A veces todo me parece un sueño, pero no un sueño mío, sino de otro en el que yo me encuentro como protagonista. ¿Qué pasará cuando ese otro despierta y sienta verguenza por sus sueños?" Una vez más la pesadilla es ahora la realidad.

    - Escena 3. Cobardía y venganza.

    Inmediatamente a esta escena sigue la captura de Jacobi por tropas paramilitares. Éste intenta comprar su libertad a cambio del dinero que entregó a Eva y así se lo reclama. Evan dice que lo tiene Jan, pero este lo niega en repetidas ocasiones hasta que las tropas paramilitares entran en su casa y la destruyen buscando ese dinero. Finalmente el jefe de las tropas le da una pistola a Jan para que ejecute a Jacobi yante la desesperación de Eva, en una escena de tremenda inhumanidad y violencia. Es por ello que adjunto un extracto de la escena ya que sólo las imágenes dan testimonio de ello.


    Esta escena es una buena representación de los "sueños de la verguenza". Venganza, violencia, codicia, sobrevivencia... La deriva de la sensibilidad de Jan, el artista, hacia la brutalidad. Y, sin embargo, una pregunta importante... En estas escenas¿quién no es brutal? Cómo una cascada la brutalidad de la guerra se extiende y se expande desde lo general a lo concreto. La guerra crea el escenario perfecto para que la liberación de la presión agresiva se extienda en todos los niveles, no sólo en el mundo del militar y del soldado (ver en este blog La chaqueta metálica (Stanley Kubrick) o Apocalypsis Now (Francis Ford Coppoda), sino también en la aparente vida de dos artistas como representantes del mundo civil (campos de concentración,  represalias, refugiados, exiliados...). Uno diría que es fácil empeñarla con el antipático personaje de Jan... Pero él no es más que uno más entre esta red de vinculos unidos por el miedo y la liberación de esa presión agresiva a la que hace referencia Lacan.. No obstante, poco a poco, es el personaje de Jan quien nos acompaña a estos descensos de la brutalidad donde finalmente desaparece todo rastro de humanidad.

    - Escena 4. Cobardía y brutalidad.

    Y entramos en el mundo del silencio, del silencio glacial... Jan y Eva huyen de su granja y de su localidad. En su camino encuentran un joven, jovencísimo soldado desertor. Esta herido de una mano y Eva le cura. El soldado, agotado, se duerme sobre ella. Jan entonces le coge el arma y se lo lleva violentamente fuera... El joven aterrorizado dice que no pensará matarle. Mientras Eva corre hacia donde Jan se lo ha llevado se oye una ráfaga de ametralladora... Jan simplemente lo ha matado para robarle las botas...

    Con el joven soldado.

    Esta fase se correspondería con el segundo nivel que Kalin destaca en su comentario:

    Cuando esto sucede, cuando cualquiera puede ser un objeto aceptable de violencia, las relaciones sociales y el mismo trato humano se transforman en algo inhumano, brutal, e incluso mortal [...] Las palabras ya no significan aquello que quieren decir y todo discurso está governado por fines y objetivos enmascarados. Se dice lo que se piensa que quiere oir el otro [...] Bajo estas condiciones no hay espacio público donde se pueda sobrevivir siendo uno mismo. Todas las relaciones públicas y sociales están controladas por estas fuerzas de humillación, fuerzas que continuamente roban al individuo su propia voluntad y su entorno, reduciéndolos más y más a una especie de cosa humana. Sólo pueden existir como personas en la esfera privada, y esta es una privacidad que excluyendo a los otros acaba solipsisticamente enterrada profundamente dentro de esa cáscara externa. [12]

    4. EL COLAPSO DE LA ESPERANZA.

    d) Empobrecimienro de la esperanza.

    La película se dirige a un fin que corresponde al último punto del proceso de deshumanización: la pérdida de esperanza. En un momento dado Eva, camino de la costa, le dice a Jan: "Jan... Que será de nosotros si no podemos hablarnos nunca..." Jan nada dice excepto que ya llega una barca... Paga con el dinero de Jacobi un lugar en ese bote con el que acaba la película camino de un destino incierto, abandonados en el medio de la mar. Unidos por el miedo y el instinto de conservación su vida va como un barco a la deriva como a la deriva se halla su propio sentido de la vida ya marcada por la experiencia de la guerra y los actos sufridos y cometidos.

    camino de un destino incierto, abandonados en el medio de la mar.
    Esta fase corresponde al tercer nivel de Kalin en su comentario:

    El tercer nivel de deterioro es la relación causa-efecto del colapso de la civilización, la verguenza se derrama con sus rastros y vestigios, ahora apenas fragmentos de algo que una vez nutrió y conservó la vida, cuya visión se convierte cada vez más insoportable. La orquesta en la que Jan y Eva tocan ha sido desmantelada, manos rugosas o dañadas que ya no pueden volver a tocar, los instrumentos son rotos. La música es substituida por "noticias", y el ruído cacofónico de la radio y la retórica política que emiten (los primeros sonidos que oímos durante los créditos al inicio). El buen vino compartido entre amigos o amantes es substituido por  licores fuertes suficiente para llevar a la borrechera. Las pequeñas figuras Meissen, el manuscrito de Dvorak, el violín Pampini, el anillo de Jacobi, todas literalmente reliquias se pierden (todas herencia del pasado), destinados a ser destruídos, quemados, robados. [13]

    5. EL SUEÑO DE EVA.

    En ese bote sin rumbo, rodeados de cadáveres de la guerra, a la deriva Eva le narra un sueño a Jan:

    Andaba por una calle muy bonita. A un lado había edificios blancos con altas columnas. Al otro lado había un frondoso parque. Bajo los árboles situados al lado de la calle corría un agua verde oscura. Luego llegué a un muro alto que estaba cubierto de rosas y vino un avión que prendió fuego a las rosas. Era algo terrible y hermoso a la vez. Yo seguí mirando el agua viendo como ardían las rosas. Llevaba una criatura en mis brazos. Era nuestra hija. Se agarraba muy guerte a mi y sentí como sus labios rozaban mi mejilla. Todo el tiempo supe que había algo que debía recordar. Algo que alguien había dicho pero que me había olvidado de lo que era.


    El sueño de Eva: "Andaba por una calle muy bonita".
    Éste sueño de Eva donde hallamos los elementos clásicos de la civilización como son los edificios blancos con columnas o el parque con sus árboles probablemente constituiría el mundo seguro y bello del yo representado como el mundo apolíneo de la civilización. El río verde oscuro muy bien podría referirse a las emociones sutiles y sensibles propias del artista...

    De repente el muro con rosas y el avión que les prende fuego... Como ya nos indicó Freud nos hallamos ante una imagen que nos ilustra la condensación o metáfora. El muro, el límite que separa ese mundo protegido y seguro de ese otro mundo de la presión agresiva que puede derivar hacia la destrucción y la violencia (Dionisos enloquecido)... Así el avión que prende fuego a las rosas, a la belleza y a la delicadeza, a la fragilidad... La facilidad con la que ese mundo de lo seguro puede ceder a esa presión, no sólo la ajena sino también a la propia. Podemos observar el mecanismo de defensa evitativo en ese "mirar el agua" si bien, y no obstante, viendo al mismo tiempo con fascinación la imagen de las rosas ardiendo... La lectura más acertada de los sueños que los sitúan como constelaciones del mundo interno nos daría que pensar que Eva necesita algo de esta fuerza, no la presión agresiva como violencia, sino algo más propio de la agresividad como instinto que la libere de esa dependencia, de ese "sufrimiento que la ata al sufrimiento insoportable de un hombre" y la arrastra a ella.

    La última escena con la criatura en brazos, agarrándose fuertemente a ella, rozándole con los labios la mejilla, no es más una clásica imagen en los sueños en los que su propia vulnerabilidad (representada por la criatura) se agarra a ella pidiéndole que sea su fuerza la que tome cargo de su propia vida y no la imagen que representa Jan, la de un hombre que representa la debilidad y que es capaz por ella de derivar en brutalidad y a la que Eva, con su dependencia, está atada en una caída hacia el abismo.

    A Eva y a Jan, cada uno en su sentido, les vienen que ni ajustadas las siguientes palabras de Erich Fromm con las que cierra su libro El corazón del hombre:

    El corazón del hombre puede endurecerse, puede hacerse inhumano, pero nunca deja de ser humano. Siempre sigue siendo un corazón de hombre. Todos estamos determinados por el hecho de que hemos nacido humanos, y, en consecuencia, por la tarea interminable de tener que elegir constantemente. Tenemos que elegir los medios juntamente con los fines. No debemos confiar en que nadie nos salve, sino conocer bien el hecho de que las elecciones erróneas nos hacen incapaces de salvarnos.

    En realidad, debemos de adquirir  conocimiento para elegir el bien, pero ningún conocimiento nos ayudará si hemos perdido la capacidad de conmovernos con la desgracia de otro ser humano, con la mirada amistosa de otra persona, con el canto de un pájaro, con el verdor del cesped. Si el hombre se hace indiferente a la vida, no hay ya ninguna esperanza de que pueda elegir bien. Entonces, ciertamente, su corazón se habrá endurecido tanto, que su "vida habrá terminado". [14]

    Firma de Ingmar Bergman

    _________________

    [1] Duncan, Paul & Wanselius, Bengt.Los archivos personales de Ingmar Bergman.Taschen Edc. pág. 139 (en libro suplementario donde los textos son traducidos al castellano)
    [2] Ídem anterior, pág. 131
    [3] Martí-Baró, Ignacio y otros.Psicología social de la guerra: trauma y terapia. UCA Editores El Salvador.
    [4] Ver nota 1, pág. 130
    [5] Parra Valencia, Liliana María. Introducción a la psicología de la guerra. USB Colombia, pág. 273
    [6] Singer, Irving. Ingmar Bergman. Cinematic philosopher. The MIT Press (Massachussets) - edición ebook - pos. 1140
    [7] Fromm, Erich.El corazón del hombre. Fondo Cultura Económico. Pág. 18
    [8] Ídem anterior, pág. 18
    [9] Gallo, Hector. Violencia y agresividad. Revista Bitácora lacaniana (Mayo 2006)
    [10] Ídem anterior.
    [11] Kalin, Jesse. The films of Ingmar Bergman. Cambridge University Press (edición ebook). Pos. 1495. La traducción de las citas de este libro son mías.
    [12] Ídem anterior, pos. 1502
    [13] Ídem anterior, pos. 1503
    [14] Ver nota 7, pág. 179

    __________________

    OTRAS ENTRADAS DE INGMAR BERGMAN EN ESTE BLOG.

    LOS COMULGANTES (1963)

    y el horror neurótico.

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    FRESAS SALVAJES (1950)
    y el mensaje de los sueños.

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    EL SEPTIMO SELLO (1957)
    Muerte y sentido

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    PERSONA (1966)
    El silencio como espejo


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    DECÁLOGO 3 (Krzysztof Kieslowsky, 1990): : Santificarás las fiestas.

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    RESENTIMIENTO, ENVIDIA Y REPARACIÓN

    Recuerda el día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para Yahvé, tú Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu jijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad. (Éxodo, 20, 8-10)

    Decálogo 3 nos plantea una curiosa historia que transcurre duante la nochebuena y en la que  nuestro protagonista, Janusz (Daniel Olbrishky), un taxista que aparece disfrazado de Santa Claus para pasar la noche con su familia, será apartado de ella para ayudar a una ex-amante, Ewa (Maria Pakulnis) a encontrar a su esposo Edward. Dice el catecismo de la Iglesia Católica al respecto:

    Los cristianos deben santificar también el domingo dedicando a su familia el tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana. (en par. 2186)

    Deben dar todos un ejemplo público de oración, de respeto y alegría, y defender sus tradiciones como una congribución preciosa a la vida espiritual humana. (en par. 2187)

    Obviamente Janusz, con su decisión de ayudar a su ex-amante, todo y asistir a la misa del Gallo como buen cristiano, se aparta del espíritu de la nochebuena, fiesta de precepto de naturaleza esencialmente familiar y religiosa, al poner una excusa - el robo de su taxi - para poder ayudarla.

    Janusz y Ewa, protagonistas de Decálogo 3.

    Para el comentario de la película vamos a dividir su trama en dos partes, cada una de ellas para dar cuenta de lo que, según mi comprensión, pretende transmitirnos la película.

    I. PRIMERA PARTE: RESENTIMIENTO, ENVIDIA Y CULPA.

    Hay noches en las que el porvenir queda abolido, en las que de todos sus instantes solo susbiste aquel en el que elegiremos dejar de ser (E. M. Cioran) [1]

    - La trama.

    Este episodio de la serie merece una descripción de la trama antes de entrar en su análisis, precisamente para una mejor comprensión de éste. Como en todas las películas de Kieslowski el elemento simbólico tiene su importancia.Vemos así como, y después de la escena de Janusz disfrazado de Santa Claus (cruzándose, como es habitual en otros decálogos en Kieslowski, con el padre protagonista de Decálogo 1) repartiendo regalos para toda su familia, se nos muestra a una joven (Ewa) que visita a su tía en un asilo... Mientras la otra gente del asilo esta celebrando la Nochebuena, la tía está sola en su habitación durmiendo. Ewa se acerca para dejarle sobre su mesa un regalo. La tía despierta y la reconoce si bien con algunas deficiencas debido a alguna enfermedad senil... Tras unas pocas palabras vuelve a dormirse... La evasión de  una realidad marcada por la soledad y los recuerdos confusos en el tiempo. Probablemente una imagen del miedo de la propia Ewa proyectada al futuro y que aclararemos en este comentario..

    Otro elemento presente en toda la película es la nieve, las calles nevadas, gélidas, humedas y vacías... como la propia soledad que siente Ewa.

    Ewa con su tía
    Posteriormente vemos a Janusz con su familia en la Misa del gallo y allí ve, para su sorpresa, a Ewa que desde unos bancos más atrás le sonríe...Más tarde, cuando Janusz está brindando con su familia a la vuelta de la misa suena el portero automático... le dice a su extrañada mujer que parece que les estan robando el coche. Al bajar es cuando descubre que quien le ha llamado es Ewa. Ésta le cuenta que Edward, su esposo, ha desaparecido, que no ha llegado a casa y le pide que la ayude a buscarla... Janusz accede a ello y para ello miente a su mujer diciendo que le han robado el coche. Le pide que llame a la policía mientras él sale a intentar buscarlo. Janusz y Ewa van entonces a un hospital que atiende las urgencias esta noche festiva, pero resulta que no se trata de éste sino de otro. Desde allí llaman a ese hospital y confirman el ingreso de alguien que ha tenido un accidente de coche y que ha perdido las dos piernas. Camino del hospital encuentran el coche de Edward (sorprendentemente sin nieve encima y sin humedad). Cuando lo miran y lo abren aparece el primer momento de tensión entre lo ex-amantes:

    Ewa: ¿Por qué no vamos al hotel los dos y nos metemos en la cama? Así podrés llamarle y darle el número de la habitación.
    Janusz: No, no fui yo quién le llamo aquella vez.
    Ewa: Querías que acabáramos y volver a casa. A tu hogar, dulce hogar.
    Janusz: Yo no le llamé...
    Ewa: Fue él quien me lo dijo... Es cierto, no diste tu nombre...
    Janusz: Ewa, en serio, nou fui yo quien le llamó, debes creerme.
    Ewa: Hacemos buena pareja. De acuerdo, olvidémoslo.

    Aquí descubrimos que se reveló su condición de amantes y que parece que Ewa le culpa de haberlo hecho él para liberarse de ella y poder volver a su tranquilidad hogareña, si bien él lo niega.

    Luego la lleva al hospital de guardia y allí al mostrarles el cadáver - pues el hombre ya ha fallecido, volvemos a tener un nuevo momento de tensión. Ewa reacciona como si fuera Edward... pero cuando se quedan sólos le dice que no lo tape, que no es Edward y le dice entonces lo siguiente:

    No hace falta que lo cubras. No se trata de él... Aunque me gustaría que lo fuese. O que lo fueses tú. Cuantas veces habré imaginado vuestras caras aplastadas por los neumáticos de un camión. Une vez soñé contigo. Tenías el cuello roto y la lengua completamente fuera. Cuando te ví me eché a reir. Me pregunté a quien hizo daño este de aquí - refiriéndose al cadáver - que se va a regocijar con lo que le ha pasado.

    Ewa expresa su resentimiento a ambos hombres, por Edward y Janusz. Al salir del hospital Janusz conduce muy rápido y son parados en un túnel por la policía quienes creen que son los ladrones del coche (pues la mujer de Janusz a puesto la denuncia). Al demostrar Janusz que es el propietario y al decir Ewa que lo han encontrado les dejan ir y entonces encontramos un tercer momento de tensión...

    Janusz: Tienes razón respecto a que conduje demasiado rápido
    Ewa: Podrías haber estrellado el coche y habernos matado a los dos. ¿Quieres que lo volvamos a hacer?
    Janusz: ¿Quieres?
    Ewa: - asiente en silencio -
    Janusz: Ponte el cinturón.
    Ewa: - niega en silencio -

    Januzs arranca entonces bruscamente y encara el coche a toda velocidad contra un tren que va por el lateral del tunel... Lo enfrenta y observamos como Ewa asiste ello sin mover ni un mússculo, sin pestañear... Aparece entonces "el angel del destino"(el personaje que ya hemos ido viendo en los otros episodios) y justo unos metros antes del choque Janusz desvía el coche.

    Unos metros antes del choque
    Este es un momento importante para reflexionar... ¿Qué mueve a Ewa a plantear la idea del suicidio que no tiene nada de broma? Una idea que adquiere fuerza ante su impasibilidad frente la acción arriesgada de Janusz. ¿Desea realmente suicidarse Ewa? ¿En todo caso que quiere significar con ello Ewa? Hay algo en su expresión que transmite que realmente está dispuesta a suicidarse si es con Janusz... ¿Morir... pero quizá no morir sola? ¿Morir acompañada?

    Tras ese momento deciden ir a casa de Ewa... Al llegar ésta le dice que antes de subir se espere por si Edward estuviera... que aguarde a una señal suya si no está. Observamos entonces algo que ya es muy sospechoso. Aunque la mesa está puesta para dos luego coloca en el cuarto de baño un cepillo, una maquinilla de afeitar y una brocha que humedece en agua. Se hace obvio para el espectador que algo no cuadra con la historia de Edward. Confirma que algo no va cuando además Ewa llama al servicio de urgencias para avisar que un tal Edward Garus está desvanecido en una parada de autobús... Luego avisa a Janusz para que suba. Es aquí donde la historia de lo que ocurrió entre ambos se va clarificando:

    Janusz: En serio que no fui to quien hizo aquella llamada hace tres años... Aquello me importaba. Tú eras importante. Si realmente quieres saberlo... Yo te quería. Y estaba deseando cambiarlo todo. Cuando nos vestimos y él estaba allí de pie, dándonos la espalda ni tan siquiera me miraste. Te cogí la mano y me la rechazaste. Fue entonces cuando dijo que podías elegir o quedarte o irte con él. Y fuiste tras él sin decir palabra.
    Ewa: Si, así fue como ocurrió... Pero Edward puso otra condición más. Podía volver con él siempre que no nos volviésemos a ver.
    Janusz: Si, y tú dijiste que no tenías intención de volverme a ver. Y  yo dije que de acuerdo.
    Ewa: Así es como fue... Dame la mano.

    Pero Ewa sigue entonces con el resentimiento:

    Ewa: Sin amor... Incomprendido. Tienes razón. Fue por mi culpa. Pero parece que has salido bien del paso. ¿No? Eres el mismo que eras antes. ¿No es cierto? Te las arreglaste para que todo volviera a funcionar de nuevo. Eres simpático, agradable, cuidadoso... Y nunca te olvidas de recoger la colada.
    Janusz: ¡Sueltame! - dejándole la mano -
    Ewa: ¡Con mucho gusto, apesta a gasolina!

    Janusz va a lavarse las manos y Ewa, desde detrás de la puerta sigue...

    Ewa: ¿¡Has pensado alguna vez en que ocurrió cuando dejamos aquel hotel!? ¿¡En cómo me sentía!? ¿Cómo me sentía cuando daban alguna película romántica en TV y el me miraba a mí en vez de mirar la tela? ¡No volvimos a hacer el amor desde aquella noche!

    ¿Has pensado alguna vez lo que ocurrió cuando dejamos aquel hotel?

    Cuando Janusz sale del lavabo, Ewa dice que le ha mentido con lo que ha dicho, que Edward y ella son una pareja normal. Parece entonces que van a despedirse... Le da un beso en una mejilla, luego en la otra, y justo cuando va a besarla en los labios llaman a la puerta. Parece que Edward ha llegado (siempre tan oportuno - dice ella -). Pero no, son unos niños cantando villancicos... Se da entonces una tierna imagen donde ambos les miran abrazados... como una feliz pareja por unos instantes. Luego Ewa le recuerda para lo que están aquí, seguir buscando a Edward.

    Como una feliz pareja por unos instantes...
    Aquí acaba la primera parte de la trama de la película, cuando ya para el espectador es obvio que el tal Edward ya no está en la vida de Ewa, aunque de momento ignoramos que ha sido de él... Veamos algunos comentarios ahora sobre esta parte.

    - Sobre el resentimiento y la envidia.

    Observamos, hasta este momento, algunos aspectos que tenemos que destacar:

    a) Su resentimiento con Janusz por un motivo que este niega: haber sido el quien denunciara su relación a Edward (probablemente una pequeña paranoia para no asumir el miedo que la llevó a elegir a Edward y sus condiciones)
    b) Un incierto deseo de muerte manifestado en la escena del túnel.
    c) La asunción de su culpa en relación a su separación de Janusz y elección de continuar con Edward pero que rápidamente es desviada a su envidia por el hecho de que Janusz haya rehecho su vida con su familia, a diferencia suya, y su autopercepción de víctima en toda la situación.

    Es fundamental para entender este complejo comportamiento atender el siguiente texto:

    La proyección de los propios impulsos destructivos del sujeto, activadas por el odio como consecuencia de la frustración y de la separación del objeto, y por la envidia ante la percepción de la capacidad autónoma que presenta el objeto para dar, crear y gozar, convierten el objeto en malo y retaliativo (resentimiento), lo cual provoca nuevos ataques defensivos contra él por incremento de las ansiedades persecutorias.

    Por consiguiente, este objeto devenido malo por efectos del odio y la envidia proyectados, exacerba el resentimiento que, mediante sus fantasías vengativas funda su propia legalidad que le confiere derechos y lo exime de responsabilidad y culpa. Por ello el sujeto rencoroso necesita de una construcción paranoide, de un sistema interpretativo de la realidad hasta delirante, para sustentar la porción característica de la víctima privilegiada y castigadora. [2]

    Obviamente el objeto malo es Janusz (y, como veremos más adelante, también Edward), quien es a la vez objeto de envidia al mantener y disfrutar de su familia (como veremos que también ocurre con Edward) y que por ello es también transformado en objeto de un resentimiento que libera a Ewa de su propio sentimiento de culpa y responsabilidad por la decisión que, bajo su responsabilidad, tomó de seguir con Edward. Y ya desde esta perspectiva adquiere pleno sentida la construcción paranoide de que fue Janusz quíén llamó a Edward para denunciar su relación con el objeto de liberarse de ella y poder seguir con su familia lo cual permite a Ewa elaborarse como víctima privilegiada.

    Dicho esto tenemos ahora que indicar que el resentimiento y la envidia forman parte de lo que se llaman pulsiones de muerte o de destrucción si bien de distinta manera. Dice Kancyper:

    El impulso envidioso tiende a destruir el objeto en su capacidad creadora y de goce (M. Klein, 1960).
    El impulso resentido en cambio, no persigue destruir el objeto sino castigarlo. El sujeto resentido mantiene que ese objeto, aunque malo en muchos aspectos, retiene para sí lo bueno; una posesión y un estado de los cuales ha sido "injustamente" privado, pero que "legalmente" espera aun reconquistar mediante un castigo reivindicatorio...[3]

    Es lo que observamos en Ewa, el impulso envidioso como impulso destructor, cuando asiste impasible a la posibilidad de suicidarse cuando Janusz lanza el coche en dirección al tren que viene hacia ellos... (escena que me recuerda el final de Cara de Angel, ya comentada en este blog (ver La femme fatal: perspectivas - II -) cuando Diane (Jeanne Simmons) precipita el coche al abismo junto con Frank (Robert Mitchum) incapaz de sostener su rechazo), mientras que la contínua culpabilización a Janusz es más propia del impulso resentido. Si bien, según Ewa, Janusz es el objeto que la traicionó llamando a Edward para denunciar su relación, es también el hombre tierno y bueno del abrazo en la puerta frente a los niños cantando, hombre que, en todo caso, disfruta ahora otra mujer.

    La familia de Janusz.
    Y, por fin, un último comentario alrededor del resentimiento y de su relación con el narcisismo:

    El resentimiento surge por la amenaza que significa la pérdida de completud o de la perfección narcisista que en su comienzo lo incluye todo [...]

    En efecto, el resentimiento surge como consecuencia de la imposibilidad, por parte del sujeto, de asumir el desmoronamiento de la imaginarua unidad espacial y temporal, sin fracturas.

    El movimiento que lo anima es regresivo: retorno a un anhelado e imposible estado anterior.

    La totalidad que se ha quebrantado es la unidad mítica de completud y el intento de su recuperación reaparece por la necesidad de la naturaleza humana de poseer una unidad corporal e histórica totalizadora. [4]

    Y esa es la culpa interna que siente en su interior Ewa, la culpa de haber perdido esa unidad que transforma su soledad en castigo para ella, una vez mas la soledad como ausencia de amor. La culpa que por insoportable es proyectada exteriormente en Janusz a través de la paranoia de su supuesta denuncia. La venganza del resentimiento no es más que, finalmente, una venganza sobre sí mismo en lo que no es más que una imposibilidad para desarrollar una vida satisfactoria. El drama del resentimiento es que cree que a través del control y el castigo recuperará la frustración provocada por la unidad perdida. Por eso el resentido no puede destruir al objeto de resentimiento, sino mantenerlo objeto de control y castigo. Su destrucción, por el contrario, acarrearía para el sujeto dos graves problemas:

    asumir la incompletud [...]; o transformarse el mismo entonces en el depositario de sus propias pulsiones, lo que acarrearía el peligro de su disgregación psicótica. [5]

    Nos queda así planteada la problemática que esta primera parte de la película nos ofrece.

    II. SEGUNDA PARTE: CULPA Y REPARACIÓN.

    - La trama.

    La trama sigue justo cuando Janusz llama de nuevo a urgencias y allá le dicen que ha habido una llamada en la cual han avisado de un desmayo de un tal Edward Garus en una parada de autobús, pero que cuando ha llegado la ambulancia ya no estaba. Le dicen que esos casos se dan a veces en borracheras y les recomiendan que miren en el centro de alcohólicos. Esta escena, como la de Ewa con su tía al principio, adquiere también una dimensión simbólica.

    Ewa y Janusz van al centro de alcohólicos y allí les muestran los que han llegado esta noche. La escena que sigue es de maltrato y humillacion. Les tienen encerrados y desnudos y el guardían, un tipo bastante sádico, les lanza agua fría a través de una manguera para desperezarlos mientras se ríe abiertamente... Janusz reacciona con vehemencia ante tal abuso y se enfrenta al guardia quitándole la manguera. Una inféliz imagen para Ewa que no es más que una representación de la relación de castigo que Ewa mantiene con Janusz y finalmente, consigo misma.

    Cuando luego salen del centro Janusz la dice que ya no tiene sentido seguir buscando y que se vuelve a casa, que dónde quiere que la deje... Ewa le coge la mano que sujeta el cambio de marchas. Janusz arranca y a los pocos metros Ewa desvía por sorpresa el volante llevando el coche a chocar contra un árbol de navidad en la calle...

    El accidente de coche provocado por Ewa

    Esta escena es interesante, ya no se trata de chocar contra un tren y morir... Se trata de algo distinto, pues tras decirle que le ha estropeado el coche y que le ha arruinado la nochebuena le pide que le acompañe a la estación de tren... Tras preguntarle a una encargada de vigilancia si han visto a un hombre que Ewa describe a través de su ropa, ésta de repente le muestra una foto... La encargada niega haber visto a alguien parecido... Luego Ewa hecha una mirada al reloj de la estación que marca las 7.02 y se aclara finalmente el misterio de Edward Garus y de nuestra historia, Ewa le muestra entonces a Janusz la foto en cuestión...

    Janusz:¿Quién es ese?
    Ewa: Edward

    La foto que Ewa la muestra a Janusz de Edward
    Janusz:¿Y la mujer?
    Ewa: Su mujer. Y estos son sus hijos. Vive en Cracovia desde hace unos tres años.
    Janusz: ¿Tres años?
    Ewa: Más o menos. He dicho muchas mentiras esta noche...
    Janusz: No lo sé.
    Ewa:¿Conoces el juego? Si la persona que aparece por la esquina es un hombre, tendré suerte. Si es una mujer tendré mala suerte.
    Janusz: Si lo conozco.
    Ewa: He jugado a él esta noche. Me dije a mi misma. Si consigo pasar toda la noche contigo, hasta las 7 no importa cómo...
    Janusz:¿Qué entonces?
    Ewa: Entonces todo iría bien.
    Janusz:¿Y si no lo conseguías?
    Ewa: - le muestra entonces de su bolso las pastillas que pensaba tomarse -. Pensé en todo. Vivo sola. Es muy duro estar sola una noche como la de hoy. La gente...
    Janusz: Si, se reúnen y encierran, corren las cortinas.
    Ewa: Exacto

    Es muy duro estar sola una noche como la de hoy.

    Finalmente Janusz la lleva con su taxi donde el coche que Ewa dijo que era de Eward y allí se despiden. Es una bonita escena final donde antes de separarse Ewa le dice a Janusz que ya sabe queno fue él quien hizo la llamada aquella noche... Se nota la expresión de contento en Janusz... Ya nos veremos - le dice - Y ambos se despiden con unos guiños realizados con los faros de los coches.

    La despedida.
    En la última escena, además, asistimos, cuando Janusz llega a a su casa y encuentra a su mujer durmiendo en el sofá, a un descubrimiento más... La mujer de Janusz (quien ya sabía lo del coche porque había llamado por la noche) ya conoce la historia de Ewa con Janusz porque éste se la debió contar... La mujer le pregunta si volverá a salir por las noches otra vez... No, no lo haré. Me quedaré aquí - le responde -.

    - Culpa y reparación.

    Ewa se nos muestra en este episodio como el reverso de Dorota en el episodio dedicado al segundo mandamiento y que ya comentamos en este blog. Ewa es la mujer que se quedó sin nada, que se quedó sola. Se quedó sin su pareja, se quedó sin su amante y sin la posibilidad de formar su familia... Esta segunda parte de la película la podemos entender como el proceso de aceptación de la no completud para Ewa y la reparación de un vínculo que probablemente quedó mal cerrado siendo fuente del resentimiento que muestra Ewa:

    El resentimiento puede también operar como defensa, ejerciendo una función anti-duelo, porque abandonar ese vínculo objetal significaría el derrumbe definitivo de la ilusión y la admisión de que se ha perdido real y verdaderamente el objeto. Resurge el ejercicio del poder como un intento defensivo, para cancelar o apaciguar la irrupción amenazante del dolor, de angustias y de otros afectos y representaciones intolerables para el sentimiento de la propia dignidad y para el mantenimiento de la estructuración psíquica; retornando a la memoria del rencor para huir del enfrentamiento y de la asunción de la propia responsabilidad ante los conflictos actuales y actuantes.

    A diferencia de la memoria del dolor, la memoria del rencor reintroduce el tiempo circular repetitivo de los duelos interminables y comanda el destino trágicos de los sujetos y de los pueblos. [6]

    Efectivamente la soledad, en ese día de nochebuena, se le hace insostenible a Ewa y lo que realiza es forzar una situación desde su resentimiento, el de ser acompañada como sea por Janusz, su ex-amante. Sin embargo, y esto es lo bonito de esta historia, el quebrantamiento de la fiesta de la nochebuena por parte de Janusz desatendiendo a su familia deriva en la transformación del resentimiento destructivo y auto-destructivo de Ewa, de su memoria del rencor a la memoria del dolor: 

    La memoria del dolor admite el pasado como experiencia y no como lastre: no exige la renuncia de lo ocurrido y lo sabido. Opera como un no olvidar estructurante y organizador - pulsión de vida mediante -, como una señal de alarma que protege y previene la repetición de lo malo y da paso a una transformación y a una renovada construcción. [7]

    El juego de Ewa esa noche (si llegó a las siete contigo todo irá bien) nos es más que la frontera que marca ese límite que va de la memoria del rencor a la del dolor. Del estancamiento a la transformación. Porque todo ese juego sólo tiene sentido por el amor y la importancia que le da Janusz a Ewa en esa travesía nocturna que es un "recuerdo" del amor que hubo en su momento: "Aquello me importaba. Tú eras importante. Si realmente quieres saberlo... Yo te quería. Y estaba deseando cambiarlo todo". Sólo alguien a quien se importa realiza esa entrega aun a costa de la propia familia y la propia fiesta: "Si, se reúnen y encierran, corren las cortinas". De la acusación en casa de Ewa pasamos al reconocimiento del dolor de la soledad, de las consecuencias de los hechos sucedidos (en esa caso ambos hombres tienen su familia y ella es la que ha quedado sola), la responsabilidad de la decisión que tomó y el reconocimiento de que fue él quien hizo la llamada en la estación (símbolo de puntos de partida y llegada) y en la despedida.

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    (*) VER LA PELICULA EN YOUTUBE: https://www.youtube.com/watch?v=6WlF-aB1VzE

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    SERIE DECÁLOGO (pulsar en título para acceder a la entrada)

    Decálogo 1. Yo, el señor, soy tu Dios. Ese frágil absoluto.
    Decálogo 2. No tomarás en falso el nombre del señor, tu  Dios. Compasión vs. culpa.
    Decálogo 3. Santificarás las fiestas. Resentimiento, envidia y reparación.
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    [1] Cioran, E. M. El aciago demiurgo. Encuentros con el suicidio. Editorial Taurus, pág. 59
    [2] Kancyper, Luis. Resentimiento y remordimiento. Estudio psicoanalítico. Lumen Tercer Milenio, pág. 61
    [3] Ídem anterior, págs. 24 y 25.
    [4] Ídem anterior, págs. 22 y 23
    [5] Ídem anterior, pág. 25
    [6] Ídem anterior, pág. 228 (en apéndice 2. La memoria del rencor y la memoria del dolor)
    [7] Ídem anterior, pág. 205 (en apéndice 2. La memoria del rencor y la memoria del dolor)

    HACIA RUTAS SALVAJES (Into the wild - Sean Penn, 2007 -): Sobre la discordia y el malestar del ser.

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    Hacia rutas salvajes (2007) es una de las siempre interesantes incursiones que el actor Sean Penn ha hecho en el mundo de la dirección cinematográfica. Basada en el notable libro del alpinista y escritor Jon Krakauer, la película, del mismo título que el libro, nos narra la historia del joven Christopher McCandless, alias "Alexander Supertramp", quien a sus veinticuatro años fue hallado muerto en 1992 en un antiguo autobús abandonado a modo de refugio en las desoladas tierras de Alaska. La narración de la tragedia y las primeras investigaciones realizadas por Krakauer y publicadas en la revista Outside en el mismo año suscitaron un gran interés por la historia y aventura de este joven y derivaron posteriormente en 1996 en la publicacion del libro Into de Wild (Hacia rutas salvajes) con una investigación mucho más profunda y elaborada. La película es una muy buena adaptación del libro y de su espíritu, si bien hay algunos detalles inmportantes que se hallan en el libro y que la película no puede recoger en toda su extensión. La película cuenta con la reconocida interpretación de Cristopher por parte de Emile Hirsch, acompañado por William Hurt (Walt McCandless),Marcia Gay Harden(Billie McCandless) y Jena Malone (Carine McCandless) entre otros.

    Sean Penn y Emile Hirsch

    I. EL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA.

    Cristopher es un joven norteamericano de veintidos años que tras graduarse en sus estudios decide abandonar a su familia (que ya hasta su muerte no tuvieron más noticias de él) y su estilo de vida para embarcarse en un largo recorrido por tierras norteamericanas (California, Oregón, Dakota del sur, etc) en las cuales fue tomando figura el impulso de vivir una temporada sólo en la Naturaleza, eligiendo para ello las complicadas tierras de Alaska, en una zona conocida como la Senda de la Estampida. Al llegar a estas tierras encontró un autobus abandonado a modo de refugio (el autobús mágico) del que hizo su morada. La realización de este proyecto le costó la vida al complicarse su salida, debido al deshielo, por la crecida del río Teklanika que le cortó el paso. La Naturaleza que debía albergarle fue, poco a poco, mostrando también su faz más hostil hasta fallecer por inanición por lo que parece que fue la intoxicación debida a la ingestión de alguna planta, fruto o semilla tóxica. La película se divide en cinco fases que hacen referencia a su evolución a esos dos años de vida nómada por las tierras norteamericanas: mi propio nacimiento, adolescencia, adultez, y sabiduría

    Arriba Cristopher McCandless, abajo su intérprete: Emile Hirsch.

    La historia de Cristopher nos ofrece un marco de reflexión que nos permite contemplar su peripecia desde distintas perspectivas y puntos de vista. Más allá del marco psicológico que, obviamente, tendrá su lugar, la historia nos ofrece otro marco de reflexión que se enmarca dentro del conflicto entre Civilización y Naturaleza y el alejamiento progresivo que para el ser humano implica la una de la otra. Antes de clasificar, como así se ha clasificado por muchos, la historia de Cristopher como una tontería sin sentido o una locura de un joven arrogante enfrascado en una loca y peligrosa aventura, de la misma manera que ha despertado la admiración por las motivaciones que parecía tener. Creo que más allá de deplorar o exaltar su vivencia, es justo concederle el ejercicio de la reflexión. La exaltación del mundo de la Naturaleza por encima de la Civilización aparece en muchas ocasiones como una compensación de la locura que nuestro mundo civilizado también imprime al ser humano. Las reflexiones de filósofos como Rousseau o Thoreau, o escritores como Tolstoi o Jack London (frecuentados, con la excepción de Rousseau, por el joven Cristopher) ya se han desplazado por esta tensión existente con la que el hombre vive dicho conflicto. Que evidentemente el proyecto de vivir en la naturaleza salvaje de las tierras de Alaska tuvo las funciones de un "ritual iniciático" para Cristopher lo dejan claro sus propias palabras:

    Hace dos años que camina por el mundo. Sin teléfono, sin piscina, sin mascotas, sin cigarrillos. La máxima libertad, un extremista, un viajero esteta cuyo hogar es la carretera. Escapó de Atlanta, jamás regresará. La causa: "no hay nada como el oeste". Y ahora, después de vagar dos años por el mundo, emprende su mayor y última aventura. La batalla decisiva para destruir su falso yo interior y culminar victoriosamente su revolución espiritual. Diez días y diez noches subiendo a trenes de carga lo han llevado al magnífico e indómito Norte. Huye del veneno de la civilización y camina sólo por el monte para perderse en una tierra salvaje. (Alexander Supertramp, 1992) [1]

    Hacia rutas salvajes se corresponde al típo de película que Jordi Batlló y Xavier Pérez clasifican como "en busca del tesoro" y de ciertas road movies que definen como:

    Un viaje donde curiosamente no existe encargo (al contrario, es el viajero quien quiere escapar del hogar donde insisten para que se quede) ni tampoco un objetivo final definido. En estos films de frontera parece importar únicamente la parte central: el viaje accidentado, los aliados en el camino, la necesidad de movimiento; como si detenerse equivaliera a morir. Héroes que saben que la felicidad es un bien escaso, y que si existe sólo puede encontrarse en el nomadismo, en la huida sin fin. Una disposición argumental y anímica, una metáfora del espacio que es capital en la conciencia moderna. [2]

    Sin embargo, y para empezar nuestro comentario, me gustaría comenzar por hacernos una pregunta. ¿Porqué esa decisión de cortar todo tipo de comunicación con su familia? Empezaremos por esta vertiente netamente psicológica para, poco a poco, introducirnos en la ruta que llevará nuestra reflexión.

    El autobús que sirvió de refugio a Cristopher McCandless en su estancia en Alaska

    II. RELACIONES FAMILIARES.

    Es evidente que la película, y aun más el libro de Krakauer, ponen de relieve las dificultades de la relación de Cristopher con sus padres. Sólo la relación con su hermana Carine era intensa, y a pesar de ello incluso con ella cortó todo tipo de comunicación durantes estos dos años y cuatro meses. En distintos momentos de la película se pone de relieve esa dificultad que deja entrever los efectos de un padre exigente y autoritario (Walt McCandless es un ingeniero catalogado de un genio en su campo que trabajó para la NASA y que luego, con su mujer, fundó una empresa exitosa sobre su misma especialidad) y de unas relaciones dificultuosas e incluso violentas entre sus padres, en especial, desde la fundación de la empresa que ambos constituyeron, y que les llevaron a un abandono de las relaciones con sus hijos. Veamos las siguientes palabras:

    Tanto el padre como el hijo eran intransigentes y excitables. Dada la necesidad de controlar de Walt y el caracter exageradamente independiente de Chris, el enfrentamiento fue inevitable. Mientras estudió, Chris se sometió a la autoridad paterna hasta extremos sorprendentes, pero lo hizo a costa de acumular un resentimiento cada vez mayor. Fué obsesionándose por lo que percibía defectos morales de su padre, la hipocresía del estilo de vida de su familia, la tiranía de su amor con condiciones. Al final se rebeló, y lo hizo con la desmesura que le caracterizaba. [3]

    William Hurt y Marcia Gay Harden en los papeles de Walt y Billie McCandless
    Sin embargo, hay un hecho que se relata en el libro y que en la película no se cita y que afectó especialmente a Chris y que parece ser que fue determinante. Krakauer lo relata, además, poniendolo en relación al propio ejemplo con su propio padre, evidenciando así ciertos parecidos en los comportamientos de ambos. A través del contacto con diversos familiares Chris se enteró de una dolorosa historia envuelta en la relación de Walt con Billie y con la que fue su primera esposa, Marcia. La historia descrita por Krakauer es la siguiente:

    La separación entre Walt y su primera esposa, Marcia, no había sido facil. Mucho tiempo después de haberse enamorado de Billie y de que esta diera a luz a chris, Walt seguía viéndose con Marcia en secreto, dividiendo su tiempo entre dos casas y dos familias. Para mantener el engaño, contó mentiras que al final se descubrieron y dieron pie a nuevas mentiras para justificar las mentiras anteriores. Dos años después de que Chris naciera, Walt tuvo otro hijo con Marcia, Quin McCandless. Cuanbo la doble vida de Walt fue descubierta, la revelación hirió a todas las partes implicadas, que sufrieron terriblemente. [4]

    El descubrimiento de toda esta historia paterna llevó a Chris a desarrollar un fuerte resentimiento hacia su padre, a quien empezó a juzgar como un hipócrita que había predicado unas cosas y actuado otras bien distintas. Es decir, que al resentimiento que parecía consumir a Chris por la dureza y al autoritarismo paterno se le añadió el resentimiento de lo que Chris consideró la traición relacionada con la falsedad del padre. Krakauer hace un diagnóstico más que probable:

    Tras descubrir las circunstancias del divorcio de Walt, tuvieron que pasar dos años para que el odio de Chris empezase a aflorar, pero al final ocurrió lo inevitable. No estaba dispuesto a perdonar los errores de juventud de su padre y aun menos sus intentos de ocultarlos. Más adelante dijo a Carine y a otrosque el engaño urdido por Walt y Billie había convertido "toda su infancia en una ficción". Sin embargo, nunca se enfrentó con sus padres para plantearles lo que sabía, ni en aquel momento ni más tarde. En lugar de ello, eligi´´o mantener en secreto una información que le hacía daño y expresar su rabia de modo indirecto, a través de un silencio hosco. [5]

    III. EL CARACTER OBSESIVO: ENTRE EL SOMETIMIENTO Y EL SADISMO.

    La reacción de Chris de condena a su familia a ese "silencio hosco" cabe reflexionarla desde una estructura obsesiva. Observamos en ella algunas de sus características. Surge una pregunta inevitable tras leer el comentario de Krakauer: ¿A quién se dirige ese "silencio hosco"? Vamos a centrar nuestro comentario en dos aspectos fundamentales del caracter obsesivo.

    - La rivalidad con el padre.

    Lacan ya nos indicó que una característica del obsesivo es la rivalidad con el padre, de la misma manera que también nos indica que en el punto máximo de entrega y sometimiento al otro, es el momento donde el sujeto se eclipsa y surge el sadismo. Durante largo tiempo Chris se sometió a la autoridad paterna de manera total, pero justo en ese extremo de sometimiento, es donde también se incuba el resentimiento. De él surgió el Chris que sin mediar palabra, a través del silencio impuesto por su ausencia, abandono su familia hasta el día de su muerte. ¿A quién se dirige ese "silencio hosco"? Es un silencio creado para la mirada del padre.Un silencio transformado en acusación y venganza. Un silencio a una injusticia, a la vez que a una falsedad que lleva a Chris a postularse como ejemplo de lo que no fue su padre: la honestidad y la verdad, a la vez que en implacable vengador (surge el sadismo). Chris se erige en un claro ejemplo de una característica de los obsesivos:

    Muchos obsesivos luchan por la "única verdad", el "unico camino verdadero", "la mujer correcta" y demás, y sus ideales son tan elevados que resultan irrealizables y ningún esfuerzo humanamente posible parece lo suficientemente grande para constituir un genuino paso en dirección al ideal; por lo tanto no hacen nada. [6]

    Pero el caso de Chris no es el de "no hacer nada". La maniobra de Chris es su elaboración como el opuesto del padre y  hace de la honestidad y de la verdad, ante lo que considera la hipocresía de sus principios y su falsedad, su divisa. Y aun algo  más, hace de la Naturaleza el lugar en la que se halla la verdad del hombre. Lector de Thoreau cita en la película las siguientes palabras (que se hallaron subrayadas en el libro Walden. La vida en los bosques que se encontró en el autobús donde falleció) que parecen un resumen de su decisión y de su rebelión:

    Antes que el amor, el dinero y la reputación, denme la verdad. Me senté a una mesa en la que había sabrosos manjares y vino abundante y cuidadosa atención, pero donde faltaban la sinceridad y la verdad; y me escapé con hambre de aquel ágape poco hospitalario. La hospitalidad era tan glacial como el hielo. [7]

    Antes que el amor, el dinero, la reputación, denme la verdad.
    En realidad el silencio de Chris hacia su padre y, por extensión a toda su familia le abandonó a una estrecha relación que Chris estableció con su propio superyó. Yo tengo la sensación que el final de Chris en tierras de Alaska, su muerte en sus desolados territorios, no es más que la consecuencia de su fidelidad a su propio imperativo superyoico en una fiel imagen de la demanda insaciable que éste representa. 

    - No ceder al deseo del Otro.

    Es en la relación con la Naturaleza y el nomadismo, el no atarse a ninguna relación, donde Chris encontró su manera de no ceder al deseo del Otro. Eso, y el ideal con el que invistió su estancia en Alaska y que debía ser su batalla decisiva para destruir su falso yo interior y culminar victoriosamente su revolución espiritual. Expresión ésta que, en si misma, ya suena sospechosamente a imperativo superyoico. A pesar de la fuerte impresión que la personalidad de Chris dejó en todos aquellos que conoció  (su determinación y su vitalismo, su honestidad) a lo largo de sus viajes (como va recogiendo la película en sus encuentros con Rainey y Jan Burres, Wayne Westenberg, Ron franz, Tracy Tatro), y el fuerte apreció que suscitó en muchos de ellos siempre siguió su camino en solitario. Chris siempre mostraba esta oscilación entre una fuerte necesidad de relacionarse para luego desaparecer en la soledad de su camino, de su viaje. Nunca se quedaba demasiado tiempo, como si buscara que la implicación emocional no le apartara de la búsqueda de su verdad. Pero esa búsqueda en realidad le libraba de entrar en su vertiente agresiva, la misma agresividad y sadismo con la que "castigó" a su familia con el silencio absoluto, o en lacaniano:

    Lacan plantea que el fantasma del obsesivo es un fantasma sádico. El obsesivo que se presenta tan oblativo, dispuesto a satisfacer las demandas, cercano, simpático, solidario, encubre bajo ese amor al Otro su fantasma sádico inconsciente. Y para seguir desconociéndolo ese fantasma sádico de destrucción, el sujeto va a hacer todos esos montajes. [8]

    Es importante observar que el ideal con el que Alaska queda investido (destrucción del falso yo interior, revolución espiritual) se relaciona con esa tendencia del obsesivo a alienar su deseo con imágenes e ideales. Y siguiendo ese hilo, en realidad observamos en Chris que se elabora como el ideal - el yo ideal - de un superyó que le exige honestidad, verdad y justicia a la vez que le exige el imperativo de gozar (¡¡goza!!). Un imperativo que parece decir por un lado: ¡No seas como tu padre! Y que, a la vez, le dice: ¡¡Goza!! - Vimos eso claramente en el comentario a la película Aflicción (Paul Schrader, 1997) -. Eso le convierte en un ferviente creyente de sus introyecciones. Un imperativo que le lleva a tener que ser extremadamente fiel a sus creencias hasta asumirlas como verdades incuestionables y en la que dicha verdad se sostiene sobre la congruencia entre su enunciado y la acción con las que van acompañadas (a diferencia de su padre). Al mismo tiempo las introyecciones que fundamentan este imperativo implica la represión de aquel que le obliga a gozar y que, como dice Lacan, se convierte en el auténtico fantasma del obsesivo. Vimos antes que el punto máximo de entrega y sometimiento al otro, es el momento donde el sujeto se eclipsa y surge el sadismo. La oscilación de Chris entre su necesidad de relacionarse y sus desapariciones tienen que ver con eso... El regreso al viaje, al camino le aleja de ese punto de transición donde el sometimiento se transforma an sadismo como ocurrió en la relación su padre y su familia. Por otro lado. y desde esta perspectiva, podemos también considerar su relación con la Naturaleza como un desplazamiento (que no sublimación) de sus impulsos reprimidos...

    El encuentro con la Naturaleza Indómita de Alaska

    En el ejemplar encontrado en el autobús de Walden. La vida en el bosque (Thoreau), se encontró subrayado:

    El hombre alcanza la plenitud con la castidad; el genio, el heroísmo, la santidad y otras virtudes similares no son sino algunos frutos de los que da lugar.[9]

    Dentro de esta dinámica cabe concebir también su relación con Tracy Tatro (Kristen Stewart, la protagonista de la saga Crepúsculo), la joven adolescente que se enamora de Chris y que en una escena la hace bien explícito su deseo sexual por él. Chris curiosamente se mantiene en una relativa distancia de ella manteniéndola como una amiga. Como todas las relaciones que mantiene, todas ellas siempre son mantenidas a una cierta distancia, a pesar de la profundidad que puedan alcanzar, hasta que finalmente se va, las separa... Ninguno de los muchos testimonios de aquellos que conocieron a Chris habla de que le viera intimando con alguna joven. Probablemente el sexo fue también una intimidad de la que se mantuvo alejado como demuestran sus subrayados y notas acerca de libros como el citado de Thoreau (que hizo de la castidad un valor) o La sonata Kreutzer de León Tolstoi donde también se abordan las virtudes de la castidad. Dice Krakauer al respecto:

    parece como si McCandless hubiera sido movido por una especie de sed que suplantaba el deseo sexual. En cierto modo, esta sed era demasiado fuerte para que el contacto humano la saciase. Puede que McCandless se sintiera tentado por las pasiones que le ofrecían las mujeres, pero tales pasiones palidecían en comparación con la perspectiva de un encuentro tempestuoso con la naturaleza, con el cosmos mismo, que era lo que le arrastraba hacia Alaska. [10]

    Chris con Tracy
    He querido poner de relieve esta relación de Chris con Tracy porque nos invita a seguir y reflexionar con el objetivo del siguiente punto.

    IV. LA FALLA DE LA METÁFORA PATERNA Y EL EXCESO DE GOCE: la gran comunión.

    Dice Thoreau:

    La mayoría de los hombres viven una vida de tranquila desesperación. Lo que llamamos resignación no es más que una confirmación de lo que llamamos desesperación. De la ciudad desesperada pasamos al campo desesperado, y tenemos que consolarnos con la magnificiencia de los visones y ratas almizcleras. Hasta detrás de los llamados juegos y diversiones de la humanidad se encuentra una desesperación estereotípica, aunque inconsciente. No hay diversión en ellos, porque esta viene sólo después del trabajo. Pero no hacer cosas desesperadas es una característica de las de la sabiduría. [11]

    H. D. Thoreau
    Esa desesperación a la que Thoreau hace referencia nos recuerda los conceptos de discordia primordial en Lacan o de malestar (de la cultura) en Freud. La discordia primordial de Lacan haría referencia al sentimiento de incompletitud que el ser humano percibe en sí mismo y en su existencia, mientras que el malestar de Freud se refiere más al conflicto que la civilización le plantea al ser humano y que es vivido y sentido como un malestar resultado de la represión que se le impone a sus impulsos o pulsiones y a sus instintos. Thoreau ejemplifica este malestar cuando al hablar de la diversión de ciertos juegos del hombre civilizado la pone en duda "porque esta viene sólo después del trabajo". Algo que se observa en filósofos y poetas como Thoreau (también en Rousseau o Ralph Waldo Emerson, y en grado distinto en Walt Withman) en relación al hombre y la Naturaleza es el intento que se plantea de la vuelta a los orígenes, la reintegración a una "madre" Naturaleza en la que el malestar y especialmente la discordia desaparece en una visión fundamentalmente "buena" de ella. Veamos un ejemplo en el siguiente fragmento de Walden:

    Este es un atardecer delicioso, cuando todo el cuerpo es un solo sentido y absorbe deleite por todos los poros. Voy y vengo con una extraña libertad por la Naturaleza, siendo parte de ella misma. Mientras camino a lo largo de la costa pedregosa de la laguna, en mangas de camisa (a pesar de que el día es frío, nublado y ventoso), no veo nada especial que me atraiga: todos los elementos me son extraordinariamente afines. Las ranas simulan anunciar la noche y las notas de los chotacabras son transportadas sobre la superficie del agua con el viento ondulante. Mi empatía con las agitadas hojas de los alisos y de los álamos casi me corta la respiración, pero al igual que la laguna, mi serenidad se riza pero no se perturba. Estas pequeñas olas, levantadas por el viento crepuscular, están tan lejos de la tormenta como la tersa superficie reflectora. Aunque ahora está oscuro, el viento sopla y ruge aún en el bosque, las olas siguen chocando y algunos animales arrullan al resto con sus cantos. [12]

    Hallamos declaraciones parecidas en Rousseau:

    Rousseau
    Iba con paso tranquilo en busca de un lugar salvaje en el bosque, un paraje abandonado donde nada que mostrara la mano del hombre pudiera anunciarme la servidumbre y la dominación, un refugio donde pudiese creer que era el primero en entrar y donde ningún tercero inoportuno viniese a interponerse entre la Naturaleza y yo. Una nueva magnificiencia parecía desplegarse ante mis ojos [...] Luego, mi espíritu se perdió en esta inmensidad [...]  Creo que, de haber desvelado todos los misterios de la Naturaleza, no me habría sentido en un estado tan delicioso como aquel éxtasis aturdidor [...], que en la agitación de mi arrebato me hacía exclamar de tanto en tanto: "¡Oh gran Ser! ¡Oh gran Ser!", sin poder decir ni pensar nada más. [13]

    Algo que observamos como una similaridad en Chris McCandless, Thoreau o Rousseau en la cuestión que nos trae, es la importancia de la soledad "donde ningún tercero inoportuno viniese a interponerse entre la Naturaleza y yo". Dice Thoreau:

    Encuentro saludable el hallarme solo la mayor parte del tiempo. Estar en compañía, aunque sea la mejor, se convierte pronto en fuente de cansancio y disipación. Me encanta estar solo. Nunca encontré una compañía tan compañera como la soledad. Casi siempre solemos estar más solos cuando estamos entre los hombres que cuando nos quedamos en nuestras habitaciones. [14]

    Rousseau también menciona la palabra "refugio". Es significativa, como lectura desde un punto de vista del caracter obsesivo, la referencia del refugio a esa ausencia del tercero que no es más que la ausencia del "Otro" como algo que nos permite zafa de la demanda y nos lleva a abandonarnos al goce de lo que Safranski denomina "la gran comunión" y que se corresponde con la idea del "sentimiento oceánico" que Freud tomó de Rostand en el "Malestar de la cultura". Esos sentimientos se caracterizan por la rotura de límites, por los sentimientos de fusión y autosatisfacción... e incluso por la eliminación de cualquier tipo de consciencia reflexiva para ser hecho puro (Rousseau y algunos místicos describen con claridad dicho estado).

    Hacia rutas salvajes: la gran comunión.

    Cuando indiqué que la relación de Chris con la Naturaleza y el nomadismo parecían un desplazamiento de sus impulsos reprimidos me refería aquí al goce, goce entendido como una experiencia de fusión con el todo que cabe entender como fusión con lo materno, un retorno a la gran comunión, al sentimiento oceánico, una vez más el retorno a lo materno de Withman tras "los portales de la muerte". Goce prohibido y a la vez exigido por el superyó implacable del obsesivo.

    Para que esto suceda nos encontramos ante otra característica del obsesivo y que tiene que ver con un fallo en el papel de la metáfora paterna, fundamental en el complejo edípico, y entendida esta como la ley del intercambio que dicta la separación de las generaciones y que podríamos formular de una manera gráfica como: Hijo, no desearás a tu madre. Madre, no retendrás a tu hijo. Y con el tiempo, cuando crezcas, ya como hombre tu desearás a otra mujer. Algo falla en el papel del padre en el obsesivo en su papel de interdictor del deseo del hijo y de la madre. Es como si en esta falla se invirtiera el enunciado de la ley y se dejara al hijo a merced de la madre y que lo que se prohibiera, como consecuencia de ello, fueran las otras mujeres. Por eso el obsesivo niega su deseo, porque éste queda atrapado en lo materno, le pertenece a ello. Eso abandonaría al obsesivo a ese exceso de goce que le habita y sólo el mecanismo de desplazamiento de ese impulso incestuoso a la relación con la Naturaleza - en los casos que citamos - evita la relación que dicho goce tiene con la ley del superyó y el conflicto que establece con las otras normas interdictoras que éste implica. Su coste, en el caso de Chris: el aislamiento, la necesidad de soledad y el nomadismo geográfico y relacional.


    El autobús mágico en la nieve...

    V. MÁS ALLÁ DE LA PSICOLOGÍA: EL CONFLICTO CIVILIZACIÓN-NATURALEZA.

    No obstante, y ya más allá de lo psicológico, Chris McCandless plantea un problema que está en el núcleo de la civilización y de su patología. La vida del hombre somo sujeto social y cultural a través de la historia nos muestra un hombre progresivamente más y más desarraigado de la Naturaleza y más sometido a las "leyes de la civilización" cuanto más esta se desarrolla, leyes que progresivamente se han ido construyendo sobre y en detrimento de la Naturaleza y de nuestra propia pertenencia a ella. Somos civilización y naturaleza, pero el drama de la civilización, y esencialmente de la civilización occidental es que como un virus infeccioso o un cáncer se construye arrogante destruyendo aquello de lo que finalmente hemos surgido, de la Naturaleza. Thoreau dice:

    El naturalista Darwin dice, refiriéndose a los habitantes de la Tierra del Fuego, que mientras su cuadrilla de hombres bien vestidos estaba sentada cerca del fuego, sin sentir ningún calor, estos salvajes desnudos, situados algo más lejos, le causaron sorpresa, pues goteaban de sudor mientras soportaban semejante calcinación. También nos han dicho que mientras que el aborigen de Australia anda desnudo sin consecuencia alguna, el europeo tiembla de frío entre sus ropas. ¿No sería posible combinar la robustez de estos salvajes con la intelectualidad del hombre civilizado? [16]

    Y más adelante insiste:

    Cuando volvía al hogar a través del bosque con mi sarta de pescado, arrastrando mi caña y siendo ya del todo oscuro, vi en una ojeada rápida a una marmota que pasó furtivamente por mi sendero y sentí una emoción extraña de salvaje delicia, y tuve la fuerte tentación de capturaría y devoraría cruda; no porque yo tuviera hambre en aquel entonces, sino por aquel salvajismo que la marmota representaba. Los sucesos más feroces habían llegado a serme sumamente familiares. Encontré entonces en mí —y aun ahora lo hallo— un instinto que me llevaba hacia una vida más alta o espiritual, según suele decirse, como lo tiene la mayoría de los hombres, y otro instinto que me llevaba hacia un nivel primitivo y salvaje; y guardo respeto por ambos. Reverencio lo salvaje tanto como lo bueno. La aventura silvestre de la pesca me apetecía. A veces me place ocupar un lugar firme en la vida y emplear mi día como lo hacen los animales. Quizá mi muy estrecha relación con la Naturaleza la deba yo a esa ocupación y a la caza, que practiqué de muy joven. [17]

    El verdadero Chris McCandless en tierras de Alaska.
    Thoreau siente la necesidad de unir ese polo del mundo de lo espiritual y lo elevado, de lo intelectual con el del mundo de lo instintivo y salvaje. Algo que Jung, muchos años después, ya definió en su hipótesis del inconsciente colectivo y sobre la naturaleza de los arquetipos. El viejo conflicto entre Apolo y Dionisos que en el hombre actual, y llevados ambos a sus extremos, enloquecen peligrosamente cuando se erigen como negadores uno del otro. Thoreau ya intuye que ambos se necesitan, que uno no es la negación del otro. Dice también algo que Jung diría tiempo después:

    Toda nuestra vida es de una moral sorprendente. Entre la virtud y el vicio jamás hay un instante de tregua. La única inversión que nunca quiebra es la bondad.[17]

    Fijaros que Thoreau situa la bondad fuera de la moral. Lo bueno está más allá del bien y del mal (parafraseando a Nietzsche) que define una moral, cualquier moral. Dice Thoreau en otra parte:

    No sea demasiado moral. Sería como hacer trampas con uno mismo. Sitúese por encima de los principios morales. No sea simplemente bueno, sea bueno por algo. Todas las fábulas tienen su moraleja, pero a los inocentes lo que les gusta es escuchar la historia [...]

    Es un hecho indiscutible que el hombre puede ser bueno o puede ser malo; su vida pueder ser verdadera o puede ser falsa; y puede representar para él la verguenza o la gloria. El hombre bueno se esculpe a sí mismo; el malo se destruye a sí mismo. [18]

    Éste concepto de bondad que se halla por encima de las "morales" se ejemplifica en Thoreau en esa unión de lo espiritual e intelectual con lo instintivo y salvaje como vimos en la nota 17 y que se corresponde un tanto con las ideas de Aristóteles expuestas en la "Ética a Nicómano", cuando el filósofo griego discrimina que la felicidad surge del equilibrio entre lo que él llama las virtudes éticas (propias de la relación del hombre con la Naturaleza y su propia naturaleza animal) y las virtudes dianoéticas (relacionadas con el intelecto y el alma humana). De Aristóteles y Thoreau podemos inferir que nos hay felicidad en nuestro alejamiento de la Naturaleza, y cuando arrogantemente pasamos por encima de ella, incita y desarrolla los elementos destructivos de la Civilización a la que podemos ver regida por la racionalización de la pulsión de muerte, como ya desarrollamos en la entrada "Cuando el destino nos alcance: de psicópatas y zombies. El nucleo patológico del capitalismo" - ver en concreto nota 8 -. Compárese lo que en este artículo dijimos con las palabras de Leonardo Boff:

    Leonardo Boff
    La ética va más allá de la moral. Por ella expresamos el comportamiento justo y la manera correcta de relacionarse el ser humano, en consecuencia con su dinámica propia e intrínseca de la naturaleza de cada cosa. Lo decisivo en la ética no es lo que queremos que sea o lo que conseguimos imponer mediante el poder (ahí se crean las diferentes morales), sino lo que la realidad misma dice y exige de cada uno de los que se ponen a su escucha y en sintonía con ella.

    La ética de la sociedad hoy dominante es utilitaria y antropocéntrica. El ser humano estima que todo se ordena a él. Se considera señor y patron de la naturaleza, que está ahí para satisfacer sus necesidades y realizar sus deseos. Como ya se observó anteriormente, tal postura básica lleva a la violencia y a la dominación de los demás y la naturaleza. Niega la subjetividad de los pueblos, la justicia a las clases y el valor intrínseco de los demás seres de la naturaleza. No percibe que los derechos sólo se aplican al ser humano y a los pueblos, sino también a los otros seres de la creación. Hay un derecho humano y social como hay un derecho ecológico y cósmico. No tenemos derecho a destruir lo que nosotros mismos no hemos creado. [19]

    La rebelión de Chris, más allá de lo psíquico estructural nos pone de relieve la locura implícita en nuestra civilización: desarraigada de la Naturaleza nos acerca más al zombi que al vivo. Entre leyes y deberes, expectativas que ni tan sólo tenemos tiempo de digerir y que ni siquiera sabemos si son nuestras ingresamos sin darnos cuenta en una especie de Matrixque simplemente nos transforma en piezas de una maquinaria al servicio de los poderes que nos dicen lo que está bien y lo que está mal, poderes religiosos, poderes políticos, económicos y los mass media... La rebelión de Chris contra su padre y su familia es también una rebelión contra la locura civilizada que nos dice que debemos querer, lo qué debemos desear, por qué debemos ilusionarnos... Sigo con Thoreau (como podríamos seguir con Rousseau, Walt Withman, Jung, Eric Fromm, Herbert Marcuse o Leonardo Boff):

    Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera la vida; ¡es tan hermoso el vivir!; tampoco quise practicar la resignación, a no ser que fuera absolutamente necesaria. Quise vivir profundamente y extraer toda la médula de la vida, vivir en forma tan dura y espartana como para derrotar todo lo que no fuera vida, cortar una amplia ringlera al ras del suelo, llevar la vida a un rincón y reducirla a sus menores elementos, y si fuera mezquina, obtener toda su genuina mezquindad y dar a conocer su mezquindad al mundo, o si fuera sublime, saberlo por propia experiencia y poder dar un verdadero resumen de ello en mi próxima salida. Porque me parece que la mayoría de los hombres se hallan en una extraña incertidumbre acerca de si la vida es del diablo o de Dios, y han deducido apresuradamente que la principal finalidad del hombre aquí es “glorificar a Dios” y gozar de él en la eternidad. [20]

    Se podrá estar de acuerdo o no con las ideas de Thoreau pero, en todo caso, rezuman un sano vitalismo y un experiencialismo recomendable a todos contra esa desesperación y resignación que residen en la civilización cuando esta pretende imponerse por encima de la Naturaleza, y lo que es peor, cuando nos quiere imponer un estilo de vida basado en la pobreza del ser... cuando nos reclama ser sujetos pasivos ante su demanda. Chris, con todas sus cosas, con las críticas recibidas por su temeridad y el dolor infringido a sus padres, transmitía esto a quienes le conocieron, sus innegables ganas de vivir más allá de las estrechas miras a la que nos conmina nuestra Matrix civilizada gestionada por auténticos robots religioso-político-economico-comunicativos. Como una gran metáfora de nuestros tiempos Matrix nos ayuda a reflexionar sobre esa civilización que en nombre de un bienestar construido finalmente sobre un sinfín de inutilidades al servicio del consumo y una falsa libertad sostenida en el tener hace que de repente algunos despierten al "desierto de lo real" que no es más que el desierto del ser, en su pobreza y esclavitud, y con la que vivimos alejados de nuestra esencia que se enraíza también en la Naturaleza. Nuestra civilización, más allá de las cuestiones psíquicas estructurales es altamente neurotizadora. Su estilo de vida genera enfermedad psíquica. Eso creo que lo compartimos muchos profesionales. Vivimos más pero... ¿cómo vivimos ese tiempo de más? ¿cómo inmersos en un civilización de la imagen, de la competitividad desleal, del engaño, de las falsas necesidades y de los deseos vanales, de los placeres compulsivos, de la inmediatez y el resultadismo, de la  manipulación y la desigualdad disimulada y la injusticia legalizada?

    Guerrero Mursi con su Kalhasnikov
    Y ya para finalizar una anécdota. Hace poco tiempo estuve visitando el sur de Etiopía. Visité algunas de las tribus que viven en las sabanas ya fronterizas con Kenia. Asistí con pena - y desgraciadamente como un farangi, como partícipe turista occidental - al impacto que la vanguardia de la civilización empieza a ejercer sobre esos hombres y mujeres que aun viven inmersos en la Naturaleza - y que al ser Naturaleza no necesitan reflexionarla, simplemente son con ella -, en los que su cultura aun forma parte de ella, cuidadosamente, no elevándose por encima y enfrentándola en su misterio y crudeza con agradecimiento, respeto y temor. Sin embargo, ejemplos de los primeros efectos de la llegada de la "civilización":Kalashnikov en lugar de lanzas (producto del tráfico de armas en la frontera Keniata), aparición del alcoholismo en algunas de ellas producto del ya incipiente desarraigo sobre sus formas naturales de vida y sobre los intentos de desplazarles de sus lugares (resultado de la aplastante colonización económica China), el triste y avaricioso efecto de la aparición del dinero en su mundo cuando no hace mucho aun comercializaban con trueque...

    VI. UNA REFLEXIÓN FINAL.

    Chris eligióla pastilla roja para dejar la Civilización, pero a su vez tomo otra azul que idealizó el "desierto de lo real"a través de la Naturaleza. Buscó refugio en ella, pero como bien se dice en el libro de Krakauer: "Desde hace mucho tiempo, Alaska ejerce una atracción magnética sobre los soñadores e inadaptados que creen que los enormes espacios inmaculados de la Última frontera llenarán el vacío de su existencia. Sin embargo, la Naturaleza es un lugar despiadado, al que le traen sin cuidado las esperanzas y anhelos de los viajeros". Sin embargo, alguna cosa hace pensar que ese encuentro final con "lo real" de Chris probablemente le habían dado un contrapunto de claridad en su búsqueda... Compensó su necesidad de refugio y soledad en la Naturaleza con la necesidad también de compartir. El último libro que tuvo oportunidad de leer fue Doctor Zivago (Boris Pasternak). Al lado de un pasaje del libro Chris anotó: "LA FELICIDAD SÓLO ES REAL CUANDO ES COMPARTIDA". El pasaje en cuestión dice lo siguiente: "Y así resultó que sólo una vida similar a la vida de aquellos que nos rodean, fusionándose con ella en armonía, es una vida genuina y que una felicidad no compartida no es felicidad". Y, no obstante, Chris nos dejó algunas reflexiones que a todos nos convendría quizá hacer de tanto en tanto. En una carta a Ron Franz, quién estableció con Chris una fuerte conexión antes de partir hacia Alaska, Chris dice:

    Te equivocas si piensas que la dicha procede sólo o en su mayor parte de las relaciones humanas. Dios la ha puesto por doquier. Se encuentra en todas y cada una de las cosas que podemos experimentar. Sólo tenemos que ser valientes y empezar a vivir al margen de las convenciones.

    Lo que quiero decir es que no necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz en tu vida. Está ahí afuera, sencillamente, esperando que la agarres, y todo lo que tienes que hacer es el gesto de alcanzarla. Tú único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias que vives. [21]

    Ron Franz (que es un pseudónimo) contaba en aquellos momentos con 81 años y tomo las palabras de Chris para dejar su terquedad y cambiar radicalmente su vida.

    Ron Franz y Chris:
    "todo los que tienes que hacer es el gesto de alcanzarla"

    ____________________

    [1] Krakauer, Jon.Hacia rutas salvajes. Ediciones B.S.A. pág. 132
    [2] Batlló, Jordi y Pérez, Xavier. La semilla inmortal. Los argumentos universales en el cine. Anagrama. Colección Argumentos, págs. 24 y 25
    [3] Ver nota 1, pág. 56
    [4] Ídem anterior, pág. 101
    [5] Ídem anterior, pág. 102
    [6] Fink, Bruce. Introducción clínica al psicoanálisis lacaniano. Gedisa Editorial, pág. 177
    [7] Thoreau, Henry David. Walden. La vida en los bosques. Edición digital. Traducción Jorge Lobato, pág.38
    8] De Francisco, Mercedes. Un tipo de amor en la neurosis obsesiva. Ver: http://www.nel-mexico.org/articulos/seccion/textosonline/subseccion/La-neurosis-obsesiva/429/Un-tipo-de-amor-en-la-neurosis-obsesiva
    [9] Ver nota 7, pág. 33
    [10] Ver nota 1, pág. 58
    [11] Ver nota 6, pág. 10
    [12] Ver nota 7, pág. 25
    [13] Safranski, Rudiger.¿Cuanta verdad necesita el hombre? Ensayo Tusquets, págs. 23 y 24. Cita de una carta de Rousseaua Malesherbes de 1762.
    [14] Ver nota 7, pág. 28
    [15] Ídem anterior, págs. 12 y 13
    [16] Ídem anterior, págs. 31 y 32
    [17] Ver nota 7, pág. 32
    [18] Thoreau, Henry David. Cartas a un buscador de sí mismo. Errata naturae. págs. 19 y 23
    [19] Boff, Leonardo. La dignidad de la tierra. Ecología, mundialización, espiritualidad. Editorial Trotta, pág. 39
    [20] Ver nota 7, págs. 17 y 18
    [21] Ídem anterior, pág. 52

    _____________________

    OTRAS PELÍCULAS RELACIONADAS DE INTERÉS EN EL BLOG.


    Richard Fleischer (1974)









    Paul Schrader (1997)


    Peter Weir (1989)

    DECÁLOGO 4 (Krzysztof Kieslowsky, 1990): Honrarás a tus padres.

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    EL EDIPO HONRADO.

    Honra a tu padre y a tu madre para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el señor, tu Dios, te va a dar. (Éxodo, 20, 12)

    Decálogo 4 nos plantea la historia de un padre, Michal (Janusz Gajos) y de su hija Anka (Adrianna Biedrezinska), cuya relación se va a ver perturbada por el descubrimiento de una carta dirigida al futuro dejada por una madre que falleció cuando su hija tenía unos pocos días para ser leída por esta cuando Michal muera... Como vamos a ver, en este episodio volvemos a tener la mentira como un elemento decisivo tanto en el desencadenamiento de los hechos como en el de su reordenamiento, volviendo a plantearnos el tema que Zizek indica al respecto sobre si podemos sostener una vida mediante una mentira que la fundamenta. Por otro lado, y como ya es habitual en Kieslowski, el mismo mandamiento será puesto en una situación paradójica.


    I. INTRODUCCIÓN: LA EVANESCENCIA DEL LÍMITE.

    Antes de la partida de Michal por un viaje de trabajo, vemos a Anka observar un sobre que pone "Abrir sólo tras mi muerte". Seguidamente podemos ver unas imágenes que nos muestran la buena relación que parece existir entre padre e hija. No obstante, también podemos observar algunos detalles como alguna mirada de Michal a su  hija, o como éste escucha una conversación de su hija con su novio en la que Anka dice que pueden estar tranquilos que "me ha venido el periodo esta mañana. Gracias a Dios".

    Anka y Michal.

    Tras despedirse en el aeropuerto Michal le dice a Anka que haga unas gestiones que se le olvidaron y le dice un cajón donde están los recibos que tiene que pagar... Y, curiosamente, en este cajón está también el misterioso sobre... Sigue luego una curiosa escena simbólica en el oculista, cuando Anka se está revisando la vista:

    Oculista:¿Tienes problemas de visión?
    Anka: Sí, ayer vi despegar un avión, se volvió un mancha borrosa. Al final sólo era una forma difusa. Y luego recordé que sólo veo bien los números de los autobuses cuando están muy cerca.

    La oculista le coloca entonces un foroptor (aparato oftalmológico de lentes de prueba) y le empieza a señalar letras en los optotipos (paneles con diferentes tipos y tamaños)...

    Anka: ... F ... A ... T... H ... ... ... Father (Padre)

    [...]

    Anka:¿Por qué eligió esta palabra?
    Oculista: Reviso la inteligencia a la vez.
    Anka: Mi padre subió a aquel avión que no pude ver claramente.

    Curiosa escena donde se avanza aquello de lo que el episodio va a tratar, de la figura del padre que se torna evanescente y difusa en su función...

    ... F ... A ... T ... H ... E ... R ... Father

    Anka prosigue observando el sobre... haciéndose clara la tentación de abrirlo. Luego, sentada delante de un lago la vemos con el sobre y unas tijeras. Justo cuando ya va a abrirlo se ve interrumpida por el personaje que ya hemos visto en los anteriores episodios del "Ángel del destino", un remero que sale del agua con su canoa a cuestas y que se queda mirándola interrogativamente. Guarda el sobre de nuevo y suelta las tijeras... Más tarde se hace clara que dentro del sobre hay otro sobre que pone: "Para mi hija Anna".

    Sigue entonces otra escena simbólica. Anka está estudiando teatro y ensaya una escena de Romeo y Julieta con su novio Jarek, también estudiante. El profesor insiste a Anka en que se concentre... "Se supone que le quieres" - le dice -. Se establece entonces el siguiente diálogo entre ella y el profesor:

    Anka: ¿Porqué le quiero? No sé qué significado oculto tiene.
    Profesor: ¿Cómo que no? Todos tenemos algo por lo que ser amados.
    Anka: Pero por qué le quiero.
    Profesor: Encuentra una razón.
    Anka: Pues...
    Profesor: Porque te está mirando embobado.
    Anka: Bueno si usted lo dice.

    Sigue entonces el ensayo y el profesor le sigue indicando que no está concentrada hasta que él mismo la coge y recita el texto de Shakespeare: "Diciendo buenas noches otra vez no dejaría que te durmieras". El rostro de Anka muestra su sorpresa... "Lo ves, ahora estás concentrada".

    "Diciendo buenas noches no dejaría que te durmieras..."
    El cambio de interés de Anka que va de su interpretación desinteresada con Jarek, el que es su compañero y novio (¿Por qué le quiero?) a la concentrada cuando es sorprendida por su profesor en el papel de Romeo es obvio. Una nueva indicación de Kieslowski sobre lo que se va perfilando como el movimiento de algo que le ocurre a Anka con su padre: la evanescencia del límite que establece la función paterna conocida como el tabú del incesto.

    Vemos luego a Anka revolviendo un bolso (que luego sabremos que es de su madre) y observando una foto que se halla entre su contenido. De él extrae también un sobre idéntico al sobre misterioso que su madre ha dejado para ella. Luego la vemos escribiendo, como intentando imitar la letra de la madre, en el sobre en blanco...

    II. LA TRAMA: CRUZANDO EL LÍMITE.

    Seguidamente vemos a Anka esperando en el aeropuerto la llegada de su padre. Le espera con una seria expresión en su rostro. Tras insistir Michal en que le ocurre, Anka empieza a decir ante el rostro de circunstancias de su padre:

    Mi querida hija, no sé cómo serás cuando leas esta carta. Debes ser ya mayor, y Michal debe de haber muerto ya. Ahora eres un bebé y sólo te he visto una vez. Ya no te traen más porque me voy a morir. Tengo algo importante que contarte. Michal no es tu padre. Aunque no importa quién es tu padre. Fue una estupidez, un error. Sé que Michal te querrá como una hija. Estoy segura que estarás bien con él. Intento imaginarte en el momento en que leas esta carta, en tu casa. Tienes el pelo oscuro ¿verdad? Tus manos son delgadas y tienes un cuello suave. Me hubiese gustado tanto verte... Mamá.

    El padre le da una bofetada y se va...

    "Michal no es tu padre"
    Tras las primeras reacciones de unos y otros (Michal rompe el cristal de una puerta después de propinarle una patada y Anka le dice a la madre de Jarek que quiere casarse ya, que Michal no es su padre) se produce luego el encuentro. Este se da en un ascensor y, como ocurre con los otros episodios, aparece también en él el protagonista de otro, en este caso del Doctor del episodio 2. Cosa nada gratuita viendo el desenlace que este episodio va a tener. Luego Michal y Anka bajan al sótano donde le muestra el bolso de la madre (el que antes ya había hurgado Anka) y la foto que antes ella había mirado (una foto que muestra dos mujeres y dos hombres, una de ellas su madre). Michal le dice que cree que uno de los dos puede ser el padre. Veamos el diálogo que se establece entre ellos:

    Anka: ¿Cuándo lo supiste?
    Michal: Nunca estuve seguro. Aunque siempre lo sospeché.
    Anka: Me has decepcionado.
    Michal: Nunca me preocupó. Siempre has sido mi hija.
    Anka: Debiste decírmelo.
    Michal: En principio pensé en darte esta carta cuando cumplieses los diez años. Pero eras demasiado joven. Entonces decidí dártela cuando cumplieses quince. Entonces ya eras demasiado mayor. Así que lo metí en aquel sobre amarillo.
    Anka: Que fácil.
    Michal: Pensé que no cambiaría nada entre nosotros.
    Anka: Pero una mentira... es una mentira.

    Veamos aquí como nos encontramos con la primera extrañeza. El sobre debía haber sido entregado a la hija no tras la muerte de Michal, eso lo determinó él al ocultarlo en el otro sobre. La siguiente escena pone de relieve un segundo tema... Michal había hecho lo posible en este viaje para que Anka lo descubriera... Anka le dice que leyó la carta porque él quería que lo hiciera, lo cual se revela como cierto. Sigue entonces el momento crucial, cuando Anka le revela "el significado oculto"de que ella la haya leído:

    Desde hace años, intuía el significado de esa carta. Cuando tuve mi primer novio sentí que estaba traicionando a alguien. No podía entenderlo. Pero eras tú. Siempre estoy buscando a alguien. A otra persona. Cuando alguien me toca pienso que son tus manos. Cuando estoy cerca de alguien no estoy con él, sino... (se lleva las manos a la boca) ¿Cómo debo llamarte ahora?

    No lo sé - responde Michal -.

    "¿Cómo debo llamarte ahora?"
    - El deseo de Anka por su padre.

    El límite ha sido cruzado. Anka, al verse librada aparentemente de la paternidad biológica de Michal, puede liberar y manifestar su deseo por él. Como dice Nasio en su libro sobre El edipo, este momento se correspondería con el segundo momento edípico: La niña desea a su padre.

    quiere ser el objeto del padre. ¿Qué significa esto? Significa que la pequeña quiere ser ella misma, en su totalidad, el preciado Falo. En otros términos, quiere llegar a ser la preferida del padre [...]  al deseo incestuoso de ser poseída por él... [1]

    Como dice Zizek en su comentario: la hija "honra al padre" bajo la forma de un ardiente deseo incestuoso hacia él [1].  Se desatan entonces unos momentos de fuerte intensidad emocional en los que junto a la desesperación de Anka (quiere que su padre hable y esté con ella) se une una cierta confusión de Michal. Tras unos momentos de enfado Anka retoma seguir hablándole a Michal y la situación sigue clarificándose:

    Anka: Siempre me he sentido culpable en la cama. Y ahora sé por qué. Te estaba engañando de algún modo.
    Michal: Yo nunca lo he sentido.
    Anka: Vamos a establecer unas normas. Si mientes y te pillo debes admitirlo, ¿Vale?
    Michal: Muy bien.
    Anka: Mentiste al decir que nunca sentiste eso.
    Michal: Si.
    Anka: Lo sentiste.
    Michal: Lo sentí. Vives como te place. Eres libre de hacer lo que quieras. Yo finjo que no me cuesta. Incluso si quisieras casarte con ese Jarek, no te diría que no, a pesar de que sé que te gustaría si te dijera que no. No tengo derecho a prohibirte nada. Si te prohibiese algo o te forzara a hacer algo me consideraría celoso. No celoso como un padre hacia su hija. Serían como los típicos celos masculinos. Sobre una mujer. Yo nunca quise que fuese así, pero así es como ha sido. No sé por qué.


    "No tengo derecho a prohibirte nada".

    - Introyección paterna y  fidelidad al amor por el padre omnipresente.

    Observamos que la hija es el resultado del padre... Un padre cuya función paterna se disuelve con su propio deseo incestuoso y la culpa que siente por él. Michal justamente enuncia el resultado de compensar la función de límite que debería ejercer como padre con  el exceso de libertad con el que deja a la hija por la culpa que siente como hombre: No tengo derecho a prohibirte nada. Curiosamente la consecuencia de la culpa de Michal por su deseo se transforma en la culpa de Anka por traicionarlo.

    En esta fase asistimos, hablando en términos edípicos, a la manifestación del padre introyectado cuando ésta no está compensado adecuadamente por la madre con la consecuencia de lo que Nasio llama el desarrollo de una de las neurosis femeninas más tenaces, la histeria de amor:

    que consiste en el rechazo del vínculo amoroso. La mujer enteramente habitada por su padre fantaseado no puede comprometerse en una relación amorosa duradera; todos sus receptores de amor están saturados por la omnipresencia paterna. No forma pareja sino que queda intensamente impregnada de su padre amado; permanece sola e insatisfecha pero colmada por su pasión secreta. No es resentida ni odiosa respecto de los hombres, sencillamente se retira de la vida amorosa y sexual. En suma, prefiere conservar a su padre interior antes que comprometerse en una relación afectiva, siempre frágil, en la cual se siente expuesta de ser abandonada. [2]

    Sigue entonces un ejemplo de las consecuencias de ese "no derecho a prohibir". Michal encontró a su hija con un chico en la cama hacía tres años y simplemente se fue y les dejó... Unos momentos después Anka le dice que hace un año quedó embarazada y abortó... El diálogo que sigue es muy interesante:

    Michal: Escúchame. Te dejaba sola porque deseaba que sucediese algo irreversible. Pensé que sucedería con el primero. Pero no. Desde entonces sueño que tendrás un bebé. ¿Entiendes?
    Anka: Por eso aborté. Porque lo habrías aceptado sin remilgos. Y por eso tampoco te conté nada. Temía que me dijeses: "Bien, aborta si así lo deseas, no pasa nada cariño". ¿No pensaste que yo no quería que ocurriese nada irreversible? ¿Para qué quería que tuviese un bebé? Solo querías que las cosas sucediesen si verte implicada en ellas, al igual que la carta.

    Michal espera que el mundo externo realice la función de separación que él no realizó, y la libertad que aparentemente le da a su hija no hace más que confirmar su deseo y cautivar el de Anka.

    - Falla del la ley paterna: El exceso de sensualidad en la relación padre-hija.

    Finalmente Anka descubre a su padre, el padre que refugió su afecto en su hija y que sintiéndose culpable no se dio el derecho a prohibir, sobrecargando a su hija con ese exceso. Queda muy claro en las palabras de Anka:

    Cuando era pequeña me acariciabas la espalda cuando lloraba. A veces lloraba a propósito para que me acariciases debajo del pijama. Me estremecía. Nunca has querido que creciese verdad - Michal asiente -. Querías que siguiese siendo una niña - Michal sigue asintiendo -. Aunque tenía pecho no querías que llevase el top del bañador. Cuando tuve la regla por primera vez, me llevaste a las montañas para pararlo. Y no te casaste nunca, ni con Marta ni con ninguna otra. Me daban miedo. Miedo innecesario porque nunca te volviste a casar. Estabas esperándome verdad. Estabas esperando. Si. Tenía que ocurrir [...] Yo no soy hija tuya - tras quitarse la blusa y mostrarse desnuda ante Michal -. Y ahora ya soy una mujer. ¿Quieres tocarme? ¿Quieres?

    "Yo no soy tu hija. Y ahora soy una mujer. ¿Quieres tocarme?"

    Esa escena parece hacer realidad aquello que muchas niñas dicen de su padre: "cuando sea mayor me casaré con él". En todo caso aparece en ella ese exceso de sensualidad que precisamente en ese exceso deriva en traumatizante. Dice Nasio al respecto:

    la persona experimentó un traspiés; si, el niño edípico sufrió la experiencia de haber sido superado por un placer erógeno demasiado intenso que se apoderó de él. Su yo, aun inexperto, no supo contener la impetuosidad de un deseo enloquecedor ni asimilar el excesivo placer resultante. ¿Deseo o placer?, dirá el lector. Es perfectamente equivalente pues,como hemos visto, el niño edípico vive las sensaciones, el deseo y el placer como una misma cosa. Nosotros somos quienes separamos los elementos de esa totalidad. Es por ello que, cuando el placer erógeno es excesivo, el yo infantil queda traumatizado.

    [...] Así es como se moldea, en el inconsciente virginal del niño, el prototipo de una escena fantaseada en la que se ve seducido por uno de los padres. [3]

    Anka finalmente revela no el abuso de Michal, por lo menos el abuso consciente, pero si el inconsciente... Observamos en Anka algo que está presente en la neurosis histérica en la que el sometimiento al padre se transforma en rebelión contra el hombre, rebelión causada por la angustia tanto a depender de él como a ser abandonada por él. Todo ello, finalmente, deriva en una fuerte incapacidad para amar. Como vimos en la anterior entrada en el caso de Chris McCandless, la falla de la metáfora paterna en el caso de Anka implica que la ley se invierte quedando a merced del deseo paterno a la vez que le prohíbe el acceso a los otros hombres y, además, le dificulta la identificación con lo femenino a través de la madre (exceso de introyección paterna y déficit de identificación materna).

    III. EL FINAL Y RESTAURANDO EL LÍMITE: LA RESTAURACIÓN DEL PADRE.

    Ante la desnudez de Anka, Michal reacciona tapándola con una chaqueta... Surge a partir de ese momentos el porqué de las mentiras. Anka le solicita una última pregunta que no es más que por qué quería que leyera la carta. Michal le responde:

    Porque deseaba lo imposible [...] Por eso hoy, por primera vez, te he pegado... Por haber leído la carta. Por querer que la leyeras. Y por mamá. Porque en esa carta te dice cosas que a mí nunca me contó. Porque te quiero y no eres mi hija. Porque todo podría haber sido tan diferente. Y porque los días que dejamos atrás ya nunca vuelven. 

    Por las veces que me acariciabas la espalda cuando lloraba, el Rey del Caramelo - dice Anka -. El Paje Pastelito, la Princesa Mazapán - sigue Michal -. Y ambos susurran una canción de la niñez.

    Luego sigue la escena final en la que Anka, despertándose por la mañana y pensando que su padre se va al verle partir con una bolsa desde la ventana, le grita diciéndole que le ha mentido. Sale corriendo hacia él y le confiesa que ha mentido. Que la carta la escribió ella - en ese momento pasa el "Ángel del destino" con su canoa a cuestas como antes delante del lago. Apareció en la gestación de la mentira y surge ahora en la manifestación de la verdad. El padre simplemente iba a comprar leche... Surge entonces la cuestión de qué hacer con la verdadera carta... Ambos padre e hija deciden quemarla.

    La Carta que no llega a su destino.

    Finalmente queda una pequeña parte lateral visible de la carta. Anka lee: "Mi querida hija... Me gustaría decirte algo muy importante. Michal no es..." El resto de la carta está quemado. El episodio acaba enfocando la cámara la foto en la que la madre sale entre los dos hombres...

    Este final se abre a distintas reflexiones. Dice Zizek en su comentario:

    Padre e hija queman de común acuerdo la carta de la madre, asumiendo así la ignorancia como base de la relación: no una mentira, sino una retirada consensuada de la verdad, una actitud de "es mejor no saber". ¿No saber qué? No saber la verdad sobre la paternidad contenida en la "carta de una madre desconocida". En éste caso para mantener el frágil y delicado equilibrio libidinal de la vida diaria, es preciso que la carta NO llegue a su destino. [4]

    IV. REFLEXIONES FINALES.

    Es curioso precisamente que esta renuncia a la verdad que implica honrar al padre se base paradójicamente en no honrar la madre, en no respetar su voluntad de que la cartaSI llegue a su hija. Una vez más Kieslowki nos pone ante la mentira como desencadenante y la paradoja ante las lecturas absolutas de las leyes:

    En primer lugar el ocultamiento del sobre de la hija para la madre en un sobre posterior que Michal pide sea abierto tras su muerte.
    En segundo lugar la mentira del sobre supuestamente abierto que dice Anka haber leído.
    En tercer lugar la verdad que se decide que no va a ser revelada para aplacar lo que la mentira sobre el supuesto sobre leído ha desatado.
    En cuarto lugar, y finalmente, qué verdad o que mentira quizá no revelada por la madre dejó pendiente en ese sobre.

    Y al mismo tiempo la paradoja. La mentira de Anka revela la verdad del amor incestuoso entre padre e hija. El sobre de la madre, cuyo contenido es finalmente desconocido, revela la verdad del miedo del esposo y del miedo a los ambiguos sentimientos del padre hacia su hija y, finalmente, la renuncia a saber de padre e hija les devuelve a su equilibrio... El teatro (como también anuncia la escena de Romeo y Julieta) como fuente de revelación de verdades ocultas que finalmente permiten hablar a padre e hija de aquello que es necesario hablar entre ellos para fundamentalmente decidir, y esa decisión es finalmente seguir como padre e hija.

    Obsérvese como con cada episodio de Decálogo que vamos comentando, Kieslowski se mueve a partir de las bases propuestas en el primer episodio en el que poniendo en suspenso la existencia del absoluto se nos devuelve a la situación de vulnerabilidad y complejidad de la condición humana. Ese mismo suspenso se aplica a la ley como absoluto para entrar no en su administración ciega sino el espíritu de la ley,aquella que es animada por una voluntad de justicia que nos invita a pasar de la norma moral a la reflexión ética, de la mirada culpabilizadora a la  mirada compasiva. Del castigo al aprendizaje de la libertad y del amor y de sus complejas relaciones, estos los grandes aprendizajes como camino de vida del ser humano.

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    (*) VER LA PELICULA EN YOUTUBE: https://www.youtube.com/watch?v=ZqHymM_eG5w

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    [1] Nasio, Juan David. El Edipo. Concepto crucial psicoanálisis. Paidós, págs 61 y 62
    [2] Ídem anterior, pág.
    [3] Ídem anterior, pág.
    [4] Zizek, Slavoj. Lacrimae rerum. Ensayo sobre cine moderno y ciberespacio. Debate, págs. 21 y 22

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    SERIE DECÁLOGO (pulsar en título para acceder a la entrada)

    Decálogo 1. Yo, el señor, soy tu Dios. Ese frágil absoluto.
    Decálogo 2. No tomarás en falso el nombre del señor, tu  Dios. Compasión vs. culpa.
    Decálogo 3. Santificarás las fiestas. Resentimiento, envidia y reparación. 
    Decálogo 4. Honrarás a tus padres. El edipo honrado.

    STALKER (Andrej Tarkovsky, 1979) - PARTE I -: Sobre la naturaleza del camino y del deseo.

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    Stalker (1979) es una de las grandes obras maestras de Andrej Tarkovsky,  y otra de esas películas que me marcaron cuando la ví por primera vez (como Solaris, del mismo Tarkosky, 2001 de Kubrick o El séptimo sello de Bergman). Tarkovsky es otro de mis más estimados directores en el que la poesía, la psicología, la filosofía y el misticismo se dan mágicamente la mano para constituir una envolvente obra donde la imagen, el sonido y la palabra nos llevan a los más misteriosos lugares de la psique y de la condición humana, no en vano Tarkovsky se enmarca en la tradición literaria rusa que marca Dostoievski con sus personajes atormentados y en "crisis interior". Basada en la conocida obra de ciencia ficción Picnic extraterrestre, de los hermanos Arkadi y Boris Strugatski, la película se aparta notablemente de la obra, todo y contar con los hermanos Strugatski como guionistas en colaboración con el mismo Tarkovsky. De la misma manera que ya ocurría con Solaris de Stanislav Lem, la ciencia ficción es lo de menos o, en todo caso, una mera excusa, para abrirnos a dimensiones ocultas del alma humana. Dice al respecto Tarkovsky:

    En Stalker y en Solaris si algo no me interesaba era la ciencia ficción. Pero, desgraciadamente, en Solaris aun hubo muchos elementos de ciencia ficción, que distraían de lo esencial. Todas aquellas naves espaciales que aparecían en la novela de Stanislav Lem, indudablemente, estaban bien elaboradas y tenían su interés, pero, vistas las cosas desde hoy, opino que la idea fundamental de aquella película se habría expresado con mucha más claridad si hubiéramos prescindido de todo aquello.

    La ciencia ficción no era en Stalker más que un punto de partida táctico, útil para ayudarnos a destacar aún más gráficamente el conflicto moral, que era lo esencial para nosotros. Pero en todo lo que le sucede al protagonista en esa película no hay ciencia ficción de ningún tipo. La película se hizo de tal manera que el espectador podía tener la impresión de que todo aquello podía suceder hoy mismo y de que la zona estaba muy próxima. [1]

    La base argumental de la película de Tarkovsky gira alrededor de"la zona", en la que los rumores hablan de la caída de un meteorito o de que fue habitada por una civilización extraterrestre que posteriormente se fue. Esta zona se halla ahora cerrada y fuertemente protegida por los militares dado que muchos hombres que entraron en ella jamás volvieron. Dos hombres, llamados el escritor (Anatoly Solonitsin) y el profesor (Nicolay Grinko), se embarcan en un viaje acompañados por un "stalker"(un acechador, una excelente interpretación de Aleksander Kaidanovski), un personaje que en la película de Tarkovsky es un guía de "la zona". En "la zona" hay misteriosos objetos, pero ellos parten a la búsqueda de una habitación que se halla en su centro y que tiene la facultad de realizar los deseos más ocultos del ser humano. Sin embargo, es necesario indicar que aquí el stalker no es un  mero y simple guía:

    Stalker no es simplemente el guía de un tour por la zona, él es también un guía espiritual. El hombre santo-loco que no puede dejar de predicar, y en el que la mayoría de sus monólogos conllevan un claro mensaje religioso. Su punto de vista tiene la forma de la tradición taoísta, pero su mansa filosofía de la no-violencia está infusa con temas visionarios apocalíptico-transfigurativos. [2]

    El entorno de la película es efectivamente de tono post-apocalíptico y es utilizado por Tarkovsky, quien era un admirador del libro de la Biblia del Apocalipsis, también llamado libro de la Revelación, para justamente destacar ese elemento. Efectivamente, la zona es lugar de "revelaciones"entendidas como , sugiere la palabra, como manifestaciones de verdades o secretos ocultos de origen divino o sobrenatural. Veremos posteriormente como Tarkovsky utiliza esto para el tema de su película.

    Arcadi i Boris Strugatski
    Dentro del excelente análisis que hacen Jordi Batlló y Xavier Pérez sobre los grandes temas del cine, Stalker cae dentro del argumento de la búsqueda del tesoro, y al respecto de éste objeto maravilloso destacan:

    su carácter dual y contradictorio que lo aproxima de manera ejemplar a la utilización que el cine hace de este tipo de tesoros [...] un objeto que contiene espiritualidad y pureza pero que también genera codicia y trivialidad. [3]

    El vellocino de oro, el Santo Grial o el arca de la alianza son ejemplos de este tipo de tesoros. Batlló y Pérez destacan una clásica estructura en este tipo de películas: el encargo, el viaje lleno de vicisitudes, el enfrentamiento con el poseedor del objeto (o como veremos en stalker con el objeto mismo) y finalmente el retorno heroico que, con más o menos variaciones se corresponde con el viaje del héroe de Joseph Campbell que ya describimos en detalle en la entrada dedicada a la película IT. El viaje de retorno. Como veremos, Stalker nos ofrece una profunda reflexión apoyándose con unas interesantes variaciones sobre estos temas. En todo caso parece interesante leer las propias apreciaciones de Tarkovsky al respecto:

    Hablar de la ruta, del viaje. Si hablamos del viaje, desde una perspectiva metafórica, es importante destacar que lo importante no es donde uno llega, lo importante es embarcarse en el viaje.

    [...] lo importante no es lo que se logra al final del camino sino el entrar en el camino para lograrlo. ¿Por qué no importa donde se llegue? Porque el camino es infinito. Y el viaje no tiene fin. Por eso no tiene mucha importancia lo cerca o lejos que te encuentres del final, porque el viaje no tiene fin. Y si no entras en él, lo más importante es entrar. Y aquí reside el problema. Para mí es mucho más importante que el camino, el momento en el cual se entra en él, entrar en el camino.[4]

    Nos encontramos aquí el tema que ya abordamos en 2001: Una odisea en el espacio de Kubrick, o en El séptimo sello de Bergman o más recientemente en Hacia rutas salvajes, de Sean Penn. No es lo importante el tesoro al final del camino, el tesoro es el camino en sí mismo y las experiencias que entrar en  él y su andadura nos depara.

    Tarkovsky con el actor Aleksander Kaidanovski durante el rodaje.
    Stalker es una película de largo y profundo calado como siempre lo fueron las películas de Tarkovsky, de múltiples temas: la metáfora del camino, sobre la naturaleza del deseo, del tiempo y su relación con la realidad, también de inquietud religiosa y finalmente un misterio. Es por ello que el comentario nos requerirá un largo comentario que nos ocupará dos entradas (correspondientes a cada parte de la película), como ya antes ocurrió con la película El proceso de Orson Wells o It de Tommy Lee Wallace, pero creo que una película así las merece.

    I. EL LLAMADO O EL ENCARGO: LOS PERSONAJES Y LA ZONA

    La película se inicia grabada en color sepia y con una de las características del cine de Tarkosky: la densidad y la profundidad del tiempo. La cámara avanza lentamente hacia una habitación entreabierta y penetra en ella. Luego enfoca una bandeja de comida que de repente empieza a temblar por la llegada de un tren. La cámara se desplaza hacia la izquierda lenta, muy lentamente y vemos primero a una mujer durmiendo, luego a una niña para llegar finalmente a nuestro protagonista, el stalker. Su familia. La cámara hace el camino inverso hacia la bandeja y luego vemos como él se levanta silencioso y procura no despertarles. La mujer no obstante esta despierta y sale acusándole temerosa de que vuelve a salir a la zona, de que vuelve a abandonarlas a ella y a su  hija y que si no tiene suficiente con cinco años de cárcel... Tras una discusión el stalker se zafa de ella y se va dejándola en estado de desesperación. Llega luego a una zona portuaria donde va a recoger a un hombre que le indica que una mujer elegante y con un coche deportivo quiere venir a la zona con ellos... Stalker la despacha con un directo y seco váyase (luego veremos por qué). Luego se dirigen con el hombre a una taberna donde aguarda por ellos otro hombre. Ahí se presentan por su oficio. "El escritor", "El profesor" y él mismo, el stalker.

    El profesor, stalker y el escritor.
    Es justo en este encuentro cuando "El escritor" plantea el problema esencial en relación a la búsqueda de la maravillosa habitación que realiza los más recónditos deseos:

    ¿Cómo puedo saber el nombre de lo que quiero? ¿Cómo puedo saber si en verdad no quiero lo que yo quiero? ¿O si realmente no quiero lo que no quiero? Son cosas imperceptibles. Basta con nombrarlas y su sentido desaparece, se desvanece y se disuelve como una medusa al sol. Mi consciencia desea la victoria del vegeterianismo en todo el mundo. Mi inconsciente anhela un pedazo de carne fresca. ¿Y qué quiero yo?

    En un interesantísimo documental sobre cine y psicoanálisis "The pervert's guide to the cinema"(Guía de cine para el perverso, ver a pie de entrada información sobre el video) del filósofo Slavoj Zizek plantea el mismo problema:

    El problema para nosotros no consiste en si nuestros deseos están o no satisfechos. El problema es: ¿Cómo sabemos qué desear? No hay nada espontáneo, nada natural en el deseo humano. Nuestros deseos son artificiales. Hay que "enseñarnos" a desear.

    Como veremos más adelante el stalker sólo acepta guiar a personajes que se hallan desesperados o que son desgraciados - por eso rechaza la mujer elegante y con un coche deportivo que acompaña al escritor en su encuentro inicial -. Y, efectivamente, esto es así. Conforme avanza la película pronto vemos en "el escritor" a un personaje cínico y escéptico que ya no cree en nada y que ha perdido la inspiración, y"al profesor", un científico sin perspectivas, desengañado y dominado por el miedo y resentido. Es interesante que nos focalicemos en los personajes de la película y en "la zona" pues ellos ya nos dicen mucho de la película.

    - SOBRE LOS PROTAGONISTAS.

    Un elemento a destacar es que los protagonistas no tienen nombre, son identificados por su función:el stalker (acechador), el escritor, el profesor, monita (la hija mutante del stalker que carece de piernas) Puerco espín (el maestro de Stalker) y la mujer del stalker sin nombre ni identificación. Sutil detalle que ya nos sitúa en la identificación de los protagonistas con su "función", es decir, en la identificación de su ser con una representación de sí mismo y que se relaciona con ese aspecto que define al yo como una función de identificación. En términos junguianos podemos decir que cada personaje representa un arquetipo. Stalker sería un representante del arquetipo del self (el guía interior como representante del sí mismo, del ser), el escritor y el profesor representan el arquetipo de la persona (la máscara), monita el arquetipo de la niña divina y dejamos la mujer del Stalker (que no tiene nombre) para más adelante. Profundizemos un poco en cada uno de ellos:

    Stalker (Aleksander Kaidanovski)
    Stalker (Aleksander Kaidanovski). Como ya dijimos anteriormente Stalker no es ser un guía cualquiera. Primero de todo es una vocación y luego, ya en la zona, es un acechador, y no sólo de la zona sino también de sus viajeros. Su función está entre el guía espiritual y el loco iluminado. Entre el sabio taoísta y el místico cristiano. Mitad maestro mitad bufón. Recuerda a la carta del loco del Tarot (es curioso como en la zona le va siguiendo un perro negro). Su hogar esla zona, es allí donde él se siente libre, sintiendo el otro lado, el mundo convencional, como su cárcel. Dice en un momento de sí mismo:

    El stalker no puede entrar en el cuarto. Aun más el stalker no puede entrar en la zona con fines lucrativos [...] No he hecho nada en este mundo y nada puedo hacer. Ni a mi esposa le he podido dar algo. Además no puedo tener amigos. ¡No me quiten lo mío! En si, ya me han arrebatado todo, allí, al otro lado de los alambres de púa. Todo lo mío esta aquí. ¿Me entienden? ¡Aquí! ¡En la zona! Mi felicidad, libertad, dignidad... ¡Todo lo tengo aquí! Pues traigo para acá a otros como yo, desdichados, desesperados... Soy su última esperanza. ¡Y puedo ayudarlos!

    Stalker es el guía de la zona y del camino y él, un intermediario entre el mundo convencional y la zona... Una especie de Santo o místico que como hijo de Dios puede acceder a él mediando así entre el cielo y la tierra. Acusado de "simplón" en un momento de la película por el escritor, su simpleza, no obstante, es la sabiduría del hombre que es capaz de mirar como un niño viendo así  las cosas de manera distinta a como vemos los adultos, y así se dirige y se comporta en la zona con el respeto, el asombro, el miedo y el amor a ella debida. El camino requiere atención y prudencia. Dice de él Antonio Mengs en su excelente libro dedicado a esta película:

    Mientras aguarda a los otros, antes de reemprender la marcha o adoptar la dirección a seguir, el Stalker a menudo busca recogerse por un instante, y su apartamiento implica una estrecha y directa relación física con la naturaleza. La tierra es a la vez lugar de contemplación, de veneración y profundo descanso: el reposo exige un lecho sustancial donde mantener la sensitividad activa. De manera análoga, caracteriza su andadura un dinamismo de fricción, por así decir, con el aire y la niebla, la piedra y el musgo, el charco y la arena en la que su propia entidad corporal evoluciona con cierta ligereza no exenta de esfuerzo, pero flexible y llena de soltura. [5]

    El escritor (Anatoly Solonitsin)
    El escritor (Anatoly Solonitsin).El escritor es el personaje más activo con el Stalker. Ya le definimos como cínico y escéptico, descreído y perdida su inspiración. Es rebelde y continuamente provoca al Stalker y mantiene una actitud desafiante hacia la zona. El stalker, a su vez, mantiene con él una acción más focalizada y le frustra (le acecha) constantemente: reacciona agresivamente cuando arranca una planta de la zona, le vacía la botella de vino que lleva, le quita una pistola que porta y le hace trampas en un sorteo para ver quien es el que va entrar en el túnel de hielo llamado el molino de carne por la cantidad de gente que en él murió. El cinismo y la rebeldía que muestra le hace, más tarde, encontrarse con la desesperación de la realidad de su persona como imagen, como máscara:

    No tengo conciencia, sólo nervios. Una mala bestia me injuria: me provoca una herida. Otro canalla me elogia: me provoca otra herida. Si les dedicas tu alma y corazón, se los zampan. Si sacas las inmundicias del alma, se las tragan. Ellos son instruidos. Todos tienen hambre sensorial. Por eso se amontonan a tu alrededor: periodistas, redactores, críticos, ciertas mujeres en torrente constante. Todos exigen: ¡Dale, dale! ¡Que diablos de escritor soy yo, si odio escribir! Si para mi eso es un tormento, una ocupación dolorosa y bochornosa, algo así como la extracción de un hemorroide. Antes yo pensaba que algunos se hacían mejores leyendo mis libros. Pero... ¡No le hago falta a nadie! Cuando me muera, no pasarán dos días y ya comenzarán a comerse vivo a otro. ¡Yo pensaba transformarlos y ellos fueron los que me cambiaron! A su imagen y semejanza. Antes el futuro era la continuación del presente, y todos los cambios se traslucían más allá del horizonte. Ahora el futuro se ha mezclado con el presente.

    Este texto creo que le define suficientemente y que nos lo muestra en lo más profundo de su desesperación y nos presenta un hombre perdido en su propia máscara.

    El profesor (Nicolay Grinko)
    El profesor (Nicolay Grinko). Personaje bien distinto al escritor, el profesor es más bien un personaje silencioso y frío, distante, de pocas palabras y con una interacción escasa con el Stalker, al que éste parece ignorar expresamente. Físico de profesión parece el clásico representante del mundo de la ciencia... enfrascado en su lógica y en su racionalismo intelectual da la sensación de estar allí por sus intereses (que al final se aclararán) y asentándose en su propia observación para aprender, negando la posibilidad de aprender de otro. Pretende sostenerse en la solidez de sus conocimientos. Conflictúa verbalmente en distintos momentos con el escritor de quien es su opuesto y, generalmente, provovado por el cinismo de éste. Al igual que el artista se confronta con su imagen en la sala de arena, el profesor lo hará en otra habitación (en la que misteriosamente suena un teléfono o una bombilla de luz genera un resplandor espectacular) donde se mostrará el resentimiento que anida en él contra un compañero de trabajo y aun más cuando se hace extensiva a la motivación política por la que se halla en la zona:

    ¿Se imagina que pasará cuando todos crean en la existencia de este cuarto? ¿Y cuando todos ellos se precipiten para acá? Eso es cuestión de tiempo. ¡Si no es hoy será mañana! ¡No serán diez, miles! Los emperadores frustrados, los grandes inquisidores, los fuhrer. ¡Y otros supuestos bienhechores del género humano! ¡No es por dinero, ni por inspiración, sino para transformar al mundo! [...] Usted  no es el único stalker del mundo. Ninguno de los stalkeros saben lo que traen para acá y que se llevan las personas que ustedes conducen. ¡Y aumentan los crímenes no motivados! ¿No es ese el resultado de su trabajo? ¿Qué decir de los golpes militares y de las mafias de los gobiernos? ¿No serán esos sus clientes? ¿Y las armas láser junto a las superbacterias, toda esa inmundicia oculta ahora en cajas fuertes?


    Y para ello lleva una pequeña bomba atómica para volar la zona...

    Monita, Natasha Abramova
    Monita (la hija del Stalker, Natasha Abramova). La hija de Stalker es es una mutante que carece de piernas. Sin embargo, Monita se identifica con el arquetipo del niño divino... Ella es una extensión de la zona y por ello representa la posibilidad de ver más allá de la "apariencia de las formas" y la "ambiguedad de las palabras". Por ello tampoco habla. Ella pertenece al mundo de lo pre-consciente. Ella protagonizará el final de la película donde su presencia adquirirá una especial fuerza y dimensión. Dentro de los distintos significados del arquetipo del niño yo quisiera destacar uno que creo fundamental en la película: el niño como esperanza (que tan bellamente recoge la película Hijo de los hombres de Alfonso Cuaron). El niño como posibilidad de futuro y de totalidad. Dice Jung al respecto:

    Un aspecto fundamental del motivo del niño es su caracter de futuro. El niño es futuro en potencia. Por eso, la aparición del motivo del niño en la psicología del individuo suele significar una anticipación de desarrollos futuros [...] La vida, no hay que olvidarlo, es un transcurrir, un fluir hacia el futuro, y no una marea en retroceso [...] El niño prepara una futura transformación de la personalidad [...] Es, por eso, un símbolo que une los opuestos, un mediador, un salvador, es decir, un hacedor-de-la-totalidad. [6] 

    Mujer de Stalker, Alissa Freindlich
    La mujer del Stalker (Alissa Freindlich).La mujer de Stalker es la mujer que sufre su vocación y su frustración (sentirse encarcelado en el mundo normal)... Pero al igual que Monita, al final de la película, esa mujer toma figura y manifiesta el amor y admiración que siente por Stalker también por ser como es, a pesar del sufrimiento que también le depara. Dice al respecto Tarkovsky:

    En Stalker lo digo de forma abierta y yendo hasta las últimas consecuencias: al amor humano es ese milagro capaz de oponerse eficazmente a cualquier especulación sobre la falta de esperanza en nuestro mundo. Lo malo es que también nos hemos olvidado de qué es el amor

    En Stalker, el escritor reflexiona sobre el aburrimiento de la vida a un mundo sometido a reglas, en el que incluso la casualidad es el resultado de una ley que para nosotras era hasta entonces desconocida.

    Quizá por esto es por lo que el escritor está a gusto en la zona, donde se encuentra con algo desconocido, capaz de sorprenderle, de maravillarle. En realidad lo que maravilla es precisamente aquella mujer sencilla, con su fidelidad y sus valores humanos.¿Es qué realmente todo está sometido a la lógica? ¿Es qué realmente todo se puede disgregar en sus componentes, todo se puede calcular? [7]

    La mujer de Stalker representa un elemento del existencialismo de Tarkovsky que él significa con la palabra sacrificio, y que posteriormente ampliará con sus dos últimas películas: Nostalgia y Sacrificio. Sacrificio, entendido más como entrega, como un acto libre y espontáneo.

    Puerco Espín (Dikoobras). Puerco Espín es un personaje que se cita si bien no tiene presencia física. Se trata de un stalker que fue el maestro de nuestro stalker protagonista, y cuya historia nos orienta sobre la problemática de la habitación de los deseos que se halla en la zona. Sintiéndose culpable de la muerte de su hermano, Puerco Espín (a quien antes se llamaba simplemente maestro, dice Stalker) se dirigió a la habitación para que su hermano pudiera recobrar la vida. Al volver, el stalker se vió de repente enriquecido... A la semana se ahorcó. Esta es la realidad de la habitación de los deseos: no se cumplen los simples deseos que la persona cree desear, sino aquellos más recónditos e inconscientes.

    - LA ZONA.

    La zona es sencillamente la zona. Es la vida que el hombre debe atravesar y en la que sucumbe o aguanta. Y que resista depende tan sólo de la conciencia que tenga en su propio valor, de su capacidad de distinguir lo sustancial de lo accidental. [8]

    La zona
    En la zona aparece el color y se abandona el color sepia. Así se marca claramente un límite y una diferencia. A pesar de que es conocido como a Tarkovsky le enojaba que le preguntaran sobre que simbolizaban los temas que utilizaba en sus películas, en ese sentido me parecen interesantes las apreciaciones de Zizek al respecto cuando equipara la zona como la propia blancura de la pantalla de cine. El lugar donde podemos proyectar nuestras "proyecciones" y así recuperarlas, hacerlas nuestras:

    No hay nada específico sobre la zona. Simplemente es un lugar donde un cierto límite es colocado, y aunque las cosas permanezcan como eran, lo percibimos ahora como un lugar distinto, precisamente el lugar sobre el cual podemos proyectar nuestras creencias, nuestros miedos, aspectos de nuestro espacio interior.

    Podemos unir este texto de Zizek al anterior de Tarkovsky y precisar aun más qué es la zona: un lugar donde reapropiándonos de nuestras proyecciones podemos distinguir lo sustancial de lo accidental. La zona es el lugar donde la desesperación tiene una oportunidad, la oportunidad de perderse y así encontrar el camino hacia sí mismo.

    Pero hay más, aun hay más en la zona. Recordemos a Thoreau en la película recientemente comentada Hacia rutas salvajes acerca de la tranquila desesperación del hombre. Vivimos una sociedad tranquilamente desesperada donde la desesperación se pretende amortiguar con el engaño y la evasión convirtiéndola así en una apacible resignación: el ser que languidece. A diferencia del color "sepia" del inicio de la película, que nos muestra una indeterminada ciudad industrial, sucia, contaminada, la zona se nos muestra en color y con la conjunción de objetos y construcciones humanas abandonados, oxidados y en ruinas entre la vegetación. La zona deriva así en una imagen que representa el pensamiento y el sentimiento de Tarkosvky: la futilidad del materialismo y la necesidad del misterio, la presencia de lo numinoso. Tarkovsky comparte con Jung esa misma sensibilidad, la zona representa también este misterio, este númen que está más allá del reduccionismo materialista:

    Es importante que tengamos un secreto y el presentimiento de algo incognoscible. Ello llena la vida de algo impersonal, de un numinoso. Quien no ha experimentado esto, se ha perdido algo importante. El hombre debe percibir que vive en un mundo que en cierto sentido es enigmático. Que en él suceden y pueden experimentarse cosas que permanecen inexplicables y no tan sólo las cosas que acontecen dentro de lo que se espera. Lo inesperado y lo inaudito son propios de éste mundo. Sólo entonces la vida es completa. Para mí la vida fue desde sus comienzos infinitamente grande e incomprensible. [9]

    La zona nos devuelve también a lo que Rudolf Otto llamó sentimiento de creatura, es decir, al sentimiento de pequeñez y anonadamiento que se siente ante una potencia superior o que nos embarga ante la grandiosidad del misterio (ver más detalle en la entrada 2001 Una odisea en el especio: mis aproximaciones). En este sentido el stalker es un claro ejemplo de este aspecto que representa la zona cuando nos manifiesta con claridad la cárcel que es para él el "otro lado de los alambres de púa": racionalismos, fundamentalismos, materialismos, espiritualismos vacíos e interesados y todo tipo de ismos que no son más que cárceles a la expansión que todo espíritu humano anhela. Es más allá de esos ismos y lo que nos deparan cuando determinan políticas, ideologías, economía, religión, espiritualidad etc. que el stalker dice que "mi felicidad, libertad, dignidad... ¡Todo lo tengo aquí!"

    La zona es un lugar de transformación. Nadie que entra sale igual...

    Tarkovsky en el pasisaje de La zona.

    II. CAMINO DE LA ZONA: LAS RESISTENCIAS.

    Tras conocerse en el bar, nuestros héroes inician su viaje hacia la zona. La salida de la ciudad se nos muestra de manera sencilla como una salida peligrosa... El camino hacia sí mismo es siempre un camino donde las amenazas siempre se hacen presentes. Esas amenazas que pretenden mantenernos en nuestra cárcel-matrix son conocidas, en un sentido psíquico, como las resistencias que se oponen a esa "dudosa" aventura que nos lleva hacia sí mismo. Como es sabido, Freud describió en su artículo Inhibición, síntoma y angustia cinco tipos de resistencia que tienen su origen en las tres instancias psíquicas: el yo, el ello y el superyó. Todas ellas tienen como objetivo "prohibir" el camino hacia la zona, también entendida como aquel lugar en el que reside nuestra verdad. Observamos en el momento en que atraviesan "el alambre de púas" a los militares disparándoles como esa frontera custodiada por la ley,o el guardián del umbral al que se refería Joseph Campbell y que ya observamos al comentar la película IT -Parte II -, aquella figura que pretende que no abandonemos nuestro mundo ordinario, nuestra cárcel-matrix.

    Una vez atravesada la alambrada y los controles se inicia el viaje en motorrail hasta llegar a la zona donde la imagen cambia del sepia al color. Y una vez más asistimos en ese intermedio a esa densidad del tiempo que tanto caracteriza a Tarkovsky, en este caso para marcar el cambio de un lugar a otro... los espacios de transición que además se cargan de una sutil tensión emocional donde cada personaje está ensimismado en sus sentimientos y en sus pensamientos, en sus incertidumbres y en sus miedos y que la cámara va siguiendo con magistral lentitud... con el convencimiento de que la conciencia requiere lentitud, atención... apreciación.

    Transición: hacia la zona
    Cuando finalmente llegan a la zona, Stalker dice: ya estamos en casa.

    III. LOS PRIMEROS PASOS EN LA ZONA.

    Una vez llegados allí se nos muestran las primeras irregularidades en la zona y surgen los primeros desacuerdos entre Stalker y el escritor, mientras el profesor se mantiene silencioso sin poner aparentemente problemas. Desde la llegada empezamos a notar algunos temas que se irán repitiendo a lo largo de la estancia en ella:

    En primer lugar observaremos las retiradas del stalker, su apartamiento de tanto en tanto de sus viajeros para estar en contacto íntimo con la zona. Recordemos las palabras antes dichas: su apartamiento implica una estrecha y directa relación física con la naturaleza. La tierra es a la vez lugar de contemplación, de veneración y profundo descanso: el reposo exige un lecho sustancial donde mantener la sensitividad activa.

    Stalker en contacto con la zona
    En segundo lugar veremos también que desde algunos de estos apartamientos, Stalker suele ofrecer algunos monólogos cuyo sentido iremos viendo a medida que aparezcan. En esta primera fase y tras "acechar" al escritor vaciándole la botella de vino, lanzándole una barra de hierro por arrancar unas hierbas (Este no es un lugar para paseos. La zona exige que la respeten, de lo contrario castiga) o avisándole de que en la zona el camino más corto puede ser el más peligroso... Tras pasar por todos estos encontronazos Stalker les dice:

    La zona es un sistema muy complejo. Con sus trampas, todas mortales. No sé que pasa aquí, cuando no hay ningún ser humano. Pero basta que entren personas aquí para que todo se ponga en movimiento. Desaparecen las trampas viejas y aparecen nuevas. Lugares que eran seguros se hacen intransitables. El camino se pone fácil o complejo hasta lo imposible. Esto es la zona. Quizás parezca caprichosa. Pero ella es tal y como la hace el estado de ánimo del ser humano [...] Pero todo lo que ocurre aquí, no depende de la zona, sino de nosotros.

    Observemos como en este punto Stalker nos da ese sentido de la zona como pantalla de proyección(ella es tal y como la hace el estado de ánimo del ser humano [...] todo lo que ocurre aquí, no depende de la zona, sino de nosotros), es decir un límite que la demarca y que nos permite pasar del estado de consciencia dormida en una zona ordinaria a un estado de consciencia despierta en una zona no ordinaria... siempre que queramos ver. No hay duda que la figura de Carlos Castaneda tuvo su influencia en esa concepción. En sus diarios dice Tarkosvky:

    He vuelo a leer las Lecciones de don Juan de Castaneda. ¡Es un libro fenomenal! Y muy auténtico, porque 1) el mundo no es para nada tal como lo percibimos, y 2) seguro que puede cambiar en determinadas condiciones. [9]


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    VER PELÍCULA STALKER:

    Ver película en VIMEO: Parte I. http://vimeo.com/groups/35mmandrisdamburs/videos/18281666
    Ver película en VIMEO: Parte II. http://vimeo.com/groups/35mmandrisdamburs/videos/18468786
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    DOCUMENTAL: GUÍA DE CINE PARA PERVERSOS.
    Slavoj Zizek
    Duración 2 h. 45 min.
    Directora: Sophie Fiennes

    Excelente, profundo y original documental donde uno de los filósofos y psicoanalista más interesante de la actualidad yque nos muestra como el cine nos ayuda a comprender los complejos conceptos psucoanalíticos y psicológicos. Aunque el dvd es en inglés, los subtitulos están disponiblen en internet.


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    [1] Tarkovsky, Andrej. Esculpir el tiempo. Libros de Cine. Rialp, págs. 222 y 223
    [2] Skakov, Nariman.The cinema of Tarkovski. I. B. Tauris. London. pág. 147. La traducción es mía.
    [3] Batlló, Jordi & Xavier Pérez.La semilla inmortal. Los argumentos universales en el cine. Anagrama. Colección argumentos, pág. 17
    [4] Illg, Jerzy & Neuger Leonard. Entrevista a Tarkovsky. I'm Interested in the problem of inner freedom (Estoy interesado en el problema de la libertad interior). La traducción es mía.
    Enlace: http://people.ucalgary.ca/~tstronds/nostalghia.com/TheTopics/interview.html
    [5] Mengs, Antonio. Stalker, de Andrei Tarkovsky. Libros de cine Rialp, pág. 57.
    [6] Jung, C. G.Arquetipos e inconsciente colectivo. Acerca de la psicología del arquetipo del niño. Editorial Trotta OC-9/1, pár. 278
    [7] Ver nota 1, págs. 221 y 222
    [8] Jung, C. G. Recuerdos, sueños y pensamientos. Seix Barral. Biblioteca breve, pág. 360
    [9] Tarkovsky, Andrej. Martirologio. Diarios. Editorial Sígueme, pág. 186


    STALKER (Andrej Tarkovsky, 1979) - PARTE II -: Sobre la naturaleza del camino y del deseo.

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    PARA VER PARTE I DE STALKER. PULSAR AQUÍ

    I. EN CAMINO: SOBRE EL "VER"

    La parte II de Stalker entra de lleno en el camino que siguen nuestros protagonistas en la zona para llegar a la habitación de los deseos, y es aquella parte que Joseph Campbell llama el camino de las pruebas y que es introducido por Tarkovsky con una imagen del reflejo del cielo en el fondo del agua de un pozo perturbado por el impacto de una piedra sobre ella... Con esa imagen de las ondas distorsionando el reflejo se oye la voz del Stalker diciendo las siguientes palabras:

    Que se cumpla lo previsto, que ellos den crédito y se rían de sus pasiones. Lo que ellos llaman pasiones realmente no es una energía anímica sino un roce entre el alma y el mundo exterior. Lo principal es que crean en sí. Y esten desamparados como niños, porque la debilidad es grande y la fuerza sutil. Cuando el hombre nace su cuerpo es débill y ligero. Cuando muere es fornido y duro. Cuando un árbol crece es tierno y mimbreño, pero cuando su tronco está seco y rígido, se está muriendo. La dureza y la fuerza son satélites de la muerte. La flexibilidad y la debilidad expresan la lozanía de la existencia.. Por eso lo que se ha endurecido no vence.

    Veamos una vez más esta mezcla de prédica tipo libro de las revelaciones (Que se cumpla lo previsto) y del taoísmo ( la dialéctica entre lo fuerte y lo débil). De hecho, las palabras de Stalker que empiezan con "Cuando el hombre nace su cuerpo es débil y ligero, etc." corresponden a Lao Tsé y esta anotada en los diarios de Tarkovsky el 28 de diciembre de 1977.

    Sin embargo, hay en este texto una reflexión interesante sobre las pasiones cuando las define como "un roce del alma y el mundo exterior". En su documental The pervert's guide to the cinema, Zizek dice: "el deseo es una herida en la realidad".¿Qué significa esto? Significa que nuestras pasiones y nuestros deseos se inscriben en la realidad distorsionándola.

    El reflejo perturbado en el agua: las pasiones... un roce entre el alma y el mundo exterior

    Esta relación entre la realidad y el deseo es algo que la imaginería popular y literaria ha resgistrado y que ha inspirado distintos cuentos como la conocida historia de Aladino y la lámpara maravillosa, cuento de origen sirio registrado en Las Mil y una noches, o el famoso cuento de W. W. Jacobs La pata de mono,ambas llevadas al cine y la televisión en distintos formatos y variaciones y que nos vienen a decir simple y llanamente ojo con lo que deseas. O quizá mejor dicho ojo en qué deseas y cómo formulas el deseo. La distorsión entre deseo y realidad se observa especialmente en el cuento de La pata de mono cuando un padre y una madre le piden a ese objeto mágico 200 libras para saldar deudas. El deseo se satisface al cobrar dicha cantidad tras la muerte por accidente laboral de su hijo. Luego, desesperada, la madre le exige al padre que pida a la pata de mono que le devuelva vivo a su hijo... Presionado por la desesperación de la mujer el padre cede y pronto se oyen unos golpes en la puerta. El padre, aterrorizado por lo que aguarda tras la puerta (se entiende que el deseo se satisface devolviendo al hijo no exactamente vivo sino como un no-muerto), pide a la pata de mono que se lleve eso que se ha invocado... Cuando la mujer logra desatrancar la puerta tras ella no hay nadie salvo que "un viento helado entró en la escalera". En otras ocasiones, como en la leyenda de Aladino, el deseo de felicidad es asociado a logros, pertenencias o riquezas en las que el tiempo y la inmadurez del protagonista pronto le desengañan...

    A lo que asistimos en esta fase en la zona es a la rigidez de carácter del Profesor y el Escritor. El primero, haciendo caso omiso de las advertencias de Stalker, los deja momentáneamente para ir a buscar una mochila que se ha dejado atrás. Mientras, Stalker y Escritor siguen por la zona atravesando ruinas invadidas por el agua y asistiendo a pequeños "misterios" que muestran la variabilidad espacio-temporal que se da en ella. Sorprendentemente, y tras atravesar la zona de ruinas y agua, encuentran a la salida del tunel que han atravesado al profesor...

    Las ruinas y el agua
    El papel de las ruinas entre la naturaleza y las aguas es un impacto en la conciencia acerca de la transitoriedad, como dice Antonio Mengs:

    La ruina visual dignifica la conciencia. El hombre está más desnudo entre la ruina, su palabra resuena con mayor intensidad. [1]

    En un artículo inédito mío y sobre el trabajo con un sueño de un paciente sobre unas ruinas perdidas en el medio de la naturaleza escribía:

    El soñante no le confería a ese estado de ruinas un valor negativo, sino que veía en él una restitución de lo humano a la naturaleza, percibía belleza en esa acción de lo natural sobre la construcción humana. Una vez más aparece aquí un claro mensaje de aquello de lo que trata el proceso del yo en lo que lo vincula con la consciencia: la consciencia surge por alejamiento de aquello a lo que luego ha de volver. [2]
    ,
    Después de este episodio de pérdida y recuperación del Profesor, Stalker propone descansar un poco. Asistimos entonces a una discusión de egos entre el Profesor y el Escritor donde cada uno ridiculiza al otro, donde uno ridiculiza el cientifismo de uno, y el otro el supuesto humanisno y psicologia barata del otro. Retirados cada uno en su lugar y ya durmiéndose llega una de las escenas antológicas de la película: el sueño o la visión de Stalker.

    - La visión de Stalker.

    Esta escena, llamada la escena del apocalipsis, ha sido comentada en multitud de ocasiones y constituye una muestra del más puro Tarkovsky:

    La secuencia del apocalipsis tiene lugar justo en la mitad de la película cuando una charca de poca profundidad con objetos dispersos entra en la narración. La aparición de la charca en si representa una dislocación espacio-temporal. Al espectador no se le da ni su ubicación física ni la temporal. El flujo narrativo uniforme se rompe tan pronto como los personajes deciden descansar después de salir del "túnel seco". Alternando blanco y negro y la fotografía en color se lanza una dislocación  en el espacio y el tiempo. Mientras que el Profesor y el Escritor se pelean, el Stalker yace en el suelo, y su ubicación y posición se desplaza de una secuencia a otra. En un momento dado se encuentra situado entre las rocas de un torrente de montaña, y en otro sobre una pequeña "isla" en el área inundada junto a un pastor alemán negro. [3]

    Stalker y el perro yaciendo a su lado.
    La escena se inicia con el perro acercándose donde Stalker está descansando y sentándose con cuidado a su lado. Este perro, que a partir de este instante estará presente en todo el recorrido, pero que ya ha dejado testimonio de su presencia en los aullidos que oyen nuestros viajeros tan sólo llegar es, como indica en su libro Nariman Skakov, el espíritu indomable de la zona. No olvidemos que, en términos simbólicos, uno de los aspectos del perro es el de psicopompo, es decir, guía del alma de los muertos hacia el Más allá. En todo caso el perro, como guía del Stalker, está relacionado con la visión o sueño que sigue después de otra imagen que nos sugiere la dimensión misteriosa de la zona: la extraña sensación de inestabilidad que produce un agitado torbellino que levanta el polvo en una zona pantanosa. Luego, cambiando en sepia el color de la imagen, sigue la visión de Stalker en la que oímos la voz de la mujer de Stalker recitando unos versículos del Apocalipsis mientras la cámara, lentamente, va enfocando distintos objetos sumergidos en el fondo del agua.

    12 Y seguí viendo. Cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto; y el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre,
    13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte;
    14 y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas furon removidas de sus asientos;
    15 y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes.
    16 Y dicen a los montes y las peñas: "caed sobre nosotros" y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de lo cólera del Cordero.
    17 Porque ha llegado el Gran día de su cólera y ¿quién podrá sostenerse? (Apocalipsis, 6, 12-17)

    Jeringas, objetos metálicos, un acuario con peces, un fragmento del retablo de los "tres árboles" de Rembrant, un arma, un fragmento de Juan el bautista correspondiente al retablo de La adoración del cordero místico de Van Eyck, piezas oxidadas de un reloj... y finalmente la mano del Stalker en contacto con el agua de esa charca. Todas ellas cruzan por la pantalla bajo el fondo del agua de la charca... Imágenes que sumergidas en el agua, sobre el lodo parecen recordarnos los versos de Machado: "Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar". El tiempo todo lo lleva poniendo de relieve la futilidad de las ansias y deseos del ser humano... Glorias y ambiciones que pasan como las imágenes de Tarkovsky, una tras otra, sin finalmente llevarnos a aquello que tan vehementemente perseguimos: la felicidad. Dice Antonio Mengs:

    La visión del Stalker es poesía de la matería, de su azar, ni paradigma de lo bello ni todo lo contrario: los distintos objetos que salen al encuentro a la cámara por accidente, naturalezas muertas de un mundo en ruinas (de ahí que toda la secuencia esta rodada en tonalidad sepia) conforman una "estética de la decrepitud"... [4]

    La bilis de Cioran lo manifiesta de una manera bien distinta:

    La abundancia de soluciones a los aspectos de la existencia solo es igualada por su futilidad. La historia: Manufactura de ideales..., mitología lunática..., frenesí de hordas y de solitarios, rechazo de aceptar la realidad tal cual es, sed mortal de ficciones.

    La fuente de nuestros actos reside en una propensión inconsciente a considerarnos el centro, la razón y el resultado del tiempo. Nuestros reflejos y nuestros orgullos transforman en planeta la parcela de carne y conciencia que somos. Si tuviéramos el justo sentido de nuestra posición en el mundo, si comparar fuera inseparable de vivir, la revelación de nuestra ínfima presencia nos aplastaría. Pero vivir es cegarse sobre sus propias dimensiones. [5]

    Las imágenes que transcurren lentas, acompañadas por la voz de la mujer recitando los versículos del apocalipsis, hablan también de ello: " y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes". En Tarkovsky el tiempo transcurre dirigiendo esas futilidades a su inexorable destino: la inutilidad. Una vez más la lucidez biliosa de Cioran pone palabras a ello:

    La realidad es una creación de nuestros excesos, de nuestras desmesuras y nuestros desarreglos. Un freno en nuestras palpitaciones: el curso del mundo se hace más lento; sin nuestros ardores, el espacio es de hielo. [6]

    La diferencia entre Cioran y Tarkovsky es una palabra denostada por el primero y fuente de sostén del segundo: la esperanza. Siendo necesario precisar que la esperanza en la que se sostiene Tarkovsky es la que se deriva de la fuerza del amor tan expresada en él como sacrificio entendido más como entrega (no el sacrificio victimista) tal y como precise anteriormente (ver Parte I, nota 7). Tras este sueño-visión sigue el despertar de Stalker quien contemplando a los dos hombres cita unas palabras que tienen su origen en los versículos de la Biblia correspondientes al evangelio de Lucas (24, 13-18):

    En un mismo día dos, dos de ellos se dirigían a un poblado qu estaba a 60 estadios... y se llamaba... Ellos hablaban entre sí, sobre aquellos acontecimientos. Cuando ellos dialogaba, discurriendo entre sí... El se acercó y avanzó hacia el lado de ellos. Pero los dos se  miraban fijamente, así que no lo reconocieron. El les preguntó ¿Sobre que hablaban ustedes, discurriendo entre sí? ¿Por qué están tan tristes? Uno de ellos en nombre...

    Mientras Stalker mira hacia un lugar indefinido y dice estas palabras la cámara enfoca el rostro de Escritor hasta que abre los ojos y luego, lentamente, se desplaza hacia el del Profesor... Son palabras que hablan de ellos y se trata, sin mucha duda, de la dificultad del ser humano para salirse de la estrechez de su  yo y sus concepciones, para ver más allá de sus miopías. Las actitudes que muestran el Escritor y el Profesor son las de mundos encerrados y parapetados tras sus concepciones. Profesor y Escritor son yoes desesperados, y que precisamente por su desesperación estan cerca de que esa rigidez yoica pueda quizá ceder... Parapetados tras su yo no ven, no ven lo que está ante ellos como los dos caminantes de los versículos del evangelio de Lucas, que enfrascados en su discusión y sus razones no aprecian que quien anda con ellos a su lado es Jesús resucitado.

    En un mismo día dos, dos de ellos se dirigían a un poblado.

    La zona recuerda el mundo de los sueños, un lugar donde nada es lo que parece y donde nada está sujeto a las leyes de la realidad sino a las bien distintas leyes de lo inconsciente. Un mundo en el que hay que querer ver... Y sólo viendo podemos lograr un progresivo esclarecimiento de la conciencia ordinaria, entendida esta como una consciencia restringida y distorsionada. La existencia de los sueños y el testimonio que dan de la dinámica inconsciente pone de relieve que, en un estado como el del sueño (La zona), accedemos a una consciencia que menos distorsionada, se da cuenta y se refleja más la totalidad de nuestro ser. Lo sorprendente es que los sueños dan testimonio de que esta consciencia ya está… De que el espejo que refleja nuestro ser ya es, tan sólo que en lo ordinario está perturbada por la distorsión que la neurosis impone.

    II. EN EL MOLINO DE CARNE: CAMINO DE LA VULNERABILIDAD.

    Tras el episodio de la visión de Stalker sigue el paso de una especie de túnel llamado "el molino de carne" (aparentemente por los muchos que murieron al atravesarlo). Escritor es el elegido para atravesarlo, aparentemente por un sorteo que Stalker manipula para que sea él quien lo atraviese... El molino de carne nos recuerda que hay momentos en la vida en los que nos hallamos solos ante ciertas circunstancias y situaciones, circunstancias y situaciones que sólo podemos atravesar nosotros mismos... En esta secuencia Escritor se nos muestra en su extrema soledad, esos momentos en la vida en que dependemos de  nosotros mismos y que nos muestran el destino al que la soberbia de nuestro yo nos ha conducido. Al mismo tiempo que esto se experiencia como un gran abismo es una gran oportunidad de pasar de una vida entregada al falso yo a una vida regida en y por el sí mismo.

    En el túnel: la soledad y el desamparo.

    En la parte I de esta película ya comenté que Stalker es un buen representante del arquetipo del sí mismo y observamos en la película como su "función de acecho" es muy parecida a la función que en los sueños realiza esta figura arquetípica cuando se producen sus manifestaciones... Su función es muy parecida a la que Lao Tzé propone en su Tao te king acerca de la figura del maestro cuando dice:

                                             Así gobierna el sabio,
                                             vacía los corazones y llena los vientres,
                                             debilita las ambiciones y fortalece los huesos,
                                             procura que el pueblo no tenga ambiciones ni deseos,
                                             y cuida que los instruidos no osen actuar.
                                            Practica el No-hacer
                                            y asi todo se arregla. [7]

    Algunas traducciones (como es el caso de la versión de Stephen Mitchell) optan por adecuar el texto a la relación del maestro con el discípulo y traducen el texto como sigue:

                                            El Maestro guía
                                            vaciando la mente de las gentes
                                            y llenando sus corazones;
                                           debilitando sus ambiciones
                                            y fortaleciendo su resolución.
                                           Ayuda a las personas a desprenderse
                                           de cuanto saben y cuanto desean
                                           creando confusión
                                           en aquellos que creen saber. [8]

    En todo caso, ¿no es esto lo que hace Stalker con sus dos viajeros.? Provoca, trabaja constantemente sobre el Escritor intentando debilitar su ego para que pueda llegar a fortalecer su ser y cuida de que Profesor no ose actuar desde la soberbia de su saber. Stalker sabe algo que es lo que se halla en la profundidad de su sabiduría... A la habitación de los deseos sólo se puede llegar libre de deseos. Sobre todo del concepto de deseo como muy bien lo definió Freud en dos de sus acepciones, deseo como codicia (Wunsch) y deseo como anhelo (begierde). Stalker sabe que ante la habitación de los deseos sólo se puede llegar libre de codicia y de anhelo, libre de pasiones.

    Stalker despoja a Escritor de toda defensa como ocurre antes de atrevesar la misteriosa puerta que se halla al final del túnel. Éste presa del miedo saca una pistola de su abrigo... y Stalker le conmina a dejarlo (¿A quién le va a disparar allí? - le grita -)... Un poco más tarde cuando pasa por el lugar donde el revólver esta en el suelo, Stalker lo hunde bajo el agua encharcada en el túnel...

                                             Las armas son instrumentos nefastos,
                                             odiados por todos los seres.
                                             Quien posee un recto SENTIDO
                                             no quiere saber nada de ellas.
                                             [...]

                                             Las armas son instrumentos nefastos
                                             que no convienen al noble.
                                             Sólo las usa cuando no queda más remedio.
                                             Sobre todas las cosas aprecia la calma y la paz. [9]

    Y seguidamente llegamos a la escena de la habitación de arena en la que Escritor que, nuevamente desafía las indicaciones de Stalker, sufre una especie de shock, tras el cual se da cuenta de la realidad de su "personaje" y del descalabro de su ser. Recordemos el monólogo del escritor que ya vimos en la parte I al tratar de su personaje.

    En la sala de arena
    Tras salir de ella Stalker tiene una de esas extrañas intervenciones que le van caracterizando a lo largo de la película. Les recita unos versos a sus viajeros (versos de Arseni Tarkovsky, el padre de Andrej):

                                              El verano ya ha pasado
                                              como si no hubiera habido.
                                              Aun hay calor en lugares soleados
                                              pero eso poco ha sido.

                                              Todo aquello, que cumplirse ha podido,
                                               como una hoja de arce
                                               en mis manos ha caído,
                                               pero eso poco ha sido.

                                               El mal y el bien de la gente
                                               en vano no han desaparecido,
                                               todo ha ardido claramente,
                                               pero eso poco ha sido.

                                               La vida me ha protegido de la muerte,
                                               me ha dado abrigo y me ha defendido,
                                               en verdad que he tenido suerte,
                                               pero eso poco ha sido.

                                               Las ramas no se han rajado,
                                               las hojas no han ardido.
                                               El día, como crisal, fue lavado,
                                               pero eso poco ha sido.

    "Pero eso poco ha sido".¿No es acaso esto el problema del ser humano con el deseo y la realidad? Al ser humano parece que nunca le baste con lo que la vida le ofrece. Como ya dijimos, presa del deseo que se apega a la codicia y el anhelo, el ser humano vive la vida como si algo se le hubiera perdido. Nada nunca parece ser suficiente y una adicción a la instisfacción embarga su propia vida tras la búsqueda de ese "algo" perdido. Parece como si Stalker pusiera en todo este trayecto incidencia en la futilidad del deseo humano y la falacia de ese "algo" perdido... ¿Por qué dirigirse entonces hacia la habitación de los deseos? Antes de llegar a esta habitación y tras una escena donde siguen ocurriendo cosas extrañas como un teléfono que suena entre las ruinas o una bombilla de luz que emite un fuerte resplandor y luego se apaga, Tarkovsky nos ofrece una nueva imagen (dos cadáveres uno frente al otro de los que surge un tallo con sus hojas elevándose hacia arriba) que puede traducirse como "algo debe morir para que la vida continue" o en términos psíquicos "algo debe morir (del yo) para que el camino del ser continue".



    III. EN LA ANTESALA DE LA HABITACIÓN DE LOS DESEOS: Sobre la naturaleza del deseo.

    Tras la habitación de la arena llegamos finalmente a la antesala de la habitación de los deseos:

    Se muy bien que se van a enojar... pero debo decirles que nosotros... nos encontramos en el umbral. Este es el momento más importante de nuestra vida. Ustedes deben saber que aquí se cumple su deseo más recóndito. ¡El más sincero! ¡El más sufrido! No hay que decir nada. Concentrarse y tratar de recordar toda su vida. Cuando el hombre piensa en el pasado él se hace benévolo. Lo principal... lo principal... ¡es creer! Ahora entren...

    En el umbral de la habitación de los deseos
    Estas palabras son muy interesantes... y en ellas reside la auténtica clave de la habitación de los deseos. Ella no es más que un espejo de la "naturaleza" de esos deseos. "Aquí se cumple su deseo más recóndito. ¡El más sincero! ¡El más sufrido!"¿Qué significa esto acerca de qué deseo es el que se cumple en esa habitación? Otra frase interesante es: Concentrarse y tratar de recordar toda su vida. Cuando el hombre piensa en el pasado él se hace benévolo. ¿Por qué es necesaria la benevolencia para entrar en ella?

    ¿Cúal es nuestro deseo más recóndito? ¿Cuál es nuestro deseo más sincero? ¿Cual el más sufrido? ¿Por qué recordar la vida para ponerse benévolo? Recordemos que se dice benévolo (bene: bueno; volo: voluntad) del hombre de buena voluntad, de aquel que desarrolla la comprensión y la simpatía hacia las otras personas. También benévolo se aplica al ser humano que se entrega sin esperar nada a cambio, que hace o actua por su voluntad, y no obligación, con un fin u objetivo bueno. ¿Por qué Stalker parece indicar que la benevolencia es importante al entrar en la habitación de los deseos?

    Quizá para ello es necesario recorrer un poco el final de la película. Escritor y Profesor renuncian finalmente a la posibilidad de entrar en esa habitación. Ambos, presa de la desconfianza y el miedo, el primero menospreciando y denigrando a Stalker, temiendo ese aspecto recóndito del deseo que puede cumplirse; el Profesor a través de la lectura que hace del lugar queriendo destruirlo con una mini bomba atómica (que llevaba oculta en la mochila) bajo pensamientos del tipo: ¿Imaginan a Hitler en esa habitación? El miedo que Escritor manifiesta, así como el de Profesor, a pesar de sus diferencias, coinciden en un punto: que se manifieste el deseo como codicia o como anhelo. La habitación de los deseos pone de relieve nuestra verdad psíquica, aquello que nuestros deseos más recónditos también dice que somos, o como dice Escritor:

    Aquí se cumple lo que corresponde a tu ente, a tu esencia, de la que no tienes ni siquiere una idea. ¡Más ella está dentro de tí, controlando toda tu vida! [...] Mientras que la conciencia y los tormentos del alma no existen.

    En su documental Zizek dice:

    El contraste entre Solaris y Stalker es claro. En Solaris , tenemos la máquina del ello, un objeto que realiza nustras pesadillas, deseos, miedos, aun antes que uno pida por ellos.  En Stalker es lo opuesto, una zona donde sus deseos más profundos son realizados, pero con la condición de que uno esta apto para formularlos. Es claro que nunca se está apto para formularlos.

    Y es aquí, en este momento, cuando las palabras de Stalker adquieren sentido, cuando la benevolencia que él reclama es la pista... En la visión de Tarkovsky este enfrentamiento con la habitación de los deseos, éste reclamo de benevolencia para entar en ella, quizá tiene que ver con la capacidad para sostener y "ver" nuestra realidad psíquica que va mucho más allá de aquello que creemos que somos. ¿No es acaso esto lo que hacen en muchas ocasiones los sueños, mostrarnos aquello que también somos, pero que nuestro yo se niega a aceptar o simplemente lo ignora? ¿No es por eso que la consciencia ordinaria mantiene habitualmente tanta resistencia hacia ellos: a recordarlos primero, a mantenerlos en la consciencia luego, a intentar "ver" lo que su metáfora dice de nosotros? La benevolencia es posible cuando la acompaña la compasión. Cuando nuestra mirada puede enfrentarse a nuestros deseos más recónditos sin asustarse. Cuando estos responden a nuestra esencia más narcisista: codicia y anhelo. Pero la cuestión final es: ¿son estos de verdad nuestros deseos más recónditos?

    IV. EN EL CAMINO: ESPERANZA, AMOR Y DESEO.

    Simplificaré desafortunadamente mucho el final de Stalker y los múltiples detalles dignos de atención. Después de la escena de la lluvia, en la que los tres viajeros acaban sentados juntos contemplando la lluvia, la escena se traslada ya fuera de la zona, en la misma taberna de la que partieron... La mujer de Stalker y Monita, su hija, viene a recogerlo y Profesor y Escritor lo observan. En su expresión se nota que algo ha cambiado, que algo de ellos ya ha vuelto distinto del viaje.

    Tras volver del viaje
    Stalker, que ha traido el perro de la zona, parte con ellos... Cada vez que la cámara enfoca a Monita el color vuelve a la pantalla... Tras acostar a un entristecido Stalker, quien se queja de la dificultad del hombre para creer, asistimos a un monólogo de la mujer de Stalker que parece dirigirse al espectador:

    Seguro que ustedes ya comprendieron que él es un simplón. Todos los vecinos se reían de él. Era un lelo, daba lástima. Mi mamá decía: "¡Él es un Stalker, un suicida, siempre está preso! ¡Piensa en como son los hijos de los stalkeros". Y yo, ni siquiera discutía. Yo sabía que eso era así, que es un suicida, siempre está encarcelado y el problema de los niños. Pero ¿qué podía hacer yo? Estaba segura de que lo pasaría bien con él. Aunque sabía que también tendría muchas desgracias. Pero mejor es una felicidad amarga que una vida gris y aburrida. Quizás yo inventé esto después. Entonces el se me acercó y dijo: "Ven conmigo". Fui con él y nunca lo lamenté después. Nunca. Pasé mucha amargura, mucho horror y verguenza, pero nunca me lamenté ni tuve envidia de nadie.Simplemente, así es el destino, la vidas; así somos nosotros.Y si en nuestra vida no hubiera habido pesares, mejor no hubiera sido. Sería peor. Porque entonces, tampococo habría habido felicidad. Ni esperanza.

    ¿Cuál es el deseo más recóndito? ¿Cuál el más sincero? ¿Cúal el más sufrido?¿Cuál el deseo al que finalmente por el miedo renuncian ambos viajeros? Kierkegaard decía que mirar hacia al pasado es necesario para andar hacia el futuro... Escritor, Profesor, renuncian a mirar a su pasado, renuncian a hallar la benevolencia, la mirada compasiva hacia ese pasado sin el que es imposible encaminarse al futuro, si bien su alma ya ha quedado tocada, la expresión de sus rostros, la mirada hacia la familia de Stalker así parece mostrárnoslo. Vaya así mi hipótesis... La habitación de los deseos refleja el miedo y la indignidad del ser humano hacia sí mismo disfrazados de soberbia egoica. La libertad intelectual o la libertad política que predican Escritor y Profesor no es más que la fachada que encubre sus miedos y el final rechazo que sienten por sí mismos... por eso no se consideran dignos de entrar en esa habitación, porque sólo consideran que ella les devolvera ese deseo codicioso o anhelante que se oculta en ellos... La mujer de Stalker, sin embargo, nos da el tesoro que es a le vez el más recóndito, el más sincero, el más sufrido:EL DESEO DE SER DIGNO DE AMOR.El amor que ella le da a Stalker que a su vez manifiesta un deseo que aun quizá sea más profundo: EL DESEO DE PODER AMAR. Y es así que el amor matiza el deseo y lo hace menos codicioso y menos anhelante, lo armoniza más con la vida y la hace suficiente. La mujer de Stalker, la más sencilla entre todos es la que sencillamente nos ofrece el tesoro, la esperanza del ser humano: el amor, del que finalmente Zizek, en unas bellas palabras con las que finalizaré la entrada, nos dice:

    … lo esencial de la afirmación de que incluso si llegara a tener todo el conocimiento, sin amor no sería nada, no es meramente que con amor, sea algo. Con amor, también soy nada, si así puede decirse, una nada humildemente consciente de sí, una nada que se enriquece por paradoja por el conocimiento mismo de su carencia. Sólo un ser menesteroso, vulnerable es capaz de amor: el misterio final del amor es así que la falta de completitud  es en cierto sentido más alta que la completitud. Por un lado, sólo un ser imperfecto, menesteroso, ama: amamos porque no sabemos todo. [9]

    La escena fianl de la película nos muestra a Monita leyendo y su voz en off recitanado un poema de Fiodor Tiutchev que no hace más que dar vueltas a todo este temática:


    Amo tus ojos mi adorada,
    con sus fascinantes centelleos,
    cuando los alzas de forma inesperada,
    y como un relámpago celestial
    lanzas alrededor tu mirada.

    Pero hay otro encanto aun más intenso:
    cuando los ojos bajas pudorosa
    en los minutos de un beso apasionado,
    y a través de tus pestañas hermosas
    sale el fuego de tu ardiente deseo.




    Y así la naturaleza del camino de un ser humano es el largo camino hacia el amor y la libertad, un camino sin fin...

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    PARA VER PARTE I DE STALKER. PULSAR AQUÍ
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    [1] Mengs, Antonio. Stalker, de Andrei Tarkovsky. Libros de cine Rialp, pág. 91
    [2] Cardona, Jaume.Sobre el poder de las imágenes del inconsciente.
    [3] Skakov, Nariman.  The cinema of Tarkovski. I. B. Tauris. London. pág. 147. La traducción es mía.
    [4] Ver nota 1, pág. 90
    [5] Cioran, E. M.Breviario de podredumbre. Punto de lectura, pág. 35
    [6] Ídem anterior, pág. 49
    [7] Tzé, Lao.Tao te King (Versión de Richard Wilhem). Editorial Sirio. Capítulo 3
    [8] Tzé, Lao. Tao the King (versión de Stephen Mitchell). Gaia Ediciones.
    [9] Slavoj Zizek. El frágil absoluto. Editorial Pre-textos, nro. 579, pág. 190 y 191
    _________________

    VER PELÍCULA STALKER:

    Ver película en VIMEO: Parte I. http://vimeo.com/groups/35mmandrisdamburs/videos/18281666
    Ver película en VIMEO: Parte II. http://vimeo.com/groups/35mmandrisdamburs/videos/18468786

    DECÁLOGO 5 (Krzysztof Kieslowsky, 1990): No matarás.

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    ESTADO, PODER, LEY Y OBSCENIDAD.

    La ley no debería imitar a la naturaleza. En todo caso mejorarla. La ley la ha inventado el hombre para regular las relaciones sociales. La ley determina qué somos y cómo vivimos. Podemos cumplirla o violarla. La gente es libre. Su libertad está restringida a la libertad de otros.Y el castigo. El castigo es venganza. Sobre todo si hace daño sin prevenir el crimen. Realmente, ¿a quién venga la ley? ¿Venga a los inocentes? ¿Y los que hacen la ley son inocentes?

    Con esta introducción empieza Decálogo 5, uno de los episodios de la serie que sencillo en su planteamiento argumental es quizá uno de los más profundos en algunas de sus concepciones alrededor de la ley y la justicia. Decálogo 5 parte del mandamiento "no matarás". Y, como no podía ser de otra manera, Kieslowsky aprovecha la ocasión para entrar de lleno en el tema de la justicia y lo justo, y también de lo obsceno. Y además lo hace tomando el ejemplo extremo: la pena capital, la pena de muerte. Para poder entender mejor el desarrollo del comentario que aquí realizamos detallemos el argumento del episodio.

    Piotr (Krysztof Globistz), es un joven abogado que defiende a Jazek Lazar (Miroslaw Balka), un joven de aun no veintiun años que comete el asesinato de un taxista (Jan Tesarz) y que finalmente arrestado es condenado a morir en la horca. 


    El joven letrado Piotr.
    El episodio transcurre en tres fases:

    Primero se oye la voz en off de Piotr pronunciando el alegato con el que hemos empezado el comentario a la vez que las imágenes nos lo presentan antes de entrar en la sala donde se va a dictar sentencia. Luego el episodio va alternando la presentación de los personajes protagonistas: Valdemar Revskovski, el taxista que será asesinado; Jazek Lazar, el asesino y a Piotr hablando (siempre enfocado en primer plano) con el que luego se verá que es el fiscal que ha dictado la sentencia... El taxista se nos presenta como un individuo más bien poco amable que, en más de una ocasión, disfruta dejando a sus clientes tirados o molestando a algunos transeuntes.

    El taxista
    Y finalmente Jazek, en quien observamos una cierta ambivalencia entre una actitud hosca, retraída, maliciosa y en ocasiones claramente violenta, a la vez que ya observamos algo que cambia con él en relación a unas niñas a las que hace reir, o cuando pide que amplíen una foto de una niña en su primera comunión que lleva consigo.

    Jazek Lazar
    La segunda parte (que implica la aparición del ángel del destino haciendole a Jazek un signo negativo con la cabeza, una última oportunidad de no seguir adelante con su plan) nos muestra las duras escenas correspondientes al asesinato del taxista.

    Y la tercera parte, que empieza justo con el veredicto de sentencia de muerte, y que nos desarrolla la relación de Piotr con Jazek antes de su ejecución en la horca, así como la propia ejecución.

    I. PARTE I. UNA REFLEXIÓN SOBRE LA NATURALEZA DE LA JUSTICIA.

    Como ya hemos dicho, la primera parte transcurre preséntadonos a los personajes del taxista y de Jazek a la vez que, a través de un diálogo con el fiscal, asistimos entrecortadamente a las reflexiones de Piotr. En ellas nos vamos a centrar y para ello empezaremos por comentar detalladamente el alegato inicial dividiéndolo en las partes que lo constituyen:

    - La ley no debería imitar a la naturaleza. En todo caso mejorarla.

    ¿En qué sentido es citada esta frase en este contexto? Hay un cierto pensamiento troglodítico que se apoya en justificar la desigualdad como algo inherente a la vida y, por lo tanto, por qué iba a ser distinto con el hombre (lo cual se traduce como siendo la sociedad desigual la sociedad esencialmente no es justa). ¿Para qué entonces hemos devenido seres conscientes? - parece una pregunta obvia - ¿Para seguir actuando como los seres no dotados de consciencia? En todo caso el problema de la naturaleza no es un problema de justicia, pero el hombre y las relaciones que establece con otros, y no sólo con sus congéneres, también con la tierra misma y lo que ella alberga, si es un tema de justicia. Visto así, ¿a qué mejora se refiere nuestro abogado en su alegato? Evidentemente no es lo mismo naturaleza que cultura. La cultura obviamente debe trascender la desigualdad que justifica la injusticia. Es la desigualdad moral, la desigualdad política o económica la implícita en las decisiones humanas (que no son decisiones "por naturaleza") las que aquí compete como manejar, y ese manejo es el objeto de la justicia.

    - La ley la ha inventado el hombre para regular las relaciones sociales. La ley determina qué somos y cómo vivimos. Podemos cumplirla o violarla. La gente es libre. Su libertad está restringida a la libertad de otros.

    Fue Aristóteles, en su ética a Nicómaco, quien dijo la célebre frase: "Cuando los hombres son amigos no necesitan de la justicia, mientras que, aun siendo justos, necesitan de la amistad". Extraemos de ello la rápida conclusión de que la justicia existe porque, claro está, en nuestra sociedad no somos amigos. Rige, por así decirlo, los límites de la relación social donde ésta relación entra en "conflicto". Y sobretodo cuando este conflicto afecta la libertad de los afectados y en el que una parte siente ésta libertad vulnerada por la otra. Ahora bien, el punto determinante que aquí nos interesa es la manera en que ésta justicia es ejercida. Y esta es la cuestión a la que apunta el tercer punto de estas palabras introductorias de la película.


    El asesinato del taxista
    - Y el castigo. El castigo es venganza. Sobre todo si hace daño sin prevenir el crimen. Realmente, ¿a quién venga la ley? ¿Venga a los inocentes? ¿Y los que hacen la ley son inocentes?

    Fue el genio de Nietzsche (ese genio visionario que reveló la hipocresía fundamental sobre la que se edifica nuestra sociedad) quien desveló una de las bases fundamentales de la justicia en nuestra cultura y que la liga fundamentalmente al castigo: la generación de la deuda. Y así dice Nietzsche en la Genealogía de la moral:

    F. Nietzsche por Edward Munch
    Durante el más largo tiempo de la historia humana se impusieron penas no porque al malhechor se le hiciese responsable de su acción, es decir, no bajo el presupuesto de que sólo al culpable se le deban imponer penas: ––sino, más bien, a la manera como todavía ahora los padres castigan a sus hijos, por cólera de un perjuicio sufrido, la cual se desfoga sobre el causante, ––pero esa cólera es mantenida dentro de unos límites y modificada por la idea de que todo perjuicio tiene en alguna parte su equivalente y puede ser realmente compensado, aunque sea con un dolor del causante del perjuicio. ¿De dónde ha sacado su fuerza esta idea antiquísima, profundamente arraigada y tal vez ya imposible de extirpar, la idea de una equivalencia entre perjuicio y dolor? Yo ya lo he adivinado: de la relación contractual entre acreedor y deudor, que es tan antigua como la existencia de «sujetos de derechos» y que, por su parte, remite a las formas básicas de compra, venta, cambio, comercio y tráfico. [1]

    - El estado como una maquinaria superyoica.

    Efectivamente, cuando el joven abogado se pregunta a quién venga la ley, si verdaderamente venga al inocente, así como también se pregunta sobre la inocencia de aquellos que hacen la ley, está tocando una de las bases fundamentales del ejercicio de la justicia: ¿es la justicia justa? No parece que lo importante de la justicia es que sea justa sino que sea vengativa, inspiradora de amenaza a través del castigo, una justicia digámoslo ya superyoica, incapaz de discriminación y obsesionada por el castigo, ejemplificadora a través del castigo. Ramón Llull dijo que no hay justicia sin bondad, de la misma manera que no hay castigo que no se base en la venganza, o como dice Zizek respecto a Decálogo 5:

    ¿es la repetición del asesinato por parte del aparato estatal un asesinato también, y por lo tanto una violación de este mandamiento? [...] Lo que resulta verdaderamente insoportable en Decálogo 5 es el SEGUNDO asesinato (el cástigo). [2]

    La ejecución de Jazec Lazar
    Tiene razón Zizek cuando dice que la ejecución de Lazar deviene en lo insoportable. Y no porque el asesinato del taxista no sea un acto brutal y condenable, sino porque en la ejecución de Jazek el asesino es el Estado. Un asesinato resultado de una maquinaria impersonal y absurda que avanza fría y distante, implacable hacia su meta final. Toda la escena de la ejecución de Jazek es nauseabunda en sí misma.

    Nietzsche decía también que la más fría mentira del Estado es decir que él es el pueblo (Así habló Zaratustra). Digamoslo ya: El Estado no es más que el superyó del pueblo y, en consecuencia, el más enconado enemigo de la democracia (Jacques Rancière). Las leyes del estado, con la excusa de que son para el pueblo, las decreta también para controlarlo y manipularlo (Giorgio Agamben) y, en la medida de lo posible, para minimizar la propia democracia en sí. En el espíritu del estado - y, por lo tanto, de la ley - reside siempre un dictador en potencia. En La vanguardia del domingo día 24/06 Miquel Roca escribe lo siguiente:

    Un conocido representante de una aún más conocida escuela de negocios hace una intervención en un seminario para empresarios, ejecutivos e inversores. En el coloquio hace una dura crítica contra el mundo político; entre otras acusaciones - por cierto, bien poco originales -, señala que hay demasiados políticos, demasiado gasto institucional, etcétera. Todo muy tópico y típico. A la pregunta de un asistente que se preocupa por si no esta defendiendo o apelando a un dictador, el conferenciante, con toda la tranquilidad, afirma que si el dictador es competente ¿por qué no?

    Sin embargo, la cuestión se hace sutilmente extensiva al mismo Miquel Roca cuando la perversión del sistema nos hace preguntarle si cualquiera, en caso de necesidad, puede recurrir a su despacho de abogados Roca Junyent... Que la abogacia se transforme en un negocio que determina abogados o equipos de abogados inaccesibles para cualquiera que necesite ser defendido y que sean, por así decirlo, abogados de aquellos que pueden pagarles, ya nos hace dudar de esa otra mentira que el Estado nos cuenta:que la justicia es igual para todos.

    Son esas dudas las que asaltan a Piotr cuando asiste impotente al funcionamiento mecánico de la justicia:

    Desde nuestra profesión se pueden enmendar los errores de esta gran maquinaria llamada el mecanismo de la justicia. O al menos intentarlo. Una de las cosas de mayor interés es poder conocer y llegar a entender a personas que no hubiera conocido nunca si mi profesión fuera otra.

    Piotr introduce aquí el "factor humano" en forma de compasión. Cuando se conoce la persona, los hechos adquieren de repente un matiz que va más allá del hecho y nos enfrenta al ser y sus circunstancias. Momentos antes de la ejecución se da la siguiente coversación entre Piotr y Jacek:

    Jazek: ... después del juicio, cuando me llevaban al camión, me llamó Jazek.
    Piotr: Si, dije su nombre. Querría...
    Jazek: Tengo casi veintiun años. Pero al llamarme así me eché a llorar.
    Piotr: Durante el juicio dije...
    Jazek: No lo sé, no estaba atento. Sólo lo estuve cuando Ud. dijo mi nombre. Estaban en contra de mí. Todos, igual que aquí.
    Piotr: No es así. En contra de lo que hiciste.
    Jazek: ¿Qué diferencia hay?

    ... Me llamó Jazek... al llamarme así me eché a llorar.
    El nombre confiere reconocimiento, sobretodo porque fue acompañado de una expresión y un gesto respetuoso... compasivo. El ser se extiende más allá del hecho, y así se devuelve la dignidad más allá del hecho por el que Jazek será ejecutado. La maquinaria judicial que se asemeja a la maquinaria superyoica de nuestra psique actúa como ella con nuestro yo, no trata con seres humanos, su fuerza radica en su inhumanidad, en hacernos sentir no sólo culpables, sino que también nos implica el sufrimiento de hacernos indignos y humillados. Como en el superyó, ahí radica una parte de su obscenidad: la maquinaria judicial no está para sutilezas y por ello no es justa, y como a toda máquina le es más fácil impartir castigos sin ver personas que ser justa en su aplicación viéndolas con y también más allá de sus hechos:

    ... si la gobernabilidad era un avatar del poder, el estado-institución resulta una especie de exhibición gimnástica e impúdica del poder. Un poder de segundo grado : el poder por el poder, como el barroco cortesano. Un poder hueco, administrativo o burocrático. Tentado estaría de decir: un poder sin contenidos, pensando en un poder formal. Aunque inmediatamente entiendo que es exactamente al revés: se trata de contenidos puros del poder, o mejor de un poder formal por ser estrictamente contenidista y significativo. Pues en una cultura institucional es virtualmente imposible leer estrategias o técnicas - sólo monumentos: significados o contenidos, formas que pretenden perpetuarse congelándose... [3]


    No quiero decir con esto que dentro de esta maquinaria no haya, como Piotr, personas justas, pero como bien se deriva de su conversación con el juez, de nada sirve eso contra ella. El poder judicial no es más que un engranaje del poder unitario, como lo son el ejecutivo y el legislativo, y recordemos, como vimos en la segunda parte del comentario dedicado a la película Hannah Arendt, que el poder implica dominación y que, por eso, el poder nunca simpatizará con la democracia ni con la justicia entendida como acción justa. El poder sólo entiende de coacción, amenaza y venganza. Más  bien tenderá a la abominación de tomar la ley por la ley y, en consecuencia, del castigo como ejemplo (a la manera de un introyecto psíquico), o como dice Piotr: La disuasión implica usar la sentencia, o mejor dicho, al condenado, para intimidar a otros. O en las palabras de Nietzsche:

    «¿Cómo hacerle una memoria al animal-––hombre? ¿Cómo imprimir algo en este entendimiento del instante, entendimiento en parte obtuso, en parte aturdido, en esta viviente capacidad de olvido, de tal manera que permanezca presente?»... Puede imaginarse que este antiquísimo problema no fue resuelto precisamente con respuestas y medios delicados; tal vez no haya, en la entera prehistoria del hombre, nada más terrible y siniestro que su mnemotécnica. «Para que algo permanezca en la memoria se lo graba a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria» ––éste es un axioma de la psicología más antigua (por desgracia, también la más prolongada) que ha existido sobre la tierra. [4]

    ¿No es acaso este texto la viva representación de lo que ocurre con la vivencia de un introyecto cuando éste es faltado a su absurdo radicalismo? Funciona tal y como fue prescrito, exactamente como Nietzsche indica:  «Para que algo permanezca en la memoria se lo graba a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria»   [5]

    Esta dimensión de la justicia relacionada con el imperativo superyoico nos permite relacionarla con esa maquinaria absurda que se describe en El proceso de Kafka (no en vano él era abogado de oficio), que ya comentamos en profundidad en este blog [ver nota 4] y que se relaciona con lo obsceno. A la triada Estado-Poder-Ley nos falta añadirle un cuarto elemento: la obscenidad.

    II. JUSTICIA Y OBSCENIDAD.

    Nada mejor que empezar con la etimología de obsceno para luego recordar que es un término de uso legal. Obsceno (del latín obscenum) tiene dos posibles etimologías, las dos bien significativas para nuestro comentario. Por un lado tenemos obsceno com ob (hacia) caenum (suciedad, basura); y tambien obsceno como ob (hacia) scenum (escena) y que viene a significar algo que está "fuera de escena" pero que se imagina, lo no dicho o representado pero imaginado e implícito en lo que se dice o representa. Si juntamos ambas posibilidades etimológicas podemos entender obsceno como la basura, la suciedad (lo repulsivo, lo detestable) que se imagina en el escenario pero que, aparentemente, no se representa en éste. Por otro lado, y en el mundo legal, obsceno se aplica a palabras, imágenes o acciones repulsivas o detestables que ofenden la moral sexual prevalente. Y en relación a eso, todos sabemos que se asocia en ocasiones el goce al superyó- entendido goce en el sentido psicoanalítico, es decir, como un exceso perverso en el placer -  y que se vincula normalmente a un placer que esa instancia obtiene causándole dolor al yo a través de su humillación e indignificación.

    En un momento del episodio, Piotr recuerda las palabras que recibió cuando obtuvo su licenciatura: "Es un honor informarle que ha pasado el examen con éxito. Tras estudiar cuatro años puede usted considerarse uno más de nosotros". Hacia el final del episodio, momentos antes de que saquen de su celda a Jazek para su ejecución y ante la insistencia de si ya estan preparados, Piotr responde buscamente: "Dígales que nunca diré que estoy preparado". Piotr es el único en la prisión que parece azorado ante "el espectáculo" de la ejecución. Ni el juez, ni el alcaide, ni los guardas, ni los verdugos parecen afectados por el hecho de que se va acabar con la vida de un ser humano.


    ¡...nunca diré que estoy preparado!
    En su interesante ensayo sobre lo obsceno dice Corinne Maier:

    Lo obsceno es doble, se encuentra entre dos. En tanto bifacial, es lo más visible y también lo que aparece con intermitencia. "Lo obsceno tiene todas las cualidades del intérvalo substraido", resume el escritor Henry Miller [...] Lo obsceno es también el surgimiento puro, que nace de una falla, de la irrupción de algo que no es esperado. [6]

    Yo iría un poco más lejos y añadiría que lo obsceno es también una mezcla de los dos, lo que surge disimulado en un continuum de aparente normalidad y que requiere una mirada sesgada (al estilo de la anamorfosis que tanto atrajo a Lacan), una segunda mirada desde una perspectiva determinada desde la que surge la evidencia de lo obsceno... Eso es lo que ocurre en muchas ocasiones con la ley: la ley provee de aparente normalidad - institucional - a lo esencialmente obsceno, al ejercicio obsceno (superyoico) del poder. En el programa de TV3 "amb filosofia", la filósofa Marina Garcés lo refleja con claridad cuando dice:

    Cuando la justicia cae en la tentación de convertirse en la imposición de una medida única, de una definición cerrada, de una ley no interpretable se convierte en un sistema de poder terrorífico. El juez es entonces quien emite justicia, quien condena, quien dice lo que es bueno y lo que es malo, o el que somete la multiplicidad de lo que hay, lo que es, al horror en sí mismo de la proyección de lo que ha de ser.

    La diferencia entre el primer asesinato y el segundo estriba en que ante el primero todos nos conmovemos  y violentamos ante la violencia con que Jazek acaba con la vida del taxista, mientras que en el segundo (en una taliónica una vida por una vida) asistimos a la ejecución de Jazek como si de un mero trámite administrativo se tratara. La mirada Piotr (a través de este ¡... nunca diré que estoy preparado!) es quien, con su reacción, envia "hacia"la escena "la basura, la suciedad" (lo repulsivo y detestable) que aparentemente no manifiesta, refugiada en la aplicación de la ley, y que si contiene esta forma de asesinato institucional. Toda la escena tiene manifestaciones obscenas que transcurren en un continuum de aparente normalidad. Veamos algunos momentos:

    - Cuando Piotr y el fiscal se encuentran en la escalera de la prisión, éste, que es quien dara la orden de ejecución de Jazek, felicita al abogado (quien va a visitarle) diciéndole: "Quizá éste no sea el mejor momento, pero, ya que usyed y yo raramente nos vemos. He oído que ha sido padre hace poco. Enhorabuena." Es repulsiva en sí misma esta celebración de una llegada a la vida cuando minutos después se va a proceder a ejecutar otra.

    He oído que ha sido padre hace poco. Enhorabuena.

    - El diálogo que se da entre Piotr y Jazek pone de relieve la historia de Jazek al pedirle al abogado que le pida a su madre ser enterrada en la tumba donde yace el padre y... Marysia, su hermana. Es entonces cuando Jazek relata la historia de la muerte de su hermana favorita como él lo era para ella: "Hace cinco años la atropelló un tractor en el pueblo. Todavía iba a sexto curso. Tenía sólo 12 años. Acababa de empezar sexto. El conductor del tractor era un cólega mío. Habíamos estando bebiendo antes de que ocurriera. Bebiendo vino y vodka. Luego se fué y después con el tractor la atropelló [...] Estaba pensando que si ella siguiese viva, las cosas serían... Quizá no me hubiera ido de casa, quizá me hubiera quedado [...] Quizá hubiese sido diferente". Escuchando el relato se nos hace evidente que ejecuntando a Jazek como un acto puramente de venganza, se le quita la posibilidad de de la semilla que a través de su hermana observamos, se le quita la posibilidad de aprender a amar, la posibilidad del arrepentimiento sincero. Obviamente es obvia que la imposición de una pena, de un castigo es necesaria... ¿pero con qué fin? ¿Implica el concepto pena, castigo, necesariamente venganza? ¿Por qué no aprendizaje? Y este es el quid de la cuestión... De nada sirve cambiar una pena de muerte por una de cadena perpetúa si el castigo es simplemente venganza y no posibilidad de aprendizaje.

    Marisya: Estaba pensando que si ella siguiese viva... quizá hubiera sido diferente.
    - La infame escena de la presencia del sacerdote en las ejecuciones: El que ofrece el perdón de Dios para el "más allá" forma parte de la comitiva de la venganza en "el más acá". Habría que preguntar... ¿Qué opina Dios de este asesinato institucionalizado? La Iglesia ya se encarga de ser cínico-política, como siempre lo ha sido en este tema y matiza: La escritura precisa lo que el quinto mandamiento prohíbe: "No quitarás la vida del inocente y justo (Éxodo, 23, 7)" [7]. Llega a justificarla en caos de "extrema gravedad" sin matizar exactamente de que hablamos con "extrema gravedad". En ningún momento menciona la posibilidad de aprender, de enseñar... Habla de la pena como compensación, como expiación y de "valor medicinal, en la medida de lo posible, para la enmienda del culpable. ¿Y qué hay que deducir de todas estas precisiones? ¿Y si es así, qué hace el sacerdote en el momento de la ejecución? ¿Impartir compasión divina donde no la hay de humana? Pero ya sabemos... La historia de la Iglesia está plagada de hechos obscenos más dirigidas a preservarse como institución que de ser consecuente con el mensaje de Jesucristo.

    Impartir compasión divina donde no la hay de humana.
    - Y finalmente la ejecución, infame en sí misma. La viva imagen que nos interroga finalmente: ¿Que justicia se ha realizado? ¿Qué acción justa se ha desplegado? Uno tan sólo contempla la venganza y sólo sufrimiento y más sufrimiento que todo ello acarrea: ¿Quién ha aprendido algo de toda esta obscenidad mecánico-institucionalizada? ¿Qué se ha enseñado salvo la venganza y la amenaza como mensaje?



    III. REFLEXIONES FINALES.

    No hace falta recurrir a la pena de muerte (aún vigentes en varios países y en numerosos estados de los Estados Unidos) para observar hoy en día, y me centraré sólo en España, la relación de la justicia con la obscenidad: aforamientos express, desahucios indiscriminados, abusos y robos económico-financieros justificados legalmente, verdadera defensa desigual ante la justicia (también la justicia es cuestión de dinero); castigos ya no proporcionados, sino escandalosamente desproporcionados por exceso o por defecto (Gallardón indulta a un guardia civil que jaleó un abuso sexual; reclaman a un pensionista 155.000 euros multado por pegar carteles en la calle), leyes que se aprueban y se retiran por intereses puramente políticos (La ley de seguridad ciudadana, la ley de justicia universal, la LOMCE), tribunales constitucionales politizados, la impunidad con que las grandes fortunas y las grandes multinacionales se manejan junto a los intereses políticos. Hay gobiernos, hay parlamentos que emiten leyes, hay tribunales, hay jueces, hay fiscales, hay abogados, instituciones penitenciarias... hay una maquinaria pero que exenta del espíritu de la justicia es un robot que administra las leyes y que, en ocasiones, la posee un mal espíritu de manipulación, corrupción y tergiversación. No es de extrañar que en la película Pactar con el diablo (Taylor Hackford, 1997), el diablo (interpretado por Al Pacino) estuviera representado como un brillante abogado al frente de un prestigioso despacho de Nueva York.


                                                     No hay justicia sin bondad (Ramón Llull).

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    VER PELÍCULA EN YOUTUBE: https://www.youtube.com/watch?v=BTJTiv9KrMI
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    [1] Nietzsche, Friedrich.Genealogía de la moral. Parte 2. Tratado. Culpa, mala conciencia y similares. Ebook
    [2] Zizel, Slavoj.Lacrimae Rerum. Ensayos sobre cine moderno e hiperespacio. Ed. Debate, pág. 19
    [3] Nuñez, Sandino Andrés. Lo sublime y lo obsceno. Geopolítica de la subjetividad. Libros del Zorzal, pág. 132
    [4] Ver nota 1, parte 2
    [5] Ver nota 1, parte 2
    [6] Miller, Corinne.Lo obsceno. Ediciones Nueva Visión, págs. 33 y 40
    [7] Catecismo de la Iglesia Católica, pár. 2261

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    SERIE DECÁLOGO (pulsar título para acceder a la entrada)

    Decálogo 1. Yo, el señor, soy tu Dios. Ese frágil absoluto.
    Decálogo 2. No tomarás en falso el nombre del señor, tu  Dios. Compasión vs. culpa.
    Decálogo 3. Santificarás las fiestas. Resentimiento, envidia y reparación. 
    Decálogo 4. Honrarás a tus padres. El edipo honrado.
    Decálogo 5. No matarás. Estado, poder, ley y obscenidad.
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    PELÍCULAS DE INTERÉS:

    EN EL NOMBRE DEL PADRE (1993)
    Director: Jim Sheridan
    Actores: Daniel Day-Lewis, Enma Thompson, Pete Postlehwaite.

    Basada en la detención de un padre y de un hijo acusados por error de haber participado en un atentado del IRA, junto con otros inocentes, en los conocidos casos de los cuatro de Guilford y los siete de Maguire.

    PRISIONEROS DEL HONOR (1991)

    Director: Ken Rusell
    Actores: Richard Dreyfuss, Oliver Reed, Peter Firth, Jeremy Kemp

    Basada en el famoso caso Dreyffus que conmocionó la sociedad francesa en el que el capitán Alfred Dreyffus fue acusado erróneamente de espionaje y traición y que despertó una ola de defensores y detractores además de reacciones antisemitas.



    SENDEROS DE GLORIA (1957)
    Director: Stanley Kubrick
    Actores: Kirk Douglas, George McReady, Adolphe Menjou...

    En la Francia de 1916, durante la Primera Guerra Mundial, un general ordena la conquista de una inexpugnable posición alemana y encarga esta misión al ambicioso General Mireau. El encargado de dirigir el ataque será el coronel Dax. La toma de la colina resulta un infierno, y el regimiento se retira hacia sus trincheras. El alto mando militar, irritado por la derrota, impone al regimiento un terrible castigo para que sirva de ejemplo.

    SALVADOR PUIG ANTICH (2006)
    Director: Manuel Huerga
    Actores: Daniel Bruhl, Tristán Ulloa, Leonardo Sbaraglia, Leonord Watling...

    El 2 de Marzo de 1974, el joven anarquista, militante del Movimiento Ibérico de Liberación, se convirtió en el último preso político ejecutado en España mediante el "garrote vil". La historia nos narra los intentos desesperados de su familia, compañeros y abogados para evitar su ejecución.



    MATAR A UN RUISEÑOR (1962)
    Director: Robert Mulligan
    Actores: Gregory Peck, Mary Bardham, Brock Peters, Philip Alford...

    Un abogado defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre es evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que  ningún abogado, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su defensa le costarña problemas y enemistades, pero le otorga el respeto de sus dos hijos huérfanos de madre.


    EL CASO WINSLOW (1999)
    Director: David Mammet
    Actores:  Nigel Hawthorne, Rebecca Pidgeon, Jeremy Northam...

    Inglaterra 1910. Tras ser acusado de robar a un compañero 5 chelines, Ronnie, el hijo menor de la familia Winslow, es expulsado de la prestigiosa Academia Naval de Ousburne. Ronnie niega los hechis, pero su padre, decidido a limpiar el nombre de su hijo, entabla un juicio que llegará a ser el centro de atención de todo el país.

    EL DILEMA (1999)
    Director: Anthony Mann
    Actores: Russell Crowe, Al Pacino, Cristopher Plummer...

    Jeffrey Wigand, científico y directivo de la famosa tabacalera norteamericana Brown & Williamson, descubre el secreto que la industria oculta celosamente: las sustancias que crean adicción en los fumadores. Lowell Bergman, un productor televisivo, arriesga su carrera al invitar a Wigand, que ve como su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública; pero nadie sale indemne de esta batalla contra las tabacaleras.

    DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (1957)
    Director: Sidney Lumet
    Actores: Henry Fonda, Lee J. Cobb, E, G, Marshall, Jack Warden...

    Un grupo de miembros de un jurado recibe el encargo de juzgar a un adolescente acusado de haber matado a su padre. De los doce miembros, once están convencidos de su culpa. Pero el duodecimo no tiene ninguna duda sobre su inocencia... ¿Cómo convencerá al resto?



    HOMICIDIO EN PRIMER GRADO (1995)
    Director: Marc Rocco
    Actores: Christian Slater, Gary Oldman, Kevin Bacon...

    Años 30. Alcatraz es la prisión más segura de los Estados Unidos, pero uno de los presos planea escapar de La Roca. Su intento fracasa, y el alcaide le impone un castigo ejemplar: permanecer en una celda de aislamiento durante años, a pesar de que la ley establece que el plazo máximo son 19 días.



    CADENA PERPÉTUA (1994)
    Director: Frank Darabont
    Actores: Tim Robbins, Morgan Freeman, Bob Gunton, James Withmore...

    Acusado del asesinato de su mujer, un hombre es condenado a cadena perpétua y enviado a la cárcel de Shawshank. Con el paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del centro y el respeto de sus compañeros de prisión...




    LA TAPADERA (1993)
    Director: Sidney Pollock
    Actores: Tom Cruise, Gene Hackman, Jeanne Tripplehorn, Holly Hunter...

    Un joven y brillante abogado recién salido de Harvard, se deja seducir por las promesas y regalos de un prestigioso bufete de abogados de Memphis. Sin embargo, muy pronto tendrá razones para empezar a sospechar que algo extraño está sucediendo.



    BRUBAKER (1980)
    Director: Stuart Rosenberg
    Actores: Robert Reford, Yaphet Koto, Jane Alexander, Morgan Freeman...

    Basado en la historia real de Tom Murton, el alcaide que antes de presentarse como tal se interno como preso de la prisión estatla asignada, descubriendo que la cárcel es un sistema de corrupción endémica, a parte de oscuros epidodios que Brubaker intentará aclarar poniendo en peligro su propia vida.




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